Olóoo! Ésta vez traigo un fic de 7 capítulos, cada uno relacionados con los colores del arcoíris y con la vida de los protagonistas: Obviamente es un Dramione *ovación* desde la vida antes de Hogwarts hasta que sean adultos… Espero les agrade cada uno de ellos. :D Y sin decir más, aquí les dejo mí obligado "Disclaimer: Hermione, Draco y tooodos los personajes que se saben de la saga de JK Rowling obvio le pertenecen a ella. Aunque, uno que otro personaje aquí y algunos lugares son de mi invención…" xD

Rojo

A la pequeña Hermione siempre le había gustado mucho el color rojo, sobre todo el de las paletas de hielo que su madre le compraba en el parque todos los Domingos como ése, en el que estaba sentada en una orilla del parque, disfrutando de su paleta roja y leyendo su nuevo libro sobre animales fantásticos. Justamente estaba pensando que le encantaría que los unicornios existieran, cuando escuchó unos pasos atrás de ella.
Pero reaccionó muy tarde: un instante después, ni su paleta ni su libro estaban en sus manos.

- ¡Miren lo que estaba leyendo la ratita! – dijo Antoine, el niño rubio que siempre la molestaba: ya con 13 años y amigos que lo seguían a todos lados, era bastante intimidador para ella.

Sus amigos se rieron mientras se pasaban el libro entre ellos.

- ¡Denme mi libro! – chilló, demandante, la pequeña Hermione, dando una patada en el suelo.

- ¡Oh! ¡La ratita de libros se está enojando! – dijo Antoine, divertido - ¿Quieres tu libro? Pues…tómalo.

Y lo dejó caer al suelo, pisoteándolo hasta arrancarle un par de hojas.

Las risas del rubio y sus amigos tronaron en los oídos de la castaña que, con los ojos llenos de lágrimas, se inclinó para recoger su libro. Pero se dio cuenta que su hoja favorita, la del unicornio, era la que estaba más maltratada.
Mientras guardaba la hoja en su lugar en el libro, comenzó a sentir un ardor en el estómago que subió por su garganta, como si tuviera fuego por dentro. Levantó la mirada y la clavó en ése rubio molesto que había pisoteado su unicornio. Sin dejar de verlo, abrazó su maltratado libro, caminó hacia él y le arrebató su paleta, mientras sentía el fuego llenando su cabeza.

Los niños se dejaron de reír, y él la miró furioso, tomándola de los bracitos.

Pero antes de que le pudiera hacer nada, una fuerza extraña hizo que el rubio saliera volando hacia atrás, cayendo duramente al suelo, golpeándose el brazo de una forma que hizo que su piel se rasgara y comenzara a sangrar.

- ¡Aaahh! ¡Mi brazo! ¡Mi brazo! ¡Si se me cae será tu culpa! – le dijo a la pequeña Hermione, que repentinamente sintió que la cabeza le dolía mucho.

Ella se quedó ahí parada, temblorosa, confusa y asustada: ¡Ella ni siquiera lo había tocado! Él había salido volando solito, podía jurarlo.
Entre el caos de los padres llegando a ver qué ocurría, volteó a ver su libro entre sus brazos y, para su sorpresa, ya no tenía ni una arruga ni mancha: estaba como nuevo. Lo abrió y las hojas arrancadas que ella había acomodado estaban unidas al libro. La página del unicornio estaba en perfecto estado.
Le dolió más su confundida cabeza.
Cuando su madre se la llevó, aun temblando, vio que la sangre también era del color de su paleta.

Hermione nunca pensó que el rojo también pudiera desagradarle tanto.


Al pequeño Draco nunca le había gustado el color rojo, y en la mansión casi no había cosas rojas, a excepción de los dulces que su padre le compraba (y que le gustaban muy poco,cabe mencionar) y los rosales rojos de su madre con los que una vez se pinchó haciendo que de su dedo saliera sangre, haciendo el rojo aún más desagradable.

Hasta la mañana del 5 de Junio. Su décimo cumpleaños.
El traslador los dejó en la cima de una colina, frente a un gran arco de piedra. Un mago con camisa y pantalones vaqueros los esperaba. A Draco le pareció un mago de ésos que domaban pegasos e hipogrifos salvajes en sus cuentos.

- Señores Malfoy, un gusto. – dijo mientras saludaba a sus padres - ¡Así que éste es el pequeño!

Draco lo miró con desagrado: ya tenía 10 años, ya no era ningún pequeño.

- Así es – dijo su padre con orgullo.

- Es idéntico a usted, Señor Malfoy. Ahora, si me permiten guiarlos, no están muy lejos…

El mago los guió hasta una pradera y dijo que esperaran. Un momento después, el mago regresó jalando de las riendas a tres pegasos. Draco brincó: amaba los unicornios y los pegasos, y hasta los sencillos caballos le agradaban. Los ojos grises de Draco se clavaron en el pegaso más grande, que resoplaba, orgulloso, moviendo su cabeza y haciendo que los rayos del Sol le arrancaran destellos carmines a su brillante pelaje rojizo.
Su padre quiso que montara otro pero, después de un berrinche apasionado y un montón de explicaciones de cómo volar, el feliz rubio se encontraba tomando las riendas del pegaso rojo.

Vio cómo su madre corría un tramo y el blanco animal extendía sus enormes alas, elevándola en un instante hacia el cielo. Su corazón se aceleró, ansioso, mientras su padre se paraba con su pegaso negro, junto a él.

- De esto se trata tu regalo, Draco – le dijo su padre, capturando su atención – Es una metáfora que no debes olvidar: No se trata de ir hacia atrás, se trata de que la vida está frente a ti y debes correr hacia ella. Porque nunca sabrás qué tan lejos puedes volar, hasta que corras.

El pequeño rubio clavó su mirada gris en su padre, que lo vio de reojo justo antes de azuzar a su pegaso para que corriera, extendiera sus alas y, un instante después, saliera volando.
Meditó las palabras de su padre: No le había entendido nada y no sabía lo que era una metáfora, pero se aprendió todo eso, pues su padre dijo que no debía olvidarlo.
Clavó sus talones en los flancos del pegaso, que se soltó a correr para tomar impulso. Draco vio cómo extendió sus alas rojizas y se elevó del suelo.

La brisa de la mañana le acarició la cara.
Volteó hacia abajo, y vio todo en un tamaño sumamente pequeño. Y el pequeño Draco se sintió grande, muy grande, mientras escuchaba el relincho feliz del animal.

Draco nunca pensó que el rojo también pudiera gustarle tanto.


Bueno...éste ha sido el primer capítulín :D Obviamente sus reviews son más que aceptados!
Y prepárense para el color naranja!