One Piece y sus personajes, pertenece a su autor este es una historia sin fines de lucro.

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No era de sorprenderse que el plan no había salido totalmente como lo habían planeado, solo tenían que resistir, era cuestión de tiempo. Estaba preocupado y no podía dejar de sentirse un poco culpable por el estado de sus nakamas que lo estaban dando todo. A la vez de que daba revuelo su corazón por su apoyo, sabía que los consentiría después de esto.

Escucho el clamor de ese hombre, mientras los que estaban a su alrededor de la mesa en la que se encontraba permanecían inmóviles, posiblemente esperando instrucciones en el mejor de los casos. – Es cuestión de tiempo para que empiecen a disparar, no nos necesitan vivos. – Pensó desesperado – ¿Qué esta pasando porque no hacen nada esos mal nacidos? ¿Acaso no harán nada por sus vidas? – Ensombrecido, apretó fuertemente los puños. – Todo este esfuerzo…

Estaba empezándose a enojar había puesto en peligro la vida de sus amigos; lo que es peor, de su bella Nami y su dulce Carrot. Aún así esa bola de mal agradecidos permanecerían sentados complacientemente esperando su muerte. No podía permitírselos. Ardía literalmente en indignación, sus cabellos empezaban a levantarse quedando punta arriba por instantes.

– ¡Tontos! – Grito enfadado – ¡Tienen que vivir! – Su convicción desató una fuerte presión sobre los presentes, los débiles de voluntad perdieron el conocimiento. Mientras otros se paralizaban o se movían con dificultad.

Luffy, miró desconcertado por un instante el alboroto, pero luego sonrió como quien ya sabía un secreto.

Los Sombreros de Paja, lejos de sentirse intimidados se miraron unos a otros en un silencioso acuerdo. No darían un paso atrás, no iban a perder. Renovados con nueva energía salieron a la lucha.

– Espera un momento ¿Son esos cofres de tesoro?

– ¡Nami, tienes signos de Bellies en los ojos! – Explamó sorprendida Carrot

– No te distraigas – Les reprendió Pedro. – ¿Y por qué están temblando ustedes dos?

– Nami ha visto el tesoro, esto se va poner de miedo. Lo siento en mis huesos – Dijo Brook abrasando a Chopper quien tenia lagrimas en los ojos.

– Nuevo plan chicos. Debemos salvar el tesoro, luego rescatar a Germa.

– Extrañas prioridades. – Comentó Jimbei. – Eso enojara a Big Mom. – Advirtió algo divertido, contagiado del buen ánimo de sus nuevos amigos. Interiormente no podía esperar a que eso pasase.

– ¡Nami te olvidaste de Sanji! – Reclamó entre lágrimas un pequeño reno.

– ¡Nah! Sanji llevará el tesoro. – Declaró, como si lo hubiera pensado desde antes.

– ¡Claro que si, Nami Swaaann! – Saludo el cocinero, aceptando la orden de una de las dueñas de su corazón.