Notas de autor: Lo primero que me vino a la mente con el prompt fue todo lo que Tony tuvo que pasar para llegar al punto en el que esta hoy, me pareció una buena manera de hacer una introspectiva del personaje. Espero que disfruten este pequeño drabble para ahogarse aún más en las penas (?).

Prompt: "Destruyendo vidas, una persona a la vez"

Número de palabras: 534

"Este fic participa en el Reto especial: ¡Festival de primavera! del foro La Torre Stark.


Legado


No podía dejar de pensar en lo dicho por Steve y en el rostro esperanzado de Scott Lang mientras este soltaba disparatadas teorías sobre espacio-tiempo. Ahora, viendo el holograma que se alzaba frente a él, no había excusas ni condiciones que lo detengan de seguir adelante con la descabellada idea. No lo habían…

—Mierda.

—Haz dicho una mala palabra.

Solo que sí lo hay.

—¿Qué haces despierta? Mamá se enojara si no estas en tu cama.

—Mamá se enojara si no vas a la cama.

—...No puedo combatir esa lógica.

Los últimos cinco años han sido los más felices de su vida. Si alguien le hubiera dicho a su yo de 1999 que en vez de terminar muerto de intoxicación estaría casado y con hijos, seguramente se hubiera reído en su rostro. En ese entonces no hubiera creído en nada. En alienígenas, superhumanos, en gemas que matan al instante. En nada. Tony Stark solo pensaba en sí mismo y en la siguiente fiesta que podría dar.

Tony Stark. Destruyendo vidas, una persona a la vez.

Las palabras de Wanda—dolor causado por las mismas armas que prometió destruir—fueron un balde de agua fría en ese entonces, un recordatorio de que por más que intente remediar sus errores no hay forma de que Iron man borre el sufrimiento. Son palabras que escucha ahora, mientras cierra con cuidado la puerta a la habitación de Morgan, mientras ve la foto enmarcada en la cocina, mientras le entrega de vuelta su escudo a Steve, mientras las lágrimas resbalan por las mejillas de su hermosa Pepper a las palabras "Todo está bien. Estaremos bien."

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Tony Stark. Destruyendo vidas, una persona a la vez.

Todas estas son armas que tu construiste. ¿Va a ser este el legado de Tony Stark?

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No desperdicies tú vida.

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Parpadeo y no vio a Pepper, Peter, o a todos los vengadores que aún no podía creer fueran sus amigos. No. Vio a Yinsen. A la primera persona que confió en él y le dió una segunda oportunidad.

—¿Lo hice bien? preguntó sin dudarlo, sabiendo de antemano qué no había forma de que sobreviviera y que Yinsen hace mucho tiempo había dejado de respirar.

El hombre sonrió cálidamente.

—Sí, lo hiciste bien.

—Genial… ¿tienen shawarma o hamburguesas por aquí?

Hace mucho tiempo, desde el primer instante en el que vió aquella batería conectada en su pecho, supo que vivía en tiempo prestado. Pero no podía dejar las cosas como estaban entonces, no podía morir por el paladio sin haber terminado de cambiar industrias Stark, no podía morir en Siberia sin saber qué las cosas con Steve no volverían a ser como antes, ni tampoco podía morir luchando con Thanos porque Pepper lo estaba esperando…

Morgan lo esta esperando.

Tony se detuvo y miró hacia atrás, la armadura ahora nada más que un casco entre los pastizales.

—¿Tony? el hombre preguntó al verlo regresar.

—¡Un momento Yinsen!

No habría ni un solo momento en el que deje de pensar en lo que dejó atrás, en lo que tuvo que renunciar para hacer lo correcto. Ya no era más un hombre que lo tenía todo y nada a la vez.

Recogió el casco y se lo mostró a Yinsen con una sonrisa antes de abrazarlo hacia si mismo y susurrar al viento.

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Te quiero tres mil.