TMNT CUTES

Pequeñas historias de lo que vive Splinter con 4 tortugas bebes.

Basado en varios comics encontrados por su servidora.

Ayuda de Raven The Girl Fire

Disfruten

CAPITULO 1 "Empezando a cargar a mis tortugas"

Un día en la Guarida, Splinter terminaba su sesión de entrenamiento, estaba tranquilo y sin preocupación fue al cuarto de sus pequeños.

Estos estaban en el piso, jugando con sus escasos juguetes. Como era hora de comer, los cargo.

Lo curioso es que estos tienen sus modos para que los cargaran.

Miguel Ángel: ADORA que lo carguen.

Una pequeña tortuga de ojos azul cielo y color verde cartuja era cargada por la rata gigante. Este reía y jugaba entre sus brazos, mientras le jalaba los bigotes al pobre Maestro del Clan Hamato.

El finalmente puede llegar a la cara de su papa, ya que normalmente esta está muy lejos de sus "afectuosos" toques, por lo que lo aprovecha al máximo.

En otras palabras, le encanta que lo carguen, porque al fin puede jugar con la barba de su padre.

Su padre lo deja en su sillita de bebes naranja, mientras va por sus otros pequeños.

Donatello: No le importa ser cargado.

Una pequeña tortuga de ojos rojizos y color lima era ahora cargada por su padre-roedor. Este se movía como gusano con sal, mientras intentaba agarrar algo que la rata desconocía.

Se distrae fácilmente, no puede relajarse, y contantemente trata de alcanzar las cosas en su nuevo entorno.

Ósea que era una rama gigante con la que ahora tenía todo a su alcance, con la seguridad de que no lo dejarían caer.

El roedor gigante lo dejo en una sillita de color morado y fue de regreso a la habitación.

Leonardo: TOLERA que lo carguen.

Una tortuga de ojos azul marino y piel color pistache estaba entre los brazos del sensei, a diferencia de sus hermanos estaba tranquilo y sin problemas, un dulce descanso para su padre.

Se siente incomodo y no sabe qué hacer, pero respeta demasiado a Splinter como para hacer la mínima queja.

Mientras no le diera motivos para quejarse, no diría ni pio, en cuanto a ser transportado.

Splinter dejo a su pequeño niño en la sillita azul y regreso por el único niño que le faltaba.

Raphael: NO LE GUSTA ser cargado.

La ultima tortuga que quedaba, de ojos verdes y piel color esmeralda, era cargada por los costados del caparazón, mientras temblaba y estaba SUPER tieso.

Él piensa que es vergonzoso y soporta en silencio el trayecto, hasta que Splinter decida bajarlo.

Solo quería que terminara, no le hiciera platica ni dieras vueltas, solo que fuera a donde tenía que llevarlo.

Splinter lo acomodo en su sillita roja y suspiro.

¿Era mucho pedir una sonrisa?