EL CLON H.

PROLOGO: DESEO.

La historia que te voy a contar, pasó hace ya algún tiempo, no me juzgues si en el trayecto olvidó algunos acontecimientos.

Alguna vez has pensado en qué pasaría si tu deseo se hace realidad... Supongo que todos.

Aun así, los deseos siempre traen consecuencias a nuestras vidas, sabes que la lógica sirve para algo y eso es para mantener el orden natural de las cosas el universo mismo. Pues bien esto es algo que le paso a Hayate Yagami, la sexy mapache que todos adoramos y amamos.

Todo comenzó en un día 10 de febrero, Hayate Yagami se encontraba en el Instituto, estaba muy preocupada, sus grandes amigas Fate Testarossa y Nanoha Takamachi, se acercaron a ella para saber qué hacía que esa chica que por lo general siempre era alegre, estuviera a punto de morir por cómo se veía.

- Hayate ¿Pasa algo malo para que estés así? -Pregunto la sexy rubia Fate.

- Si Hayate-chan, has estado demasiado callada y decaída ¿Qué Ocurre? -Pregunto la sexy cobriza Nanoha.

- ¡Estoy en problemas, en graves problemas! -Contestó la mapache mientras se agarraba la cabeza en busca de una solución.

- Dinos que pasa, y busquemos una solución juntas -Le dijo Nanoha mientras le tomaba del hombro, mientras Fate asistía a mí que Nanoha decía.

- Lo que pasa es que he quedado en una doble cita... Entre Vita y Alisa y Suzuka -La cara de susto de sus amigas se hizo notar rápidamente, ahora sí, su mapachesca amiga Hayate se había metido en un gran problema.

- ¿Porque no sólo les explicas la situación, a lo mejor comprenden que no vas a poder ir con alguna de ellas? -Sugiero Fate mientras se sentaba en una silla que estaba cerca de Hayate.

- Fate-chan, estamos hablando de ellas dos... Suzuka-chan comprendería pero... Vita-chan y Alisa-chan son otra cosa -Lo que Nanoha decía era muy verdadero, cuando se trataba de que las dejaran vestidas y alborotadas, ellas era un demonio completo.

- Iré a ambas citas, hallaré una solución, después de todo soy Hayate Yagami -Su egocentrismo la llevaba muy lejos, pero esta vez se sentía vulnerable, no queriendo preocupar más a sus amigas, término el tema y se despidió de ellas.

Mientras caminaba sin rumbo fijo, sus pensamientos estaban en esa doble cita, la última vez que le había cancelado a Vita, está le había dejado de hablar todo un mes, lo mismo iba para Alisa y Suzuka, así que no pensaba plantar a ninguna, iría a ambas citas. Sólo debía de encontrar una solución.

En un momento dado mientras esperaba que el semáforo diera luz para pasar, escucho a unas chicas hablar sobre algo que atrajo el interés de Hayate.

- ¿Es enserio? -Pregunto una de las chicas.

- Por supuesto, se dice que si vas al templo que está en el bosque del sur, y pides un deseo, este se cumplirá casi inmediatamente -Dijo con emoción la otra chica.

Luego del semáforo dio luz y Hayate comenzó a caminar pensando en lo que había escuchado -¡No pierdo nada con intentarlo! -Murmuró mientras cambiaba rumbo y se dirigió hacia el bosque del sur, al llegar pudo ver el templo y sin pensarlo dos veces empezó a rezar para que su deseo se realizará.

- ¡Por favor, cumple mi deseo, deseo poder asistir a ambas citas, para así no decepcionar a ninguna -Justo al instante que pidió su deseo, un fuerte dolor de cabeza la hizo que se desmayara.

- ¡Mi cabeza! ¿Qué pasó? -Dijo mientras se sobaba la cabeza y veía a su alrededor; decir que estuvo a punto de desmayarse nuevamente, sería poco, la cara que puso la sexy mapache era inimaginable, no podía creer lo que sus ojos veían, ella estaba frente a ella misma... Si pensamos en la lógica, al menos que haya un espejo en frente no podemos vernos frente a frente, pero este no era el caso de Hayate.

- ¿Q-Q-Q-Q-QUE ES ESTOOOOOOOOOO? ¿QUE HAGO YO AHÍ, MEJOR DICHO QUE HAGO YO AQUÍ? -Aún estaba en shock, ahora no había una Hayate, si no que habían dos Hayate, eso lo sabía muy bien su inteligente cerebro, pero la pregunta era ¿Cómo paso eso?

Si es lo que piensas, el deseo que Hayate pidió le fue concedido, para lograr ir a ambas citas, deben de haber dos Hayate, como que para algunos puede parecer desastroso, pero eso lo dejo a tu criterio, ahora, volvamos con nuestras sexys Hayates.

- ¿Acaso no sabes porque estoy aquí? Yo concederé tu deseo, estoy aquí para ir a una de tus citas, mientras tú vas a la otra, así todo estará bien -Dijo su otra Hayate mientras sonreía orgullosamente.

- Pero... Hay algo que necesito comprobar antes de que esto continúe -Hayate se veía muy preocupada, se había acercado a su otro yo.

- Claro, ¿Que necesitas comprobar?

- ¡Esto! -Dijo antes de agarrar el trasero de su otro yo.

- ¡Kyaaaaaa! -Grito muy sonrojada- ¿QUE CREES QUE HACES? ESO NO ES TUYO.

- ¡Si, está muy bien puesto, se nota que eres un clon exacto -Su voz sonaba orgullosa- Y para tu información, su tú eres yo y yo soy tu, ¡ESO! -Señaló el trasero de su clon- Es mío.

- ¿Enserio? Entonces lo tuyo también es mío -Dijo mientras se acercaba a Hayate y comenzaba a manosearla-

Y así estuvieron señores y señoras, manoseándose mutuamente por largo rato, eran como las diez, cuando Hayate se percató que ya era muy tarde y sus guardianes debían de estar preocupados por su tardía aparición.

- Debo de irme, nos vemos entonces el día de la cita, adiós -Le dijo mientras corría hasta su casa, iba muy feliz pensando en que nada le saldría mal en la doble cita, ya que su clon iría a una y ella a otra... Pero... Esperen... Hayate se paró en seco al ver como su clon había llegado a la casa y se hacía pasar por ella, no podía, bueno si podía, ella era su clon perfecto, nadie la iba a sospechar que era un clon, hasta sus guardianes habían sido engañados, ellos creían que el clon era su ama. La vio hablando con sus guardianes y luego de eso para fortuna de Hayate, su clon volteo y la vio. Por lo cual dejó la puerta semiabierta para que su original entrara.

Con mucho cuidado de no ser descubierta entro y se acercó a su clon cuando esté estuvo sóla.

- ¿QUE CREES QUE HACES? -Su enojo era demasiado notorio.

- Hago lo que tengo que hacer, necesito conocer a la perfección como es la vida de Hayate Yagami, y que mejor forma que hacerme pasar por tu -La boca de Hayate casi llega al piso cuando escucho que el clon decía.

Hayate iba a decir algo, pero la llegada de uno de sus guardianes la hizo que se tuviera que esconder... La verdadera Hayate se tenía que esconder... ¿Acaso había cosa más ridícula en el mundo? Claro que sí, y ese era el hecho de que Nanoha y Fate eran demasiado densas, el que ninguna de ellas se percatara de los sentimientos de la otra, era ya ridículo de por sí.

- Tendré que esconderme por ahora, ¿veremos que hace mi clon? -Pensó mientras se escondía en un lugar, su sorpresa fue magistral al ver como su clon actuaba demasiado cariñosa con uno de sus guardianes.

Pero tal vez dirán, Hayate siempre es cariñosa con sus guardianes. Exacto pero no es tan empalagosa y menos con el guardián que estaba en ese momento con un montón de signos de interrogación en toda la cara.

- ¿Que cree que hace mi clon al estar tan apegada a Signum? -Dijo con gran enojo al ver como su clon, se abrazaba y restregaba descaradamente a Signum, quien sólo observaba extrañamente a su ama, quien parecía estar actuando de manera poco usual.

- Ama Hayate, ¿Paso algo hoy?

- No, no pasó nada, ¿Porque lo preguntas? -Dijo mientras seguía abrazando a una Signum quien ya estaba empezando a pensar que quizás su ama había perdido los papeles.

- No, es que... Ha estado actuando demasiado cariñosa, usted no es así -Signum trataba de entender el comportamiento de su ama.

- ¿Enserio? ¿Acaso no soy así todo el tiempo? -Preguntó mientras se apegaba más a Signum y se acercaba lentamente a ella.

- No, usted es cariñosa, pero... ¡No es este exceso! -Signum intentaba alejarse de una Hayate que ya estaba empezando a actuar de manera más que anormal.

- ¡Vamos! Sólo quiero demostrar lo mucho que te quiero -Su sonrisa descarada, fue suficiente para que Hayate la original saliera de su escondite.

- ¡BASTA! ¡NO TE ATREVAS A ACERCARTE NI UN CENTÍMETRO MAS A SIGNUM! ¡O ME VAS A CONOCER! -Grito mientras su cara tomaba facciones nunca antes vista por el hombre.

- ¿...? -Sin saber que decir Signum se encontraba en estado de shock, ¿y quién no? Estaba viendo a su ama, pero multiplicada por dos, dos Hayates, era demasiado para Signum quien se desmayó del susto, ¡SI! Aunque no lo creas, la líder de los Wolkernritter, había caído en batalla, la batalla por tratar de asimilar lo que sus ojos veían, no es que sea débil, sólo que su mente no logro procesar el hecho de que ahora eran dos mapaches en lugar de uno. Supongo que cualquiera en esta situación, se desmayaría.

En este punto Hayate y Hayate se encontraban discutiendo sobre lo ocurrido hace poco, Hayate era orgullosa igual que su clon, así que imagina las posibilidades de un ganador, exacto... Son nulas.

Las leyes de la lógica no siempre son aplicadas, hay casos muy remotos en que la lógica no suele aparecer, Hayate la sexy mapache, es una de esas pequeñas excepciones, y está apunto de comprobar porque existe la lógica.

CONTINUARA!...