El amor, algo tan difícil de comprender para el ser humano…
¿Acaso el amor es la sensación de felicidad que sientes al estar con la persona que amas?
Quizás o quizás no…
Me llamo Zoé y soy una estudiante de segundo año de la secundaria. Como cualquier chica de clase media de mi edad, de estatura media, de cabellos castaños, con ojos verdes y un físico normal, una más entre un millón. Estoy enamorada de alguien. Todo el mundo se enamora, pero yo me enamoré de alguien del mismo sexo que yo y no solo eso, para ella ni existo, su nombre es Delfina Marcat. Podría agregar además que ella es tres años más grande que yo, que es heterosexual y sobre todo que tiene un novio lindo y amable. Sí, soy invisible para ella. Ella es hermosa físicamente y su forma de pensar es tan atractiva, no puedo evitar caer en sus encantos. Es rubia, alta, con ojos celestes, con unos hermosos rasgos faciales y unos labios preciosos, los cuales admiro a distancia. Es un amor platónico.
Ella nunca se fijaría en alguien como yo, sobre todo si posee un hermoso chico a su lado.
El amor es tan injusto, ¿Por qué? ¿Por qué a mí, yo que hice para merecer esto? ¿Acaso el destino puede ser tan cruel con alguien? La verdad ¿Alguien la podrá descubrir? Preguntas, preguntas que recorren mi cabeza.
Creo que es hora de contarles más sobre mí. Soy una estudiante regular de un colegio muy reconocido en mi país, según la gente que me rodea dice que tengo una gran capacidad y que soy muy inteligente pero que me falta la parte de esfuerzo. La verdad a mí me da igual, creo que el sistema es el que está mal, no nosotros, los alumnos. La forma que tienen de "enseñar" no es eficaz es más bien temporal que otra cosa o mejor dicho de: "estudio, apruebo y olvido"
Bueno dejando eso de lado, me encantan los deportes, entre los que más me gustan están el hockey (femenino y de césped) y la equitación. Me gusta leer, solo si el libro es de un tema que, para mis gustos, sea interesante. Me gusta la música y los videojuegos. Me encantan los animales y estar al aire libre.
Mi vida no es nada especial lo único que la hace más alegres son mis amigos, ellos son quienes me levantan el ánimo todos los días. Hacen lo que mi familia no logra hacer, mis padres siempre están trabajando, mis hermanos estudiando o trabajando y mis abuelos como decirlo… bajo tierra y envueltos en un dulce y embriagador sueño eterno. Mi familia no es muy comprensiva ni comunicativa, solo comemos y habitamos la misma casa, ese es nuestro único vínculo (después del sanguíneo).
Felicidad… nunca he experimentado algo como eso. Para mí la vida me castiga de una forma muy dura; no he hecho algo digno de conmemoración ni nada parecido, mi vida no tiene sentido. O eso creía hasta que un día me di cuenta de que no era así.
Un día caminaba por uno de los pasillos del colegio buscando a un profesor de matemáticas, cuando, al girar para ver dentro de un aula, allí estaba ella, la persona cuyo aroma me enloquecía. La vi discutiendo con su novio, yo estaba atontada por su belleza y no pude moverme de mi lugar, estaba inmovilizada por aquella muchacha, hasta que vi algo que me hizo enojar tanto que desató mi furia interior; la persona que yo amaba, había sido abofeteada por ese inmundo animal llamado "hombre". Luego de ser golpeada ella salió corriendo al baño, al salir de su aula notó mi presencia sin embargo la ignoró (como de costumbre) y siguió su camino hacia el baño.
Me quedé congelada no sabía qué hacer, decidí ir a hablar con ella, ya que ella, sí notó mi presencia. Entré en el baño buscándola, la vi lavándose el rostro y de una manera muy fría empezó una conversación.
Delfina :- ¿Lo viste, me equivoco?-
Yo:-L…lo lamento mi intención no era espiarlos solo que me paralicé y mi cuerpo no respondía no sé bien por qué y cuando vi el golpe…- no sabía cómo decírselo.
Delfina :- Has como si no hubiese visto nada, no es tu problema-
Esta chica, ¿me está tomando el pelo?, no puede pedirme eso, eso va contra mi moral como mujer y persona.
Yo:- No pienso hacerlo- me miró sorprendida- no eres un saco con el cual él se puede desquitar tranquilo, sé que no es mi asunto, ya que no tengo derecho a meterme en relaciones ajenas pero no puedo dejar que te traten de esa manera y tú tampoco-
Delfina :- Gracias, me alegra que te preocupes, pero no sabes en qué contexto fue ese golpe así que-
Yo:- ¡No me jodas! ¡Me importa poco y nada el contexto, no es manera de resolverlo!- me acerque a ella para humedecer la herida de su pómulo derecho, para disminuir un poco el dolor.
Delfina :- Gracias, te lo prometo, no se lo volveré a permitir ni a él ni a nadie .Me llamo Camila Marcat. Por cierto ¿Tú no eres aquella niña de segundo año de la división siete que tenía en tutorías? Tu nombre era… Zoé... Rodríguez si no mal recuerdo-
Ella… ¿Se acuerda de mí? Imposible.
Yo:- Si, al parecer me recuerdas, soy Zoé. Puedes contar conmigo para lo que necesites desde hablar hasta no sé, lo que precises.- me sonroje un poco.
Delfina:- Tu también- depositó un beso de sus lindos labios en mi frente- entonces nos vemos-
Yo:- ¡Sí!- un poco más sonrojada.
Por primera vez experimente una enorme felicidad, tan solo por haber hablado con esa persona tan especial, ella alegró mi día.
Creo que me estoy olvidando de algo… ¡Mierda! El profesor de matemáticas, no quería que me retara por llegar tarde. A sí que me puse devuelta en camino. Pero nunca olvidaré aquel día en que por primera vez hable con la persona a quien yo amo perdidamente y tampoco olvidaré que cálida era su mirada.
Continuará…
