—Me va a dar un infarto, Hermione, de verdad…

—Ron… no seas exagerado.

Ron Weasley, sentado en un grueso sillón de su hogar, apuntaba a su esposa, que se hallaba desatando una carta de Rose a una lechuza de color atigrado.

—Lo juro, que no te sorprenda si un día de estos caigo muerto en la sala.

—Calla — Dijo Hermione, poniéndose severa — Lo que haga Rose no te incumbe.

Ron se agarro el pecho con una mano, mientras lanzaba un grito ahogado.

—La pequeña Rosie tiene catorce años.

—Y Hugo tiene doce años, pero al él no le administras las amistades.

El pelirrojo cruzo los brazos, enojado.

—Hugo sabe que amistades elegir.

—Mientras no le hable al hijo de Brown… además Rose se junta con buenas personas.

—¿Quieres dejar al hijo de Lavender fuera de esto?, además no todas las amistades de Rose son buenas.

Hermione termino de sacar a Terrens (la lechuza de Rose) de la casa y se apresuró a buscar café en la cocina, mientras hablaba:

—Se junta con Frank y Alice Longbottom, con Albus y con Dana Finnigan…

—¡Te olvidas de ese pequeño renacuajo de Scorpius Malfoy!

—No se me olvido, sólo esperaba que no lo notases. —Dijo inocentemente Hermione.

Ron ahogo otro grito, mientras se levantaba hacia la chimenea.

—¡Ron! ¿A dónde crees que vas?

—¡Donde mi madre! —Dijo Ron con efecto dramático.

Hermione se atraganto con su café, ahogando una risa le dijo a su esposo:

—Ron, nos esperan en siete horas, para la fiesta de navidad, ¿Recuerdas?

Ronald paró en seco, se volvió a sentar y luego se paró de nuevo, apuntando a Hermione con un dedo.

—¡Hermione! ¿A quién le mandas cartas, si es navidad y los chicos están aquí?

—A nadie, Ron —Dijo Hermione, poniéndose roja de repente.

—¿Es a Vicky? —Preguntó receloso.

Hermione frunció el cejo, dejo su café sobre la mesilla del comedor y se levantó, encarando al pelirrojo:

—No seas idiota, Ronald, lo de Viktor no fue nada…

—Fue tu primer novio.

—¡La tuya fue Lavender! — Grito Hermione, con la cara roja, pero de ira.

—¡¿Quieres dejar a Lavender fuera de esto?

—¡Pues tu deja a Viktor fuera de nuestras vidas!

—No es fácil, si viene a casa a dejarte obsequios. —Respondio enojado Ron.

Hermione bufo, se volvió a sentar en su sillón blanco y tomo un sorbo de su café.

Ron también se sentó, más calmado y mirando de reojo, le hablo a Hermione:

—Lo… lo siento, Hermione. Sabes que detesto a "Vicky"… Solo es que, desearía yo haberte invitado a el baile de navidad y no ese- ese cabezotas.

Hermione le miro dulcemente, se sentó junto a él y le abrazó.

—Yo también desearía haber ido contigo Ron.

Estuvieron así un rato, mirando fotografías de bodas, nacimientos y cumpleaños de diversos familiares y amistades, hasta que Ron dijo de improvisto:

—En serio, Hermione ¿Quién te escribe tanto?

—¡Ronald! — Chilló enojada Hermione.