Bienvenida/os sean a mi primer longfic de esta que es mi pareja hetero favorita del anime, ¡Sesshoumaru y Kagome!
Espero que lo disfruten y disculpen los errores, soy completamente nueva en esto de longfics así que aprenderé a medida que avance la historia, estoy muy emocionada por ver qué pasará.
Sin más preámbulo, la/os dejo con el primer capítulo ^^
~ Cindy Elric ~
Canción de Amor
Primera Melodía: Encuentro
"¡Inuyasha eres un estúpido!"
Kagome recordó su propio grito en su cabeza, en serio estaba enfadada con él, no, más que enfadada, FURIOSA.
Bueno, al principio no había sido tan~ terrible el que se escapara por la noche sin decirles a donde iba, ni tampoco que después se enteraran que se había ido tras Kikyo, pero lo imperdonable era que llegara y les mintiera… que cuando ella le pidió que la mirara a los ojos y le dijera la verdad él siguiera con esa maldita mentira.
–Escuché un ruido y fui a ver que era… como estaba agradable la noche aproveché de practicar con Tetsaiga…
No tenía por qué mentirle…
–Sólo es eso…
Ella sólo estaba pidiéndole la verdad…
–Kagome, créeme…
Ni siquiera le estaba gritando, reprochando, llorando… sólo le estaba pidiendo ser sincero… nada más.
–Imbécil… –Masculló entre dientes mientras seguía caminando sin rumbo alguno, no sabía a donde ir pero no tenía la menor intención de regresar con el hanyou, si tan sólo no estuviera tan alejada de la aldea de la anciana Kaede podría regresar a su época y así poder descansar…– Nhm… –Suspiró resignada.
Unos minutos más de camino y entonces tuvo que admitir que estaba perdida, "¡Muy bien Kagome!", se dijo a si misma mientras trataba de descubrir el camino por el cual regresar.
–¿Por dónde era…? –El bosque parecía volverse más espeso a cada paso que daba y la noche se volvía más oscura impidiéndole ver bien por donde iba, de pronto escuchó un extraño rumor que provenía desde lo más profundo del bosque, se detuvo unos segundos, cuestionándose si era buena idea seguir aquel sonido, pero no tenía más que hacer y además sentía curiosidad por ver quien se encontraba dentro de ese espeso bosque (aparte de ella).
Con lentitud se acercó tratando de hacer el más mínimo sonido, notando a cada paso que daba que no era un simple rumor el que podía escuchar sino que este tenía ritmo, melodía, era una especie de canto que hizo a su cuerpo relajarse a pesar de que su significado siguiera siendo indescifrable, parecía como si fuera otro idioma aunque no podía estar segura, aún estaba demasiado lejos… unos metros más… tan sólo unos metros más necesitaba acercarse para poder ver con claridad la silueta que ahora podía distinguir bajo un árbol, pero por un mal cálculo pisó torpemente una rama provocando un ruido que la detuvo a ella y también a la voz.
–¿Qué haces aquí?
–¿Eh? –Volteó ante esa voz tras su espalda, encontrándose con un par de ojos dorados que la miraban con frialdad–. ¿Sesshoumaru? ¿Qué haces aquí?
El youkay frunció su ceño al ver que su pregunta había sido ignorada.
La morena al recordar la misteriosa silueta se volteó bruscamente en busca del misterioso cantante, pero este había desaparecido por lo que suspiró con decepción, en verdad le interesaba el descubrir la identidad del extraño.
–¿Qué haces aquí? –Volvió a cuestionar al verse completamente olvidado.
–Ah, claro, estabas aquí… –menciona volteando nuevamente para encontrarse con el ahora molesto youkay–, ¿sucede algo?
"Otra vez…"
De nuevo la chica ignoraba por completo su pregunta atreviéndose a cuestionarlo a él.
–Estoy perdida… –responde finalmente adivinando el enfado del demonio.
–¿Dónde está el estúpido de Inuyasha? –Vuelve a preguntar un tanto conforme al recibir la respuesta que tanto había tardado.
–Quien sabe… –suspira–, a quien le importa… –agrega al recordar su enfado.
El demonio la miró unos instantes, no con desprecio, sino con un poco de intrigante interés, pero en cuanto se percató de ello su mirada se volvió indiferente y una sonrisa de lado para disimular su indetectable confusión se dibujó en sus labios.
–Ya veo… –no dijo nada más, ¿para qué? Pasó por el lado de la muchacha preparándose para marcharse pero algo lo hizo detenerse, el presentimiento de que ella diría algo no lo dejó continuar.
–Sesshoumaru… –Pronunció al sentir que el otro se marchaba, había algo que quería decir, lo sabía más no podía entenderlo, no podía aprobar el querer decirle eso a uno de los demonios más despiadados que conoce pero se sintió sin opción, no si no estaba dispuesta a regresar, "no, no puedes regresar con él", insistió su conciencia ante la posibilidad.
Sesshoumaru frunció su ceño impaciente, si la mujer demoraba tres segundos más en hablar él se marcharía, en realidad… ¿por qué demonios se detuvo en primer lugar? ¿Qué importa lo que esa humana tenga que decirle? Nada, él sólo debería irse y…
–¿Puedo ir contigo? –Ya, lo había dicho, le había pedido a uno de los enemigos de su grupo el acompañarlo a no sabe qué lugar, dejando atrás a sus amigos, traicionando a Inuyasha…
"Traición…"
–¿Por qué?
Esa pregunta los sorprendió a ambos porque esperaban una inmediata negación, la chica miró con curiosidad la constante expresión de frialdad del demonio, ninguna emoción, nada se reflejaba en el rostro contrario confundiéndola aún más mientras que Sesshoumaru le negaba a cualquier tipo de emoción llegar a su rostro, porque esa pregunta había sido impulsada por simple curiosidad, porque se supone que ambos son enemigos, esa mujer viaja con Inuyasha, ¿por qué le está pidiendo eso? ¿Acaso es una trampa? Quiso reír por lo absurdo que sería si eso resultara ser verdad, ¿una trampa? ¿A él?
–Porque… no tengo a donde más ir… –Otra vez ese sentimiento golpeó su pecho, estaba perdida, no tenía a quien acudir, en ese momento si se hubiera topado con el mismo Diablo estaba dispuesta a irse con él, todo era mejor que volver y ver los ojos del hanyou.
Aquellas palabras fueron tan desalentadoras, la tristeza en la voz de la mujer fue tan genuina que la posibilidad de una trampa quedó completamente descartada y aun así el youkay seguía sin entender su permanencia en el lugar, la curiosidad había sido saciada, esa mujer ya no era interesante para él y a pesar de eso… seguía ahí con ella, mirándola en silencio. Después de largos cinco minutos el demonio decidió que era suficiente y volteó alejándose del lugar, sin hablar, sin asentir ni negar a la petición de la morena que al no recibir una negativa comenzó a seguirlo en silencio, manteniendo una discreta distancia pero lo suficientemente cerca como para sentir de vez en cuando las efímeras caricias de los largos cabellos del demonio o de su estola.
–Dime… –murmura después de un rato, desesperada por el silencio–. ¿Dónde están Rin y ese sapo que siempre está contigo?
–En un lugar seguro, lejos… –no mentía, le había ordenado a Jaken que cuidara de Rin durante un tiempo, porque él no podía estar con ellos–. Deberías regresar.
–¿Por qué? ¿Te molesto?
–Sí y además Inu…
–No he hecho nada para molestarte –lo interrumpe.
–Sí lo haces, no dejas de hablar –responde notando el deseo de la chica por evitar hablar del hanyou.
–Sino hablara tú nunca lo harías y el silencio es aburrido.
–Entonces vete.
–No quiero –niega–, hablar no hace daño Sesshoumaru, si lo hicieras podrías darte cuenta además… tú no me negaste el poder acompañarte.
El demonio miró a la chica por encima de su hombro, molestándose por su descarado exceso de confianza y admirando aunque sea un poco (sólo un poco), su imponente y fuerte carácter.
El camino siguió en silencio, para placer del demonio y aburrimiento de la mujer, Kagome quería hablar, en serio le aburría ese extenso mutismo pero aun así no quería tentar a su suerte, sabía que la paciencia del youkay era mínima pero… maldición, estaba tan aburrida…
–Sesshoumaru… –susurra como si cambiando el todo de su voz pueda disminuir la molestia contraria–. Cuando nos encontramos tú… ¿viste a alguien más cerca de ahí?
–No.
–¿De verdad? Que extraño… juro haber escuchado a alguien cantar… –al ir distraída no nota que el youkay se había detenido, por lo que choca con su espalda–. ¿Q-Qué pasa?
–¿Qué escuchaste?
–¿Qué ocurre? –Frunce su ceño un tanto preocupada por la actitud del otro.
–Dime, ¿qué fue lo que escuchaste? –Se voltea con una expresión completamente seria–. Respóndeme.
–Sólo escuché que alguien cantaba… –responde con cautela, el demonio estaba actuando extraño y eso no podía ser algo bueno–. Parecía la voz de un hombre pero no pude verlo bien, el bosque estaba oscuro… ¿qué pasa? Dime, Sesshoumaru…
–¿Entendiste lo que decía?
–A decir verdad no… aunque estaba demasiado lejos…
–Debes irte.
–¿Qué? Pero…
–¡Te he dicho que te largues!
–¡¿Qué te pasa?! ¿Por qué te pones así?
–Vete, vuelve junto a Inuyasha.
–Pero…
–Si no te vas tu vida estará en peligro.
–¿Qué…?
–¡Lárgate!
Continuará…
Y eso es todo por ahora, ¿qué tal? ¡Espero que les haya gustado!
¡Muchas gracias por leer! ^^
~ Cindy Elric ~
