Era una noche lluviosa con truenos, estaba en mi cuarto.

Esa noche la pasaba sola. Mi padre había salido a trabajar.

Soy _ (tu nombre y apellido) tengo 16 años y vivo en España.

Vivo únicamente con mi padre en un pequeño pueblo.

Mi padre dice que me parezco a mi madre.

Tengo el pelo color rubio con reflejos castaños bastante largo (me llegaba hasta la cintura), la piel pálida y unos ojos de color claro (mi madre era europea). Suelo ir poco arreglada.

Mi padre es el director un manicomio. Hoy tuvo que salir corriendo, un enfermo se estaba peleando con un enfermero, por eso mi padre tuvo que salir corriendo. Estoy acostumbrada a esta situación, la llevo viviendo desde los 8 años.

Puede parecer raro pero mi padre quiere que empiece a trabajar allí y que en unos años sea la directora.

(Suena mi móvil)

Me levanto para cogerlo, al desbloquearlo veo un mensaje de mi padre.

-_, no podré volver a casa hasta mañana a las 10 a.m.-

Terminé de ver el mensaje y volví a la cama.

-A la mañana siguiente-

Era sábado, me desperté a las 10:30.

-Se supone que papá ya volvió.-

Bajé a la cocina, allí estaba mi padre con unas ojeras enormes.

-¡Buenos días _!- Me dijo enérgicamente.

-Buenos días papá. ¿Cómo te fue ayer con el enfermo?-Le pregunté.

-No muy bien tuvo que ser operado porque hirió de gravedad.-Dijo muy desanimado.

-¡Ah, por cierto! acuérdate de que hoy tienes que venir conmigo al hospital psiquiátrico.-

-¡¿Hoy?! P-P-Pero…- Dije protestando.

Vamos _- Me Corto.

-Lo prometido es deuda, además serán solo unas horitas y después puedes ir a donde quieras.- Intentó amenizar.

No dije nada y desayunamos juntos.

Hay veces que desearía que mi padre no tuviese nada que ver con ese sitio.

-¡_, Vamos vístete rápido tenemos que llegar en 1 hora y media!- Me gritó desde el piso de abajo.

-¡Voy papá!-

Como me gustaría quedarme viendo creepypastas en casa. Mi favorita es la Jeff the killer. La descubrí hace un año.

En lo que mi padre se preparaba para ir al manicomio, yo me iba vistiendo.

Me puse un top blanco, una falda negra y unas sandalias y fui abajo.

Al bajar mi padre me miró con mala cara, supe que con eso quería decirme que me cambiase pero como se nos hacía tarde no dijo nada.

Al llegar, mi padre aparcó en su plaza y nos bajamos. En cuanto entramos en el manicomio se empezaron a oír ruidos raros. Caminamos hasta que nos encontramos con la ayudante de mi padre, Hortensia.

-Señor, necesito saber que haremos con el enfermo 14.B.-

Papá se quedó pensativo durante unos instantes.

-_ ¿Qué tal si vas con Luis?-Me dijo intentando esbozar una sonrisa.

Luis es el hijo de Hortensia, tiene 18 años, trabaja aquí y siempre anda detrás de mí.

-Si, está deseando verte.- Dijo Hortensia.

Asentí con la cabeza, pero me decidí a salir a dar un paseo a través del manicomio.

La verdad no me gustaba estar en ese lugar pero cuando me paseo por los pasillos me entretengo bastante. Siempre y cuando no me encontrase con un loco (o con Luis).

De repente oí que alguien me llamaba, pensé que era Luis y le grité:

-¡Luis déjame en paz, si es para empezar a coquetearme olvídate!

-No deberías gritar en este lugar.- Dijo la persona detrás de mí.

Esa voz no me sonaba nada, decidí girarme y…