HOLA A TODOS! bien, e estado leyendo por ahi que se les antojaba un Bunny x Lectora, pues aquí lo tienen xD , no es mucho ya que jamás e echo uno, pero si les gusta espero puedan comentármelo. Nos estaríamos leyendo.
y sin mas! EL FIC!
Solo Hablemos
Las cosas más sencillas son las que forman nuestra rutina diaria. Lavar los platos. Bañarse antes de comer. Peinarse antes de salir. Cosas sencillas que no tienen mayor relevancia más que para quien las ejecuta. Yo soy de las que tiene esas cosas sencillas pero necesarias. No como sin ducharme, no me voy a dormir si no siento que todo está en su lugar y quizá nadie pueda comprenderlo.
Una de esas cosas sencillas es ir a ver a Áster. Siempre voy por la tarde. Solo un rato. No más allá de un par de horas, y nunca digo nada. Solo voy y me siento. Miro su espalda ancha y sus brazos moverse en busca de pintura. Lo veo trabajar. No es la gran ciencia y tampoco lo más divertido que existe, pero me gusta. Y en cosa de gustos nunca habrá nada escrito. Él tampoco dice nada cuando me ve bajar, tampoco se gira o me pregunta que hago en su casa, solo me deja quedarme por el tiempo de siempre o el que me plazca. Supongo que mientras no lo moleste todo estará bien. Me estiro sin emitir ruidos y vuelo a acomodarme entre el pasto y la maleza que me rodea. El aire aquí abajo es caliente y siempre huele dulce. Todo sigue su curso natural. Áster pinta, yo miro en silencio. Pero en esta ocasión me siento incomoda
Ver a Áster pintar no parece ser suficiente, oler el dulce aroma del chocolate me está hastiando y todo lo que quiero es abrir la boca. Ya sea para que salga un sonido o para que no salga nada. Pero necesito hacerlo. Un cambio, un giro que haga que esta sencillez se vuelva interesante de pronto. Pero no quiero meter la pata. Lo pienso un poco. No hay nada de malo en una conversación. Es bueno para el cerebro y a veces para el alma. No es malo, pero no sé si sea lo mejor. Mientras lo analizo noto como Áster se mueve y descarta uno tras otros todos los frascos de pintura. Se rinde y cambia el pincel. Tampoco haya alguno que le guste y termina por dejar todo sobre la mesa. Pestañeo extrañada. Esto no es costumbre que pase. Y si pasa se soluciona rápido. ¿Cuál es el problema? Áster suspira y se mantiene quieto, con los ojos sobre los frascos y el huevo que baila contento. Pero no los está mirando. Un choque de electricidad y entendimiento me golpean de pronto, y aunque casi parece una tontería encuentro el problema. El también esta incómodo. Él también está hastiándose del olor de su propia casa. El quizá quiere hablar conmigo…
-"¿De qué color quieres que pinte este?"-
Abstraída en mis pensamientos apenas noto que se dirige hacia mí. Mi cara de sorpresa es digna de un poema y mis ojos abiertos no dejan de verlo como si fuera un cuadro cubista. No tiene sentido, pero tiene forma. Miro el huevo que se balancea en sus manos y solo viene un color a mi mente.
-"Verde"- Áster alza una ceja. Se ve aún más gruñón que de costumbre cuando hace eso. ¿Sabrá que es una maña suya hacer eso? No se lo pregunto. No es necesario. Se gira de nuevo y busca el color que le dije
-"¿Por qué siempre eliges verde?"-Esa respuesta es simple, pero me tardo en contestar. Saboreo cada letra. Esto es lo más raro que me ocurrido esta semana. Estoy hablando con Áster en una conversación que él inicio. ¿Dónde estarán las cámaras? Ahora…. ¿Qué me había preguntado? A, eso. Porque el verde.
-"Porque tus ojos son verdes, y me gustan tus ojos"- Es una respuesta sencilla, pero esta simple frase hace que Áster detenga el movimiento de su pincel antes de que lo meta de lleno en el frasco de pintura. Noto como se queda quieto y como esta de espaldas a mí no logro ver su expresión. No sé si he metido la pata. Pero si lo hice, no hay remedio. Lo siento. El tiempo pasa y nadie dice nada, una parte de mi sigue frenándome, pero si Áster inicio una conversación yo quiero terminarla al menos-"¿Te moleste?"- Si no me responde me iré, si me responde quizá también lo haga. Finalmente mete el pincel en el frasco y responde con tranquilidad.
-"No me molestas, es que eres demasiado sincera"-Acepto el cumplido si es que lo es. Pienso que con esta respuesta la conversación termina, pero no es así. Áster es una olla de sorpresas el día de hoy-"¿Por qué siempre bajas a verme pero no dices nada?"-Hago acopio del cumplido que me dio hace algunos segundos y respondo
-"No me gusta molestar"-No aparata la vista de su pincel. El huevo se ríe mientras él trata de pintarlo. Mi respuesta no le causa ningún asombro
-"¿Has pensado que quizá no me molestas?"-Miro hacia el techo cerrado y me doy cuenta de que quizá lo he pensado pero no lo he evaluado como corresponde. Sigo siendo sincera y respondo
-"Si, pero soy consciente de que no te gusta que te interrumpan, compañía silenciosa pensé que sería lo mejor"-Suspira y deja el pincel lleno de pintura verde en un costado. El huevo corriendo en círculos trata de secarse y Áster al fin se gira para verme. No sé qué está viendo. Pero yo veo un enorme conejo de ojos verdes muy extraño.
-"Estas muy rara"-Dice al cabo de un rato
-"No soy la única"- Contesto por inercia. No noto que hable hasta que veo como Áster ríe por lo bajo. ¿De qué me perdí exactamente?
-"Estoy de acuerdo"- Dice al cabo de unos minutos. El huevo sigue corriendo sobre la mesa-"Y… ¿Quieres hablar?"-Esa pregunta no requiere respuesta, él sabe que quiero hablar y yo sé que el también desea hacerlo. ¿Por qué nos hacemos los idiotas?
-"¿De qué quieres hablar?- Me acomodo y espero a que termine de mirar el techo que antes miraba yo
-"Pues no sé, pregunta lo que sea"-Lo miro recelosa. No es buena idea que haya dicho eso
-"Esa petición es peligrosa"-El nota como mi mirada cambia, pero no le incomoda. Se alza de hombros y continúa hablándome.
-"Entonces pregunto yo, ¿Para qué bajas a verme exactamente?"- Esa pregunta es disparatada. Pero es técnicamente perfecta. Solo estamos hablando. No estamos en un juicio. No estamos rebatiendo nada. Solo hablamos
-"No hay razón, solo me gusta, estas es una de las pocas cosas que hago sin lógica"-El aparta su vista del techo y me mira como si se me hubiera caído un ojo. Verifico. Están los dos. ¿Y ahora?
-"Sin lógica… ¿Cuántas cosas haces sin lógica?"-Sonrió por primera vez desde que baje
-"Esa es otra pregunta y me toca a mí"-Lo digo con cierto tono de picardía. Voy tomando confianza
-"¿Lo aremos así entonces?"-El me devuelve mi sonrisa pícara ¿Así me veo? Pues valla que me gusta.
-"Si nadie se opone no veo porque no"-Le digo alzándome de hombros
-"No me opongo"-Responde volviendo a la mesa pero para sentarse en ella. El huevo ya seco no alega su falta de atención
-"Entonces me toca"-Termino por zanjar -"¿Por qué no me dices nada cuando bajo a verte?"- Áster se pasa la mano por las orejas. Quizá ya no piensa que esto de hablar sea tan buena idea como al principio
-"Pues no sé, simplemente espero a que llegues, no me molesta, solo me extraño al principio"- Su respuesta me hace generar más pregunta. ¿No le molesta?
-"¿Me extrañarías entonces si ya no viniera?"-Se me sale. No puedo contener mis propios cuestionamientos cuando me están gritando en las orejas. Para mi asombro total Áster sonrió victorioso
-"Esa es otra pregunta"- Arrugo el ceño. Eso es usar la táctica en mi contra. Acepto guardar mi pregunta pues me ha vencido por ahora-"¿Qué te gusta de mí?"- Valla, eso es irse de las ramas al tronco de un solo golpe. Que cosa más extraña
-"Esa es una pregunta de lo más sucia"-Contesto con un sonrojo que no me molesto en ocultar.
-"No es sucia"-Me contesta con tanta picardía que siento que me volveré un tomate.
-"Si lo es, yo podría haberte echo esa pregunta"- Él se alza de hombros y me contradice con un dedo
-"Pero la hice yo, así que tienes que responder"- No me queda de otra. Tomo aire y disipo el ochenta porciento de mi sonrojo. Control sobre todo.
-"Pues si hablamos físicamente te diría que me gusta que seas alto, el que seas rudo es bonus extra, no me molesta que seas brusco, aunque a veces se te va la mano, me gustan tus ojos y cuando sonríes, que son muy pocas veces, te vez muy lindo, y no creo que necesites que hable de tu modo adorable de treinta centímetros"-Me detengo y lo miro. Ahora el tomate no soy yo. ¡Punto para la chica señores y la gente enloquece! ¡Áster esta fuera del juego!
-"Así que soy lindo…"-me retracto y se aprieta el marcador. De la nada se vuelve un maldito y sensual arrogante ¿A que estamos jugando? A nada supongo. Solo estamos hablando. ¿Verdad? Ignoro sus ojos verdes que me miran con picardía. Maldito orgullo y maldita lengua. Me toca. Es hora de la revancha
-"Entonces dime, ¿Me extrañarías si no viniera más?"-Suspira, no sé por qué tanto melodrama. Sabía que venía esa pregunta.
-"Quizá"-Dice al fin. Le miro con frustración. No es la respuesta que esperaba. Ni verbal ni físicamente me ha satisfecho.
-"Eso no es justo"-le digo captando su atención-"Quizá es relativo, es un sí y un no, eso no me sirve, no estas contestando, lo estás evadiendo"- Me cruzo de brazos y él también lo hace sobre la mesa
-"Es que esa pregunta sí que es sucia"- Abro los ojos con sorpresa
-"¿De qué estás hablando?"-Áster se para de la mesa y camina mientras me habla
-"De que tú conoces la respuesta"- Se sonroja, me sonrojo. Excelente. Empate a dos tomates. Ojala alguno tuviera una cámara para ver la cara del otro. Somos un desastre de lo más simpático. ¿No crees Áster?-"Bueno, si ya quedaste conforme me toca"-Vuelve a ser el mismo. Firme, espalda y orejas a la defensiva. Estoy lista para el ataque-"¿Por qué me evades estando en cualquier parte que no sea la madriguera?"- Eso si amerita un suspiro. Dios. Como odio esa pregunta. Estamos siendo directos, demasiado sinceros. Uno saldrá herido tarde o temprano. ¿Eso es lo que queremos?
-"Por qué a ti no te gusta que te hostiguen, cada vez que me tiraba arriba tuyo te quejabas, así que lo cambie por esto"-Me echo hacia atrás en el pasto. No quiero verle la cara. No quiero ver la mía. Sus patas resuenan mientras avanza
-"Así que cambiaste todo eso por bajar a verme un rato, ¿No?"- Levanto la mano. No me he rendido aún.
-"Solo una pegunta Áster, solo una"- Oigo su risa, es simple y no sé si es sincera. Solo sé que se sienta a mi lado y se echa hacia atrás. Mirando el techo tomo mi pregunta y la armo lo mejor que puedo-"¿Qué es lo que ha cambiado para que estemos hablando?"- Esa es la pregunta de la semana. Contéstela y llévese una canasta de zanahorias.
-"¿Importa?"-Es su pregunta contra la mía. Rompo las reglas y le contesto
-"Si, importa"- Él se da la vuelta y me mira. Yo estoy cómoda así que no me giro. El techo nos mira expectantes.
-"¿Por qué importa?"- Esa es otra pregunta. Ya van dos, y quizá falte una.
-"Porque cuando vuelva mañana no sé si podamos hacer lo mismo, no sabré si callarme o hablar contigo ¿Qué es lo que querrás mañana Áster?"- El aire escapa de nuestros pulmones cuando ambos suspiramos. Áster se toma su tiempo, y yo el mío. Estoy tan incómodamente cómoda que nada tiene sentido en este momento. La pregunta es fuerte, su respuesta crucial. Pero ni siquiera sé si quiero oírla. Siento que de pronto me toman de la mano. Apretó con suavidad la pata que se entrelaza con mis dedos. Esta es una excelente respuesta Áster. La mejor de todas.
Al cabo de un rato me pongo de pie. Áster también lo hace. Le abrazo de manera torpe, como si no supiera hacerlo, él se queda tieso y me responde apenas. Cada uno debe volver a sus propias actividades. Se acabó el tiempo. Me alejo hacia el túnel que me llevara a casa, él se dirige hacia su mesón, donde un huevo verde como sus ojos le espera. Pero a mitad de camino ambos nos detenemos, él se gira y vuelve a donde estoy yo. Casi parece que lo hemos ensayado. Nos volvemos a despedir, esta vez el abrazo que nos damos es más digno de su nombre.
-"¿Volverás mañana?"- Me pregunta sin soltarme. Hablando contra mi cabello lleno de hierba
-"Como cada día"- Le respondo soltándolo de a poco. El alza una ceja. Tan gruñón que se ve a sí. Quizá mañana se lo diga.
-"Para conversar"- Me aclara como si no entendiera el significado de volver
-"Si, para eso"-Asiento y ahora si siento que puedo marcharme
-"Eres muy extraña"- Su voz me corta los pasos. Hago una última pregunta
-"¿Te molesta?"- Su sonrisa me hace sentir feliz de la nada.
-"Quizá me gusta demasiado"- Con esa respuesta sonando en mis oídos huyo hacia la salida.
Son cosas sencillas. Cosas que haces todos los días. Cosas que cuando cambian te alteran. En este caso, creo que alterar mis visitas a la madriguera ha abierto un nuevo mundo de cosas más simples.
Cuando vuelvo a la tarde siguiente noto que Áster a puesto un banco más al lado de su mesa de trabajo.
-"¿Hablemos?"- Me pregunto si sabe que he esperado toda la mañana para oír esa frase
-"Hablemos…."
HASTA AQUÍ MIS CHICAS Y CHICOS XD! ESPERO COMENTARIOS NOS VEMOS POR AHÍ!
