Magnus arrastro los pies hasta la mesa donde siempre desayunaban sus vecinos del piso 19, en el camino esquivó (por poco) flechas y lanzas. "Aquí siempre tenemos muertes, muertes al desayuno, muertes al almuerzo, muertes a la cena" pensó, pero aquello no era el problema, no, su problema tenía colores y nombre, un problema de rosa y verde llamado (o llamada si ella dice lo contrario) Alex Fierro.
Llego a la mesa y se sentó en su puesto habitual, ya todos estaban comiendo, apuñalo una rosquilla con su cuchillo para comenzar a comerla.
-¡Ese es el ánimo Magnus! -dijo T.J. - ahora solo debes hacer eso en el campo de batalla... -dijo refiriéndose o burlándose de la extraordinaria habilidad del rubio para matar una rosquilla glaseada.
-Hoy tocan Dragones -recordó una pelirroja-
-me gustan los dragones -gruño Halfborn, el tipo tenía su barba sucia con lo que parecía jalea de frambuesa, o quizás era sangre, no había mucha diferencia.
Mallory Keen que estaba a su derecha sentada le miro frunciendo el ceño.
-tu cabello ha vuelto a crecer, Beantown.
Tan pronto como dijo aquello sintió la mirada de Fierro sobre él, examinando le como si fuera un jarrón de cerámica que salió mal.
-Esta noche voy a tu cuarto a cortarte el cabello- Anuncio la peliverde. Como sabía que era "La" y no "El" pues se debía a sus extraños poderes de hijo de Freyr quizás, y lógicamente Alex solo anunció que lo iba hacer, porque ella no pregunta, solo lo hace, Alex Fierro siempre hace lo que quiere, y para bien o para mal eso incluía hacer de peluquera del rubio.
Magnus se imaginó tener las manos de Alex en su cabeza y le recorrió un placentero escalofrío, le gustaba que solo ella toque su cabello, aunque ignoraba olímpicamente el hecho de que también tenía unas afiladas tijeras en la mano lo cual era potencialmente peligroso.
-Deja de verme así -reclamo ella, el rubio no se dio cuenta en qué momento se le había quedado viendo.
-Se te cae la baba, Chase -se burló Mallory haciendo sonrojar al rubio.
"¡Genial! ¡Ahora todos vieron que me quedo viendo a Alex como un bobo!" Pensó avergonzado de sí mismo.
"Señor, creo que todo el Valhalla se dio cuenta de eso" escucho la voz de Jack, su fantástica espada parlante en su mente.
El chico dejo caer pesadamente la cabeza sobre la mesa, en un gesto de pura frustración, era tan difícil que te guste alguien como Alex. Si, lo admitía, fueron noches enteras pensando en aquello y escuchando las desagradables historias de su espada, su padre y uno que otro Argr, aquello es algo que uno NO debería escuchar. Simplemente traumatizado.
Decir que murió de forma patética es quedarse corto, la verdad no se concentró en toda la batalla contra los dragones, se la paso pensando en aquella chica de pelo verde, era patético, si, terriblemente patético, soñó despierto más de lo que se permitió y acabo aplastado bajo el trasero de la enorme criatura mientras sus amigos trataban de permanecer vivos.
Se sentó en su cama, ya había "revivido", otra garantía del hotel, no puedes morir permanentemente dentro de las puertas del Valhalla, siempre vuelves sano y salvo para tener otra magnifica muerte. ¡yey!
Escucho que llamaban la puerta y se levantó de forma perezosa para atender, trato de ocultar su asombro cuando vio a la dueña, ahora dueño de sus pensamientos.
-Eres rápido para volver -comento, estúpidamente, lo primero que se le vino a la cabeza.
Este le miro con una ceja alzada.
-¿cómo has sabido que...? olvídalo -le mostró las tijeras en su manos- vamos a cortarte el cabello Maggie -
El ojigris sintió aquel calorcito subir por su cuerpo a pesar que no le gustaba el apodo, trato de salvar lo último de su orgullo que ya no tenía.
-No me llames Maggie.
El hijo de Loki ignoro el comentario y entro al cuarto del hijo de Freyr, se encamino hasta el atrio principal, las ramas del árbol que había en el centro se movían como si una brisa real pasara por estas, Magnus recordó vagamente cuando vio a Blitz y Hearth caer del árbol unos días después de haber llegado al Hotel, fue una sorpresa grande y grata ver a sus amigos vagabundos caer del cielo para después huir de unas Valkirias molestas blandiendo sus hachas. Que buenos recuerdos.
Aquel pensamiento le recordó que no los había visto en un tiempo, quizás deba hacerle una visita a "Papá y Mamá", a pesar de la actitud sobreprotectora de sus amigos cuando vivían en las calles, extrañaba un poco aquello, obviamente vivir en la calle no era un día de campo, pero tener a Blitz y Hearth con él le causaban un extraño sentimiento de seguridad.
-Ven Chase que no tengo toda la noche -apresuro el chico de pelo verde, sentado en el suelo con las piernas cruzadas.
Magnus volvió a la realidad y se acercó al contrario, se sentó frente a este dándole la espalda para que comience con su labor. Cerro los ojos al sentir los dedos de Alex separando sus hebras de cabello, las manos de Alex eran agiles, lo atribuía a sus años trabajando con la arcilla. El sonido de la tijera hacia que su piel se erice completamente, eran sentimientos encontrados en ese momento, se sentía bien tener a Alex tan cerca, con sus manos en su cabello, pero el sonido de la tijera le recordaba que era extremadamente peligroso, el acabo con un Lindworm anciano con su garrote y le corto la cabeza, ¡todo en menos de 20 minutos! Y sin mencionar que tiene la habilidad de transformarse en el animal que desee.
Alex cortaba de forma rápida los mechones rubios dejándolo corto a la misma altura que lo dejo Blitzen en aquella "aventura" en Jotunheim, se sorprendía un poco por lo callado que estaba el rubio, estaba más extraño de lo común.
-¡AH! -exclamo de dolor Magnus al sentir algo herir su oreja, se llevó la mano a la oreja derecha sintiendo un pequeño corte, miro con el ceño fruncido a Alex- ¡Lo hiciste a propósito! -reclamo.
-Lo siento, es que sería cortar tu oreja y corte pelo en su lugar – el brillo de la tijera paso frente a los ojos de Magnus dejándolo helado por un momento, ¿Ya había muerto? ¿Debía incluir a su lista de muertes gloriosas un enunciado que diga "Asesinado por un corte de cabello"? … se calmó al ver caer lentamente frente a sus ojos unos mechones de pelo- Ya estás listo Kurt Cobain - Anuncio Alex mientras se ponía de pie y se sacudía los pantalones rosas.
-¿eh?... sí… ehm… gracias… -tartamudeo aun en shock, sintió un vacío al ver a Alex acercarse a la puerta.
"no dejes que se vaya" escucho una voz en su mente.
-¡Alex! -se levantó rápido y atrapo al chico en el pasillo quien le miro frunciendo el ceño.
-¿Qué? -pregunto toscamente.
-yo… esto… ¡¿Te gustaría salir conmigo?! -soltó lo que pensaba, pero que no debía decir, sintió su rostro arder por sus palabras- Digo, te lo debo ¿no?... por… meterme en tu mente… esa vez… en…Joteunheim….- "Dioses soy patético" se recrimino mentalmente.
Vio los ojos de Alex, su ojo ámbar pareció más frio que de costumbre, no podía saber que pasaba por la mente del otro chico ante su recurrente declaración que no era el tipo de declaración que soñaba hacer, pero que no hacia porque valoraba mucho su vida.
-Mañana a las tres -sentencio cuando Magnus ya estaba perdiendo toda esperanza, no espero respuesta y el peliverde entro a su respectivo cuarto.
El rubio soltó el aire que no sabía que había retenido. ¿había invitado a Alex a salir?
-¡Oh Dioses! ¡Invito a Fierro a una cita!
Magnus se volteo para encontrarse con sus amigos del piso 19 asomados de sus habitaciones, obviamente vieron toda la escena.
-Así se hace Magnus -le felicito Halfborn quien iba vestido solo con unos calzoncillos que tenían arcoíris estampados.
-No sabíamos que tomarías el valor de hacer eso Magnus -comento T.J. como quien le da el pésame a un ser querido cuando un familiar muere.
-¡Patrañas! Magnus es todo un hombre, no tiene nada de malo salir con un Argr – Afirmo el Berserker.
-Que no te escuche a menos que quieras morir tú y no Magnus -advirtió Mallory- ¡y por los dioses ponte unos pantalones! -exclamo tratando de esconder su sonrojo.
-No me voy a preocupar de los pantalones en medio de una batalla -se defendió el Vikingo.
-No estamos en una batalla -corto Magnus antes que la pareja comience una nueva discusión, vio a T.J. acariciar sus cienes como si sufriera dolor de cabeza siempre que esos dos comenzaban a discutir.
-Como sea, te deseo suerte mañana Magnus -corto el veterano de la guerra civil antes de entrar de nuevo a su cuarto.
-si porque la necesitaras -concluyo la pelirroja.
El rubio soltó un suspiro y entro a su habitación, se llevó las manos a la cabeza.
¡Había invitado a salir a Alex!
¡Y Alex acepto!
Pero aún no podía saber si eso era malo o bueno... Se llevo instintivamente una mano al cuello.
