Capitulo 1

Hechizo

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Aclaraciones: Inuyasha y sus personajes, le pertenecen a Rumiko Takahashi.

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Un hermoso Inuyoukai de plateada cabellera, camina con elegancia entre cientos de cadáveres humanos. A su alrededor, varias cabañas incendiadas.

— Amo Sesshomaru, ya hemos terminado con toda la plaga humana de esta aldea — Se arrodilló ante él, un youkai alto de cabellos azules y ojos carmín.

— Bien — Contestó con su voz y semblante inmutable — Avancemos a la siguiente.

— Como ordene amo — Muchachos, vamos a la próxima aldea — Les habló a 3 youkais, que le acompañaban. Estos asintieron y le presentaron sus respetos al Inuyoukai de cabellos plateados.

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Llegaron a la aldea mencionada y comenzaron a masacrar a los aldeanos, como en la anterior.

— Amo, ya hemos terminado — Habló el mismo youkai de la aldea anterior.

— Regresen al castillo.

— Como ordene.

Sus sirvientes se retiraron, sólo se quedó a su lado un pequeño youkai rana.

— Amo bonito, ¿Sucede algo?

— Hay una presencia extraña aquí — Miró a todas partesbuscando su ubicación. En ese momento unos arbustos se movieron y el imponente demonio caminó hasta ellos. Los separó y arrugó la nariz en señal de profundo asco, cuando vio que era una niña humana, de no más de 7 años.

La chiquilla lo miraba con profundo terror, sus bellos ojos chocolates estaban cargados de lágrimas.

Se disponía a matarla con un sólo movimiento de sus garras, cuando sintió un golpe en su espalda. Se giró haciendo uso de su velocidad sobrenatural y se encontró con que su atacante era una mujer adulta, como de 50 años que lo miraba con una mueca de burla.

— Insolente, ¿Cómo te atreves a atacarme?

— Tu poder y crueldad no conocen límites, pero pagarás muy caro por ser tan despiadado y será precisamente a lo que más odias, a quien tendrás que proteger. Dicho esto, una luz verde cubrió el cuerpo del demonio. No sintió ningún dolor y pensó que gracias a lo poderoso que era, el conjuro de aquella mujer no había surtido efecto.

La miró con evidente odio, mientras la mujer sonreía. La tomó por el cuello y la elevo unos centímetros del suelo.

— Tus estúpidos hechizos no tienen poder sobre mí.

— ¿Eso crees Lord del oeste? — Le volvió a sonreír — Esa pequeña niña a la que intentaste matar, ahora deberás protegerla, si es que no quieres morir pronto.

— ¿De qué hablas? — Apretó más el agarre.

— De que esa niña — Señaló a la pequeña, en los arbustos — Y tú, están unidos por un hechizo y compartirán el mismo dolor físico y el tiempo de vida.

— Sandeces — Sonrió de una forma macabra y luego usando su brazo libre, le cortó la cabeza. La niña gritó al ver tal horror y él se dirigió hasta donde ella estaba, tomándola por el cuello de la misma manera que había hecho con la mujer segundos antes. La niña temblaba y lloraba, al saber que su fin estaba ya cerca.

El Inuyoukai apretó el cuello de la pequeña, pero se detuvo abruptamente, al sentir un fuerte dolor en el suyo —¿Acaso era posible?.

Esa maldita bruja lo había hechizado en verdad y ahora tenía que proteger la vida de esa mugrosa humana, para no recibir ningún daño físico. Gruñó furioso.

Se giró para buscar el cuerpo de la bruja y revivirla con Tenseiga, para obligarla a que rompiera el hechizo, pero ya no estaba su cuerpo. Eso sólo podía significar que de alguna forma había sobrevivido a su ataque o quizás sólo era una marioneta.

Se molestó aún más ante lo que pensaba hacer.

— Jaken — Llamó al youkai rana — Toma a esa humana, súbela en Ah-Un y llévala al castillo.

— Pe…pero amo — Sus ojos que de por si eran grandes, habían aumentado su tamaño, ante la sorpresa — Es una humana.

El Inuyoukai le dedicó una mirada asesina — ¿Acaso estas cuestionando mis órdenes?

— Claro que no amo, enseguida lo hago — Tomó a la niña por el brazo y la hizo levantarse. Esta estaba petrificada por el miedo y dejaba que el youkai verde guiara su cuerpo, como si se tratase de una frágil muñeca.

La subió al youkai dragón que la miraba con extrañeza. Ah-Un, comenzó a volar en dirección al castillo del oeste, siguiendo muy de cerca a su amo, que despedía un aura asesina — Ahora ?¿Cómo iba a hacer para encargarse de esa humana?

Bajaron en el patio principal del castillo, ante la mirada incrédula de todos los sirvientes que allí se encontraban. ¿Su amo traía una humana con él?, debían estar soñando.

— Bájala — Ordenó con voz firme a Jaken y el pequeño youkai se limitó a obedecer. Tomó a la niña por la cintura y esta temblaba más que una hoja frente a una tempestad. La colocó en el suelo, a la espera de nuevas órdenes.

— Llévala a una de las habitaciones del ala oeste, de las más alejadas y que la vigilen dos guardias y esta orden va para todos — Los miró con dureza y autoridad — Aquel que le toque un sólo cabello a la humana, sin mi consentimiento, considérese muerto.

Todos temieron por sus vidas, ante el tono de amenaza usado por su amo y aunque no les parecía compartir el techo con alguien tan inferior, prefirieron quedarse callados y así conservar sus vidas.

Sesshomaru avanzó unos pasos al interior del castillo y posó su mirada dorada en una youkai de cabello marrón y ojos violeta, que aparentaba tener no más de 35 años de edad. De rostro lindo y buena figura.

— Sakura — La aludida levantó la cabeza, que tenía agachada, haciendo una reverencia.

— Dígame amo.

— Tú serás la encargada del cuidado de la humana — Dicho esto se marchó a su habitación.

— Como ordene — Lo volvió a reverenciar.

En el castillo todos sabían que Sakura no odiaba a los humanos, al contrario, tenía amigos de esa raza. Seguramente por eso, el amo la había elegido para cuidar de la chiquilla.

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Rin, era conducida con algo de brusquedad por los interminables pasillos del castillo. Estaba muy asustada, no sabía que quería ese youkai con ella, como para ordenar que la llevaran hasta allí, pero suponía que no era nada bueno.

Se detuvieron ante una gran puerta fusuma, con una pintura de batallas de monstruos. Jaken la abrió y empujó a la niña dentro.

Rin perdió el equilibrio y cayó de cara contra el piso, rompiendo en llanto y fue cuestión de segundos, para que detrás de ella se escuchara un golpe seco y un alarido de dolor. Temerosa la niña volteó lentamente, para ver cara a cara al Inuyoukai, que le había propinado un fuerte golpe en la cabeza a Jaken, quien ahora se encontraba inconsciente.

— Ese golpe sería por haber provocado su caída?, imposible de creer, pero no tenía otra explicación.

Sesshomaru se marchó ignorándola por completo y poco tiempo después llegaron dos youkais altos y de aspecto intimidante, a custodiar su puerta como el amo del castillo lo había ordenado.

— Amo, ¿Me permite pasar?

— Adelante — Sakura ingresó a la cámara de guerra , donde se encontrba el Inuyoukai leyendo un pergamino.

La youkai se arrodilló frente a él, haciendo que su cabeza tocara el piso — Amo, le suplico que me deje dormir en la habitación al lado de la niña y que pueda salir por el castillo, bajo mi supervisión. La cuidaré, se lo prometo.

Sesshomaru la miró por encima del pergamino — ¿A qué se debe tanto interés en la humana?

— Usted sabe que tengo amigos de esa raza y la niña se ve tan sola y triste. Me partió el corazón al verla tan frágil, temo que se enferme y muera, debido a la tristeza.

Estas palabras si llamaron la atención del Inuyoukai, sabía lo que eso significaría.

— Está bien — Sakura levantó la cabeza para mirarlo con evidente alegría — Pero si le llega a pasar algo, por mínimo que sea, tú responderás con tu vida — La miró más serio de lo normal y Sakura sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo.

— Sí amo, como usted ordene, le prometo cuidarla bien. Se lo agradezco mucho — Volvió a reverenciar.

— Ahora retírate.

— Sí amo, con permiso — Salió apresuradamente hacia el ala oeste, en busca de la pequeña para darle la buena noticia. Todavía recordaba la conversación tan triste que había tenido con ella, minutos atrás.

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Flashback

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Deslizó lentamente la puerta y entró a la habitación, buscando con la mirada a la niña. Dio un pequeño vistazo y la encontró hecha un ovillo, en una esquina sollozando. Se acercó lentamente para no asustarla.

— Hola hermosa, ¿Cómo te llamas? — La niña la miró con temor, pero pensó que lo más sensato era contestarle a la youkai.

— Me llamo Rin — Susurró.

— Qué lindo nombre, yo soy Sakura — Se sentó a su lado — No me temas, yo no te quiero hacer daño, el amo me pidió que te cuidara.

— ¿En serio? — Clavó sus ojos chocolates, en los de la youkai.

— Así es — Le sonrió.

— Y ¿Te puedes quedar conmigo esta noche?, tengo miedo de que ellos vengan a hacerme daño.

— ¿Ellos? — La miró confundida.

— Sí, los que mataron a mis papás y a mi hermano — Varias lágrimas corrieron por sus mejillas.

Sakura la abrazó — Nadie vendrá a hacerte daño, te lo prometo — La niña le devolvió la sonrisa — Voy a hablar con el amo, enseguida regreso.

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Fin del Flashback.

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Sakura sonrió, ahora le podría dar la buena noticia a la pequeña Rin.

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Hola, hola, aquí les traigo otra historia. Como ven no es la clásica donde Sessho protege a Rin, aquí él la odia en serio, pero ella poco a poco, irá dominando al demonio jeje. Espero les guste y dejen sus comentarios que me hacen muuuyyy felizz.

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Besitos.