Libro 1: El conflicto eterno.
Recuerdo que hay que empezar por el prólogo Los Remanentes.
Este fic no contiene agenda política o religiosa de ningún tipo, la única intención del autor es de contar una historia entretenida.
Capítulo 0: Desesperanza.
'La declaración de guerra solo fue el principio de un conflicto que cambiaría el mundo de forma irreversible, todo empezó cuando Raiko, antes que firmar para formar parte en lo que podría ser la destrucción del país que dedicó su vida a levantar dimitió, haciendo que todo rastro de cordura en el gobierno se disipara. Poco después, el culto renombró Ciudad República como Libertad y al país le llamaron la Sacra Unión, elevando como deidades a sus dos principales líderes.'
'Por desgracia más gente de lo que me gustaría se lo tragaron, miles de personas fueron a la ciudad, para que el culto de los Remanentes les ofrecía un hogar nuevo, una oportunidad nueva. Luego destrozaron todo símbolo del Avatar o de la Nación del Fuego, las estatuas, los parques, los edificios. Todo. Su dogma era que la época del Avatar había quedado atrás y era la hora de una nueva era, una humana.'
'En la Nación del Fuego la cosa no iba mucho mejor, tras la declaración de guerra, Iroh y los miembros del Consejo firmaron una propia, en la que se afirmaba que la Actividad bélica no cesaría hasta que el Culto de Los Remanentes fuero disuelto de forma definitiva y total y sus miembros traídos a la justicia. Después militarizaron de forma absoluta el país, hasta un nivel que hasta Ozai habría declarado exagerado, miles de personas fueron llamadas al frente para luchar contra el nuevo enemigo, la Nación centró sus recursos en la guerra.'
'Tras varias brutales batallas en las que la Sacra Unión perdió una cantidad ingente de dinero en armamento más material y la Nación del Fuego perdió cientos de hombres, ambos países llegaron a la conclusión de que aunque ganaran, sería una victoria que les dejaría en nada, por eso ambos se centraron en el resto del mundo, el culto empezó a conquistar el norte del Reino de la Tierra, mientras que el Señor del Fuego se centró en el Sur, llegando a conquistar Omashu, la Pontífice Azula y el recién nombrado General Mayor Kiln, que quedaron al cargo de la "expansión territorial" conquistaron todo el norte del reino exceptuando Ba Sing Se y dejaron un ejército a las puertas de la tribu del Norte, que mostraba signos de apoyo a la Nación del Fuego. La del Sur, mientras tanto, declaró la neutralidad absoluta, y debido a su poco interés estratégico, la dejaron en paz, llegando a ser punto de llegada de refugiados o de gente que simplemente no quería tener que ver con la guerra.'
'Finalmente Korra y su grupo tras protagonizar varias escaramuzas exitosas contra el ejército de la Sacra Unión, que retrasaron ligeramente la campaña de guerra enemiga, se vieron rápidamente sumergidos por el enorme tamaño del ejército enemigo, el cual, aunque se había parado ante la capital del Reino de la Tierra, nadie sabía cuanto tardarían en conquistarla, al fin y al cabo, el que estaba al mando del ejército enemigo ya la había conquistado una vez.'
'Entonces Korra hizo lo que nadie se esperaría.'
'Se rindió.'
'Eso hizo, la guerra, por desgracia, había hecho que Iroh conquistara terrenos que no eran suyos por lo que Korra, como Avatar, no podía formar parte de ninguno de los bandos, ya que su prioridad era proteger la integridad de la Cuatro Naciones, cosa que ninguno de los bandos estaba dispuesto a cumplir, entonces Korra decidió centrarse en el pueblo, pidió a todo ciudadano que no quisiera formar parte de la guerra que fuera a la tribu del sur, que sería acogido con los brazos abiertos, tras montar una pequeña Ciudad de refugiados, la que el pueblo acabó nombrando de forma totalmente afectuosa la ciudad de Korra. Luego Korra continuó con la misión que había dejado al Loto Blanco: Reconstruir la Nación del Aire, y es así como comienza la historia, Korra recibe una carta de alguien a quien no veía desde el principio de la guerra, involucrándola de forma involuntaria en esta.'
