FIC DE REGALO PARA: Shanami Haruno
ME METI EN TU PERFIL Y PUES VI QUE TE GUSTA ESTA PAREJA ESPERO Y TE GUSTE ESTE PEQUEÑO OBSEQUIO
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-000000000-APRENDIENDO-0000000000-
-Disculpa ocuparas ¿mucho ese libro? – El joven Kasekague aparto la mirada aguamarina de su libro, para encontrarse con unos azules.
-Apenas lo estoy comenzando. – Trato de ser más amable, la intrusa le parecía una kunoichi bastante hermosa, por el era Gaara del desierto, no era un hombre muy conversador.
-¡Oh! Ya veo. – La rubia le dedico una mirada triste, y permaneció quieta en su lugar.
-¿Puedo ayudarte en algo más?. – Tenerla cerca lo estaba perturbando.
-No realmente, necesito ese libro. – Lo último lo dijo esbozando una risa nerviosa, y señalando el texto de sus manos, Gaara le dio un vistazo a la tapa, tratando de entender que de entretenido tendría un libro de "botánica" para la rubia, el lo estaba leyendo para entender más sobre el plan de la Hokague para que Suna se abastezca de productos agrícolas ella sola, de hecho había escuchado que una tal Ino Yamanaka iba a ayudarlo con eso.
-Lo siento pero hoy mismo parto y debo terminarlo. – Le dio algo de pena ver el rostro de desilusión de esa chica.
-Yo también. – Dijo cabizbaja. – Ya me lo he leído cinco veces, pero quiero repasarlo una vez más, no puedo quedar mal con Gaara-sama. – El pelirrojo la miro fijamente ella tal vez podría ser que fuera.
-¿Ino Yamanaka?. – Le pregunto dejando de lado el libro, y parándose delante de ella, la muchacha era bastante alta, lo bueno era que el también había crecido en esos años.
-La misma, hermosa y confiada. – El guiño que le finalizo a su peculiar presentación hizo que sus mejillas se enrojecieran. – y … ¿tú eres?
-Gaara del desierto. – el pelirrojo se pregunto donde había quedado su titulo, tal vez era su sutil forma de demostrarle que pertenecían al mismo nivel, una "o" se formo en la boca de la rubia y luego noto como la piel nívea de la mucha se volvió completamente roja.
-¡lo siento!, ¡lo siento!, en verdad, yo no quería, por favor continúe con su lectura. – La muchacha retrocedía un paso con cada palabra y eso lastimaba mucho a Gaara, le recordaba aquella época oscura donde nadie se le quería acercar.
-No descuida, después de todo me estaba siendo difícil comprender. – Admitió avergonzado, y de un momento a otro la rubia se le había acercado, tomando el libro y su mano al mismo tiempo, Ino se convirtió en ese momento sinónimo de calidez para el líder de Suna.
-Si quiere yo se lo puedo ir explicando. – La sonrisa risueña, en ese rostro angelical hizo que el pelirrojo experimentara un sinfín de nuevas emociones.- sirve que los dos usamos el libro. – Y otra sonrisa, Ino lo condujo a una de las mesas de la biblioteca, lo invito a tomar asiento, y estuvieron todo el día aprendiendo de plantas, y coqueteando discretamente, claro que Gaara no sabia que las sonrisas, roses accidentales y quedarse viendo embobados era considera coquetear. Claro que sospecho algo, cuando en uno de los invernaderos de Suna pudo comprobar que esos labios eran tan dulces y suaves como se veian.
