Disclaimer: Los personajes aquí utilizados no son de mi propiedad, todos los derechos a Ohji Kouji y KyoAni.


Makoto iba como de costumbre al apartamento de Haruka. Tocó a la puerta unas cuantas veces y después entró. Fue hasta la bañera y nuevamente tocó a la puerta y entró.

—¿Haru— Pregunto al no verlo y se adentró un poco más. La bañera estaba vacía.

Salió al pasillo y fue hasta la habitación de Haruka, estaba dormido y su escritorio un poco desordenado, Makoto sonrió al ver el desorden, no era común en Haruka.

Se arrodilló a un lado de la cama y comenzó a llamar a Haruka suavemente. Al ver que no despertaba decidió moverlo un poco.

Haruka se removió y abrió los ojos lentamente.

—... Hmn.

Makoto lo llamó nuevamente.

—Cállate...

Haruka se sentó en la cama y miro a su alrededor.

—¿Estás bien, Haru? — Como era de esperarse, Makoto se comenzaba a preocupar.

Haruka miro el reloj y vio la hora, abrió los ojos de sorpresa y se levantó de la cama rápidamente apartando a Makoto de su camino, entró al baño, se dio una ducha rápida. Makoto veía en silencio todo aquello, la vida de universitario no era fácil, nadie dijo que lo seria.

Makoto decidió bajar a la cocina para preparar algo rápido que Haruka pudiera desayunar, sirvió leche en un plato con un poco de cereal, puso un poco de fruta y espero a que Haruka bajara.

—Haru, el desayuno— lo miro con una sonrisa.

—No deberías preocuparte tanto-le respondió dirigiéndose a la mesa.

Makoto solo sonrió ante el comentario y vio a Haruka desayunar.

—Aunque para desayunos debiste dejármelo a mí, ¿desayunas bien? — Haruka miraba a Makoto interrogante.

—Ah... si, lo hago— Makoto rio un poco.

—Bien, ¿y para tus almuerzos? Ahora tu madre ya no te los prepara.

—Compro en la universidad. Tienen comida deliciosa— Makoto sonrió a Haruka y miro su reloj. — ¡Mira la hora! ¡perderemos el tren!

Makoto se levanto y camino hasta la puerta. Haruka, después de alzar los trastos fue tras él tomando sus maletas.

—Llevas todo, Haru?

—Si — La respuesta de Haruka fue seca.

Eran vacaciones de Navidad, los chicos regresarian a Iwatobi para festejar con los demás, y sus respectivas familias, aunque Haruka, como casi todos los años festejaria con Makoto.

Salieron del apartamento de Haruka en camino a la estación. Haruka al salir sintió que algo estaba mal, de aquellas opresiones en el pecho que te advierten de cosas. Decidió no tomarle mucha importancia.

—¿Te sientes bien, Haru? Podemos posponer el viaje si te encuentras mal — Makoto lo había notado, y es que esa telepatía que tenia con Haruka nunca falla.

—Estoy bien, no importa — Haruka continuó su camino.

Makoto lo miro por unos segundos más y Haruka le sostuvo la mirada.

—Está bien— Makoto respondió.

Llegaron a la estación tranquilos, después de todo no era tan tarde.

Estaban listos para abordar el tren que los llevaría. Haruka ya había olvidado aquel presentimiento, quizás, después de todo, no había sido nada y sólo algún dolor cualquiera.

Makoto acomodo el equipaje y Haruka busco los asientos encontrándolos rápidamente, se sentó a lado de la ventanilla. Makoto llego y se sentó a su lado.

—Ya vamos de regreso— rió tenuemente.

Haruka le dirigió una mirada y una sonrisa.

Aquel viaje sería algo pesado y aburrido, eso lo sabia Haruka, estar transbordando en varios trenes y como si no fuera suficiente, un viaje de casi 7 horas, sí, para Haruka realmente era un fastidio.

El primer viaje salía a las 6 de la mañana pero Haruka no quería madrugar pues quería por lo menos dormir un poco más, Makoto no dijo nada y acepto. Entonces se decidió que tomarían el de las 10 de la mañana, para ser honestos, Haruka no quería estar en Iwatobi desde temprano, quería ver a los chicos, si, pero estar allá significaba que Makoto también estaría con su familia y Haruka pasaría horas en su casa, para ser más exactos, en la bañera, no sonaba tan mal pero durante meses Makoto le daba más atención de la que estaba acostumbrado. Quizás se acostumbro muy rápido a ello y ahora que regresarían a aquella vida tan cotidiana que llevaron durante años se dio cuenta de lo solo que se sentía cuando no estaba con el chico de ojos verde.

Llegaron a la estación principal de Tokio y ahí empezaría el largo y aburrido viaje de más de tres horas, bueno, quizás suena exagerado.

Haruka acompaño a Makoto por el equipaje.

Makoto tenía un mapa de las líneas en sus manos, la había ido estudiando durante los 20 minutos que tardaron en llegar, ¿era posible de que un no entendiera bien?

Los pensamientos de Haruka fueron interrumpidos por la voz de Makoto.

—El próximo tren llegara en 20 minutos, ¿quieres algo de la tienda? —Le preguntaba con una sonrisa en la cara mientras doblaba el mapa.

Varias chicas a su alrededor lo miraban a él, solo a él y Haruka se dio cuenta de ello, decidió ignorar a aquellas chicas que a su parecer eran "tontas".

—Estoy bien, si quieres ve a comprar algo— Haruka miraba a las vías.

Makoto asintió y fue a la tienda dejándole a cargo del equipaje. Él fue hasta una banca a sentarse, esperando a Makoto.

Pasaron 15 minutos y Haruka seguía esperando claramente irritado.

—Haru, siento la demora, sin darme cuenta me quede leyendo un libro en la tienda— miraba a Haruka —Ten, te compre un jugo— Saco de una bolsa el jugo y se lo dio a Haruka.

No esperaron más de dos minutos para que el siguiente tren al que debían transbordar fuera anunciado, los chicos se levantaron de su asiento y esperaron.

Makoto nuevamente acomodo las maletas y Haruka fue en busca de los asientos, cualquiera que conozca a los chicos diría, sin ninguna duda, que Makoto consiente demasiado a Haruka.

Haruka, quien se había sentado nuevamente a lado de la ventanilla, quedo dormido a mitad del recorrido. Ver el paisaje, pasar del ajetreado paisaje urbano a la tranquilidad de lo rural, poco a poco fue quedando dormido.

Makoto iba concentrado leyendo el libro cuando en una curva del ferrocarril Haruka inclino su cuerpo recostando su cabeza en el hombro de Makoto. Makoto sonrió y miro a Haruka; continúo leyendo durante unos minutos más. Makoto comenzó a sentirse cansado.

Cerró el libro y se quito los anteojos, miro a la ventanilla durante unos minutos y pasó lo mismo que con Haruka, el paisaje rural y los ligueros movimientos del tren parecían crear una combinación perfecta que adormecía a cualquiera. Poco a poco fue cerrando los ojos, quedando dormido minutos después, recargando su cabeza sobre la de Haruka.

Makoto al quedar profundamente dormido olvido por completo el libro y sus anteojos, estos al no tener algo que los sostuviera adecuadamente cayeron creando un ruido despertando a Haruka. Haruka abría los ojos lentamente.

Intento mover la cabeza pues sentía un pequeño dolor en el cuello, se incorporo despacio haciendo que Makoto también se despertara.

—¿Ya llegamos? — Lo decía Makoto, somnoliento.

—Aun falta poco— Haruka recogió el libro y los anteojos de Makoto.

—¿Les ofrezco algo? Tenemos jugos y agua embotellada, también unos cuantos aperitivos— Una edecán se acerco a ellos empujando un carrito con lo que anteriormente había dicho.

Haruka miro a la chica y ella a su vez los miraba con una sonrisa.

—Gracias, estamos bien— Makoto fue quien hablo, con su típica sonrisa.

La chica se sonrojo al ver bien a Makoto sin apartar su mirada por un tiempo hasta que otro pasajero le llamo.

Haruka se sintió irritado por ello, ¿qué tenia de especial? Era un chico común, en cualquier lado se encontraban chicos como él. Siempre que salían pasaba eso, una chica o varias les miraban, en especial a Makoto, eso le molestaba.

Miro a la ventanilla claramente frunciendo el seño.

—¿Haru? ¿Pasa algo? —La voz de Makoto nuevamente irrumpió en sus pensamientos.

—Nada— Aun tenía las cosas de Makoto en sus manos.

—Umh… Haru…— Llamo la atención de Haruka.

—¿Qué? —Haruka lo miro.

—Mis cosas— Le sonreía.

¿Es que jamás se cansa de sonreír?, pensó.

Le devolvió sus cosas y miro nuevamente a la ventanilla, por alguna razón, ver la sonrisa de Makoto le irrito aun más, siempre sonreía así, para todas las personas, incluso para él.

El resto del viaje se la pasó en silencio.

—Tenga buen viaje— Decía la edecán cuando los pasajeros bajaban, a todos y cada uno de ellos. —Ten…— Detuvo un poco sus palabras. —Hasta luego, ten un buen viaje— Se despidió de Makoto con un movimiento de mano desasiendo la perfecta postura que había mantenido.

Makoto se volvió y le sonrió, haciendo el mismo ademan con la mano.

—Tenga buen viaje— Regreso a la misma postura cuando Haruka pasó a su lado.

Haruka se dio cuenta de ello pero no le dio demasiada importancia.

—Que chica tan agradable, ¿verdad, Haru?— Comento Makoto una vez que Haruka estaba a su lado, pensando que a él también le había despedido igual.

Haruka desvió la mirada, ignorándolo.

Makoto saco nuevamente el mapa. —¡Oh! Ya está en la estación el siguiente tren. ¡Vamos, Haru! —Makoto comenzó a acelerar el paso.

Makoto llego casi corriendo a la puerta del tren, sin aliento. Haruka, a su vez, llego un poco después que Makoto. Él a diferencia de Makoto no quería cansarse en vano.

Subieron y acomodaron las maletas.

—Uwa, ya casi llegamos. ¿No estás emocionado, Haru?

—Ya te he dicho que no es necesario poner mi nombre al final de cada oración—Haruka lo miro con aquella expresión seria.

—Lo siento, lo siento, pero, ¿no estás emocionado? Regresaremos a casa, veremos a los chicos, a Gou, a Ama-chan, Nagisa, Rei, incluso puede que Rin este en casa—La voz de Makoto sonaba emocionada.

Haruka no pudo evitar sonreír al escucharlo.

—Sí, tienes razón.

—Estoy ansioso por verlos a todos. ¡Ah! Pero no les compramos ningún recuerdo.

—Déjalo, no creo que les importe.

—Puede que tengas razón—Makoto miraba a la ventanilla, al igual que Haruka.

—Ahhh—Makoto se estiraba un poco. —Al fin llegamos, sólo falta tomar un último tren y estaremos en casa... ¿Haru?

Haruka había quedado dormido de nuevo.

—¿Haru? — Makoto lo movió un poco.

—Mako… to…—Hablo entre sueños Haruka.

—¿Eh? — Los ojos de Makoto se abrieron, Haruka estaba soñando con él. Makoto sonrió, ¿por qué se sentía tan feliz? —Nfunfu, Haru, despierta.

Haruka abría sus ojos lentamente. Lo primero que pudo ver fue unos labios que dibujaban una sonrisa, una sonrisa realmente hermosa, después fue subiendo su mirada y encontró unos ojos verde esmeralda, un esmeralda claro, como aquellas piedras preciosas por las cuales las mujeres matarían por tener.

—Makoto.

—Ya llegamos. Vamos, levántate, tenemos que irnos— Entonces Makoto se aparto un poco para bajar el equipaje de Haruka.

Haruka agarro el borde de su chamarra.

—¿Haru?

Había sido un acto reflejo, Haruka no lo había pensado, solo lo hizo. Cuando Makoto dio la vuelta Haruka sintió un vacio, una necesidad por no separarse de Makoto.

—No es nada— Lo soltó y desvió la mirada levantándose de su lugar.

—¿Seguro estas bien? Ya casi llegamos pero…

—Estoy bien, vamos— Haruka agarro sus maletas y comenzó a caminar fuera del tren, interrumpiendo a Makoto.

El último tren que los llevaría ya estaba esperando, a casi nada de partir, esta vez los dos habían llegado corriendo.

—Por poco y nos deja, habría sido una molestia quedarnos, ¿no lo crees, Haru?

—Ya te he dicho que…

El celular de Makoto comenzó a vibrar, interrumpiendo a Haruka.

—¿Hola? —Makoto atendió la llamada. —¡Nagisa! Si, ya casi llegamos… ¿Eh? ¿Desde hace horas? Pero… ¡¿Gou?! Si. Está bien… Nos vemos.

Haruka espero en silencio hasta que corto la llamada.

—Parece que Nagisa y Rei nos han estado esperando en la estación.

—¿Tan temprano?

—Sí, Gou confundió las horas— rió levemente.

El tren comenzó a moverse, ese sería el último tren al cual subirían, ya después seria llegar a casa y descansar.

—Quiero llegar a casa y tomar un baño— Lo dijo como un susurro pero fue audible para Makoto.

—Seguramente Haru ha de estar impaciente por entrar en el agua, es una pena que aun no pongan bañeras en los trenes.

Haruka lo miro y sonrió, tenía razón, era una lástima que no tuvieran bañeras.

El viaje no duraría más de 25 minutos, 25 odiosos minutos. Llegaron a la estación y bajaron el equipaje.

—¿Dónde estarán? Mako-chan e dijo que ya mero llegaban. Esa Gou, ¿cómo pudo confundir los horarios? —Nagisa inflaba sus mejillas.

—Nagisa-kun, yo te dije que no tomarían el tren de las 6 de la mañana.

—Pero, ¿qué tal y te confundías también?

"Linea Sanin Main, llegando". Se escucho en un altavoz.

—Ese es el tren.

—¡Ah! —Nagisa se acerco más a los trenes.

—¡Esp- Nagisa-kun!

—¡Uwaaa! Al fin llegamos, ¿no estás feliz, Haru? —Makoto sonreía mientras se estiraba un poco ya fuera del tren.

Haruka salió después de Makoto con su equipaje en manos. Al cruzar el umbral de la puerta sintió como si toda su fuerza se hubiera desvanecido, abrió los ojos en busca de Makoto, aquel presentimiento había aparecido nuevamente y esta vez fue que realmente se preocupo. Sin demostrar aquel sentimiento se acerco más a Makoto, no sabía porque, pero tenía que estar cerca de él. Eso era lo que pensaba.


Gracias por pasarse y darle una oportunidad a esta pequeña historia que esperaba por ser publicada, espero les gustara. Nos vemos.