Con una sonrisa

Shiki miraba extasiado el espacio frente a él, todos esos puntos brillantes; estrellas y planetas por igual, cometas y dragones que surcaban el lugar. Podía escuchar a Rebecca y Happy discutir sobre el tema de su próximo video, pero el solo podía pensar en lo que se encontraba frente a él. Apachurro su rostro sobre el cristal de la nave intentando ver mejor y casi grito de emoción cuando un dragón paso cerca de ellos dejando una estela de luz a su paso.

En ese momento pensó en el Rey Demonio y en sus historias. Seguro le encantaría mirar uno de esos dragones de cerca, al igual de Michael, siempre era emocionante escuchar sus historias sobre el espacio y los muchos amigos que podría hacer en ese lugar tan amplio. Con las manos apoyadas en el cristal observo su reflejo en él, pensando en lo que había pasado pocas horas antes.

¿Todo fue una mentira?

¿Todo lo que habían compartido desde que él era solo un niño fue una simple farsa? ¿Una ilusión creada por ellos?

Recordó todos los momentos que paso al lado de ellos, demasiados recuerdos. Todos ellos lo cuidaron, le enseñaron todo lo que sabía, lo curaban cuando se lastima y siempre estaban a su lado cuando enfermaba. Recordó a Michael, ellos siempre fueron muy unidos desde que era solo un niño, Michael siempre estuvo a su lado protegiéndolo y acompañándolo en cada una de sus aventuras, era casi como su hermano.

¿Y ellos decían que todo eso fue una farsa?

¡No jodan!

Apretó los puños contra el cristal con rabia contenida.

Podía ser un idiota pero no era estúpido. (Inserte meme aquí. Ahre)

Algo estaban ocultando, no sabía que era, pero ellos ocultaron algo y, a pesar de todo lo que dijeron, de alguna forma sabía que todo lo que habían dicho era por su propio bien, para protegerlo de algo mucho peor. Por eso lo mandaron lejos, para que no sufriera… Era la única explicación que se le ocurría.

-Oye, Shiki. ¿Estás bien? – Escucho la voz preocupada de Rebecca.

Miro por última vez aquel punto lejano en la distancia que parpadeaba con un suave brillo antes de girarse con una sonrisa emocionada por descubrir nuevas cosas en este nuevo lugar. Por ellos vivirá las mejores aventuras y conocerá grandes amigos.

Nunca los olvidaría, pero no quería quedarse con un mal sabor en la boca cada vez que los recordara. Así que decidió recordarlos como siempre los conoció… con una sonrisa.