Prefacio
Fría, distante, orgullosa… Son los adjetivos que todos suelen aplicarme, incluso quienes se consideran mis amigos los tienen presentes, todos y cada uno de ellos, pero yo sé en el fondo que no soy así, sé que es una imagen que quiero dar, un simple reflejo que oculta lo que siento.
Las personas; o vampiros como es mi caso, o criaturas, o lo que sea; suelen cambiar por algo que les sucede y por mucho que quiera mi caso no es diferente.
Mi historia en Ooo.
Junto con Simón fui la primera en pisar esta nueva tierra, en sobrevivir a la catástrofe, tanto a la que había en mi interior como a la que encontraba fuera. Vi, también, nacer a todas estas criaturas, incluso a ella… que en ese momento no era más que una más, y como vi nacer a las nuevas también vi perecer a otras, ya no solo a los anteriores habitantes sino a gente que vino conmigo y no volvería a ser igual.
Si, había nuevas criaturas, pero perdí a Simón, quien fue mi mejor amigo y no solo eso; fue como mi padre, ese que nunca tuve; por eso mismo la dulzura (nunca mejor dicho) y amor entre estas criaturas me hacía sentirme peor, estaba siempre triste y no encajaba, el rey (que ya está retirado) decidió desterrarme, pero no me importó, pues tampoco quería estar allí.
Al irme me construí una enorme casa, con una buena acústica, para poder disfrutar así de mi gran pasión, la música. Pasé años en mi casa dedicada a tocar con mi bajo hacha día y noche, terminé rodeada de partituras y grabaciones, se podría decir que era feliz, pero me faltaba algo, mejor dicho, me faltaba alguien.
