On Stage
- Prométeme que vendrás, Tezuka. Te estaré esperando. Tu sonrisa será la señal para que suba al escenario.
Había dicho todo aquello con su habitual sonrisa, y su voz había sonado firme... y tentadora.
Tezuka leyó una vez más el pase de entrada que Fuji le había entregado esa misma mañana. Las letras rojas resaltaban sobre el fondo azul.
"Fuji Syuusuke: en concierto
Sábado 5, 22.00 horas
Entrada VIP para primera fila"
Debajo, con su fina y delicada letra, Fuji había añadido algo:
"y acceso al camerino "
Tezuka no pudo evitar estremecerse de nuevo al ver esto último, escrito con tanto esmero y dedicación especial. Los demás también tenían entradas para la primera fila. Fuji, una estrella, un cantante reconocido ya en todo Japón, seguía siendo tan humilde como siempre. Y no había dejado de tener en cuenta a sus amigos.
Para ser sinceros, todo había ocurrido en demasiado poco tiempo, apenas unos meses. Durante algo más de una semana, Fuji no apareció por los entrenamientos. Sin embargo, antes de que sus compañeros llegaran a preocuparse por él, llegó al instituto montado en una gran limusina. Tezuka, como algo inusual, creyó que estaba bromeando cuando les habló de que su hermana había conocido a un importante personaje de la industria musical, y cuando se lo presentó se fijó en él, pero descartó la opción cuando vio la emoción reflejada en su rostro.
Al principio, nadie comprendió lo que quería decir, pero la sorpresa fue mayúscula cuando les regaló, a cada uno, una copia de su primer CD, el que había estado grabando durante aquellos días.
Tezuka no lo había escuchado todavía. Ahí estaba, bocabajo, sobre la mesilla de noche. A partir de entonces, aunque no volvió a saltarse más clases ni entrenamientos, Fuji había cosechado ya un gran éxito. Tezuka se alegraba mucho por él, pero al mismo tiempo estaba preocupado por cómo iba a afectar eso a su vida. ¿Dejaría el tenis por la música?
Solo con plantearse aquella pregunta a Tezuka se le revolvía el estómago. No era solo por el equipo; el imaginar que Fuji podría no estar más a su lado le provocaba una gran tristeza.
Eran las nueve y media. Estaba vestido, pero deambulaba por la habitación, con la entrada en la mano. Quería apoyarle, observarle sobre el escenario, pero temía que todo terminase en un distanciamiento, o que tomase ideas equivocadas. Debía actuar de la mejor manera posible para los dos.
Eran las nueve y media. Estaba convencido de que Tezuka iría, aunque todas las señales apuntaban a que había optado por rechazar su invitación. Por enésima vez, se negó a prepararse para salir y enfrentarse a sus fans. Comenzaba a enfadarse. No se movería de aquella silla hasta que él apareciera. Sabía lo que se jugaba, pero tenía sus prioridades.
Las luces de la calle parecían estrellas fugaces a través de la ventanilla del taxi. Tezuka se reclinaba en el asiento trasero, con los ojos cerrados y la cabeza echada hacia atrás. Sujetaba la entrada en una mano, y el CD en la otra. Llegaba tarde, e intuía que causaría algún problema. Tal vez no lo dejarían pasar.
Los asistentes al concierto lo reclamaban con fervor desde sus asientos, gritando su nombre y aplaudiendo. Todavía no abandonaba sus esperanzas. Ya eran las diez. Volvieron a avisarle de que debía salir. Suspiró, miró hacia la ventana y pidió con su amable sonrisa que esperasen un poco más. Diez minutos. En solo diez minutos Tezuka llegaría.
A pesar de que el griterío de la gente que había dentro del auditorio se oía desde fuera, parecía que el concierto aún no había dado comienzo. Como guiado por un impulso que no pudo, o no quiso, reprimir, Tezuka corrió hacia la puerta. Allí, un supervisor miró su pase y lo condujo a su asiento, pasando entre hileras de gente que aguardaba de pie, mirando ansiosa el escenario.
Por fin, Tezuka estaba en la primera fila. Fuji sonrió al verlo ahí, desde el lateral del escenario, junto con todo el equipo del Seigaku. Cuando un cosquilleo recorrió todo su cuerpo, se estremeció y encontró las fuerzas que necesitaba para darlo todo.
Las luces de los focos que brillaban en la parte superior del escenario eran cegadoras, y Tezuka tuvo que ponerse una mano sobre los ojos para poder ver a Fuji cuando saltó a la plataforma. No podía creerlo. Ése... no podía ser Fuji. Tezuka se llevó una mano al pecho en un intento desesperado por que el corazón no le palpitase con tanta fuerza. Fuji le miraba fijamente. Hablaba de todos sus fans, les agradecía su apoyo, declaraba que era muy feliz por cantar allí para ellos... pero no miraba a nadie más que a Tezuka.
Todo quedó a oscuras por unos segundos.
Ese calor tan agradable corría una vez más por sus extremidades, algo que también le ocurría cuando jugaba al tenis, pero en esta ocasión llenaba su garganta. Sin embargo, ahora había algo más. Tezuka lo estaba viendo. Era la primera vez que lo oiría cantar, y se sentía... orgulloso. Quería demostrarle todo lo que sentía de la mejor manera que sabía hacerlo, no con el juego, sino con las letras que salían de su corazón.
El acompañamiento instrumental se convirtió en un zumbido lejano cuando la voz clara y dulce de Fuji entonó las primeras notas. Temblaba ligeramente pero, allí arriba, con el micrófono entre las manos, las luces coloreando su pelo y su rostro... parecía un ángel. Tezuka no pudo despegar sus ojos de aquel maravilloso Fuji hasta que finalizó la canción. Todo el mundo se puso en pie y aplaudió, silbó, chilló, pero él fue incapaz de moverse. Ignoraba que Fuji tuviera tanto talento.
No había tomado una decisión definitiva, aunque sí una provisional, pero temía la reacción de Tezuka si se la comunicaba. Felicitando al guitarrista por lo bien que había tocado la canción, bebió un vaso de agua para aclararse la garganta. Se quedó momentáneamente bloqueado y sin aliento cuando lo vio inmóvil, rígido, y con una expresión de sorpresa que nunca antes había visto en su rostro. Cerró los ojos, respiró hondo, y empezó una nueva melodía.
El sonido de los altavoces le rebotaba en el pecho. Tenía la sensación de que Fuji estaba sacando al exterior aquellos que siempre había ocultado en los más profundo de su ser... ¿con una canción?
Era la tercera. Era ésa, la suya. Solía cantarla varias veces al día, pero temía ponerse demasiado nervioso cuando la interpretara delante de su único destinatario. Sin duda, la había escrito pensando en él. Justo entonces comprendió por qué todo estaba lleno de sentimientos tan contradictorios. Precisamente lo había elegido para hacerle entender la verdad, para que, en el más difícil de los casos, lo supiera antes de juzgar nada, y... para no hacerle daño.
Con solo dos canciones, el ambiente estaba lleno de expectación. Tezuka giró la cabeza para observar a sus amigos, y se encontró con un panorama muy peculiar. Kikumaru lloriqueaba en el hombro de Oishi. Kaidoh luchaba por retener las lágrimas mientras Inui lo miraba con detenimiento. Taka-san y Momoshiro, de pie, gritaban al escenario, y Echizen sujetaba a este último de la camisa, intentando contenerle.
- Esta es una canción muy especial para mí. – habló Fuji mientras los músicos adaptaban sus instrumentos. – Si me lo permitís, quisiera dedicársela a una persona que ha decidido apoyarme en esto, aunque sé que en principio no estaba muy convencido. – no hizo falta que mirase a nadie. Tezuka sentía cómo se le ponía la piel de gallina. – Habla de los sentimientos que me ha inspirado su compañía a lo largo de estos últimos años, de cuánto lo admiro, y... – clavó su mirada azul en los ojos de Tezuka fugazmente, de modo que solo ambos se percataron. - ...cómo lo amo.
Tezuka sintió cómo la presión de su pecho desaparecía para ser sustituida por una marea que le removía hasta el alma, cambiaba las cosas de lugar y traía los recuerdos más dulces a su mente. Cuando entendió aquello, todo encajaba. Ahora, las cosas serían más complicadas.
Por primera vez, aunque bajó la cabeza para intentar ocultarlo a ojos de los demás, las emociones le superaron. En secreto, rompió a llorar como un niño pequeño, mientras Fuji, sobre la elevada plataforma, con voz firme y sin ambigüedades, le declaraba su amor.
Gracias por leer!!
Bueno, este es un fic que consta de dos partes. Esta es la primera, y la segunda es el backstage. La primera es más FujixTezuka, y la segunda, al revés xD Aunque la verdad es que Fuji es el que más controla (lo adoro), pero bueno, lo pensé así al escribirlo.
Todos los comentarios son bienvenidos :)
Hasta la próxima!!
