Cada día el gatito se enamora un poco más de su Lady y cada noche sueña algo hermoso con ella. También cada vez que ella se ríe o sonríe, ve chispas, como si fuegos artificiales estuvieran estallando a su alrededor y cada vez que se sonroja siente Akumas –mariposas– en el estómago. Y ahí siente que sus sentimientos que tiene por Ladybug serán duraderos.

Por siempre y para siempre. Estando seguro que su amor no tendrá final y su corazón no va a cambiar.

Eso es lo que creyó, pero Marinette empezó a confundirlo.

Con ella podía hablar por horas y nunca acabar. Sintiendo que estando junto a Marinette todo era perfecto. Comenzando a confundirlo, mientras sentía como su corazón se encontraba dividido, por eso se empezaba a cuestionar si el amor que profesaba por Ladybug era realmente – e iba– a ser eterno. Sin embargo cuando se enteró quien estaba detrás del antifaz. Supo que su corazón nunca estuvo confundido ni dividido.

Porque el amor que le tiene Chat Noir a Ladybug es eterno.

Y ahora lo sabía.

Con o sin antifaz siempre lo será.