N/A: Hola Hola mis hermosores~! Aquí esta Mon nuevamente aportando su cuota de MorMor a todo (:, espero que les guste, está fuera del plazo pero igual lo subo porque disfrute tanto haciendo este reto con Hagobi que, MEH, igual se publica!

¡Feliz Año a todos mis queridos lectores :)!

Disclaimer: Nada de acá me pertenece, solo la idea y~ eso C:, personajes de la BBC etc,etc.

Advertencias: Esto es un post Reichenbach Fall, Jim tiene daño cerebral y Seb le encuentra; va a estar medio torcido al final porque pues..mi mente es torcida (?), si no les gusta (ojalá que les guste), puede salir del fic y no leer u_u *depresión forever*; Están en una especie de no relación pero ambos se quieren, awwh Y Seb es la nenaza de la relación, dicho todo, ¡A LEER!


Día 1: Nieve.

Aquel era el primer día con Jim luego de su alta del hospital. Todo había sido demasiado complicado para su gusto, el tener que explicarle paso a paso quien era el, como se llamaba, como había llegado hasta esa cama de hospital con una herida grave en su cabeza y porque lo había hecho. Sobretodo el porque lo había hecho lograba que su garganta se apretase de manera dolorosa y le costase pronunciar palabra alguna por largos minutos hasta que el de orbes castañas le miraba impaciente para que continuase con el relato, para poder recordar, para lograr entender las palabras que salían de la boca de su rubio acompañante.

Aquello le estaba destrozando por dentro, muy muy en el fondo de su ser, consumiéndole lentamente en un dolor agónico y sangrante. El ver a Jim tan desválido y perdido de si mismo le hacia perder toda la fe en lo que les deparaba para el futuro. Simplemente era un peón perdido al servicio de un rey caído.


Esa mano fría y gentil, pequeña y suave a su tacto se aferra para aminorar el peso de caminar. Para no perderse entre la multitud y poder resguardarse del frío Observa a Jim extrañado y este le proporciona una sonrisa perdida, con una mirada cálida pero carente de sentido.

Al rubio le aterra ver esos ojos de los cuales, tras años se enamoró, siente un miedo profuso de no ver aquello que ama; aquello que siempre fue de él, del menor, tan intrínseco de los dos.

Y para su desgracia no esta, son simplemente dos posos negros y profundos en el cual se puede perder, caer en una oscuridad inmensa sin saber como salir, como nadar fuera de esas aguas espesas que lo observan fijamente.

Algo se estremece en su interior. Puede palpar como el frio que rodea Londres se cuela bajo sus ropas y congela su piel, su sangre y cada musculo en su interior. Reprime las lagrimas que han amenazado ya por un año el querer salir y respira hondamente. Están rodeados de gente pero no le importa, están a la mitad de Londres pero no le preocupa, son dos entes entre tanta gente; así que se inclina y besa la frente del menor, en un contacto cálido y doloroso. Este ríe y cierra los ojos. Su voz casi bordeando lo infantil, rozando lo oscuro rompe el murmullo de la gente y el trafico.

-Sebby...nieve- Lo escucha decir con tal alegría que rompe su corazón. Observa el cielo oscuro de aquella ciudad que pareciera ser su infierno Dantesco personal y tuerce una sonrisa en su marcada boca. –Si pequeño, está nevando- Declara luego de unos minutos en silencio, mientras regresan a su camino. Siguen la huella que les tiene deparado el destino, bajo los suaves copos de nieve.


N/F: Espero que les haya gustado, ¡Feliz Año Nuevo!