Nos cedamus amori
En la antigua Roma, se encontraba el Emperador Palpatine, su gobierno era el más duro de todos, los romanos, obtuvieron más fuerza, en base a la contención de esclavos de los pueblos enemigos que conquistaban; desde su juventud, Palpatine, ha sido un miembro ambicioso dentro de la curia, logró conseguir que algunos miembros de la misma, engañaran al anterior emperador, para decir que estaba enfermo y le dieron, bajo sobornos a los doctores imperiales, dándole medicinas que en realidad era veneno que lo fue matando lentamente. Al llegar él al poder, tomó las riendas del ejército romano, mandándolos a conquistar de Europa a Asia y de Asia a África; fue en este periodo de conquistas, que empezó nuestro relato, a su hijo Paolo, heredero al trono, se le acaba de conceder en matrimonio a una joven doncella de 14 años, llamada Padmé de Britania; los padres de ella, eran una familia comerciante de Oriente que tenía muy buenas relaciones con los países del Suroeste de Asia.
- Este día, un hombre y una mujer, se unen ante Venus, Diosa del amor y Júpiter, padre todos los dioses y hombres – Palpatine, como soberano de Roma, fue quien dio testimonio de la unión entre Paolo y Padmé; Paolo, estaba orgulloso, su porte lo delataba, ya que estaba por casarse con la mujer más bella y exquisita de toda Roma, mientras Padmé, sólo fingía estar emocionada y callada, ya que ella jamás había estado de acuerdo con casarse por puro negocio y por crear buenas relaciones políticas con el Emperador – el camino de la vida, está llena de misterios, no sólo en la vida amorosa, sino en la vida propia, las cosas suceden por una razón y sólo los dioses, son los que saben cuál es el camino que nos corresponde, llevando con esa finalidad, a la unión de dos personas en un solo y nuevo camino – Padmé no podía creer lo que escuchaba, era una verdadera pesadilla, de la cual quería despertar, prefería ser una esclava de algún otro amo, que la esclava del legítimo heredero al trono – Paolo, hijo legítimo al trono, ¿aceptas a Padmé de Britania, como tu legítima esposa? – preguntó orgullo el Emperador.
- Acepto, su Excelencia – contestó con orgullo, finalmente obtendría lo que quería y podría presumirlo por todo el Imperio, luego, Palpatine siguió con Padmé.
- Y tú Padmé de Britania, ¿aceptas a Paolo, heredero al trono, como tu legítimo esposo hasta que la muerte los separe? – Padmé, quería huir, salir corriendo hasta los confines de la Tierra, donde nadie la pudiera encontrar, pero la mirada amenazadora de Palpatine, no le dio opción más que seguir con esta farsa.
- Acepto – contestó de mala gana, pero después de varios meses de entrenamiento en el palacio, antes de la boda, le permitieron disfrazar bastante bien sus emociones, aunque por dentro, deseaba con todas sus fuerzas que alguien la rescatara de ese martirio.
- Entonces….por el poder, que me ha sido otorgado, los declaro marido y mujer – el público aplaudió con todas sus fuerzas, al tratarse de una boda del hijo del Emperador, todo el mundo estaba ahí presente, incluso les dieron el día libre a los esclavos – puedes besar a la novia – a Paolo, no se lo tenían que decir dos veces y tomó lo más rápido que pudo a su ahora esposa, antes de que pudiera negarse y la besó con entusiasmo, aunque ella tenía que disimular, por dentro sabía que ahora su vida estaría ligada a la de su marido y suegro, ya que se había vuelto una esclava, con lujos pero aún así, eso no la llenaba en su corazón. Lo que nadie se imaginaba, era que su vida daría un giro completamente diferente en cuanto llegara a su vida un nuevo gladiador a Roma.
Mientras tanto, en Cartagena, Nápoles y Sicilia, estaban sufriendo la invasión del ejército romano, los romanos, tomaban posesión de todas las pertenencias de los habitantes de los tres territorios y Cartagena, precisamente, hay una familia en particular, de la cual se trata esta historia; justo al Sur de Francia, había una familia de un niño llamado, Anakin y su madre, llamada Shmi de Flavio; ambos estaban recogiendo la cosecha de su familia, cuando de repente, se escuchan los gritos de los aldeanos.
- Mamá, ¿qué sucede? – preguntó asustado el pequeño Anakin.
- No lo sé, Ani, pero será mejor meternos a casa – el joven, no lo dudó ni por un segundo y se acercó al lado de su madre, quien empezó a correr hacia su casa y justo cuando llegaron a su casa, los romanos invadieron su territorio, separando a madre e hijo de sus brazos.
- ¡MAMÁ! – gritó desesperado, por volver a los brazos de su madre, pero los soldados no lo dejaban ya que eran más fuertes que él.
- ¡ANAKIN! ¡NO, POR FAVOR, NO SE LLEVEN A MI HIJO! – gritó asustada, pero los soldados la ignoraban, ya que ése era su trabajo, saquear todas las aldeas, conquistar y obtener más esclavos de cada área conquistada.
- ¡MAMÁ! – gritó llorando, mientras lo iban sacando de su casa.
- Llévenlo con los otros niños, a la mujer…. – comenzó a hablar un soldado de la edad de Shmi, con barba y uniforme – no la maltraten, tal vez…sea útil para su majestad – los ojos de Shmi se abrieron más, pero no pudo hacer nada, porque la golpearon y quedó inconsciente hasta que la llevaron al barco.
(Mientras en un lugar escondido de Nápoles)
- Ya se han ido, su majestad – habló uno de los consejeros de la reina de Nápoles – pero saquearon todas las ciudades de la isla, asesinaron y torturaron a nuestra gente y se llevaron a más de la mitad de la población.
- Seguro es para hacer los esclavos – habló uno de los guardias personales de su alteza – para eso vinieron hasta acá, para dar a entender que el Emperador es el único gobernante de estas tierras y quien se oponga será esclavo o mártir del Imperio – la reina, quien huyó a petición de su consejo en cuanto llegaron las tropas a la ciudad, se levantó decidida; la reina, era una jovencita de 13 años, que pasó a ser gobernante de Nápoles, cuando sus padres fallecieron en guerra.
- Por muchos años, creí que el Imperio era justo y venerable, digno de ser respetado y que su crecimiento, era símbolo de la unión de las nuevas naciones – tomó aire temblorosa, cerrando un poco más su capa, no por el frío del aire, sino del frío que dejó la muerte de la libertad de su pueblo – pero esto….esto, fue una aberración a nuestros principios….un grave error, por parte del Emperador Palpatine, que pagará con la misma sangre, que sus soldados hicieron derramar a mi pueblo – la actitud de la reina, no era muy común, ya que ella era considerada como la más justa y benévola entre su gente; pero llenó de orgullo a las personas que la siguieron y protegieron hasta el final – esta noche, Palpatine, ha sentenciado su declaración de muerte….no sólo por mí, sino por todas las familias que lloraron hoy – luego, se quitó la capucha y se volteó a sus consejeros y soldados.
- Arias, quiero que mandes un mensaje – uno de los soldados más fieles a las órdenes de la reina, se le acercó e hizo el saludo a su majestad – quiero que vayas a Roma de incógnito, te harás pasar por un soldado romano que fue transferido desde aquí hasta Roma, para servicios del Emperador; en cuanto estés allá, quiero que le digas a todos nuestros hermanos, que su reina, no los ha abandonado, que estén pendientes…porque en cuanto yo pise Roma, dará inició a la libertad de nuestra tierra ante los romanos.
