Disclaimer: Los personajes de One Piece pertenecen a Eiichiro Oda. La marca Converse tampoco me pertenece.
Mis Converse verdes
Estaba sentado en un banco del parque, esperando a sus amigos, mientras se miraba fijamente las zapatillas que se había comprado el día anterior como si fueran algo extraño que había aparecido espontáneamente cubriendo sus pies.
De vez en cuando movía levemente la cabeza a un lado para verlas desde otra perspectiva, pero no acababan de convencerle. Era inexplicable. Verdes. ¿Qué clase de color era ese? Si te despistabas y combinabas mal los colores de la ropa, en contraste con ese verde, terminarías pareciendo una puerta mal pintada.
Entrecerraba los ojos y las miraba casi con desprecio, como si fuera una promesa de una larga tortura si no cambiaban de color. Chasqueaba la lengua y suspiraba al ver que seguían siendo verdes.
Él las quería negras. Siempre que se había comprado unas Converse, habían sido negras. Ese si que era un bonito color; sobrio, elegante y, utilizado en su justa medida, no llamaba la atención. Aparte de que combinaban con todo.
Cuando recibió su primera paga de su nuevo trabajo lo primero que hizo fue ir corriendo (casi parecía que volaba) a la tienda a comprarse unas Converse negras. Maldito el momento en que el vendedor le dijo que no quedaban de su talla en ese bendito color. Cualquier persona hubiera preguntado cuando tendrían más de su numero y hubiera vuelto en unos días para comprarlas, pero él no. Estaba sumergido en plena compra compulsiva y con el pensamiento de "las quiero ahora ", así que cuando el vendedor le sacó unas verdes de su talla, las compró, dudando solo una milésima de segundo.
Y ahí estaba en ese banco inmerso en sus dudas. La gente pasaba por delante suyo, y el miraba y remiraba y repasaba cada centímetro de esas Converse verdes. Quizá, por culpa de un parpadeo inoportuno, habían cambiado de color como por ensalmo. Pero no, ahí seguía esa tonalidad atormentandole cual pesadilla horrenda de esas que te acordabas al día siguiente con todo lujo de detalles.
Al fin llegaron sus amigos. Luffy armando su típico alboroto, haciendo que Nami terminara regañandole por no saber comportarse. Los demás, simplemente, no le hacían caso.
El moreno se acercó a Sanji, que ya hacía un rato que esperaba sentado en un banco, y se fijó en sus Converse nuevas.
- Mira.- le dijo a Zoro para que viera la nueva adquisición del rubio.
Este las observó atentamente.
- Verdes, molan.- comentó con simpleza.
Con un leve sonrojo, Sanji las volvió a mirar. Bueno, si se miraban desde este angulo tampoco estaban tan mal, ¿no?
^C'EST FINI^
Notas finales: Esta historia es verídica, me ocurrió a mi, solo que yo no me traumé hasta el extremo de diseccionarlas con la mirada. Pero desde que cierto chico hizo ese comentario: "Verdes, molan", las adoro. ¡Adoro mis Converse verdes! XD Nos leemos.
