Mi primer SASUNARU.
Ningún personaje me pertenece son propiedad de Mashashi Kishimoto.
Letra normal: Narración por parte del narrador.
Letra cursiva: Narración por parte de un personaje.
La vida continua a cada día, a cada hora, a cada minuto a cada segundo… y aun no logro deshacerme de este hormigueo en mi estomago cada que pienso en ti, de este nudo en la garganta que se me forma cada que recuerdo el ayer junto a ti…
Odio que tu me hicieras sentir esto, odio al tiempo, al destino, a la distancia que nos alejaron de estar juntos… Mi vida es vacía en cierta manera, solo cuando pienso en ti y recuerdo el ayer, no parece tan vacía… desde la ultima vez que nos vimos perdí toda esperanza…
Increíble que ya halla pasado tantos años… increíble que aun te espero. Vivo buscando tu silueta junto a la mía, esperando verte aparecer, en ningún lugar… y en todos a la vez
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-Y que te parece…- comentaba una mujer de cabello largo y rojizo.
-No lo se Kushina… no crees que es muy grande solo para nosotros tres…- respondió un hombre rubio, viendo aquella enorme casa, color verde olivo.
-Claro que no…- la mujer comenzó a caminar en el enorme jardín que adornaba aquella casa.- es perfecta, además Naruto tendrá mucho espacio para jugar, correr brincar…- comentaba animadamente la mujer.
-Hablando de Naruto… ¿Dónde esta?- interrogo el hombre mirando a su alrededor.
-Como es posible que no puedas saber donde esta tu propio hijo Minato…- la mujer comenzó a andar a su esposo- Solo te pedí que lo tomaras de la mano…
-Lo se, lo se, pero es que no me di cuenta a que hora me soltó…- se defendía nervioso el rubio.- sabes como es de hiperactivo…
-Pues mas vale que lo encuentres…voy al patio de ataras, tu buscalo por allá…- la mujer señalo a uno de los costados, donde se veía un pequeño lago.- no valla a ser que se ahogue en aquel lago… anda corre Minato, ve a buscar a tu hijo.
Minato comenzó a caminar en la dirección indicada de su mujer, comenzándose acercar a aquel lago, donde había un pequeño muelle donde justo estaba sentado un rubio, de cabellos alborotados igual a Minato. Sonrió al ver a aquel niño hiperactivo tan tranquilo, algo raro en el, pues siempre estaba corriendo, brincando, gritando.
La familia Uzumaki siempre se mudaba con frecuencia debido al trabajo que tenia Minato, era arquitecto su lugar de residencia estaba en Tokio pero siempre se la pasaban viajando a diferentes lugares donde mandaban a Minato a supervisar nuevas obras, Kushina desde que se casaron siempre iba con el y al haber nacido Naruto había decidido en quedarse en un solo lugar mientras el viajaba pero Minato quería a su familia siempre cercas y había veces en que sus trabajos duraban por mas de 2 años.
Minato estaba por acercarse mas al rubio cuando vio a otro pequeño niño del otro lado del lago, al parecer era de la edad de su hijo Naruto, pero el era de piel blanca como la leche y cabello negro.
Aquel pequeño, miro con el ceño fruncido del otro lado del lago al rubio sentado en su muelle, bueno no es que ese muelle fuera propiedad de su familia, pero el desde que tenia memoria era el único que siempre iba ahí, y el único que se sentaba ahí. El pequeño comenzó a caminar en dirección al muelle con una pequeña caja en una de sus manos y en la otra una caña de pescar.
El pelinegro se acerco hasta a aquel muelle y se colocó junto al rubio, quien al momento de notar su presencia volteo a verlo.
-¿Qué haces aquí?- interrogo el pelinegro.
-No es obvio… estoy viendo el lago…- comento un tanto enfadado el rubio debido al tono usado por el otro.
-Ya lo se dobe, me refiero porque estas tu aquí, nadie viene a este lugar.
-En primera no me digas dobe, teme… y en segunda nos acabamos de mudar a aquella casa…- el rubio señalo la casa verde olivo.- y por eso vine a ver el lago…
-¿Vivirás en esa casa?- pregunto un tanto ingenuo el pelinegro.
-Si… ¿Por qué?, acaso también te molesta eso.
-Me da igual…- el pelinegro coloco la caja y la caña en el suelo y se sentó a un lado del rubio, con sus pies colgando de aquel muelle- es solo que… bueno nadie nunca ah vivido ahí, al menos no que yo recuerde.- el pelinegro saco un pequeño frasco de su caja llena de gusanos.
-Pues ahora mi familia y yo viviremos ahí…- digo el rubio atento a lo que hacia el pelinegro.
-¿Cómo te llamas?- interrogo el pelinegro, colocando un gusano como carnada en el anzuelo.
-Naruto… Uzumaki Naruto…- respondió el rubio con una ceja arqueada.
-pues fue un placer conocerte Uzumaki Naruto… es una lastima que ya no estarás vivo para mañana.- comento burlonamente el pelinegro lanzando el anzuelo al lago.
-¿Qué?... pero que tonterías dices- decía alterado Naruto.
-En esa casa ahí fantasmas que se encargan de matar a la gente que intenta habitarla- el pelinegro miraba atento el lugar donde el anzuelo estaba.
-Cla… cla… claro que no…- el rubio comenzó a sentir miedo.- estas mintiendo
-Me da igual si me crees o no- el pequeño se encogió de hombros.- como te dije yo no recuerdo que alguien allá vivido ahí, pero mi hermano mayor me contó que por alguna extraña razón, los que habitaban esa casona amanecía muertos al día siguiente.
El pelinegro noto el cambio de color de un bronceado a un pálido al comentarle de fantasmas que matan a las personas, el ver su rostro de susto, le dio tanta gracia, que decidió continuar con el cuento.
-Pues no te creo…- el rubio se cruzo de brazos- Tu hermano es un mentiroso…
-Mi hermano no es un mentiroso…- respondió tajantemente el pelinegro.- lo comprobaras esta noche…
-NARUTO- se escucho un grito, de tras de ellos, donde estaba su madre le llamaba.- AHÍ QUE DESEMPACAR CARIÑO.
-YA VOY- respondió Naruto levantándose de aquel muelle.
-¿Es tu mama…?- pregunto una vez mas el pelinegro.
-Si, ella es mi mama y el de a lado es mi padre…- miraba Naruto al otro.
-No es necesario que me digas que es tu padre dobe, lo se porque son idénticos… tu mama es muy bonita.
-Si es muy bonita- sonrió Naruto- Oye me llamaste dobe otra vez- esta vez frunció el ceño- ya te dije que mi nombre es Naruto.- el rubio solo vio al otro encogerse de hombros.- tu ¿Cómo te llamas?
-Sasuke… Uchiha Sasuke…- respondió el pelinegro sin ver al rubio.- Yo vivo en la casa blanca que se ve allá- señalo Sasuke al frente- bueno de echo es la única casa que se ve.
-Si, este lugar esta muy desabitado- dijo Naruto viendo a su alrededor pues eran contadas las casas que se veían y estaban muy separadas unas de otras.- Bueno me voy.
-No te resistas, entre más rápida sea tu muerte mejor.- aconsejo el pelinegro.
-Cállate Teme…- respondió el rubio.
Ambos niños tenían 8 años de edad, Sasuke vivía en una casa del mismo tamaño que la que ahora residía Naruto, la familia del pelinegro estaba conformada, por sus padres y su hermano mayor llamado Itachi y el, siempre estaba solo, pues su hermano estudiaba la preparatoria, y llegaba casi de noche a casa debido a clases extracurriculares que tomaba, su padre trabaja en la policía de aquella ciudad, era el jefe de policías, y al igual que su hermano todo el día estaban fuera, los únicos en casa eran su madre y el.
En aquel lugar solo había unos cuantos niños de su edad que vivían cerca, pero con los cuales no hablaba mucho, casi todos jugaban en un pequeño parque algo lejos para Sasuke, pero era lo que menos le interesaba, el le gustaba el silencio, la pacifica zona en la que vivía en especial aquel lago, de echo el único amigo que había tenido era un niño llamado Shikamaru, que asistía a la mima escuela y salón de Sasuke, que iba a visitarlo cada tercer día para ir al lago a disfrutar de su tranquilidad.
La primera noche que Naruto paso en aquella casona, no pudo dormir, debido a todo lo que Sasuke le había contado horas antes, ante cualquier ruido se alteraba y se tapaba de pies a cabeza, cuando otra vez trataba de conciliarle sueño, un ruido mas lo alteraba, nunca buscaba el origen de los ruidos, lo único que busco esa noche y las dos siguientes fue la habitación de sus padres para dormir con ellos.
Primer día escolar para Naruto, a Kushina tal vez le hubiera costado mucho que admitieran a su hijo a mediados de aquel año escolar, pero gracias a que la hermana de Minato era la directora de aquel colegio no le fue muy difícil.
-Sasuke-kun…- decía una niña rubia de cabello corto y ojos azules- espero que vallas a mi fiesta de cumpleaños este viernes.- la pequeña que esta ruborizada le dio una invitación al pelinegro.
-Gracias…- respondió el pelinegro tomando aquella invitación.
-¿Y para mi no ahí invitación Ino?- interrogo un moreno de una coleta sujetando su cabello.
-Aunque no te la quisiera dar Shikamaru, mi padre y el tuyo son amigos así que para mi desgracia tengo que invitarte…
-No te preocupes que no iré.- respondió Shikamaru- Sasuke y yo tenemos planes…
-Pero Sasuke-kun…- Ino miro triste al pelinegro- prefieres ir a mirar nubes con el flojo de Shikamaru que ir a mi fiesta, además yo quiero que me veas con mi vestido nuevo.
-Pues…- Sasuke estaba apunto de decir algo cuando uno de los profesores los interrumpió.
-Anden niños, entren al salón- ordeno una mujer de cabello negro y ojos rojizos.
Después de que todos entraron al salón y se situaron en sus respectivos lugares, la profesora esta dispuesta a comenzar con su clase del día, pero una interrupción se presento por parte de la directora del colegio.
Entro presentando a un nuevo alumno, todos se sorprendieron porque era imposible que alguien entrara a mitad de año escolar, una que otra niña miraban atenta al nuevo compañero de clases… pero a mi lo que me sorprendió de todo eso es que eras tu, en cuanto entraste por aquella puerta te reconocí. Después de decir tu nombre Kurenai-sensei, pidió que buscaras un asiento. El único vació se encontraba en la parte de enfrente. Yo me sentaba hasta el fondo a un lado de las ventanas que daban a las canchas, junto con Shikamaru, el y yo solíamos ser los primeros en terminar los ejercicios en clases así que para entretenernos mirábamos a las canchas donde veíamos los partidos de chicos que estaban en clase de gimnasia, o en horas libres y tres días por semana ensayar a las animadoras del nivel de secundaria.
-Bueno pueden salir al receso- anuncio Kurenai –sensei, para después acercarse a Naruto.- Porque no pides los apuntes a alguien para que te pongas al corriente.
-Así lo are gracias…- sonrió el rubio, mientras Kurenai salía del salón.
Unos cuantos alumnos salieron del salón, para ir al patio, cafetería, etc.… otros pocos permanecieron ahí dentro.
-Tal vez el año que viene…- decía Sasuke guardando su libreta en su mochila.
-Sabes que no aceptan de primaria, tienes que esperar hasta que estemos en secundaria… porque eres tan problemático, cada año audiciones para el equipo de fútbol y siempre te rechazan- comentaba aburrido Shikamaru comiendo una paleta.
-No pierdo nada con hacerlo- Sasuke comenzó a caminar entre el pasillo hasta llegar a la parte de enfrente donde Naruto estaba.- Quien diría que sigues vivo.
Naruto tubo un sobresalto ante aquella voz, pues por primera vez estaba atento tratando de entender los garabatos del chico que le había prestado sus apuntes y se llevo un sobresalto mas al ver al niño pelinegro que estaba frente a el.
-Pero si eres tu Teme- sonrió Naruto- no pensé encontrarte aquí, al menos no en el mismo salón.
-Shikamaru ¿recuerdas al niño que te platique que se mudo a la casa embrujada?- interrogo el pelinegro.
-Si…- contesto Shikamaru jugando con su paleta.- No me digas que es el.
-Así es…- respondió Sasuke, mirando a Naruto- Vamos a la cafetería.
Naruto vio como Sasuke se dirigía a la salida del salón junto con su amigo detrás de el, hasta que Sasuke se detuvo antes de cruzar la puerta.
-Acaso no piensas venir Dobe.- dijo Sasuke.
Desde ese día un lazo nos unió, desde ese día tú, Shikamaru y yo siempre permanecíamos juntos. En realidad el lazo se hizo mas fuerte entre tu y yo a pesar de que Shikamaru era nuestro amigo, había veces en que las cosas que hacíamos le parecían problemáticas para el. Ir a jugar fútbol, ir al centro de la ciudad a dar la vuelta, ir a convenciones de comics o videojuegos, conciertos a los cuales teníamos que ir acompañados por mi hermano mayor, que era difícil de convencer pero era mejor rogarle, a estar en un concierto con tu madre, la cual aun creía que estábamos en la era hippie y llevaba su encendedor para alumbrar y corear canciones que ni siquiera conocíamos, y ganarnos las miradas de todos.
Creo que los únicos momento que compartíamos con Shikamaru eran en la escuela e ir a lago aunque al año siguiente entro un nuevo alumno que era igual a Shikamaru, con un par de frituras y un cielo con nubes era mas que suficiente, así que cuando Chouji entro a la escuela Shikamaru se alejo un poco de nosotros.
-Tengan cuidado…- decían Kushina desde la entrada de su casa despidiendo a Naruto y a Sasuke.
-Si- gritaron en unísono el niño rubio y el pelinegro que iban manejado sus respectivas bicicletas.
-Ya me vas a decir a donde vamos- interrogo el pelinegro.
-Teme, que no recuerdas que hoy es la lluvia de estrellas.
-Si lo recuerdo Dobe… no me digas que iremos al observatorio, en ese lugar va a ver…
-Si ya se Sasuke- interrumpió el rubio.- en el observatorio va a ver mucha gente y de seguro van a estar tu club de fans, pero no vamos ahí.
-Entonces ¿Dónde?
-Ya lo veras…- Naruto pedaleo mas rápido.
Sasuke al igual que Naruto acelero el pedaleo hasta estar al nivel del rubio, comenzando a recorrer las orillas de aquella ciudad, donde solo se veía pasto y un camino estrecho de tierra el cual ellos recorrían... comenzaron a subir un pequeño sendero que los llevaba a la parte alta de una colina, que en su centro era adornado por un enorme y frondoso árbol.
-¿Qué te parece?- interrogo Naruto bajando de su bicicleta.
-Valla veo que de vez en cuando tus dos neuronas si las ocupas.
-Oye… así me agradeces que te allá alejado de tus fangirl del observatorio, y poder ver la lluvia de estrellas.
Naruto al igual que Sasuke colocaron sus bicicletas recargándolas en uno de los costados de aquel árbol, para después ir a acostarse en el pasto en la zona donde comenzaba la bajada de aquella colina, y comenzando a observar como el cielo se obscurecía.
-Sasuke…
-Hmp
-¿Porque si tienes tantas niñas tras de ti nunca has fijado en una…?
-Naruto, tengo 9 años, no se tu pero por el momento es lo que menos me interesa…
-Si bueno… pero aun así no ahí alguna que te guste.
-No, todas son ruidosas y molestas, además de que…
-Además de que ¿Qué?
-No nada olvídalo Dobe.
-Eso quiere decir que… aun no has tenido tu primer beso.
-No.
-Y nunca has pensado… ¿con quien quisieras que fuera?
-Porque tanta pregunta…- respondió exasperado y con un pequeño rubor en sus mejillas Sasuke.
-No lo se, solo para hacer platica…- se encogió de hombros Naruto.
-¿Y no puedes preguntar de otro tema?
-Creo que a mi, me gustaría que fuera con…- el rubio comenzó a hablar ignorando la pregunta de su amigo.
-¿Con quien?- interrogo Sasuke ante un pequeño silencio que se formo.
-Bueno supongo que debe de ser con alguien que sea especial para mi…- ahora las mejillas de Naruto fueron las que tomaron un tono carmesí.
-Que cursi eres…
-Eso me pasa por ser sincero contigo…- Naruto después de hacer un puchero volvió a ver las estrellas- ¿No crees que Ino es bonita?
-Si es bonita, pero esta algo loca.
-Si creo que tienes razón.
Después de un rato en silencio y viendo el cielo ya oscuro completamente, comenzó el acontecimiento por los que ambos niños estaban ahí, mirar la lluvia de estrellas. Naruto se incorporo apoyándose en su mano mientras Sasuke coloco sus brazos detrás de su cabeza aun recostado en el pasto.
-Parecen Luciérnagas… ¿no crees?- acoto el rubio.
-¿Qué caen del cielo?- comento burlón.
-Nunca has visto un enjambre de luciérnagas.
-Solo una vez… cuando tenía 5 años
-Son luciérnagas del cielo- sonrió el rubio.
En cuanto acabo aquella lluvia de estrellas, ambos fueron a sentarse junto al árbol para recargarse en su tronco y así comenzar una de esas de tantas largas platicas que tenían, hasta que se quedaron dormidos en la intemperie, hasta que los primero rayos de luz los despertó y comenzaron su andar de vuelta a casa.
Se detuvieron en la intersección del camino donde Sasuke tomaba otro camino para ir a su casa.
-Hasta mañana Dobe.
-Hasta mañana- Naruto vio como Sasuke comenzaba a pedalear su bicicleta y antes que se alejara mas le hablo- Sasuke
-¿Qué sucede?- interrogo el pelinegro, deteniéndose, y viendo al rubio.
-Espero que podamos ver juntos a las Liridas, es la próxima lluvia de estrella mas cercana… dentro de 5 años- Naruto no espero respuesta del pelinegro y comenzó su pedaleo a su propia casa.
Y ese ha sido mi sueño, desde entonces que tú y yo volvamos a ver las luciérnagas del cielo caer.
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3 años después…
-Llegas temprano Dobe- comento Sasuke llegando a la intersección donde siempre se quedaban de ver para ir a la escuela.- eso es raro en ti, siempre tengo que esperarte por 10 o 15 minutos, ¿acaso estas enfermo?
Naruto estaba sentado a un lado del camino, al igual que su mochila y bicicleta mientras el jugaba con una vara con la que dibujaba en la tierra.
-Solo no pude dormir.- Naruto se levanto y tomo su mochila.
-¿Por qué?
-No por nada…- el semblante de Naruto era nostálgico.
-Acaso después de cuatro años viviendo en esa casa, tienes miedo a los fantasmas te maten mientras duermes- comento divertido Sasuke.
-Tal vez…- Naruto subió en su bicicleta y comenzó a pedalear- Sasuke.
-Hmp…
-Tu… tu y yo siempre vamos a ser amigos ¿verdad?- interrogo el rubio sin ver a Sasuke.
-Ya sabes la respuesta…- respondió Sasuke con un cosquilleo en su estomago.
-Pero… quiero escucharte decirlo.
-Claro Dobe, tú y yo siempre seremos amigos… ¿¡contento!?- contesto con un rubor en sus mejillas.
-Si…- sonrió el rubio mirando por primera vez a Sasuke.
Ese día permaneciste todo el camino callado, algo raro pasaba, en verdad era extraña esa situación, aunque apreciaba los momentos en silencio entre nosotros, aquel silencio era diferente, esta vez no tenias esa estupida sonrisa en tus labios. Durante todo el día escolar fue lo mismo, todas las clases permanecías callado, ausente, algo que eh de confesar me mantuvo intranquilo. Incluso a la hora del receso apenas y probaste tu tan preciado y favorito ramen, esa situación estaba sacándome de quicio quien diría que el Naruto ausente, callado me sacaría más de quicio que el hiperactivo. Justo cuando iba a preguntarte que sucedía, pues no veía ningún indicio de que quisieras decírmelo, la secretaria Shizune fue al salón diciendo que Tsunade-sama quería hablar contigo.
-Bueno el siguiente equipo es el de Naruto y Sasuke- decía Asuma-sensei desde su escritorio.
-Naruto esta con Tsunade-sama, Asuma-sensei- dijo Sasuke desde su lugar.
-Cierto, shizune me aviso que los padres de Naruto estaban aquí y por eso estaría ausente el resto del día, en ese caso mañana presentaran su exposición.- explicaba asuma- sensei yendo al pizarrón para escribir algo.
Y exactamente así fue no asististe a las cuatro ultimas horas, tu mochila y sudadera estaban ahí en tu lugar junto al mío, pero no tu, me pregunte que fue le había echo esa esta vez, me pregunte una y otra vez, pues no estaba enterado de lo que sucedía contigo algo que me enfurecía. Por primera vez en cuatro años no sabía que pasaba contigo.
-¿Sasuke?- se sorprendió Naruto al ver al pelinegro aun en el salón, pues ya las clases habían acabo hace 30 minutos.- Pensé que te había ido.
-¿Qué es lo que sucede Naruto?- interrogo el pelinegro en su butaca y con los brazos cruzados.
-¿A que te refieres?, no entiendo.
-Todo el día has estado callado, no comiste y las ultimas horas te la pasaste en la dirección con Tsunade-sama y tus padres.
-¿Cómo sabes que mis padres estuvieron aquí?
-Shizune le dijo a Asuma-sensei, y el a mi pues hoy era nuestra exposición.
-Cierto…- Naruto se sentó en la banca frente a Sasuke.- Yo… yo tengo algo que decirte- el rubio trago saliva- Mi padre le ofrecieron un puesto en Nagasaki, y nos mudaremos cuando acabe el años escolar.
-Mu… ¿mudarse?, pero y que pasara con el equipo de fútbol, entrenamos mucho para poder entrar, el año entrante.
-Yo le pedí a mis padres quedarme a vivir con tía Tsunade, pero ellos se negaron dicen que aun soy muy joven como para vivir lejos de ellos- un silencio ocupo aquel salón por unos segundos.- Lo… lo siento Sasuke.
-No tienes porque disculparte por eso.- el pelinegro se levanto de su asiento y tomo su mochila saliendo del salón dejando al rubio solo.
Continuara….
