Hola hola! Yo vengo con un fic medio largo de estos preciosos pokémon a los cuales amodoro C: son las 2 de la mañana en mi rancho y tengo sueño, así que les dejo el capitulo y abajo dejo algunas aclaraciones...
Warning: Yaoi/ChicoxChico/BL si no te gusta no leas
Disclaimer: Pokémon no me pertenece, si lo hiciera Ash no saldría en el anime y el yaoi sería canon en el manga
En la oscuridad de la habitación se encontraban dos siluetas de chicos. Uno cerca de la puerta y otro de cuclillas en el suelo, llorando.
-¿Por qué no puedes amarme? –murmuro tratando de contener inútilmente sus sollozos.
-No podrías entenderlo
-¡¿Entender qué?! –exclamo levantando la cabeza, dejándole ver sus hermosos ojos rojos llenos de lagrimas
El de cabello azul no pudo evitar sorprenderse, más sin embargo se acerco más a la puerta.
-Lo siento… Yuzan –dijo su nombre antes de abrir la puerta y salir por la misma, dejando al peli negro de ojos rojos en el suelo, llorando desconsolado.
o-o-o-o-o
6 meses después…
Un chico de 19 años caminaba tranquilamente a la universidad. Usaba una chaqueta negra por encima de su camisa amarilla, pantalones negros con unos adornos amarillos. Su largo cabello negro lo amarraba en una coleta baja derecha, más una mancha igualmente amarilla en su flequillo. Ojos rojos sangrientos más sus orejas y cola negro que delataban su especie: un Umbreon macho. Escuchaba tranquilamente música desde su celular en el camino y sin embargo alcanzaba a oír los murmullos de la gente a su alrededor.
Chasqueo la lengua con molestia, como odiaba que hablaran de el como si no estuviera allí.
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando una avalancha de globos con agua lo ataco y empapo completamente.
-¡Hey marica! ¿Y tu novio? –pregunto un chico mayor. De cabello verdoso y vestimenta del mismo color, ojos negros con pequeñas marcas debajo de sus ojos, su nombre era Daiki y había sido el culpable de que ahora estuviera empapado – Oh cierto –continuo hablando - ¡Te dejo por que eres una maldita marica! –grito a todo pulmón para seguidamente romper a reír seguido de sus amigos y de otras personas que se encontraban cerca de allí.
El Umbreon, de nombre Yuzan, cerró sus rojizos ojos con rabia. No iba a caer tan bajo como para seguirle el juego a un idiota como lo era Daiki.
Pero cuando se disponía a retirarse un último globo le golpeo en su punto más sensible… su cola.
-¡Ahh! –grito sonrojado ¡Demonios! ¿Por qué su cola tenia que ser tan sensible? Ahora todos se burlaban por ese grito que más había sonado a un gemido que a un grito.
Daiki, el Tyranitar nuevamente rio junto a sus amigos. Vaya que le gustaba reírse del Umbreon.
-¿Vieron como grito de placer cuando le mojaron la cola? ¡Por Arceus, que marica! –dijo Daiki sin dejar de reírse.
Yuzan esta vez no hizo nada más que bajar la cabeza para ocultar sus ojos con el cabello.
Era todo, estaba a punto de llorar. Tal vez se lo merecía por haber llevado un estilo de vida tan raro. ¿Qué le gustaban los machos? ¿Qué clase de bicho raro era? Uno que merecía esa clase de humillación por supuesto. Seguramente nada ni nadie lo defendería en un momento como este, era claro, solo una persona lo había defendido antes y ahora había desaparecido de su vida… definitivamente lloraría…
-¿Por qué no te metes con alguien de tu nivel? –se quejo una chica que recién llegaba a ver la escena.
La chica en cuestión tenía un largo cabello verde oscuro que sujetaba en una coleta alta. Ojos rosas oscuros, que a veces tapaba con sus googles rosas. Llevaba una bufanda de diferentes tonos verdes. Chaqueta verde claro cerrada, más unos pantalones militares adornados en la parte del cinturón con unos pequeños moñitos rosáceos, botas igualmente militares, junto con sus inigualables alas y cola que demostraban que era una Flygon.
-¿Ohh? ¿Riri-chan tiene que venir a ayudarte marica? –inquirió Daiki sonriendo burlonamente, aunque al momento recibió un fuerte golpe de "Riri".
-Vete al carajo Daiki, no recuerdo que te hubiera permitido llamarme así –dijo la chica totalmente seria y con una mirada asesina que hizo estremecer al poderoso Tyranitar – también me gustaría que dejaras de molestar a Yuzan
-Vamos Riri-chan, deja a ese tonto marica y únete a nosotros –le dijo Daiki con una inusual tierna voz, sin importarle que la Flygon pudiera matarlo en ese momento.
-Ni muerta –aseguro regresando con el Umbreon
-Tu te lo pierdes –bufo el Tyranitar y con un ademan de mano les indico a sus amigos que se retiraban.
Ririchiyo, la Flygon, se acerco a Yuzan y lo abrazo, sin importarle que estuviera empapado y probablemente la mojaría.
-¿Por qué todos me hacen eso? –pregunto correspondiendo el abrazo de la chica.
-Porque son unos idiotas Yuzan, son unos idiotas –le respondió tristemente
Justo entonces sonó la campana que anunciaba el inicio de las clases. Yuzan bufo enojado y se separo de Ririchiyo, comenzando a caminar hacia las instalaciones de la escuela, siendo seguido de cerca por la Flygon.
-¿No piensas cambiarte? –pregunto señalando la ropa del peli negro.
-No tengo repuesto y ya no hay tiempo.
-Pero no puedes entrar así a clases
-¿Por qué no?
-Solo lograras que se burlen más de ti
-Que se burlen, como si me importara
-Ambos sabemos que si te importa –le recordó
-¡Vete a joder a otro lado Ririchiyo! –le grito molesto, provocando que la chica rodara los ojos en señal de molestia y lo jalara hacia el baño más cercano.
Lo arrojo dentro y saco inmediatamente su celular, mandando un mensaje.
-¿A quien le hablas? –pregunto el pelinegro
-A Jirou, siempre tiene ropa extra y hoy entra un poco tarde por lo que no importara que venga a ayudarte. –Le informo recargándose en la pared, esperando la respuesta – no te preocupes, será flojo pero siempre estará encantado de ayudar
Yuzan sonrió. ¿Qué haría sin esa chica? Era un poco molesta pero tan bien era muy buena.
-No se negara a ayudarnos –continuo hablando – sobre todo si quiere que nada malo le pase a sus muñecos de peluche –murmuro con su mirada asesina, asustando un poco al Umbreon.
Pronto recibió la respuesta de Jirou, un rotundo… "Ok". Y es que nadie, absolutamente NADIE le decía "No" a Hashiba Ririchiyo… bueno, quizás exceptuando a los profesores y al director, pero en cuanto a los alumnos… mejor era no encontrártela enojada.
La chica sonrió prepotente. La amenaza de los peluches siempre servía con el peli azul, por eso ahora lo tenía de camino a la escuela con un cambio de ropa para Yuzan.
Cerró los ojos sin borrar esa sonrisa de su rostro, estaba por relajarse cuando la voz de su amigo le pregunto:
-¿Crees… que merezco lo que esta pasando?
La chica finalmente borro la sonrisa de su rostro y junto con ella, sus ojos se entristecieron, aunque no lo veía, sabía que el chico estaba por llorar.
-No, no lo mereces. Nadie lo merece… tal vez ese idiota, pero no tu Yuzan, lo único que hiciste fue amar a alguien, no fue nada malo –le consoló Riri, escuchando como comenzaba a sollozar
-No puedo seguir así –dijo, tratando de calmar sus sollozos – solo les causo problemas… a ti y a Jirou… creo que sería mejor si yo…
-Ni siquiera lo pienses, por que si lo haces te juro que te revivo y luego te mato –le regaño un chico de cabello azul y corto, con un flequillo alborotado. Camisa de manga larga blanca y un chaleco azul. Pantalón de mezclilla igualmente azul, más unos tenis blancos. Ojos café claro y por supuesto, sus orejas y cola que decían su especie: un Dewott.
Yuzan se le quedo viendo por unos segundos, comenzando a calmarse. El peli azul suspiro y volteando a ver a Riri continúo:
-Déjame adivinar. Daiki ¿verdad? –solo recibió un asentimiento de cabeza de ella y entonces entro al baño para ayudar a Yuzan a cambiarse.
Cuando entro noto lo lloroso que tenia sus ojos rojos y con un pequeño suspiro extendió el brazo, mostrándole una bolsa con ropa.
-Toma, será mejor que te cambies –le dijo – tal vez sea tarde, pero tienes a un maestro comprensivo a primera hora, le puedes explicar lo que paso y te dejará entrar.
El Umbreon sonrió agradecido y al momento salto sobre el contrario y lo abrazo
-¡Gracias, Jirou! –exclamo, feliz de que tuviera un amigo tan bueno
-¡S-suéltame Yuzan! –grito sonrojado. Jirou odiaba el contacto físico y sentir que Yuzan le abrazaba le molestaba… pero sobre todo – ¡me vas a mojar la ropa! –se quejo, zafándose y huyendo de allí.
Al salir se encontró con que Ririchiyo seguía allí.
-¿Qué? ¿Todavía no te vas? –le pregunto como siempre, haciéndose el rudo.
-Ya me iba, no te preocupes Jirou-kun solo que –se detuvo un momento para hacer su típico silencio dramático. Jirou rodo los ojos, odiaba que la chica hiciera eso – Es inicio de ciclo, habrá gente nueva y estoy preocupada por Yuzan
-¿Por qué? ¿Tu amiga vidente ha predicho algo malo? –dijo medio en broma, aunque en realidad lo decía muy en serio
A respuesta obtuvo una mirada asesina de la ojirosa, haciendo que tragara saliva involuntariamente.
-No es eso. Predijo que Yuzan tendría un encuentro importante en su vida hoy, pero estoy preocupada… después de lo que paso con Yuuki –iba a seguir pero el Umbreon salió del baño y la escucho. Abriendo sus rojos ojos asustado por ese nombre recién pronunciado – Yuzan…
El chico pareció recuperarse y paso de largo de ellos. Realmente odiaba que la gente hablara de el a sus espaldas, lo odiaba.
Jirou suspiro nuevamente, esta vez fue uno cansado. Solo eran las 9 de la mañana y ya estaba cansado. Se despidió de la chica y se fue a su aula. El día solo comenzaba.
Ririchiyo se sentía mal. Horrible. ¿Cómo es que había nombrado a ese bastardo tomando en cuenta que Yuzan estaba tan cerca? Realmente era una estúpida…
Se dejo caer al suelo. Resbalándose por la pared donde antes descansaba. Se llevo una mano a la boca y comenzó a sentir como sus ojos se cristalizaban. Iba a llorar.
-¿Estas bien? –pregunto una desconocida voz para ella, levanto la cabeza y lo vio.
Un chico de largo cabello rubio, con un rubí en su frente. Chaqueta negra abierta, camisa amarilla, unos shorts cortos igualmente negros junto con medias largas negras con amarillo, también usaba unas botas negras con pequeños adornos rojizos. Tenía los ojos dorados y además mostraba una inocente sonrisa. Y claro, sus orejas y cola que daban su especie: un Ampharos.
Se quedo perdida en esos ojos dorados, tan inocentes, tan puros… tan hermosos.
-Oye… eh… ¿estas bien? ¿Te duele algo? –volvió a preguntarle con esa inocente voz
-Eh… si, estoy bien –respondió poniéndose de pie y notando que era más alta que el.
-Que bueno, me preocupaste, me perdí y cuando pase por aquí vi a alguien en cuclillas llorando y no me gusto… pero que bueno que ya estés mejor – con cada palabra que decía Ririchiyo se sentía en el cielo. Ese chico era bastante tierno y… espera ¿dijo que se perdió?
-¿Te perdiste? –le interrumpió de repente, a lo que el rubio se sonrojo y bajo la mirada nervioso
-Si, me acabo de mudar y trasladar a esta universidad por lo que no la conozco bien –le explico todavía sonrojado, Riri no pudo evitar sonrojarse también y contener sus ganas de abrazarlo y decirle lo tierno que era.
-Eh… Umm… ¿sabes en que salón te toca? –pregunto Riri nerviosa
-Claro, me dijeron que en el D-3 –dijo recuperándose
-¿D-3? –Pregunto ella emocionada, recibiendo un tímido "Si" - ¡Yo también voy allí! ¡Si quieres te puedo llevar! –sugirió, provocando una enorme sonrisa en el rubio que asintió repetidas veces con la cabeza. La Flygon sonrió igualmente y lo tomo de la mano para guiarlo – Me llamo Ririchiyo ¿y tu?
-Soy Terumi, Fujimori Terumi
Bien! Hasta aquí. Primero, los pokes que saldrán aquí (al menos los protas) son en realidad mi equipo del white 2, solo que mientras jugaba se me ocurrió esta cosa xD Segundo...emm umm... los apellidos fueron elegidos al azar. Tercero... todavía faltan dos chicos, solo aviso por si ignoran mis beshas advertencias y luego me atacan que por que los hago gays. En fin, creo que es todo, pronto traeré el segundo :3 y espero que alguien lea y comente, un review me vendría bien c: un review no mata a nadie e_e so.. matta ne~
