MIERCOLES, 25 DE ENERO DE 2017, DÍA DE LA EXTINCIÓN:

Me sentía agobiado, la escuela estaba acabando lentamente conmigo, decidí salir a tomar aire fresco, la vista que tengo desde el pasillo de mi salón es fenomenal, pero decidí salir a la escalera que está en medio de los salones, pues a diferencia de las otras 3, esta estaba posicionada fuera de los salones, dando una buena y agradable brisa, en mi afán por recuperarme, decidí salir a comprar un red Bull, tenía clase, pero decidí ignorarla por completo, llegue a la entrada y descubrí, para mi mala suerte, que estaba cerrada, entonces, me senté en el borde del escalón para salir y me coloque con pereza mis audífonos, me puse a escuchar lo que sea que estuviese y espere a que el tiempo transcurriera normalmente, pero algo rompió esa paz y tranquilidad, un olor putrefacto se acercaba a la puerta principal, parece ser que los policías también lo percibieron, me retire los audífonos y me acerque un poco a ver qué es lo que ocurría, fue entonces que vi, como todos mis temores se hacían realidad, un muerto viviente, si, parecía descabellado, pero mis ojos no llegaban a jugarme baratas ilusiones aún, se acercó a la entrada principal, y uno de los policías trato de golpearlo para que se retirara, pero fue lo peor que pudo haber hecho, lo mordió, y yo veía aterrorizado como el fin de los días había llegado cabalgando en un inmenso caballo negro, listo para propagar la muerte, la desesperación y el horror a través de todos los seres vivientes.

Corrí lo más rápido que pude y subí las escaleras como nunca, llegue al salón y el profesor se había ido, la noticia fue más rápida que yo, agarre mi mochila y tome el brazo de mi amiga Ann, me pregunto angustiada que había pasado, se había quedado en shock por el grito que soltó ese policía, y el maestro fue a revisar que había pasado, le dije que si quería sobrevivir me siguiera, los demás se habían estado preguntando qué había pasado, pero ellos no me importaban, la quería salvar a ella y nadie más nos debía retrasar, bajamos las escaleras e inmediatamente vi que ya muchos habían sido infectados, decidí llevarla a un cuarto que tuviera seguro, la dirección, empezamos a correr y al llegar bloquee por completo la entrada, tenía que crear un plan, decidí llamarle a mis padres, pero, naturalmente, las líneas telefónicas no servían, ella estaba muy asustada, así que la trate de tranquilizar diciéndole que yo la protegería y que ella estaría a salvo conmigo, lo primero era salir de la escuela, después buscar transporte y llegar a casa de mis padres, después… No lo pude decir porque era probable que muriera en el transcurso de esos planes, me quebré y ella se dio cuenta, me abrazo y me dijo que ella no necesitaba a un héroe que se interpusiera entre ella y esas cosas, ella quería a alguien que la apoyara y estuviese con ella en las buenas y en las malas, fue entonces que supe que mi misión principal era cuidarla a ella, debía buscar un arma que fuera de utilidad, recordé que en la dirección guardaban un bate de béisbol, nunca supe porque, pero me sería muy útil en este momento.

Para no retrasarnos, le dije que dejara la mochila y sacara lo más importante, pero que no fuera pesado, saque mi celular y audífonos, ella simplemente saco su celular.

Abrí la puerta con precaución, no había nada ni nadie, bajamos lentamente las escaleras, y caminamos a través de varios cadáveres que estaban en el suelo, me estaba asqueando, y ella ya parecía estar vomitando, dimos la vuelta para entrar al segundo edificio, el que tiene la puerta trasera, y los vimos, como estaban comiendo en el patio, eran muchos, estaban muy entretenidos para hacernos caso, decidí jalarla rápido para que no siguiera viendo eso, llegamos a la salida y afortunadamente estaba abierta, al salir el plan principal era llegar al metro y esperar que funcionara, las calles estaban desiertas, llegamos rápido a la estación y los vagones estaban totalmente parados, no había forma de llegar por ahí, la única opción era caminar por las calles, y nuestras casas diferían mucho una de la otra, de pronto, escuche un tono de llamada, pero no era ni de su celular ni del mío, voltee y mire como uno de esos infectados se acercaba a nosotros lentamente, no parecía tener muchas fuerzas, porque los otros infectados eran, de hecho, muy rápidos. Tome el bate y le revente por completo el cráneo, mi abrigo se ensucio un poco y me llene de sangre las manos, pero, sabía que eran ellos o éramos nosotros los que moriríamos. Salimos de la estación y decidí que lo mejor era buscar una bicicleta o algo que pueda conducir, entonces, mi celular sonó, y poco después el de ella también. Atendí lo más rápido que pude, era mi madre, me comento que la infección se había propagado hacía más de 4 horas, ella y casi toda mi familia, debido a los nexos que poseen, fueron evacuados al norte de América, se encontraba ahorita en una base militar, y que más que voluntario, los obligaron a irse, no pudo ir por mí, estaba llorando, yo le dije que no se preocupara, yo estaría bien, e iría a encontrarlos a todos en cuanto pudiera, se tranquilizó, sabía que podía afrontar este apocalipsis, le pregunte ¿Quién más fue OLVIDADO PARA MORIR? Me respondió que uno de mis primos, mi "sobrina" y un viejo amigo, pues se encontraban en la escuela. Me dijo que tenía que colgar, pues el tren ya iba a salir, de ahí tomarían un vuelo hacia la base militar, le dije que me esperara, yo sobreviviría, y no dejaría que nada le ocurriese a los demás sobrevivientes, me despedí tristemente de ella, pero yo sabía que toda mi familia estaría bien.

Ann me comento lo mismo, que su familia fue lleva al norte, en la segunda base militar, entonces, ahora nuestros planes eran sobrevivir.

Mi plan ahora era encontrar a los demás supervivientes y avanzar hacia el norte, no sería fácil, pero debía luchar para ver a mi familia de nuevo, los recordé con tristeza, a todos, quería encontrarlos y estar con ellos de nuevo, debía pasar a través de este infierno, pero sabía que no lo haría solo, Ann me pregunto que cual era el plan actual, le respondí que varios familiares míos fueron dejados en este infierno, y quería ir a rescatarlos, ella me dijo que nadie de su familia se había quedado, pues su familia es pequeña, entonces ella me seguiría a donde yo fuera.

-Entonces, el plan actual es buscar provisiones, armas y demás, también debemos buscar un lugar donde pasar la noche.

-Está bien, ¿por dónde deberíamos empezar?

-Yo creo que, en una comisaría de policía, buscar, aunque sea una pistola, o chalecos antibalas, por si las dudas.

El más cercano que hay está a 3 calles de aquí, así que no nos costaría mucho llegar. La puerta estaba abierta, en su interior estaban 3 policías muertos, empecé a buscar un arma, lo primero que encontré fue unas llaves, seguramente del estante de armas, había unas pistolas, 4 escopetas corredoras y un micro ametrallador, le dije que buscara una bolsa grande, la encontró y puse adentro todas las armas y municiones, deje afuera una escopeta para mí, ella eligió una pistola, no creí que ella utilizara un arma. También encontré una correa que podía usar con el bate de béisbol y me lo coloque en la espalda, ella se colocó una funda de pistola en su cintura y guardo una de las 10 pistolas que llevábamos, la otra la mantenía afuera, salimos de la comisaria armados hasta los dientes, yo cargaba la bolsa de las armas y ella la de las municiones.

Lo primero que debíamos hacer era localizar a los demás sobrevivientes que quedaban, si mi deducción no fallaba, Secio. Se encontraba en su escuela, cerca de bellas artes, y eso nos quedaba a unas calles de aquí.

-El más cercano que queda esta por bellas artes, no tenemos mucho problema en ir caminando ¿o sí?

-No, y menos con armas.

Empezamos a caminar, había algunos infectados, pero me di cuenta de que ellos no podían escuchar muy bien, solo escuchaban ruidos muy fuertes, por lo cual le advertí a Ann que no hiciera ruidos fuertes.

Llegaba a bellas artes, pero no podía reconocer bien donde quedaba su escuela, y me di cuenta que había un auto que destellaba, posiblemente si lo tocáramos activaría la alarma y los infectados aparecerían de todos lados, le advertí que por nada del mundo se acercara al auto rojo, activaría la alarma y vendrían de todos lados a matarnos. Continuamos caminando y recordé que su escuela debía estar enfrente del palacio de bellas artes, en la esquina donde estaba una tienda departamental.

Localice la escuela y decidí entrar, al entrar encontré inmediatamente muchos infectados, le dije a Ann que me esperara afuera, entre y empecé a buscar el salón, tuve algunos problemas pero al fin logre localizar el salón donde se encontraba, trate de abrir la puerta, pero estaba bloqueada así que alguien debía estar adentro, decidí que lo mejor sería tocar despacio, toque y no hubo respuesta, después se oía que movían algo, alguien habría lentamente la puerta, se asomó y al verificar que era el, abrió por completo la puerta y le entregue una de las escopetas.

-Como en los viejos tiempos, ¿no es así?

-Cuánta razón, hay que salir por la puerta, habrá alguien esperándonos afuera, el plan era ir por Omar.

-Entendido, ¿y de donde sacaste la escopeta?

-La saque de una comisaría de policía, también unas 9 pistolas, otras 2 escopetas y un UZI.

-Perfecto, nos servirían para combatir a los infectados. Y qué esperas, una invitación para salir, vámonos ya.

Salimos del salón, nos dirigimos a la entrada y Ann estaba adentro, me dijo que había visto algo moverse entre los edificios, como si estuviera saltando.

Decidimos que lo mejor era salir entre los edificios, y no exponernos a zonas abiertas, para llegar a donde estaba Omar, debíamos caminar por lo menos unos 3 kilómetros, Secio traía una escopeta igual que yo y Ann seguía cargando las dos pistolitas, se negaba a cargar una escopeta o un UZI

Salimos del edificio y caminamos hasta llegar a Zócalo, probamos suerte a ver si salía una llamada, y lo hiso, sonaba el celular, de repente contesto, le comentamos que estábamos por Zócalo, nos dijo que él se encuentra por el metro pino zuares, a unas calles de nuestra ubicación, le dijimos que no se moviera de donde estaba, que no se quedara en zonas abiertas y que iríamos por él, avanzamos y nos dimos cuenta que veíamos cada vez menos zombies, en donde estarían todos, no le tomamos mucha importancia.

Llegamos donde estaba Omar, tenía un martillo en la mano derecha, con sangre y lo que parecía ser el pelo de alguien.

-Maldito indigente, lograste sobrevivir 3 horas, dame ese martillo, aquí tengo tu chocolate negro.

Le di la UZI, la cual estaba cargada, ahora, por último, localizar a mi sobrina, ya eran las 4 de la tarde, nos debíamos dar prisa para que no se oscureciera.

-Tengo que buscar a mi sobrina, ustedes busquen refugio, me mandan mensaje para saber dónde se quedaron.

-Pero es muy arriesgado ir solo, te tenemos que acompañar.

-No, prefiero ir solo a arriesgarlos a ustedes.

-Está bien, pero si necesitas refuerzos no dudes en marcarnos.

-No lo dudaría ni un segundo.

Me separe de ellos, debía buscar a mi "sobrina", debía estar en la escuela, y sí que estaba lejos, fui caminando, y escuche un pequeño lloriqueo en un edificio, me asome, y vi algo, que me dejo completamente helado, una mujer lloraba con los brazos, escondiendo su cabeza, no tenía mucha ropa y sus uñas eran enormes, la apode: WITCH, cerré la puerta, y continúe caminando, había pasado más de 1 hora, y no veía ningún zombie, ya no me faltaba mucho para llegar, al llegar entre de inmediato, había algunos cadáveres, si seguía aquí, ella debía estar en el tercer piso, llegue a su salón y abrí la puerta y en efecto, se había atrincherado con unos estantes y sillas, le extendí la mano y le pregunte si me reconocía, ella solo asintió con la cabeza, me dio la mano y me dijo con una voz muy débil.

-Sigue aquí.

Escuche un bufido atrás de mí, saque mi bate y sin pensarlo dos veces, lo golpee, sin embargo, mi bate se rompió al estrellarse contra un enorme brazo, voltee y vi un monstruo que ni mi más retorcida pesadilla habría podido imaginar.