Estaba conversando con una amiga en el Skype mientras navegaba por internet buscando libros de Jaid Black (que para quien no la conozca es una escritora del genero erótico porno) cuando me acordé de algo que se me había venido a la cabeza en el trabajo, una de tantas ideas que se me cruzan todo el tiempo, comencé a escribir y salio esto... espero que guste.


-La casa de citas.

El lugar estaba algo alejado, era una mansión realmente hermosa pero también siniestra, por dentro la elegancia sobraba, los muebles eran del siglo XV, las decoraciones parecían la de un multimillonario que sabía de mundo, cada sala o habitación tenía un ambiente único, sin duda era un Spa muy caro, entonces se lo volvía a plantear ¿Qué rayos hacia ella ahí?

-señorita, por aquí por favor

-eh?... yo?

-es la señorita Scarlet Flaky verdad?

-si…. Si soy yo… pero….

-estupendo, tiene una cita, sígame

Flaky siguió a esa hermosa pero bastante seria mujer de largo cabello negro azulado recogido en una alta cola de caballo, vestía un elegante delantal rojo y azul, subieron una amplia escalera de salón hasta llegar a un largo pasillo alfombrado de un exuberante tapete rojo con escudos dorados, las paredes tenía un tapiz algo rustico pero las lámparas en forma de pequeños candelabros de plata le daban un gran toque de elegancia, la caminata duró cinco puertas más, casi llegando al límite del corredor. La recepcionista abrió una puerta invitándola a pasar.

-apenas él esté listo la atenderá, si gusta puede cambiarse de ropa o ver algunos videos mientras aguarda

-eh…. Cla… claro… muchas gracias

Antes de dejar a Flaky completamente sola en esa poco alumbrada "sala de espera" escaneo todo el lugar como si buscase algo, luego dirigió su mirada a la joven clienta, revisó la pequeña carpeta que llevaba en sus manos y volvió a mirarla pero esta vez algo perturbada

-disculpe pero… realmente tiene 21 años?

-sí, lo sé- miró la punta de sus botas apenada –aparento ser una niña de primaria verdad?...

-lo lamento si la he ofendido, es solo que este lugar solo se le permite el ingreso a gente mayor de edad y pues…- cruzando de brazos y cubriendo su boca con el borde de la carpeta –usted se ve tan joven, da que sospechar

-lo… lo entiendo- con un movimiento torpe buscó en su bolso algo pequeño y rectangular alcanzándoselo a la alta y atractiva recepcionista –mi… mi identificación

-oh, así que dentro de una hora cumplirás los 22?

-si…

-supongo entonces- devolviéndole el carnet a su dueña mientras le sonreía pícaramente –esto es un regalo de cumpleaños

-de parte de mis amigas…. Dijeron que estaba muy estresada y que este lugar ofrecía el mejor servicio

-le explicaron de que va?- alzó una ceja con cierta sospecha

-no

-oh, así que todo es sorpresa no?

-eh….si… me… me lo dijeron recién hoy después de salir de la universidad

-vaya, vaya- la sonrisa de la recepcionista se hizo más picarona, se giró hacia la puerta y antes de desaparecer tras esta volvía a sonreír con cierta malicia –entonces solo disfrute.

Se dio la ducha para estar más fresco, se puso solamente unos pantalones, miró la carpeta sobre el escritorio sin mucho entusiasmo, hoy venía a trabajar y de paso a quitarse ciertas ganas de encima, pasó las hojas hasta llegar a la cuarta, ninguna le era particularmente interesante, le daba igual realmente, lo que necesitaba era un poco de "cariño".

Golpearon a la puerta distrayéndolo, dejó la carpeta y procedió a entender a su visitante

-buenas noches Petunia, hoy te ves hermosa, no te gustaría una hora de mis servicios?- le coqueteo apenas su imagen se apareció tras la puerta de caoba sin embargo al dama no parecía sorprendida ni avergonzada, de hecho, miraba su tablilla con papeles que llevaba en las manos –puedes ignorar eso por un momento y saludarme por lo menos

-ah…. Aun no estás listo? Tengo a cinco mujeres esperando por el servicio

-oh… es que soy el único hombre de esta noche?

-tenemos a Did y Mole sumándote a ti dan tres…. Y tengo a cinco mujeres aguardando – recalcó con cierto tono brusco, como si estuviese irritada

-pero bueno, que vean una de las películas, o ponles a tomar un poco de los cocteles esos de los que tanto presume el viejo pervertido ese

-el señor Bear está "asistiendo" a una clienta –y no tengo a su barman de remplazo

-ah, así que algunas "brujas" se han puesto ansiosas y no tienes como relajarlas, jejeje, ya me voy preparando, dame un momento

-espera- antes que le cerrara la puerta se apresuró a darle unas llaves con un numero –esta chica es nueva, es su primera vez

-debe estar impaciente- bufó, de cierta forma detestaba tratar con las nuevas, era como un niño malcriado con sobredosis de azúcar.

-ella no sabe qué hacemos aquí, pensaba mandarle a Did pero prefiero que lo hagas tú, seguramente le gustaras y tienes tacto con las nuevas

-…. Qué? No la dejaste al corriente? Qué pasa si se asusta?

-supongo que se irá haciendo una idea cuando se ponga a ver las películas o decida cambiarse de ropa

-eso espero, no soporto tener que dar explicaciones, menos cuando es la primera de la noche

-no seas impaciente Flippy, ella tiene lo que suele gustarte de las chicas, parece una niña ingenua

-bien, por lo menos algo a mi favor, algo más que agregar?

-si- le extendió un pequeño objeto que parecía un dulce de color rojo y sonrió con picardía- que tengas una "placentera noche, semental"

Examinó los dvd que tenía a mano, sin ningún tipo de caratula solo con un nombre escrito desprolijamente, sin embargo ninguno le sonaba en ningún sentido, pensó en quedarse sentada hasta que apareciera la persona que se encargaría del tratamiento de relajación, pero estaba algo ansiosa, era su primera vez en un lugar como este, siempre quiso visitar un Spa y recibir eso masajes de lociones, darse un baño en una hidromasaje y sentir el ambiente lleno de fragancia ya sea por las velas o los inciensos, ante ese pensamiento tan estimulante y placentero se relajó un poco, se miró la ropa que llevaba puesta, no sabía si tendría que desnudarse o se le permitiría usar algún tipo de ropa interior al momento de los masajes, recordaba haber visto algunos videos de Spas de lujos donde las mujeres se cubrían con toallas tanto pechos como la parte inferior.

Entonces cuando finalmente se atrevía a ver qué tipo de ropa ofrecían alguien llamó a la puerta. Un poco insegura decidió atender, frente a ella un hombre "enorme" vestido con un delantal de igual diseño que de la recepcionista hacía una simple reverencia sin mirarla directamente

-buenas noches señorita, soy el "hombre que se encargará de usted"

-ah…. Buenas… buenas noches- se sonrojó, esperaba, sinceramente lo había deseado, a una mujer y no a semejante presencia masculina, hecho una rápida mirada a sus manos, eran enormes y gruesas, servirían para dar masaje?- oh, pase… por favor.

Antes de verle a la cara ella le cedió el paso, entró y luego acomodó la luz, dejándola tenue, se dirigió a una radio y colocó un cd con música realmente relajante, encendió unas velas y finalmente se dirigió a ella ofreciéndole su mano, la miró intrigado, seguía vestida por completo con unas ropas para nada atractivas, era realmente pequeña a comparación con él, su rostro, que difícilmente se podía apreciar por la umbras de la habitación parecía el de una niña de primaria

-aun no está lista?

-lista?

-prefiere que la desvista yo?

Flaky se sonrojó ante la pregunta, movió sus manos rápidamente impidiendo que ese hombre se acercara a ella, sonrió algo avergonzada, pensó que quizás solo era una broma de parte de él

-per.. Perdón, es la primera vez… ya… me cambio… esto… donde… donde están las toallas?

-en el baño- le indicó con un gesto de su mano, la vio casi correr, le pareció en cierto sentido tierna, seguramente estaba muy nerviosa, aunque pensándolo bien era la primera vez que le salía una primeriza tan tímida, preparó la camilla de dos plazas con sabanas aromatizadas previamente, pétalos de rosas y procedió a meterse el extraño dulce rojo a la boca.

Había venido con ganas de quitarse algunas necesidades, pero ante la idea de hacerse cargo de una nueva se frustraba, no era fácil tratar con ellas, querían ser las que dominaran, prefería ser él el que se impusiera, por eso gustaba más de las clientas habituales, les gustaban ser sometidas.

Escuchó el sonido de la puerta del baño y ante él la pequeña imagen de una jovencita cubierta de una larga toalla apareció, por un momento algo en su interior se removió, y ese apetito sexual que se había borrado comenzaba a actuar nuevamente en ciertas partes de su cuerpo.

La invitó a recostarse, tuvo que ayudarla puesto la camilla era algo más alta de lo normal o más bien ella era demasiado bajita, con esto comprobó dos cosas, era liviana y su piel era suave, la miró al rostro curioso, sus labios serían dulces?

Ella se acostó sobre su panza, y acomodó la toalla de forma que cubriera desde su cadera hasta las rodillas, aun así no fue suficiente para ocultar su cuerpo, Flippy lo notó de inmediato, cuando la toalla se acopló a la forma de sus nalgas, tenía un buen trasero, con algo de curiosidad se preguntó si tendría los pechos igual de formados.

Buscó entre las lociones y cremas, la chica estaba nerviosa, necesitaba estimularla, la relajaría primero y luego se haría cargo del resto

Se untó un extraño menjunje de color rosado en las manos y luego procedió a masajearla, comenzando por sus hombros, ella tenía una piel realmente suave

-estas muy tensa

-lo… lo siento…

-deberías relajarte

-si… si…

-es tu primera vez aquí no? No te preocupes- se acercó a su oreja y le susurró de forma morbosa- estás en buenas manos

Ella sintió escalofríos, como si algo mas estuviese pasando y lo ignorase por completo, entonces sintió las poderosas manos de ese hombre rozando la piel de sus piernas, en algún momento le pareció que subía demasiado ignorando a propósito el límite marcado por ella levantándole la toalla con sensual lentitud. Flaky hizo un gesto, como si hubiese dado un pequeño saltito deteniéndolo en el acto las manos del asistente del Spa, quizás solo eran ideas suyas, debía relajarse pero las cosas no le estaban saliendo bien, se sentía más nerviosa, más tensa y juraría que en cualquier momento le daría otro ataque de pánico, de hecho, sin proponérselo se levantó quedando arrodillada sobre la camilla, cruzó sus brazos sobre su prominente pecho.

Tragó con dificultad ante aquella deliciosa figurita en miniatura de una ninfa, la pequeña solo lo tenía en estatura pero su cuerpo era el de una mujer al que él se encargaría de darle la mejor de las experiencias, con total descaro y sin importarle realmente si ella lo notaba o no, se relamió saboreándose, algo en su pantalón comenzaba a crecer al igual que su deseo, quería probar de ella lo más pronto posible, la tomó de los hombros y con suavidad la recostó pero esta vez mirando al techo, ella jaló la toalla para cubrirse los pechos, Flippy dejó escapar un sonoro gruñido como si estuviese decepcionando, ella prefirió ignorarlo.

Abordó nuevamente sus hombros y brazos, la tocó con una delicadeza anormal, mientras que con sus dedos la masajeaba, ella desconocía los tratamientos pero algo le parecía realmente fuera de lugar sobre todo cuando los dedos de ese hombre rozaron en muchas ocasiones los bordes y nacimiento de sus senos, no podía evitarlo no se estaba relajando, tensó sus hombros cosa que él notó de inmediato, se separó de ella y volvió hacia la mesa llena de cremas y lociones

-a que te dedicas?

-eh?

-supongo que aún no estás en ambiente así que te distraeré un poco – untó nuevamente algo en sus manos y las refregó una contra la otra –a que te dedicas?

-es… estudio psicopedagogía….

-te gustan los niños?- permanecía de espalda a ella mirando las etiquetas de las botellas

-…si- se sonrojó

-como te va en los estudios?- se dirigió a ella nuevamente tocando con las palmas de sus manos sus hombros, ella se estremeció –jeje, lo siento, está frío verdad? No te preocupes, ya comenzaras a sentir calor- repasó los delgados hombros de la muchacha, su cuello, sus clavículas, sus brazos, todo con cierto morbo en sus movimientos, cuando finalmente la oyó soltar un suspiro sonrío de lado, alzó su mirada hacia su pecho cubierto por la toalla, podía notarlo, los pezones de la mujercita estaban duros, ya estaba entrando en terreno, se acercó nuevamente a su oreja y volvió a susurrarle de forma extraña –dime… como te estas sintiendo ahora?

Ella no pudo evitarlo, dejó escapar un interesante suspiro que sonaba más a un gemido en los oídos de ese hombre, eso fue suficiente para él, ya estaba bastante duro en cierta parte de su cuerpo y ella lo estaba provocando, con esa inocencia incrédula, con su pequeña figura de mujer

-bien, creo que ya estás lista

Flaky abrió los ojos de par en par cuando algo pesado se le puso encima, ante ella o más bien encima suyo estaba el asistente con el torso desnudo y los pantalones desabrochados, antes de poder soltar grito alguno él la tomó de la nuca y la besó, se paralizó, su cerebro no procesaba lo que pasaba ¿Qué estaba haciéndole? Debía ser una broma, una planeada por sus amigas, pero cuando ambas manos del hombre sobre ella lanzaron la toalla a un lado y se posesionaron sobre sus pechos comprendió que iba en serio, cuando sintió algo durísimo entre sus piernas concluyó que era MUY EN SERIO.

La levantó como si fuera una hoja, la sentó sobre su abultado miembro sin dejar de invadir el interior de su boca, su caliente lengua se entrelazaba con la suya mientras su saliva se mezclaba con la de ella, colocó ambas manos contra el pecho de él con la intención de forcejear pero era inútil, ese hombre era descomunal no solo en tamaño sino también en fuerza, estaba a su total merced

Una de sus gruesas y ásperas manos palpó toda la extensión de su nalga introduciendo con total intención sus dedos entre la separación de los glúteos, con el dedo medio rozó la zona más delicada y pura de su cuerpo, la violaría, sus intenciones eran claras, quería sexo con ella

Cuando liberó sus labios no hizo lo mismo con su lengua, la tenía sujeta entre sus dientes, lo succionó de una forma extraña provocando algo anormal en ella, una misteriosa bola de calor comenzaba a crearse en su estómago, ella suspiró exigiendo aire, él pareció comprender el gesto y liberó por completo su lengua, pero no le dio tiempo para relajarse o incluso para articular palabra alguna, lamió su cuello, descendió hasta sus pechos chupó con uno de esos rosadito pezones que sobresalían como botone, ella gimió torciendo su espalda hacia atrás como mero acto reflejo, él lo interpretó de otra forma, la recostó nuevamente sin dejar de mamar ese pequeño pezón como si fuera lo más interesante del mundo, se acomodó entre las piernas de la pequeña pelirroja pero no la invadió, la exploró con sus dedos, aun no estaba lo suficientemente mojada para la envestida, sin dejar de tocar "los otros labios" notó algo peculiar, algo que no le había sucedido con ninguna de las anteriores clientas, era suave y estrecha, como si nunca lo hubiese hecho antes, esa idea le gustaba, realmente le encantaría que esa miniatura de ninfa fuera virgen, en todos los aspectos posibles, pero rápidamente desechó la idea, ninguna virgen venía a ese lugar para su primera vez.

Soltó el pezón de la muchacha y se encargó del otro pero esta vez no lo succionó, solo pasó la punta de su lengua un par de veces mientras intentaba verle la cara, ella parecía aturdida, borracha de placer, tenía un aspecto tan hermoso, se preguntó si podía convertirse en su "hombre exclusivo"

Ella lanzó un gritito entre gemido de placer y terror, Flippy se puso de rodilla dejándola respirar con normalidad, levantó la mano que había usado para estimular desde abajo, la tomó del mentón haciendo que la viera a la cara, se llevó la mano a la boca y relamió los resto de jugos de ella

-dulce.

Su expresión era de total confusión y sorpresa, logrando algo que no se había creído ni él mismo, la inocencia que le trasmitía a través de sus redondos ojos verdes eran realmente estimulantes, su ya endurecido miembro comenzó a punzar, como si de esa forma le gritase que la penetrase de una maldita vez, pero ella aun no parecía mentalmente preparada y también estaba el echo del buen sabor de su cuerpo, tomó ambas piernas levantando su cadera, las colocó cada una sobre sus hombros y hundió su rostro en la rosada intimidad de Flaky, su lengua dio directamente con algo redondito y duro, la pequeña joyita de su entrepierna, un clítoris totalmente excitado y así como había hecho con el pezón de su pequeña clienta lo succionó sin piedad

Ella se retorcía, gemía y aullaba, sus manos se colocaron sobre la cabeza de él sus fuerzas no llegaban a sus articulaciones, aunque su intención fuera tomarlo de los pelos para intentar quitárselo de encima su cuerpo le fallaba, mientras ese calor ya invadía cada recóndito lugar que incluso ella misma ignoraba de su propio cuerpo, intentó articular palabras pero en su garganta se transformaban en extraños sonidos que parecían incitarlo mas en vez de detenerlo, sus ojos se nublaron tanto por las lágrimas como por esa desconocida sensación que la quemaba

Algo se acumuló entre sus piernas y luego sintió humedad como si se hubiese orinado encima, los líquidos que se escurrían por sus glúteos eran limpiados por ese hombre con su caliente lengua, soltó sus caderas dejándola recostada por completo sobre la superficie de la camilla, pasó su dedo pulgar sobre sus labios como si limpiase los resto de algo líquido, ante esta leve oportunidad Flaky intentó huir, juntó fuerzas en sus brazos, se levantó de golpe y se giró sorprendiendo a Flippy, pero no logró su objetivo, él más hábil que ella logró sujetarla.

Cuando su redondeado trasero quedó casi a su altura la tomó de las caderas y volvió a hundir su rostro contra sus nalgas, pasó su lengua desde la base de sus labios íntimos hasta un pequeño orificio, ella gritó al sentir su ano invadido mientras que él se preguntaba qué tan ajustado estaba esa entrada, seguramente enloquecería si intentaba invadirla, se acomodó sobre la espalda de su pequeña clienta que permanecía en cuatro, llevó una mano hasta uno de sus pechos que colgaban de forma sensual mientras que la otra se encargaba de verificar la estreches de su trasero.

-por…. Por favor…- suplicó ella sentir el calor de ese descomunal cuerpo masculino, la forma en como exploraba su cuerpo desvergonzadamente y esa anormal sensación apoderándose de todo su ser, sin embargo….

En la levantó en sus brazos la acomodo quedando de frente a ella, se recostó sobre su pequeño cuerpo mientras observaba su rostro, estaba cubierto de placer, ni sus clientas más indecentes jamás le habían mirado de esa forma, la contempló por unos largos segundos

-eres hermosa….- volvió a besarla mientras su carnosa vara se habría paso en entre sus virginales labios

Ella deshizo el beso súbitamente, lo miró con terror, luego de que sintiera como algo se rompía tras la primera y única estocada lo comprendió…. Ella realmente era virgen

La abrazó intentando relajarla, las uñas de la pelirroja se clavaban como agujas en su espalda, quizás en la mente de muchos lo más correcto sería salir lo más rápido posible de ella y esperar a que se recuperara, pero eso sería más doloroso para la pequeña mujercita, esperaría a que su pequeño cuerpo se acostumbrara a su intrusión y luego proseguiría, no quería convertirse en un desagradable recuerdo de su primera vez, le daría el placer que se merecía y de paso se quitaría las ganas, porque él realmente la deseaba

-tranquila…. Ya pasará…. – la besó con ternura trasmitiéndole su arrepentimiento, no por hacerlo con ella, sino por no haber sido un caballero ante la situación

Cuando notó que comenzaba a respirar con más normalidad decidió moverse, dolorosamente trató de hacerlo lo más suave y lento posible pero su estreches lo enloquecía, no estaba seguro si era por su virginidad o por los tamaños de ambos cuerpo, él, claramente era mucho más grande que ella…. ¿Por qué demonios no fue más suave? Porque estaba desesperado, porque había algo en esa pequeña pelirroja que enloquecía tanto así como para olvidar que era su primera vez y comenzar a embestirla salvajemente

Hundió sus dedos entre los rojos cabellos de la muchacha, besó su cuello y luego sus pezones, tenía que mantenerla excitada y evitar que se secara sino sería peor para ambos, ella comenzó a gemir, ya sería de dolor o placer, mantenía sus hermosos ojos cerrados

-mírame.- le susurró, pero ella no obedeció, molesto ante ese "desprecio" la levantó, sin dejar de penetrarla la dejó sentada sobre él logrando con eso profundizar más la empalada, tiró levemente de los mechones rojos de cada lado de su rostro sintiendo su aliento contra cara –mírame!

Ella abrió sus ojos, las lágrimas resbalaban por sus pómulos, Flippy le acarició la mejilla devolviéndole una mirada tierna

-mírame, solo hazlo, por favor

¿Por qué le pedía algo como eso? Parecía desesperado por ser observado por ella, levantó los delgados brazos de la pelirroja llevándolos alrededor de su cuello

-disfrútalo… olvídate de todo….- gimió- solo… disfrútame…

¿Qué los disfrutara? Él la estaba violando ¿Cómo se suponía que podía disfrutar de eso? Su primera vez era arrebatada por un completo desconocido de forma violenta! Lo único que quería en ese momento era despertar, darse cuenta que estaba en su departamento sola, que era una pesadilla y nada mas

Sus movimientos comenzaron a aumentar, el dolor era una cosa que se mezclaba con algo más, sentía como sus líquidos con la sangre manchaba sus muslos, como ese enorme miembro que la atravesaba se introducía una y otra vez sin intención de abandonar su, aparentemente nuevo refugio, su pequeño interior.

-me….due…le

-lo sé… ya pasará, lo prometo.

Tomo posesión de su boca nuevamente y encargó a sus manos a recorrerla, tocar todo lo que pudiese a medida que las embestidas se hacían menos suaves y más rápidas.

Entonces ese calor llegó al punto más delicado de su cuerpo, ella se torció hacia tras mientras sentía que dejaba escapar algo de entre sus piernas, no estaba segura pero luego su vientre se colmó de algo caliente, él gruñó mientras la abrazaba y musitaba un leve rayos…. Luego simplemente se desmayó.

La dejó recostada sobre la camilla, la contempló, esa pequeña figura estaba exhausta, se dirigió al baño y procedió a preparar la bañera de hidromasaje, luego de que esta se llenara fue a buscar a su pequeña clienta, antes de tomarla en brazos se pasó ambas manos por el pelo frustrado, nunca antes lo había hecho con una virgen, su primera experiencia podía categorizarse como violación, además, también le frustraba haber acabado tan pronto, pero el estrecho canal de esa prominente pelirroja ejercía tanta presión como si lo bombeara en cada envestida que él le realizaba, sacudió la cabeza, pensar en ello hacía reaccionar a su miembro, con dificultad la llevó hasta el baño y la depositó en las cálidas aguas que había preparado con sales, untó crema de miel y la enjabonó, no era la primera vez que bañaba a una clienta, pero por alguna razón se le estaba haciendo endemoniadamente difícil con ella

Sujetó su mentón estudiando su rostro aprovechando que el baño tenía más luz que la sala del "masaje" era tan hermosa e inocente, infló su pecho al pensar que él había sido su primer hombre… pero luego lo analizó más a fondo, desconocía hasta el nombre de la muchacha, no se había tomado la molestia en preguntárselo, ella tampoco sabía quién era él.

Ella era una clienta y él un empleado, si quería, que estaba seguro no sería así, ella volvería a requerir sus servicios, en caso contrario… él solo esperaría como un idiota, no, ya no deseaba tocar a otras mujeres, recordando porque se había puesto a trabajar ahí en primer lugar, todo lo que deseaba de una fémina lo tenía ella pero…. Eran un par de desconocidos y seguramente ella no querría volver a verle nunca más en toda su vida….

La recostó nuevamente en la camilla que había limpiado y mudado de sabanas, pensó en vestirla pero optó por cubrirla con la toalla de antes, se duchó rápidamente y vistió con su uniforme de empleado. A poco tiempo después la pelirroja se despertaba dando un salto y con la mirada aterrada, observaba todo el lugar con miedo hasta finalmente dar con él

-se ha quedado dormida señorita

Pero ella no contestó, descendió de la camilla casi corriendo hasta el baño se cambió de ropa y se largó dejándolo totalmente sorprendido, eso era un "hasta nunca".


seguramente quedaran intrigados (as), yo también y si no lo han notado, me gusta escribir sobre el genero Ero, describir detalles e intentar dar una imagen mas visual y casi animada de las situaciones. comenten o solo digan me gusta, disfruto mucho con los reviews que dejan los lectores y si alguien se anima a una continuación... lo leeré con gusto!