Una serie de eventos afortunados

Summary: Puedes sentirte feliz y complacida con tu vida, pero nunca sabrás cuanto necesitas algo hasta que llega, y si lo hace de una atípica y deliciosa manera, no hay forma de negarte a ella.

Disclaimer: Todo lo que reconozcan aunque quisiera que fuera mío, no lo es; pertenece a la Sra. Stephenie Meyer, y lo demás, si es mi responsabilidad. Y el titulo se parece mucho al de una película, pero no lo es.

Capítulo 01. Primer Evento

Bella POV

Knoc knoc

¿Tocaron a la puerta? ¿A las seis y media de la mañana han llamado a la puerta de mi departamento? Estoy dormida aún seguramente.

Knoc knoc

— Buenos días, vecino o vecina ¿creo? — me dijo una voz de hombre desde el otro lado de mi puerta, una sexy voz de hombre en realidad he de acotar.

Así que si, están llamando a mi puerta a las seis y media de la mañana y no estoy dormida, pero ¿vecina? ¡Yo no tengo vecino! ah, no, ya recuerdo, el conserje me dijo que estaba alguien por mudarse al otro departamento del piso. Aunque no es necesario que venga a presentarse a estas horas, gracias.

— Disculpe la molestia, pero necesito un favor— me dijeron con un tono un poco más alto y desesperado.

— ¡Un momento! — grite, pero es que por favor ¡que apuro! le voy a salir en pijama y con mi cabeza de nido de pájaros típica de cada mañana para que del susto sea la última vez que lo haga.

— ¿Si, Buenos días? ¿En qué le puedo….— ¡Oh, por Dios! O de verdad sigo dormida o como se me ha ocurrido abrir la puerta así como estoy. Pero si así son todos los vecinos ¡que vengan a mudarse todos los que quieran!

— Mmm, hola, disculpa el abuso, sobre todo por la hora, pero hoy comienzo a trabajar y necesito urgentemente planchar la camisa y el saco, tu sabes, por lo de la primera impresión y eso, pero aún no he tenido tiempo de desempacar la mudanza y no sé en cual caja esta la plancha, así que podrías, si no es mucha la molestia claro, prestarme la tuya ¿por favor? — por supuesto, el nivel de desespero se había incrementado un poco más.

— Ehhhh… — reacciona Isabella, has visto miles de hombres guapos en la tele, en películas, hasta has leído sobre ellos ¡habla ya! — Sí, claro, ehh, buenos días, si, si, no hay problema, ya te la busco —

Primero: que en su desesperación por su tonta ropa sin planchar no se haya fijado en cómo me veo, Dios por favor, no te pediré mas nada por el día de hoy, por favor, y segundo: ¡¿en donde fue que deje la plancha primeramente? La plancha, la plancha, concéntrate, no pienses en él, ¡¿la plancha? Ya, detrás de la puerta de mi cuarto.

Y no corrí de regreso a la sala donde lo dejé, solo camine rápido, por seguridad por supuesto, podía ser un ladrón, uno no sabe, bueno si está bien, corrí para terminar de verlo, ya, felices.

— Aquí la tienes, si la necesitas para planchar la ropa para mañana u otra, me la puedes devolver a la noche, no hay problema — ¡Eso es Isabella! Tú puedes actuar como una persona racional y madura, bien hecho chica. Me siento orgullosa de ti.

— Oh, muchas gracias. Ahora para completar el favor ¿Me podrías decir cómo funciona esta cosa? La esposa de mi anterior conserje me ayudaba con la limpieza y todo eso, así que soy neófito en este asunto —

— Si, claro. A ver, solo enchúfala, préndela y ajusta la temperatura según la tela de la ropa, es tarde para que estés usando el vapor y todo eso y me tardaría mas en explicarte también —

— Si, si, cierto; solo ajustar la temperatura según la tela... ¿Y cómo se supone que se hace eso? —

Oh Dios, ¿en serio? Sabía que tanta perfección tenía que tener un defecto, lo sabía.

— Mmm ¿Sabes qué? Yo no estoy tan apurada por la hora de llegada a mi trabajo así que dame, que yo te plancho la camisa y el saco y así nos evitamos cualquier accidente— Porque me costo muy cara mi plancha para que capaz me la dañe, si bueno, no la uso mucho tampoco pero igual.

— ¿Seguro? ¡Gracias, en serio! Así me da tiempo de ducharme rápido mientras tanto porque se me hizo tarde, ya te los traigo— y se fue corriendo a su departamento.

Y si, me lo vi completito mientras se iba no se preocupen, no perdí detalle, y si, mientras más lo veo, más guapo lo encuentro. Alto, con la cantidad adecuada y abrazable de masa muscular, un cabello despeinadamente perfecto, unos ojazos verdes, tez blanca, ¿Ya dije lo de voz sexy, verdad?… ¡¿Qué dijo? ¿Ducharse? ¡¿Y por qué no dijo eso antes? ¡Con eso lo ayudo encantada, que importa su ropa!... Ok Isabella, son casi las siete de la mañana compórtate, eres una mujer adulta y… ¿Y por qué no dijo que necesitaba ayuda para bañarse?

— Aquí están, y de verdad que pena, no quería abusar tanto, pero pensé que iban a aguantar en la maleta, pero ya veo que no —

Escuche lo que dijo, y juro que sabía que tenía que responder, lo juro, pero entiéndanme, ver a un hombre así, en tu casa, a las casi siete de la mañana, y en pijama pero luciendo mil veces mejor que tú, que solo eres delgada, bajita, pálida y con ojos y cabellos castaños, no es fácil chicas, no es fácil.

Pero reaccione a tiempo tranquilas — Oh, no te preocupes, no es ninguna molestia, si quieres ve y yo te las llevo — No, no piensen mal, de verdad no era ninguna molestia y la Isabella madura y buena persona al fin se había despertado, gracias a Dios.

— Ok, gracias, y voy a dejar la puerta abierta por si acaso no te escucho ¿si? — Y se fue majestuosamente con toda su majestuosidad de mi sala, que ahora que me doy cuenta, menos mal esta arreglada y limpia, no como yo claro, pero eso ya lo daba como perdido, que susto se debe haber llevado el pobre por mi culpa mas bien.

En fin, lo único bueno de todo esto, si, aparte de la buena vista física tan temprano obviamente, es que al fin plancho algo de un hombre que no es mi papá, oh por favor, que deprimente sonó eso, pero por algo se empieza ¿no?

Solo espero que de verdad este apurado y no se fije mucho en mi técnica de planchado, porque en realidad no soy muy buena en esto, solo plancho lo justo y necesario, porque no me gusta, para nada, pero ha salido la parte de mi personalidad buena y dulce de niña scout desde temprano y he hecho mi buena acción del día.

Ya con todo "planchado" me dirijo a su departamento y en serio esta vuelto un desastre de cajas, paquetes y muebles regados, pobre, pero ya entiendo porque me dijo: "por si no te escucho" ya que tiene música puesta a volumen alto, así que solo decidí colocar la ropa en el pomo de la puerta del baño para que la vea sin problema y me regrese a mi departamento, porque ahora me tocaba correr a mi por pasarme de amable.

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¿Conocen, han escuchado o vivido ese sentimiento de querer mucho a alguien, si quererlo… pero lejos de tu trabajo y sobre todo después de las seis de la tarde? ¿No? ¿Seguro? Porque yo sí, y hoy lo volví a sentir con Alice, mi amiga casi hermana del alma. La amo con locura, eso no lo negare, pero ella no conoce de tiempo y menos cuando empieza a hablar de sus aventuras con su Jazzy, las cuales parece que reúne todas en su memoria infinita y las descarga completitas conmigo y de una sola vez.

Así que aquí estoy llegando a mi casa casi a las nueve de la noche por culpa de ella; mis piernas me pesan, mi cabeza me duele, mi estomago suplica por comida, mi espalda grita por acostarse en mi suave y cómoda cama y hay un hermoso ramo de flores en el piso del pasillo frente a mi puerta.

¡¿Hay un hermoso ramo de flores en el piso del pasillo y frente a mi puerta?

No creo para nada en el horóscopo, pero estoy empezando a creer que debí haberlo leído o por lo menos haberle echado un vistazo apenas abrí los ojos esta mañana, a ver si me advertía de todo lo que iba a pasar hoy, solo por si acaso, ustedes saben, para estar preparada.

En fin, volviendo al punto, si, hay un hermoso arreglo de flores variadas frente a mi puerta que huele muy delicioso y con una linda tarjetita que dice:

Gracias.

Edward Cullen.

¡Oh, qué bello!

… ¿Pero, quién es Edward Cullen? …