bueno se que ya paso 14 pero yo no me queria quedar con las ganas de escribir una historia respcto a este tema y alfin se em ocurrio una, espero les guste.


¿Que podría fallar en un plan destinado al éxito?

¿Cómo es que la tardé terminó en un besó entre los dos?

Mirajane limpiaba unos vasos de cristal mientras observaba a sus compañeros del gremio. La tensión entre las chicas estaba a flote, puesto que faltaba una semana para el 14 de febrero y ninguno de los chicos había invitado a salir en una cita a las chicas. Cada ocasión que se menciono algo relativo a este día, casualmente iniciaba una batalla campal que concluía en general con la intervención de Erza.

Mirajane reprobo la falta de iniciativa de los varones y decidió tomar cartas en el asunto.

- Chicos - hablo la peliblanca en voz alta para llamar la atención de los presentes - quiero informarles que he decidido crear un juego para que por azar tengan citas a ciegas este próximo fin de semana. No aceptare un no por respuesta. - La mirada de ella lleno de terror a los chicos que consideraron negarse a participar.

- Mira, no me parece justo que todos esten obligados a participar, cada quien debería ser libre de decidir si entrar o no- Erza objeto la idea de su amiga, prefería pasar el día en la pastelería que en algún evento, que desde su punto de vista era bobo.

-¡ Siii, Erza tiene razón - gritaron algunos.

- Oh no te preocupes, sólo participaran los solteros- Mira sonrió - por cierto ¿ te mencioné que Jellal estara en este evento.?

- Etto... ¡ Chicos todos van a participar!, - exclamó la peliroja a sus amigos - ¿ entendido?-

Con todos a favor, o algo asi, uno a uno tomaron un papel de una hurna que Levy dono, el plan era que a cada quien le tocaría un papel con una dirección, un color que deberían usar ya fuera en alguna prenda o accesorio, algún lugar en específicoy una hora. El sábado se encontrarian con su cita y el resto quedaba a la creatividad.

Era más que obvio que el juego estaba arreglado, Mira se encargó de que cierto adicto al metal fuera de blanco a la biblioteca y se encontrara con la nerd del gremio, el nudista estaba obligado a vestir de verde e ir a un restaurante con la acosadora más popular del gremio, un mago fugitivo de azul tendría la tarde libre cerca del puente con la hada más fuerte. Así, ella se encargo de ayudar a sus amigas con sus respectivos intereses. Más importante aún, ayudaría a su hermana a tener una cita con el más explosivo de los chicos, Natsu.

Para todos en el gremio era más que claro que algún día Lissana y Natsu serían pareja, no sólo por el hecho de que eran grandes amigos, pasaban tiempo juntos y sin duda se veían lindos los dos, si no por que aún si Natsu no se daba cuenta de ello, Lissana estaba enamorada de el.

Cuándo Lissana fue dada por muerta algunos creyeron que Natsu nunca se podría recuperar, su expresión de incredulidad ante la notícia y su negación estaba a la par de los hermanos Strauss. Pocos habían visto llorar de tal forma al salamander.

Mirajane conocía mejor que nadie los oscuros momentos que el pasó por la muerte de Lissana, conocía también al pelirosa desde pequeños, tras el funeral el aparento fortaleza y su normal sonrisa, pero era una fachada. Mira lo había seguido más de una ocasión al bosque donde solía jugar con su hermana y donde ahora el lloraba frente a una tumba que el preparó en su honor.

Para cuándo tuvo el valor de hablar con el, ambos ya estaban acostumbrados a la presencia del otro. El silencio y las largas horas sentados sin hacer más que mirar la nada se había convertido en su forma de sobrellevar el dolor.

Sin embargo las cosas cambiaron, un día cuando caminaban rumbo al bosque el decidió cambiar la ruta y la llevó a un lago en lo mas profundo del lugar. Ella en un principio se opuso pero al final accedió. Natsu tenía razón, no podían estancarse en el pasado, visitarian con frecuencia la tumba de Lissana, pero ahora también debían seguír adelante. Así pasaron muchos momentos en aquél tranquilo lugar, hablando, pescando, sonriendo como hace tiempo no lo hacían. Aún cuando las misiones y el trabajo como modelo dificultaban sus reuniones, de algún modo encontraban un espacio en su agenda para seguir con su extraño pasatiempo.

Que Lissana regresará con vida fue un milagro que Mirajane agradeció a los dioses, incluso si nunca creyó en ellos, tener a su pequeña hermana de vuelta fue el mejor regalo que pudo obtener. Elfman, Natsu, todos en el gremio eran felices con el regreso de la más joven de los Strauss.

Por otro parte, eso dejo de lado los días en que Natsu y Mirajane se reunían, no había un propósito por el cual seguir con ese viejo hábito. Aún cuando el regreso de su hermana menor la llenaba de felicidad, no podía evitar añorar esos días junto al pelirosa.

El viernes en la noche Mirajane acomodo algunas botellas de licor en los anaqueles correspondientes, la mayor parte de Fairy Tail se había retirado del lugar. La chica noto que Natsu mantuvo un semblante muy callado y que a pesar de las provocaciones no participó en ningún altercado. Curiosa se acerco a hablar con su amigo.

- Natsu ¿ esta bien todo? - Tomo asiento frente a el - hoy has estado actuando muy raro.

- Si esta todo bien. Es sólo que... - Titubeo por un segundo - mañana es mi cita y no se si todo saldrá bien. Para empezar no se que es una cita, que hacer y si la chica no estará decepcionada de haber quedado conmigo.

- Oh, así que era eso. En primer lugar una cita es salir a pasear con una persona especial, no hay un plan como tal, sólo debes actuar natural y hacer cosas que ambos puedan disfrutar, aunque también hacer cosas que le gusten a ella para complacerla. Y más aun, cualquier chica estaría encantada de salir contigo. -

Natsu se quedo callado.

- Gracias, me esforzare por que mañana sea un día especial para ella-

- Oh para el.- dijo la peliblanca mientras se levantaba y se alejaba del lugar.

- Eh? Espera, Mira que sabes de mi cita-

- Se-cre-to - Mirajane le guiño un ojo y se alejó dejando con dudas al pelirosa.

El sábado en la tarde todos los lugares se encontraban a reventar, cientos de parejas y grupos de amigos caminaban por las coloridas calles de Magnolia. Natsu miro el gran reloj del parque, creyendo que tal vez estaba leyendo mal. Tal y como el papel indicaba vistió una camisa negra y se presentó en el parque sur a las 5 de la tarde. Algunos rumores sugerían que aprovechando la elevación del parque sur algunos vecinos lanzarian fuegos artificiales en cuánto la noche cubriera el cielo. Mientras tanto algunas parejas caminaban entre los puestos de flores y de comida, otros tomados de la mano permanecían sentados bajo la sombra de algún árbol.

Eran las 6 de la tardé y Natsu sintió un frio recorrer su estómago. ¿Acaso se equivocó de hora? ¿Tal vez era a las 5 de la mañana para ver el amanecer? ¿Y si se equivocó de lugar?... El pánico lo atacó y no supo que hacer. Si corría a buscar a ayuda tal vez aun podría hacer algo. Una vez mas miro el gran reloj.

Una chica con un vestido negro y una chaqueta carmesí corría a toda prisa, su pulso acelerado no arruinaba su linda apariencia. Vislumbro a un chico de cabello rosa que parecía estar a puto de entrar en una crisis existencial y se acerco a el.

-Natsu,..- Dijo jadeando- disculpa no era mi intención pero se me hizo tarde -

-¿Tu eres mi cita ? - pregunto salamander algo sorprendido.

- ¿esperabas a alguien más? - preguntó con un ligero tono molesto en su voz.


Bueno chicos quiensera la afortunada?

les gusta esta nueva idea?

comenten y esperen mas actualizaciones.