Nuevo proyecto, para que situéis la época, esta historia se situaría entre A´s y StrikerS, teniendo Nanoha y Fate entre unos 16 y 17 años (me ha costado un poco fijar la cronología ^^U). Sin más, espero que os guste ^^.

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LA DESTRUCTORA DE MUNDOS

Capítulo 1º.- El rompe hielos

El Ice Breaker XV avanzaba a velocidad de crucero camino al Mundo no Administrado Número 107; hasta el momento la travesía había sido tranquila, pero según se acercaban hacia su objetivo, la tensión crecía a bordo, la expectación antes de la misión provocaba que la tripulación empezase a sentir cierta ansiedad en la calma que precede a la tormenta. Aunque sólo los escuadrones de asalto escogidos bajarían al planeta, todos sabían de la importancia de lo que habían venido a hacer allí. Así, el rápido y versátil destructor se deslizaba por el Mar Dimensional, mientras en su interior aguardaban el momento de entrar en acción.

—¿Esquirlas?

—Sí, es un tipo de Lost Logia muy inestable capaz de otorgar a su portador un incalculable poder.

Fate, echada en la litera de su pequeño cuarto, recordaba la conversación que Nanoha, Hayate y ella habían mantenido con Chrono hacía ya una semana en su casa de Uminari; la primavera se abría sobre los árboles de la ciudad y tan sólo llevaban un mes de clases en el instituto, era su último año y todo apuntaba a que iban a faltar bastante pronto.

—Siento pediros esto ahora que habéis empezado el curso…

—No es culpa tuya, Chrono, es nuestro trabajo, si me hice Enforcer no fue para quedarme en casa.

—Además, si se trata de Lost Logia no podemos simplemente ignorarlo y tarde o temprano alguna de nosotras sería llamada para ocuparse del caso —comentó Hayate.

—Sabes que puedes contar con nosotras, Chrono-kun —dijo Nanoha.

El almirante y Capitán del Asura sonrió a las tres jóvenes.

—Está bien, os pondré al corriente de toda la situación —abrió varias pantallas en el aire, en la central apareció la imagen de un cristal translucido e informe que giraba sobre sí mismo—. Aún desconocemos su origen, pero lo que es seguro es que combinada con la magia tiene un poder devastador, sin embargo, tal vez debido a su forma imperfecta, es altamente inestable, puede descontrolarse con el más leve roce de energía, así que es un arma de doble filo extremadamente peligrosa. En los antiguos registros de la Biblioteca Infinita hemos encontrado referencias a ella como La Destructora de Mundos, con tal sobrenombre podéis haceros una idea de las calamidades que puede desatar.

"Nuestra gente ha recuperado muchas de estas Esquirlas, evitando incidentes, desafortunadamente algunas han escapado a nuestro control y tememos que hayan caído en malas manos.

"Hasta ahora, los magos fuera de la ley no se habían interesado en ellas por su alto riesgo a la hora de manejarlas, pero hemos descubierto cierto movimiento en el mercado negro; todo apunta a que hay un grupo interesado en ellas.

—¿Alguna pista sobre quiénes pueden ser? —preguntó Fate.

—Nada, o han sabido mantenerse en las sombras todo este tiempo o son nuevos en esto. Cómo sea, no hay información sobre ellos. Pero hemos podido seguir una pista fiable hasta uno de los Mundos no Administrados. No sabemos si tienen su base de operaciones allí o han ido a buscar algo, pero es una oportunidad que no podemos dejar escapar.

—Así que nos enviaréis a ese planeta —afirmó Nanoha.

—Sí, pero no a las tres. Hayate, tú y tus guardianes vendréis conmigo en el Asura, nos dirigiremos a Kelpi, es uno de los mundos bajo supervisión de la TSAB, allí va a tener lugar una subasta del mercado negro; sabemos que habrá Esquirlas presentes, así que es muy probable que nuestros anónimos amigos se dejen ver.

—De acuerdo.

—¿Y Nanoha y yo?

—Os uniréis a la tripulación del Ice Breaker XV, un destructor que viajará tras la pista que os he mencionado. Mientras estéis a bordo deberéis seguir las órdenes del Capitán Lian Demy, que ya tiene experiencia en el campo de la búsqueda de Lost Logia y lucha contra terroristas. En tierra seréis vosotras las que estaréis al mando de dos unidades de rastreo y combate. Vuestra misión es encontrar a los miembros de este grupo que puedan estar en el planeta y arrestarlos para poder interrogarlos. Por supuesto, si encontráis Esquirlas debéis asegurarlas para llevarlas a la Oficina Principal.

—Entendido —asintieron ambas.

—El resto de los detalles los recibiréis a bordo de la nave, así como cualquier información que podamos encontrar. Seréis transportadas a…

El zip de la puerta al abrirse la sacó de sus recuerdos, devolviéndola al presente.

—Ah, ¿te he despertado, Fate-chan? —Nanoha entró en el cuarto y dejó sobre la pequeña mesa que compartían una carpeta digital.

—No, sólo estaba pensando —Fate se incorporó en la litera y se sentó en el borde—. ¿Qué hora es?

—Las ocho de la tarde hora estándar. ¿Has cenado ya? —La Enforcer negó con un gesto—. ¿Quieres que vayamos ahora?

—No tengo muchas ganas de comer.

—Mmm, ¿qué ocurre? —Nanoha se sentó a su lado, pegando su hombro al de Fate.

—Lo de siempre cuando se trata de Lost Logia, me preocupa la gente inocente que pueda quedar en medio.

—Para eso estamos nosotras aquí, para evitar que cosas malas les ocurran.

—Sí, pero no puedo quitarme esa sensación de que nada resulta fácil cuando nos encontramos con casos de este tipo, sólo espero que no hayan implicado a la gente de ese planeta; según los informes son una civilización poco avanzada y sin ningún tipo de conocimiento mágico o tecnológico. —Se dejó caer hacia atrás, tumbándose en la cama con medio cuerpo fuera de ella.

—Ya veo que no estás muy animada —Nanoha se recostó junto a ella, de costado—. No es el mejor humor para afrontar una misión.

—Lo sé. No te preocupes, se me acabará pasando —amagó una sonrisa.

—Entonces vayamos a cenar, no comer tampoco te va servir de nada, salvo para debilitarte cuando más fuerzas te hacen falta —se levantó, tomó de la mano a Fate y tiró de ella hasta sacarla de la cama—. Venga, Fate-chan, te daré una pequeña recompensa si vienes conmigo —sonrió pícaramente, atrayéndola hacia sí y rozando sus labios con los suyos, la rubia respondió y el beso fue haciéndose más profundo.

—Ne, ¿vienes? —volvió a preguntarle al separarse.

—Está bien —acabó rindiéndose Fate. Nanoha sonrió ampliamente y juntas se dirigieron al comedor de la nave; una sala de tamaño medio, donde debían esperar turno a veces para comer, ya que no podía albergar a la totalidad de la tripulación de una sola vez.

Los soldados con los que se iban cruzando saludaban marcialmente al verlas pasar; el Capitán Demy era un hombre estricto, que mantenía una férrea disciplina a bordo de su nave, puede que la juventud de Nanoha y Fate no acabará de convencerlo respecto a sus habilidades y experiencia en acción, pero respetaba sus rangos dentro del ejército y la Administración a la que todos servían.

—El ambiente en el Asura era más relajado —comentó Nanoha.

—Hm, todo depende del tipo de capitán, por lo que he podido ver en mis otras misiones a bordo de naves, su carácter influye mucho en la tripulación. Mi hermano es serio, pero la mayoría de la gente del Asura sirvió bajo las órdenes de nuestra madre y se conocen desde hace mucho tiempo.

No había mucha gente en el comedor, así que pudieron sentarse solas a una de las largas mesas que lo jalonaban.

—Mmm… Lo que daría por comida de verdad —Nanoha removió con desgana y el ceño fruncido la ración de algo parecido a carne en salsa de su plato.

—Acabarás acostumbrándote —rió Fate.

—Lo dudo.

—¿Tenías guardia esta noche, no?

—Sí, cuatro emocionantes horas en el puente de mando. Aunque supongo que es mejor tener una noche tranquila.

—¿Ya quieres entrar en acción? —preguntó divertida.

—No es eso. Es que no me hago a pasar tanto tiempo en una nave, no lo hacía desde los tiempos de… —se cortó en seco al darse cuenta de que acabaría trayendo amargos recuerdos a la chica de ojos dulces que estaba sentada frente a ella.

—Del caso de Precia Testarossa —terminó Fate por ella—. No pasa nada, todas las heridas acaban por sanar con el tiempo, hasta las más profundas. —Sonrió, aunque la sonrisa apenas se reflejó en sus ojos.

Nanoha se maldijo mentalmente por su metedura de pata, por mucho que Fate dijera aquello, la mención a su verdadera madre siempre arrastraba cierta tristeza al fondo de su mirada, como si aún le atormentasen los ecos de su recuerdo. Tiempo, pensó Nanoha, el tiempo y el amor de todos cuantos la querían acabarían por borrar aquel dolor que el nombre de Precia Testarossa traía a Fate.

—Yo creo que lo que me pasa es que echo de menos el cielo abierto —dijo la pelirroja para retomar el tema de la conversación y dejar a un lado los fantasmas del pasado.

—No me extraña, tú adoras volar. Bueno, ya sólo faltan dos días para alcanzar el planeta.

—Sí, aunque eso signifique que empezará la parte difícil…

—O interesante.

—Jaja, eso, la parte interesante de la misión. Y hablando de ello —Nanoha miró alrededor y bajó un poco el tono de voz—, ¿qué opinas de los magos que forman nuestros escuadrones?

—No sabré decirte hasta que entremos en acción, pero parecen competentes, son todos clase B y A, además, se nota que tienen experiencia. ¿Tú que piensas?

—Estoy de acuerdo contigo. A los que serán nuestros segundos, la Sargento Mayor Aldian y el Cabo Sikes, los conozco, estuvieron en uno de mis cursos. Son competentes y fiables, se adaptan bien a las situaciones adversas y tienen madera de líderes.

—Ojalá no se compliquen demasiado las cosas allí abajo.

—No, no, nada de desanimarse de nuevo, Fate-chan. Pensemos en la misión cuando llegue el momento.

—Está bien.

Las horas pasaban lentamente, no había mucho con lo que distraerse en el puente, ni siquiera el piloto tenía mucho que hacer, ya que la nave mantenía fija su deriva en el espacio. Nanoha exhaló su enésimo suspiro, la cara apoyada en una de sus manos.

—¿Aburrida, teniente? —le preguntó Leon, el veterano oficial de comunicaciones del destructor.

—Un poco sí —sonrió Nanoha—. No hay mucho que hacer.

—Ah, supongo que te divertirías más en tu cuarto, ¿no? —el oficial rió sonoramente al ver el sonrojo de la pelirroja.

—Mou, Leon siempre igual. —No es que todo el mundo a bordo de la nave estuviese al tanto del tipo de relación que Fate y ella mantenían, eran de lo más discretas siempre que se encontraban en público, sin embargo Leon parecía tener un sexto sentido para calar a las personas y sus formas de comportarse, o eso decía él; en fin, la cuestión era que al oficial de cortos cabellos oscuros le habían bastado unas pocas veces de verlas juntas para adivinar cuán profundo era el lazo que las unía.

—Gomen, teniente, pero es que me lo pones demasiado fácil. —Y sí, a Leon le encantaba tomarles el pelo con todo aquello.

—Y aún te preguntas por qué Fate-chan no se deja ver por aquí cuando tú estás de servicio.

—Lo que es una lástima, porque ella se sonroja así como diez veces más que tú —sonrió divertido, ignorando la mirada asesina de la Instructora—. Ah, estaba pensando que será la primera vez que vea en acción a dos de las tres Aces de la TSAB.

—No es para tanto.

—No hay necesidad de ser modestos, teniente, vuestra fama os precede. Hubiese sido aún mejor si la Capitán Yagami también se encontrase aquí.

—Chrono-ku…, el Almirante Harlaown la necesitaba en el Asura.

—Ah, el hermano mayor de la Enforcer Testarossa, una vez estuve bajo sus órdenes.

—¿Has estado en el Asura?

—Sí, aunque sólo unos días, haciendo una sustitución. Una nave interesante, el Asura, tiene una gran fama también, fue un honor servir en ella. Tengo entendido que hicisteis vuestro entrenamiento en ella.

—Así es, parte de él, fueron días divertidos —sonrió recordando los meses que pasaron a bordo de la nave completando su formación.

—Hm, yo no podría definir mis días de instrucción como divertidos —Leon torció el gesto, arrancando una carcajada a Nanoha.

—Supongo que nosotras tuvimos mucha suerte.

Ambos siguieron charlando hasta que la guardia de Nanoha tocó a su fin; se levantó estirándose y deseó buenas noches a los que se quedaban allí.

El cuarto estaba a oscuras y tan sólo se oía la respiración pausada y profunda de Fate. Se cambió de ropa y se echó junto a ella en la estrecha cama, pese a que había una segunda litera, desde el primer día habían decido compartir aquella; Fate se acomodó contra su cuerpo sin tan siquiera despertarse, Nanoha pasó un brazo sobre ella y se dejó llevar por el sueño.

El día antes de alcanzar su objetivo, el Capitán Demy reunió a ambos equipos en la sala táctica de la nave, era el momento de repasar el plan que llevarían a cabo en el planeta.

—Una vez en órbita sobre el mundo —decía con su voz ronca—, el escuadrón Light y el escuadrón Shadow descenderán en dos lanzaderas a la superficie; creemos que será más seguro que teleportarlos a la superficie, ya que parece que las frecuentes tormentas que se desatan allí interfieren las señales. Una vez en tierra se dividirán y rastrearán la zona designada por Inteligencia como lugar más probable en el que se puede encontrar el enemigo. Volverán a reagruparse en las ruinas del sector 27 norte, las coordenadas han sido fijadas en sus dispositivos —señaló a Nanoha y Fate—. Cualquier contacto con el enemigo debe ser reportado a la nave. Recuerden que queremos prisioneros, eviten cualquier tipo de baja. Eso es todo, ¿alguna pregunta?

Todos negaron con un gesto.

—Bien, la Segunda Teniente Takamachi estará a cargo de Shadow, su segundo será el Cabo Sikes, mientras que Light será dirigido por la Enforcer Testarossa, secundada por la Sargento Mayor Aldian. Takamachi y Testarossa sellarán cualquier Esquirla que puedan encontrar. Ahora les sugiero que se retiren a descansar, la misión comenzará mañana a las nueve horas estándar. Pueden retirarse.

Las lanzaderas descendían hacia la masa verde oscuro de aquel planeta azotado por constantes lluvias, cuando dejaron atrás los negros nubarrones surcados de relámpagos, un paisaje surcado de colinas y abruptos valles, cubierto de espesos boscajes se abrió ante sus ojos. De repente, varios haces de luz blanquiazul surgieron de la tierra para ir a su encuentro.

—¡Agarraos! —gritó el piloto de la lanzadera en la que viajaba el escuadrón Shadow; Nanoha, sentada a su lado, veía acercarse las luces a una velocidad endiablada.

—Este viaje va a ser movidito —el piloto aferró con fuerza los mandos y la nave comenzó a dar bandazos tratando de esquivar los rayos que rasgaban el aire, al tiempo que seguía descendiendo buscando la seguridad de la cercanía al suelo

—¿Qué ocurre sargento? —preguntó Nanoha al piloto.

—No tengo ni idea, señora, pero dudo que sea buena idea dejarnos alcanzar por esas luces. Temo que es el comité de bienvenida.

—Parece algún tipo de disparo mágico. ¿Cómo lo lleva Light? —No podía ver desde su posición a la otra nave.

—No mejor que nosotros.

Nanoha no aguantó más, quitándose el cinturón y agarrándose como mejor podía a los respaldos de los asientos, echó un vistazo por la ventana lateral; la otra lanzadera había comenzado a alejarse de su posición, sin duda para evitar colisionar con ellos en alguna de sus maniobras evasivas.

—Cinco mil metros —anunció el piloto.

Un haz de luz alcanzó a Ligth, desestabilizando la lanzadera.

—Cuatro mil metros… Todavía podemos lograrlo.

Un segundo rayo impactó en la cabina de la lanzadera, Nanoha sintió que se quedaba sin respiración al ver caer la nave en llamas y sin control.

—Dioses —mustió el piloto, que en seguida volvió su atención a tratar de salvar sus propias vidas, pues los rayos seguían siendo lanzados en su dirección.

—Abre la compuerta trasera —ordenó Nanoha con voz metálica, ausente.

—¿Qué?

—Voy a salir.

—No creo que sea una buena ida, señora.

—No te estoy preguntando tu opinión, simplemente haz lo que te digo.

—Dos mil metros. Lo siento, señora, pero no hay nada que podamos hacer por ellos, sólo confiar en que lograrán sobrevivir de algún modo, todos son magos competentes.

Nanoha sabía que el piloto tenía razón, pero le costaba admitirlo; resignada, volvió a sentarse, apretando fuertemente los puños. La otra lanzadera se había perdido de su vista, estrellándose en algún lugar de aquellos extensos bosques.

—Fate-chan… —susurró en apenas un hilo de voz.

—Mil metros… Quinientos metros… Estamos por debajo de su línea de fuego, preparados para aterrizar.

Los disparos enemigos cesaron, perdido su objetivo, y la lanzadera tomó tierra en un pequeño claro. Los ánimos con los que habían comenzado parecían haberse esfumado, pero Nanoha sabía que no podía permitir que eso siguiera así, tenían una misión y más importante aún, camaradas y compañeros a los que rescatar. Así que en cuanto bajaron de la nave, reunió a su equipo, ocho magos contándola a ella misma, y se dirigió a ellos con voz clara y segura, pese al temor creciente que atenazaba su corazón.

—Sé de lo importante de nuestra misión, pero ahora mismo nuestra primera prioridad es encontrar a Light, puede que nuestros compañeros estén heridos y necesiten ayuda, debemos dar con ellos y asistirlos antes de que el enemigo se nos adelante. Una vez nos hayamos reunido con ellos, retomaremos nuestra misión.

—Sí señora —asintieron sus hombres, la confianza recuperada de nuevo.

—Bien, nos dividiremos en dos grupos, Sikes tú liderarás a uno y yo al otro —el cabo asintió—. Nos moveremos en la misma dirección, en paralelo pero separados a la distancia de alcance de nuestras comunicaciones. Dos magos aéreos y dos de tierra por cada grupo. Si voláis hacerlo bajo, siempre por debajo de los árboles, no ofrezcáis ningún tipo de blanco al enemigo, saben que estamos aquí y nos estarán esperando.

—Entendido.

—Sargento Gabriel —Nanoha se dirigió al piloto—, coge el equipo de trasmisión ligero y sigue tratando de comunicarte con el Ice Breaker por radio —ya habían comprobado que la tormenta interfería cualquier tipo de señal. —No puedes quedarte aquí, el enemigo podría dar contigo.

—A la orden, señora, aunque lamentó tener que dejar la nave aquí. Eso sí, esos bastardos no podrán moverla sin esto —un dispositivo inteligente se balanceaba de una cadena en su mano.

—Bien, pongámonos en marcha.

Ambos grupos se internaron en la espesura, siguiendo la dirección en la que la otra lanzadera había caído sin control contra el suelo.

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Nota de la Autora: He decido poner algunos nombres en inglés, tal y como hacen en la serie, de ahí que los escuadrones lleven esos nombres.

Los rangos de Nanoha y Fate están tomados del manga MSLN StrikerS, donde se menciona que Nanoha, con 15 años ya es Segunda Teniente. Fate a su vez ya es Enforcer, no tiene rango militar, pero se entiende que el cargo de Enforcer tiene cierta consideración superior.

En cuanto a los rangos de los demás personajes, me he basado en la jerarquía militar del ejército americano (comparándola con la del español, sólo he encontrado una diferencia, por lo que supongo que la mayoría de ejércitos tendrán una jerarquía similar).