Una llave en la oscuridad

Nami se levanto de golpe gritando, gotas de sudor corrían por su frente. Su compañero Akiura la miraba con curiosidad pero al mismo tiempo con repugnancia

- Pasa algo Hime-sama- pregunto este algo desinteresado

- Tuve una horrible pesadilla Akiura-kun, todo era oscuro, había una horrible voz y una llave muy grade-

Este se sorprendió, mientras miraba el gran grillete en su muñeca que lo unía con esta miserable humana y se preguntaba si esta sería la llave que había estado buscando

Nadie en el pueblo sabia de la existencia de esta chica, su padre la escondía por miedo a que no fuera aceptada por la gente.

Paso unos minutos en silencio, cuando la criada llamo a comer. En aquella pequeña habitación solo comía el terrateniente, su hija Nami y el demonio Akiura.

-Kori-sama la llave a caído- Exclamo el demonio a mitad de comida

La expresión del monarca se torno preocupada y sorprendida, miro a si hija con nostalgia y les respondió con autoridad - Ya veo parece que ya es hora de que comiencen su viaje- se dirigió a donde su hija y posando una mano en su hombro le dijo -llego el dia hija mía , saldrán del pueblo mañana.

La chica no entendía nada, a que se refería con "la llave"?... Tenía algo q ver con su sueño?

Solo podia pensar en lo horrible que seria viajar con ese desconsiderado demonio a quien le tenia tanto odio, ya que le era una persona grosera y testaruda, que por alguna razón el la trataba de una forma desagradable.

Ya habían pasado más de tres días desde que salieron del palacio, el viaje tenía un silencio incomodo, cada vez que Nami trataba de comenzar una conversación la mirada fría de Akiura la obligaba a callarse.

- Akiura-kun estoy cansada podemos parar, llevamos casi todo el dia caminando- Reclamo la chica jadeando

- Que débiles son ustedes los humanos, pararemos aquí pero mañana al salir el sol volvemos a nuestro camino- dijo este con un tono desagradable

Nami se tiro en el piso a descansar, el sol ya se estaba escondiendo y las estrellas comenzaban a salir, ella no pudo evitar quedarse dormida, Akuira se sentó a su lado y comenzó a ver su rostro con cierta curiosidad...

Esa hermosa piel morena, sus largos cabellos plateados no dejaban de llamarle la intención, la belleza de esta chica no era humana, se parece mucho pensó el. En ese instante la dulce cara de la chica se sonrojo. Esto lo llevo a mucho recuerdos del pasado, el había visto ese rostro antes y cuando este se sonrojaba el no podía evitar sentir una especie de atracción a este, miro hacia las estrella preguntándose

-Hikaru-san cual de todas esas preciosas estrellas serás?

A la mañana siguiente estaba listos para partir, Nami cogió algunas frutas y las envolvió en un pequeño trapo, este se lo fue comiendo en el camino.

-Mire por allá señor, que bella esa mujer-

-Si tiene una gran aspecto, matemos al chico y la mujer será toda nuestra.

-Hime-sama quedese detrás de mi- le ordeno Akiura repentinamente

Nami estaba confundida para q se quedaría detrás de el?

-Son bandidos vienen en esta dirección-

En ese momento el trote de los caballos se acercaba bajaban de la colina y pararon justo frente a ellos

-Dame a la mujer o morirás- Exclamo uno de los bandidos que montaba sobre los caballos

-No me gusta perder el tiempo con idiotas como ustedes será mejor que se aparten- dijo Akiura con una mueca en el rostro

Los hambres rieron y se aproximaron hacia el, la mano de Akiura, se poso en la espada que tenia guindada en el kimono, Nami solo pudo ver a Akuira guardando la espada que ni siquiera había vista sacar.