Introduccion:

En su séptimo curso en Hogwarts, Harry, Ron y Hermione, habían ya cursado todas sus materias sin mayores problemas. De un tiempo a esta parte, habían cambiado tanto física como interiormente, y todos, para bien, según algunos aspectos.
b Hermione: /b Ella ya no vivía de los libros, no desde que, en su sexto curso, conoció un chico con el cual entabló una relación podría decirse estable.
Físicamente era una chica guapísima, uno de sus mayores atributos eran sus ojos color miel acaramelados. Pero ella, aún estando consciente de su extrema belleza, no abusaba de su capacidad de seducción.
Mucho tiempo había estado interesada en cierto amigo suyo pelirrojo, pero este parecía no tomarla en cuenta ni tratarla como mujer, por lo que ella había optado por observar nuevos horizontes.
El hijo de un amigo de su padre, Jonathan, era un chico amoroso (muggle), quien siempre se había mostrado interesado en ella. Decidió que le haría un bien a ambos, dándole una oportunidad, por lo que Hermione, a sus 16 años ya estaba de novia.
Sin embargo, las peleas con su novio, por razones sin importancia, eran tan regulares como sus reconciliaciones. Repetidas veces, ella había cortado dicha relación con el muchacho, por esto. Pero luego de dos días transcurrida la ruptura (como mucho), Jonathan se comunicaba con ella (ya sea por teléfono o personalmente) y se disculpaba. Luego este pedía una segunda oportunidad, que luego fue la tercera y la cuarta... Ella, sin embargo, podía rechazarlo tranquilamente, puesto que ella lo quería y apreciaba, pero nunca legaría a amar. Pero el motivo por el cual no lo hacía era más que obvio: RON. Sumado a su miedo a la soledad y a nunca ser querida.
b Ron: /b Aquel chico, aparentemente fracasado, ya no existía más. Ahora era un chico popular y codiciado por todas. Ya no tenía nada que envidiarle a su amigo Harry.
Su físico también ayudaba. Había crecido en cuanto a musculatura e ingenio. Su cuerpo ya tomaba forma del de un Atleta. A su vez, también había madurado centenares, y no peleaba tanto con Herms, a tal punto que llegaba a comprenderla, cosa que antes ni imaginaba.
El había estado desde tercer año, en busca de que algo más que amistad se diera entre dicha castaña y él.
Sin embargo, si en algo permanecía como antes, era su timidez, la cual perdió en su sexto curso cuando se enteró que ella salía con alguien.
Intentó, disimuladamente, hacer reaccionar a Hermione de acabar con esa absurda relación y que se fijara en él, pero claramente sin éxito, se resignó ante aquel echo.
En su séptimo curso, se enteró que Luna Lovegood se interesaba por él, decidió que no la esperaría toda la vida, y que, si ella era feliz, él también lo era. Esa fue la causa que provocó el noviazgo con Luna.

b Harry: /b Si bien era cierto que su amigo Ron le hacía competencia, también lo era el echo de que él tenía su grupo de fans que jamás lo dejaba en paz.

El también había crecido físicamente era musculoso y fornido como Ron, solo que este era algo más alto.

Pero algo del Harry Potter pequeño si había quedado, no su timidez si no su falta de tacto con las mujeres. Pero los años lo fueron capacitando hasta sacar algo bueno de él que luego se vería reflejado en su vida.

Él no tenía a nadie en la mira, simplemente le interesaban todas y una menos que la otra para nada serio, solo un simple coqueteo y listo.

b Ginny: /b Si bien no cursaba con ellos, no deja de ser importante en el relato ni en la vida de los protagonistas. Ella era una chica mimada, no muy fuerte pero a la vez no tan debil, sabía cuando actuar con madurez y como o cuando simplemente debía callar o desaparecer.

Físicamente le atraía Harry, pero este lo arruinaba todo al abrir la boca y hablar de cualquier cosa. Con el tiempo había aprendido a quererlo como un hermano.

La pelirroja había conocido a un chico muggle con el cual, en vacaciones, salían todos los días, hasta que le había declarado sus sentimientos.

Mathew, el chico en cuetion, le había propuesto ser su novia. Ella le había pedido cierto tiempo para meditarlo pero no había duda de que lo amaba así que a sus 16 años aceptó salir con él.

En cuanto a rencores, los Slytherins habían declarado una tregua en su último año en Hogwarts. No eran amigos, pero no existía rivalidad entre ellos y no había problema alguno en compartir clases con ellos, ni trabajos, ni una charla, ni nada semejante.

-Chicos!, prometan que nos seguiremos viendo luego de Hogwarts!- Dijo Hermione a sus amigos.

-Claro que si Herms!- Aseguró Ron.

-A mi no me queda otra que verte Ron- Dijo Ginny

-Yo me siento igual!

-¿Me escribirán por más atestados que estén de trabajo?- Volvió a preguntar.

-Por supuesto!- Aseguró esta vez Harry- De todas formas, todos los primeros viernes de cada mes!... verdad?

-A las 20 hs...- Dijo Hermione

-En Hogsmade (no se escribirlo )- Continuó Ron.

-Las tres escobas!- Finalizó Ginny

Su último día en Hogwarts llegaba al punto cúlmine. Cada chico se fue al cuarto de su casa, un silencio sepulcral, mezclado con tristeza se adueñaba de cada rincón, ya sea por abandonar el colegio por siempre, o dejar a sus amigos por vacaciones.