En la pantalla se reproduce un vídeo donde el castaño aparece sentado en su sofá blanco con una sonrisa en sus labios y una tablet en sus manos, esperando a que algo ocurra, alrededor de 10 minutos después de entre medio de sus brazos sale una pequeña cabeza morena con ojos azules, mirando directo al aparato.
-Papi.. ¿Que haces?.- al oír la vocesita aniñada el hombre soltó una risita.
-Viendo la linda nuca que tiene mi bichito curioso.- soltó con una risa.
La pequeña volteo la cabeza y mirando a su padre directo a los ojos.
-Papi.. Estoy aburrida, ¿Podemos comer helado?.-
-Pero hace frío hoy.. ¿Que dices si cambiamos el helado por chocolate caliente y papá te compra unas donuts de chocolate?.-
La niña quedo con cara pensativa unos momentos mientras el adulto detrás de ella intentaba esconder su risa al verla. -Hecho, pero quiero 3.. No no, 4, si, quiero 4 donuts papi.-
-Ni lo pienses enana, solo 2 y me estoy arriesgando.- detrás de cámara se escucho la voz de otro hombre, al cual miraron tanto el moreno como la niña.
-¡Mami llegaste!.- al oír eso el castaño rompió en risas mientras cargaba a su hija y la sentaba en sus piernas.
-¿Te he dicho que te amo cariño? Me has hecho el día.- hablo sin parar de reír, besando luego que se calmo los mofletes regordetes de la pelinegra en su regazo.
-Ja Ja, muy graciosos ustedes saben. Los dejare a ambos sin donuts a ver si se ríen tanto- al pronunciar esas palabras en el plano apareció un hombre rubio, sentándose al lado del moreno.
-No papá, yo te quiero mucho.- la pequeña hace pucheros mientras ambos hombres cubren sus ojos.
-No puedo enojarme si me haces eso, angelito, vale, bien, pero comerás solo dos y tomaras toda la leche, ¿Tenemos un trato?.-
-Si, y me portare bien y todo.- asintió con una sonrisa la mas pequeña, a lo que sus padres soltaron una risa de ternura. -Pero que Peter no venga, por que se come todo- los adultos comenzaron a reírse hasta que una tercera voz se escucho en el ambiente.
-Pensé que me amabas. Me rompes el corazón.- en el plano ahora un chico castaño enfundado en un traje rojo y azul apareció.
-Yo te amo.. Pero amo mas a mi comida, Pet.- el mas joven le quito a la niña al adulto cargándola así en su hombro.
-Prometo no comerme tu comida, renacuaja.- al momento que termino de hablar recibió un golpe en la cabeza por parte de la pelinegra. -Auch, pegas fuerte enana.-
-El renacuajo eres tu, ahora ¡Vamos a la cocina!.- soltó en un gritito la chiquilla.
-¡Vamos a ser felices!.- grito ahora el joven, dirigiéndose a la cocina con la niña aun en su hombro, mientras sus padres solo los miraban con una sonrisa desde el sofá.
-Ambos son perfectos. Gracias por esto.. Me hacen muy feliz.- se escucho la voz del castaño luego de unos minutos.
-Y ami.. Gracias a ti igual. ¿Vamos?.-hablo el rubio para luego dejar un beso en la mejilla de su esposo levantándose del sofá.
-Te sigo.- al levantarse este ultimo tomo el celular con el que se estaba grabando el momento y sonriendole a la cámara lo apago.
Detrás de la pantalla ahora negra, una pelinegra con lágrimas en los ojos veía hacia esta, sentada en el mismo sofá blanco del vídeo con un cigarro en sus manos temblorosas. -Ami también me hacían feliz.. Si tan solo hubiera podido ayudar.. Quizá no estaría aquí sentada, estaria con ustedes..- al soltar las palabras su voz sonaba rota, costandole pronunciar las cosas con el nudo en su garganta.-Los extraño muchísimo.. Ya no quiero estar aquí..- la chica solto un suspiro intentando no romper en llanto, simplemente apago el cigarro en la pequeña mesa, se levanto y con un arma en sus manos fue dirigiéndose hacia el pasillo donde estaba su habitación.
Un ultimo sonido se escucho en aquel edificio en penumbras. Un disparo y un cuerpo cayendo con violencia al suelo, luego simplemente un frío silencio.
