¡Hola gente bella! Sé que he estado desaparecida, pero estoy viva. Tenía esto en mi cabeza hace mucho, son varios capítulos cortitos que iré subiendo sin mucho apuro. Si bien en más oscuro a lo que usualmente escribo espero que les guste.

Naruto no me pertenece :D

"Cuando los dioses quieren castigarnos atienden nuestras plegarias." – Oscar Wilde

El olor metálico de la sangre era tan fuerte que la hacían pensar en los campos de batalla de la tercera guerra. El sonido de kunais abriéndose paso en la carne, los gritos ahogados por la muerte.

Su cuerpo reaccionaba a esos estímulos, preparándose para atacar, pero ella seguía simplemente sentada, controlando sus reflejos de kunoichi, esos que aún después de más de 13 años desde su retiro por maternidad seguían luchando por salir.

Pero esto no era un campo de batalla en medio de una guerra.

Tampoco una misión.

Al menos no para ella.

Estamos aquí, no hay trampas, entra.

Y quien se acercaba por su espalda, sosteniendo una katana, ciertamente no era un enemigo.

Era su hijo.

Itachi.

Me niego a pelear a muerte con mi hijo. ¿así que ahora estás con ellos?

Padre, Madre, yo…

Su pobre hijo.

Una lágrima recorrió su mejilla al pensar en cómo le había fallado a ese ser que juró proteger desde que supo de su existencia en su vientre. En como la codicia, el odio y deseo de venganza de su clan y de ella misma, habían acorralado al ser más gentil y pacífico que conocía a empuñar un arma contra su propia gente.

No.

Ellos no eran su gente, Itachi había tomado su decisión y si bien ahora se veían enfrentados. Mikoto Uchiha no podía estar más orgullosa.

Como siempre, él había escogido correctamente.

Lo sabemos Itachi…

Nuevamente sintió su corazón romperse, había fallado como madre al no escuchar a su hijo, a forzarlo a ser un arma -una que se volvió contra ellos- a ser alguien quien no era. Su hijo mayor era gentil, talentoso, educado, respetuoso, tenía un corazón enorme y un cerebro que no perdía en comparación.

Como matriarca jamás dudó del camino escogido, su clan que por tanto tiempo había sido reprimido merecía mucho más…pero como madre se lamentaba, su hijo también merecía algo mejor, no ser un asesino, un parricida o un criminal.

No lo veía de frente, pero podía sentir las silenciosas lágrimas de su hijo.

No, no, no.

No podía llamarlo así, ella no cumplía con lo necesario para ser una madre. Sujetó su falda con fuerza y mordió su labio, agradecida de que su primogénito no podía ver su expresión por su posición y la oscuridad de aquel cuarto.

Itachi, haznos una última promesa. Que cuidarás a Sasuke.

Sasuke.

Su otro hijo, a quien también había fallado, al menos sabía del amor que Itachi le profesaba, y confiaba en que estaría a salvo y que su imagen de buena madre, aunque falsa, estaría intacta en el menor.

Recordaba la actitud de Itachi al sostener al pequeño Sasuke y como eso la había hecho creer que él hubiese sido un gran padre, pero incluso eso le sería pronto arrebatado. Sabía que él ya no sería el mismo, también sabía que él se castigaría y flagelaría para el resto de su vida, que no se daría la oportunidad de ser feliz o crear una familia.

De acuerdo

La voz quebrada de Itachi y el sonido de su espada temblando, destrozaban su alma. Cómo se arrepentía de obligarlo a cargar tal peso en su joven espalda.

No temas, este es el camino que escogiste y nuestro dolor, al contrario que el tuyo terminará en un momento.

Agradecía que Fugaku fuera el que llevara la conversación pues no se atrevía ni a abrir la boca. ¿No la hacía eso aun peor? Ni siquiera podía entregarle palabras de consuelo a su hi… a ese joven a quien tanto habían dañado.

Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento….

No importaba cuantas veces suplicara por perdón, de seguro los dioses se burlarían de ella, pero no le importaba, ya no. Era muy tarde para pedir misericordia…pero si tan solo él pudiese ser feliz.

Aunque nuestros modos de pensar sean distintos, me siento orgulloso de ti, eres un chico tan bueno.

Itachi era bueno.

Ellos no.

Si tan solo hubiese tenido mejores padres, haber crecido en una familia civil, o simplemente en un clan que amara a su villa por sobre todas las cosas. Si Itachi no hubiese sido un Uchiha, si no hubiese nacido de ella.

Quizás él hubiese sido feliz.

Mientras Mikoto Uchiha pensaba esto, la espada que temblaba dejó de hacerlo y cortó su carne y la de su esposo, sus ojos se cerraron mientras sentía el dolor de su mortal herida desaparecer.

Luego volvió a sentir un angustiante dolor en su vientre.

Podía escuchar gemidos.

¿Acaso Itachi había fallado?

¡Mikoto!

Podía sentir la voz de Fugaku llamándola, pero el dolor era muy fuerte.

¡Mikoto! ¡Alguien llame a un doctor!

Sus ojos se abrieron al comprender que los gemidos de dolor eran suyos. Lo primero que vio entre sus lágrimas fue a un asustado Fugaku que trataba de calmarla. Con esfuerzo se apoyó en sus codos para procesar sus alrededores.

Un Fugaku, varios años más joven de lo que lo recordaba, que le pedía con voz suave que se recostase. Aunque su rostro era todo menos calmada.

Un cuarto, su cuarto, decorado de una forma que apenas recordaba. ¿No había roto ese jarrón antiguo Sasuke cuando tenía 3 años y jugaba a ser ninja?

Su cuerpo cubierto con una sábana blanca, que rápidamente se cubría más y más de rojo.

Y dolor.

Pero no era dolor de una espada atravesándola, era uno peor.

Era el dolor de su cuerpo al perder a su hijo. No, se corrigió mentalmente, al perder a Itachi.

Sus manos temblaban mientras abrazaba su aún abultado estómago.

Sus gemidos se transformaron en desgarradores gritos de angustia.

Lo siento.

Lo siento.

Lo siento.

Y a pesar de todo una parte de ella estaba aliviada, pues sueño o no, al menos ya no habría Itachi Uchiha.

*Nota: Ok, no es lo que creen. Lo juro. Un mundo sin Itachi no es mundo (al menos en mis fanfic). Besos