Prologo: La chica del lago


El dormía tranquilamente a orillas del torrentoso rio que lo llevo cuesta abajo, fue el llamado de un gorrión el que lo despertó de su sueño, pesadamente se levanta y recoge su alborotado cabello rosa, se arregla su bufanda y con la ayuda de un árbol, se pone en pie, luego observa hacia el horizonte, estaba amaneciendo, los cálidos rayos del sol chocaban con su rostro e iluminaban sus agudos ojos color jade, luego de un ligero dolor de cabeza, recuerda todo lo ocurrido hasta terminar en ese lugar, sonríe y estalla en risa mientras saltaba de la alegría, había retirado la maldición que estaba consumiendo su alma y había transformado su tranquila vida en una calamidad.

Todo ocurrió 7 años antes, en una tranquila casita en el bosque cerca de la ciudad de Magnolia, en donde un joven de aparentemente 18 años se levanta muy animado y acompañado por un gato azul con alas, parten con dirección al gremio de la ciudad, el cual es muy conocido por el poderío de sus magos, siendo este joven, parte de aquel grupo, pero antes, hizo una escala en una casa que estaba en frente de un rio; en esta casa, dormía tranquilamente una joven de cabellos dorados, cuando de pronto, la ventana se abrió sigilosamente y de él, entro el peli-rosado y su amigo volador, quienes se instalaron a un lado de la cama entre susurros y risas, sin saber que poco a poco la chica despertaba algo ojerosa y somnolientamente, camina con dirección al baño, dejando un rostro de duda en el dúo, quienes se observan antes de acercar su oreja a la perta, pero al momento de hacerlo, la puerta se abre bruscamente enviándolos a volar contra la pared.

-¿Qué hacen ustedes dos aquí?- dijo la chica con una expresión entre histeria y cólera, pasando un poco por vergüenza

-Venimos a buscarte Lucy- dijo el peli-rosa sonriente –Hoy es el día en el que salimos a por una misión

-Así que era eso- dijo la rubia un poco más calmada -¡PERO ESO NO LES DA EL DERECHO DE ENTRAR SIN PERMISO!- dijo ahora muy molesta

-Lucy, pareces una anciana cuando gritas- se burla el gato azul con un pescado a medio comer entre manos

-Ustedes son los que me encolerizan- dijo un poco más calmada –Espérenme afuera, me cambio y salgo de inmediato

-AYE- dijeron ambos antes de salir para dejar a la chica sola

Después de esperar un rato, sale Lucy y los tres se van en dirección al gremio, en donde fueron muy bien recibidos, buscaron una misión que resulto ser del agrado de los tres, lo reportaron con la encargada y partieron con dirección a la estación de trenes, muy para el descontento del peli-rosa, al trio, se les habían unido un chico de cabello negro y una mujer de cabellera escarlata, quienes se les habían unido aun sin el conocimiento de Natsu, quien quedo tumbado en el suelo una vez que el tren emprendió marcha. La misión fue sencilla, el típico grupo de ladrones que robo un objeto muy preciado para una familia, todo bien, salvo por aquella noche, en donde entre medio de pesadillas, Natsu despierta sudando, algo incendiaba su cuerpo, apenas podía soportarlo, tampoco podía razonar con facilidad, sin embargo, sintió como algo lo llamaba, algo que estaba fuera de su entendimiento, sin lugar a dudas, rompe el vidrio y corre a una velocidad de vértigo hacia el bosque, en donde llega a un lago, en cuyo centro, una joven sostenía una enorme gema entre sus pálidas manos, esta joven, al percatarse de la presencia de Natsu, abre unos enormes ojos dorados, y con una sencilla sonrisa, provoca que todo el ardor en Natsu desaparezca.

-Bienvenido, Señor- dijo ella con una apacible y tranquilizadora voz –Mi nombre es Ecco, la doncella de la llama roja

-¿Por qué me llamaste?- pregunta Natsu una vez que logra levantarse y observar seriamente a aquella chica que estaba parada sobre el agua

-No, en realidad, usted fue el que ha contestado- dijo ella caminando con dirección hacia el peli-rosa –La gema, os ha seleccionado como su protector

-¿Qué quieres decir?-pregunta Natsu al notar que la chica estaba cada vez más cerca de él, sus finos cabellos plateados resplandecían bajo la luz de la luna, provocando un ligero rubor en el rostro de Natsu

-No os alarméis- dijo ella a casi dos metros del Dragon Slayer –Las primeras 3 horas son dolorosas, pero confió en que podáis conseguirlo- esto último lo dijo con un rostro tan relajado que en parte provoca un ligero miedo en Natsu

-¿Qué pasara si acepto?- dijo Natsu recuperando un poco la seriedad, la cual no duro demasiado debido a que la chica estaba a centímetros de su rostro

-Obtendrás un poder más poderoso del que puedas imaginar- dijo con su rostro tan cerca que casi chocaba su nariz con la del chico –Un poder capaz de superar la magia blanca y oscura, un poder capaz de destruir una ciudad entera si no se usa correctamente, una magia capaz de hacerle frente a cualquier oponente

-Aceptare, solo por una condición- dijo Natsu, a lo que la chica sonríe

-¿Cuál?

-Que te apartes un poco- dijo haciendo notar que la chica estaba muy cerca ya de rozar los labios del peli-rosa

-Perdón- dijo la chica apartándose un poco, permitiendo que Natsu suspirara aliviado, luego levanta la gema –Solo debes de poner t mano sobre la joya para traspasar los poderes

Natsu cumple con las ordenes de la chica y ella conjura unas palabras, las que provocan que la joya brille con gran intensidad, provocando un enorme pilar de luz que se extendió hacia el cielo, mientras sujetaba la gema, poco a poco Natsu fue sintiendo como cada uno de los músculos de su cuerpo comenzaban a contraerse, sus huesos se quebrantaban uno a uno causándole un dolor que lentamente le revolvía el estómago, cada vena de su cuerpo se expandía debido a toda la sangre que tenía que enviar para aliviar inútilmente el dolor que sentía en ese momento. Lentamente sus sentidos se fueron atrofiando y sentía como todo el cuerpo se destruía dentro de él, como si se estuviese reconstruyendo en un nuevo ser.

El amanecer canto puntualmente en el bosque y Natsu abrió lentamente sus ojos, frente a él, estaban Happy y los demás, quienes lo observan algo preocupados, al intentar reincorporarse, siente como su cuerpo era ahora más ligero, como si no hubiese algún hueso o musculo, como si solo fuese una columna de gas en el aire.

-oye, Natsu, ¿Estas bien?- le pregunta Happy algo preocupado

-S-sí, de maravilla- dijo saliendo del asombro y prestándole atención al felino azul

-¿Quién es la chica?- pregunta Gray, quien estaba casi desnudo

-¿Cuál chic…?- en ese momento, Natsu se da cuenta de la chica que estaba a su lado, abrazándolo y durmiendo con un inocente rostro, eso no fue lo que le preocupo, más bien fue el hecho de que ambos estaban completamente desnudos, lo único que cubría a ambos era la bufanda de Natsu –E-esto… n-no es lo que piensan…- dijo con algo de temor al ver el rostro de su pelirroja amiga –P-puedo explicarlo…

-Más te vale, lagartija pervertida- dijo Erza acercándose amenazantemente

-P-pues primera ella…demasiado cerca… dolor… gritar… abrazo- el nerviosismo que le provocaba la idea de Erza acercándosele era cada vez más tétrica para él, que no podía explicarse con claridad

-No menciones a nadie lo que ocurrió anoche, señor- dijo entre susurro Ecco, a pesar de que Natsu entendió el mensaje, los demás solo lo malinterpretaron aún más.

Volvieron a Magnolia, curiosamente, Natsu no tuvo ningún síntoma de mareo, cosa que no pasó desapercibido por el equipo, quienes lentamente comenzaron a notar ligeros cambios en la actitud del Dragon Slayer, acompañándolos, estaba Ecco, quien vestía unos vestidos que el espíritu celestial de Lucy le había conseguido a ella y a Natsu. Ecco demostraba ser muy inocente y fácil de impresionar, cosa que hizo que se fuera ganando rápidamente el cariño del equipo, a quienes provocaba una extraña sensación de querer proteger a toda costa, a pesar d no tener muy bien en claro que fue lo que ocurrió para que fueran encontrados ella y Natsu, desnudos en el bosque no estaba muy en claro. Antes de entrar al gremio y confirmar el éxito de la misión, Natsu detiene del brazo a Lucy, pidiéndoles a los demás que solo entrasen mientras que ellos hablaban.

-Lucy, ¿Qué pasa?- dijo Natsu con un poco de preocupación en su tono de voz –No me has hablado desde esta mañana

-¿Qué esperabas que hiciera?- dijo Lucy con la voz un poco quebrada –Hablarte como si nada y engañar lo que mis ojos vio

-¿Qué tiene que ver lo de esta mañana? Ya lo explique recuerdas, no le hice nada

-No estoy hablando de eso Natsu- dijo Lucy con una voz cada vez más quebrada –Natsu, tú no sabes muchas cosas sobre mi

-No- dijo acercándosele para luego tomarla de los hombros para mirarla directamente a la cara, encontrándose con sus ojos café –Pero lo averiguare

-Nat…- Lucy no pudo continuar debido a que el peli-rosa deposito su labios sobre los de ella, dejándola confundida, es entonces cuando él se da cuenta de lo que hizo y con rapidez, casi bruscamente, se separa de ella

-P-perdón, con sé que paso- dijo Natsu separándose rápidamente y alejándose del lugar, dejando a una muy confundida Lucy, quien solo se dedica a tocarse los labios, los mismos a los cuales el Dragon Slayer había besado con delicadeza, no lo sabía, pero de alguna forma le termino gustando.

Pero Natsu estaba en otro dilema, y corriendo hacia su casa, se encuentra con Ecco, quien entre sonrisas lo observa fijamente a los ojos, confundido por su acto anterior, Natsu toma la palabra, solo que con algo de molestia

-¿Qué fue lo me hiciste?- fue lo único que se atrevió a decir

-No te preocupes, es solo un efecto secundario- dijo ella acercándosele a Natsu –Más bien es el efecto de que estas en el primer nivel de tu nuevo poder

-¿Qué quieres decir?- Natsu estaba cada vez con más dudas

-Que desde el momento en el que te cedi los poderes de la gema de la llama roja, te has convertido en un Portador de la gema lunar, tus poderes se verán incrementados cada noche, es natural

-Suena bien- dijo Natsu notando como ella se le acercaba –Pero siento que no me lo has dicho todo

-Tienes razón- dijo acercándose al rostro de Natsu –Cada vez que tu poder aumente, sentirás un enorme deseo, en todos los casos, besar a alguien del sexo opuesto

-Eso significa…

-Que mientras más poderoso seas, mayor será tu deseo, pero no te preocupes, tus sentidos te ayudaran a completarlo

-Debiste habérmelo dicho antes- dijo con un poco de nerviosismo al ver tan cerca de Ecco

-El problema es que queda como una costumbre después de relegar tus poderes- dijo dándole un fuerte beso a Natsu, quien no hiso nada más que dejarse llevar y acercarla aún más hacia él.

Mientras tanto, dentro del gremio, Lucy aún seguía confundida por el beso de Natsu, sentada y pensativa en la barra, no vio venir a Erza, quien se sienta a un lado de ella y curiosa por el rostro de su amiga, solo se dedica a dejar su pastel a un lado y agitar con fuerza el cuerpo de Lucy, quien entra en razón y mareada por el agitamiento, dice.

-¿Qué sucede Erza?- dijo Lucy aun sonriente

-Te vez ida, ¿Ocurre algo?- pregunta la pelirroja tomando nuevamente su plato

-Natsu beso a Lucy afuera del gremio- dijo de repente Happy –Se gussstan mutuamente

-Happy- dijo Lucy nerviosa

-E-en serio… p-pues… felicidades- dijo Erza algo nerviosa –Pero que hay de Ecco- dijo al recordar a la chica que había llegado con ellos

-Eso es lo que me deja con duda, aun no sé lo que puede ocurrir

Continuaron conversando por un buen tiempo, cuando estaba a punto de comenzar el atardecer, entra Natsu con un rostro algo serio, a su compaña, venia Ecco con una alegre sonrisa corriendo directamente hacia el maestro, quien solo se dedicaba a beber sobre la barra, mientras que Natsu se va a sentar en una mesa y se recuesta en la banca mirando hacia el techo.

-¿Qué deseas, niña?- pregunta Makarov al ver como la joven estaba frente a el

-Quiero unirme al gremio- dijo ella sin rodeos –No tengo donde ir y quiero seguir el consejo de Natsu-kun

El maestro la observa por un buen rato, mientras que en otra parte, Lucy estaba confundida por el diminutivo con el que ella había dado a Natsu y en su mente solo aparecía como ellos dos entraron juntos al gremio, definitivamente había algo raro en todo aquello. En cambio, el maestro sonríe y acepta la solicitud de la chica, quien va a con Mirajane a que le pusieran su marca, mientras que Natsu, solo se dedica a levantarse y dirigirse hacia la puerta.


La aventura no hacía nada más que empezar, lo que el destino estaba a punto de entregar, se convertirá en la mayor tortura para Natsu. No se pierdan el próximo capítulo: "La Despedida del Dragón".

No se lo pierdan.

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