oOoOo Glasnost oOoOo
Categoría: Yaoi
Parejas: KaiRay, BryanYuriy
Aclaraciones:
"abc" diálogos
"abc" pensamientos
Dedicatoria: A mi hermana Nekot, por todo su apoyo, sobretodo para este fic. Muchas gracias por los ánimos que me das n.n
Basura. Esa era la palabra exacta para definir su existencia. ¿Por qué le tocó esa vida tan...? Ni siquiera encontraba la palabra correcta para precisar su vida, pero no importaba. ¿Con qué fin fue creado? No lo sabía con exactitud, pero tampoco le importaba. En su vida solo unas cuantas personas representaban algo verdadero en su vida, eran pocas, incluso las podía contar con los dedos de sus dos manos. Pero¿qué importaba? No estaba solo
Ahora estaba metido en un gran problema. Lo obligaban a hacer algo que, obviamente, no quería hacer. No tomaban en cuenta su opinión y decidían su futuro como cuando se decide de qué sabor se va a querer el helado. Eso no es de humanos, pero hay personas que lo hacen... y no les importa las consecuencias que traerán sus decisiones a otras personas, no saben si serán felices y les desgraciarán la vida, pero con tal de satisfacerse a sí mismos, no hay precio que no puedan pagar
Estaba destinado a pasar el resto de su vida con una persona a la que quería… pero no como pareja. Casi como una telenovela¿no?
A Kai Hiwatari, el chico frívolo y, para algunos, despiadado, estaba en esa terrible e incómoda situación. Esa misma tarde le habían informado que estaba comprometido. Pero habían dos pequeños detalles. Uno de ellos, era que esa persona era hombre, eso no le importaba demasiado, pero la segunda era lo que le causaba un gran dolor de cabeza
¿Qué se podría hacer si se estuviera comprometido con uno de tus amigos? Ojalá alguien le diera una respuesta, pues eso era lo que le pasaba. Estaba comprometido con uno de sus mejores amigos. Era verdad que lo quería, pero su cariño no era tan fuerte como para llamarse amor. A nadie se le puede obligar a querer a alguien, el cariño se gana, no se impone, pero no todos comprenden esta filosofía, por así decirlo. Rayos. ¿A quién diablos se le puede ocurrir esa tontería? Sólo a Voltaire.
"Maldita sea" musitó ácidamente mientras apretaba fuertemente su puño
Después de haber recibido aquella noticia se encerró en su cuarto, no quería saber de nadie, lo único que necesitaba era pensar en toda esa situación. Para poder asimilar todo eso, contemplaba la hermosura de aquel astro que iluminaba la tierra entre tanta penumbra... la luna. Necesitaba aire para relajarse un poco. Pensaba una y otra vez, reflexionaba varias veces sobre lo que había pasado
¿En dónde estaba la persona que había sido elegida para unirse a la vida de Hiwatari? Hacían unas horas que se había retirado, furioso, sorprendido, indignado y, tal vez algo avergonzado. No lo culpaba, así se sentía y se sintió al enterarse de los planes de los mayores. ¿Por qué no piensan bien sus acciones antes de hacerlas? Estaba seguro de que esa persona tampoco estaba convencida de la proposición, o más bien dicho, obligación, que imponían sus padres
Golpeó la pared lleno de frustración e impotencia. ¡No podía hacer nada por más que lo quisiera!. Las decisiones que tomaba su abuelo nadie las podía contradecir, si lo hacían, no vivirían para contarlo, esa era la actitud de Voltaire Hiwatari, todos le temían, nadie se atrevía a desafiarlo, es por eso que tenía el control sobre todo.
Sus párpados cubrieron sus orbes rojizas al momento de cerrar sus ojos. Ese día había sido el peor de su corta vida
¡Por Dios! Apenas tenía 17 años y su abuelo ya le había conseguido pareja. ¿Y qué es lo que hacían sus padres? Apoyarlo. No podían hacer algo más pues, según ellos, era para beneficio de las corporaciones, tanto para las de la familia Hiwatari, como para las de la familia de su amigo y ahora prometido
Lo peor del caso era que no podía hacer nada. Lo que le preocupaba era cierta persona, la que era dueña de su corazón. ¡Era ese el verdadero y gran problema! Su corazón ya tenía dueño. Así es. Dueño. Fue un chico quien logró cautivar su corazón, quien derritió esa gruesa capa de hielo que rodeaba su corazón. ¿Él sentía lo mismo?
"Enigma que nadie podría resolver" susurró con una media sonrisa llena de tristeza
Si tan solo ese chico no se hubiera atravesado en su camino, en estos momentos sería mucho más fácil aceptar ese estúpido compromiso. ¿Por qué negarlo? Su prometido era bastante atractivo, y en cierto modo le atraía. Pero hay una gran diferencia de atracción y amistad a un amor de verdad¿o ustedes qué opinan?
Aparte, él también ya tenía a alguien más. No estaba muy seguro de eso, pero habían cosas que se lo confirmaban.
Voltaire. Si tan solo ese ser fuera un poco más comprensible, se daría cuenta de que eso es lo que no quería. Pero bien dicen que los milagros no existen, y eso es lo que necesitaba en esos momentos.
"Kai... hijo¿estás despierto?" escuchó a su padre llamarlo mientras tocaba la puerta¿ahora qué es lo que quería?
Caminó lentamente hacia dentro, como si no quisiera llegar. Entró a su habitación la cual estaba envuelta en penumbras pues la luz estaba apagada. Antes de abrir encendió la luz. Quitó el seguro y abrió la puerta dejando ver la figura de su padre. Ni siquiera lo miró, solo le abrió y se volteó, dirigiéndose a su cama para sentarse y recargar sus codos en sus rodillas, mientras sus manos cubrían su rostro
"¿Qué es lo que quieres?" le preguntó hastiado, y no le importó mostrar su enfado en su voz
"No me hables así" le reclamó su padre sin gritar pero lo suficientemente autoritario
"¿Cómo quieres que te hable si acabas de decidir, prácticamente, toda mi vida por mí?" le preguntó con algo de desprecio mientras lo veía fijamente a los ojos
"Exageras, sé que ambos se van a llevar muy bien" respondió el señor Hiwatari a su hijo
"¡Exagero!" con un rápido movimiento se levantó de la cama y se acercó a su padre, aunque no demasiado "¿exagero? no me digas" expresó con sarcasmo exagerado "estoy harto de que mi abuelo decida mi vida y que tú y mi madre lo apoyen!"
"Lo apoyamos porque sabemos lo que es bueno para ti"
"Lo que es bueno para mí" rió, pues ya no sabía qué decirle a su padre para que cambiara de opinión "ustedes no saben lo que es bueno para mí, solamente ven por sus necesidades y no puedes contradecir a Voltaire pues es quien manda"
"No sabes lo que dices" le dijo sin perder totalmente el control "entiende, una vez que tu abuelo muera, todo será para ti, debes ver por el bien de tu futura empresa, es por eso que estás comprometido"
"Velar por el bien de mi empresa" repitió las palabras de su padre pero con ironía "¿qué hay de lo que yo siento?"
"¿Lo que sientes?" preguntó algo confundido "¿Qué es lo que sientes?"
"Y te haces llamar mi padre" se burló Kai
"Por favor Kai, me has dicho que quieres mucho a tu amigo, incluso Gennadi y Nadezhda se han dado cuenta, es por eso que tomamos esa decisión"
"Ninguno de ustedes sabe nada, es cierto, lo quiero y mucho... pero eso de que sea mi pareja es demasiado"
"Con el tiempo su cariño se transformará en algo más"
"¡Jamás!" exclamó dándole la espalda a su padre "es mi amigo y punto"
"Eso piensas ahora, pero ya verás en un futuro"
"En un futuro que jamás llegará, padre" se cruzó de brazos
"Ya lo veremos, te dejo... recuerda que mañana tienes clases"
Así, el señor Andrei se retiró de esa habitación dejando a Kai en ella. Se dirigió a la sala, donde se encontraba su esposa, mujer hermosa y algo joven. Contemplaba un cuadro que estaba en la repisa, en él estaban ella, su esposo y su hijo, había sido pintado cuando Kai tenía apenas cinco años, cuando era un niño inocente y feliz. Al momento de sentir a alguien detrás de ella volteó y vio a su esposo
"¿En dónde está mi padre?"
"Ya se fue, tiene asuntos que atender"
"Ya veo"
"¿Qué pasó?" le preguntó y en su voz, la preocupación fácilmente se notaba
"Nada, está enojado conmigo, contigo... en especial con su abuelo"
"¿No hay otra solución para esto?"
"Sabes bien que las decisiones que toma mi padre se deben cumplir"
"No hace falta que me lo recuerdes" la señora se sentó en uno de los sillones lujosos
"Inna" le llamó su esposo "Kai estará bien"
"Eso espero, no quiero que mi hijo sufra"
"Y no lo hará" le sonrió a su esposo y ella le correspondió de igual manera "vamos, ya es tarde"
Los señores Hiwatari se retiraron a su habitación para descansar. Pero Kai no podía dormir, seguía pensando sobre lo ocurrido. Seguía admirando la luna, pero esta vez desde adentro, pues comenzaba a hacer frío, no es que le importara, si no que estaba un poco cansado, pero no tanto para dormir. Dio un suspiro y se dirigió al baño. Abrió la llave de agua fría, tomó un poco y se la echó a la cara. Miró su reflejo en el espejo que tenía al frente.
"No pienso hacer lo que me dicen, ya no soy un niño para que me digan qué es lo que debo o no debo hacer, no me importa contra quién tenga que luchar, no lo haré"
Tomó la toalla que estaba colgada a un lado y se secó la cara. Salió del baño y se cambió de ropa, se puso la de dormir. Su mirada se posó en la mochila negra que estaba encima del escritorio se acercó a ella con la intención de revisar si había hecho las labores escolares, pero había recordado que desde el primer día de vacaciones los había hecho. Al día siguiente tendría clases, vería a su prometido, pero también al chico que en verdad amaba. ¿Le diría que estaba comprometido?
"Será lo mejor"
No era bueno ocultar algo que saldría a la luz en poco tiempo. Y menos a alguien que te conocía tan bien. Bostezó. No era muy tarde, pero tampoco muy temprano. Observó que el reloj marcaban las once y media, debía levantarse más temprano para que le diera tiempo de llegar al colegio, debía pensar en cómo le diría a su amigo el hecho de que estaba comprometido contra su voluntad. Caminar era una buena opción para despejar su mente y pensar con claridad
"Mañana será otro día"
Con ese pensamiento se metió a la cama, cerró los ojos intentando dormir. Al poco rato lo logró.
"Joven Kai" escuchó que lo llamaban mientras tocaban ligeramente la puerta
Esa era la voz del mayordomo, era tan insistente que no tuvo opción mas que levantarse, abrir la puerta y saber la razón de su presencia. Talló un par de veces su ojo derecho y se tomó unos segundos para adoptar su carácter de siempre, no se podía dar el lujo de que lo vieran adormilado, algo nada común en él. Abrió la puerta de un jalón
"¿Qué es lo que quieres?" le preguntó sin rodeos
"Buenos días, perdón que lo moleste, pero sus padres me ordenaron llamarlo temprano, recuerde que tiene clases hoy"
"No soy un niño como para que mis padres hagan este tipo de cosas" pensó verdaderamente molesto "ya voy"
"Compermiso" el señor hizo una reverencia y se retiró
"¡Arg!"
Cerró la puerta con gran fuerza. Apenas comenzaba el día y sus padres ya lo habían hecho enfurecer. Miró el reloj, y vio que marcaban las seis con cinco. Le sorprendió pues normalmente se levantaba mucho más temprano y despejado, pero esta vez se sentía un poco cansado, no le tomó mucha importancia. Decidió darse una ducha rápidamente, pues sus planes se verían alterados a causa de cinco minutos. Sacó ropa limpia y la metió consigo al baño.
Una vez arreglado tomó su mochila, salió de su habitación y bajó las escaleras, vio a uno que otro sirviente andando por ahí, los ignoró y se dirigió al comedor. Se sentía lleno, así que solamente tomaría algo
"Buenos días joven" le saludó una criada al momento de verlo entrar
Kai se limitó a asentir
"¿Va a desayunar?" preguntó con educación
"No, solamente voy a tomar algo"
"¿Jugo le parece bien?"
"Si" iba a decir por favor, pero no era su estilo
La mucama se retiró hacia la cocina. Kai se sentó en una de las sillas dejando su mochila encima de la mesa. Suspiró. Miró su reloj el cual marcaba las seis y media. Tenía media hora para llegar al colegio. Sacó de su mochila una agenda electrónica, debía ver las actividades que su padre le había programado. La revisó y por ese día no había ninguna en especial solo debía asistir a la escuela y regresar a casa temprano para comer con sus padres. La volvió a guardar y fue cuando la sirvienta entró
"Aquí tiene" dejó el vaso llego de líquido anaranjado frente a Kai
"Hmp" fue su respuesta
Dio una ligera reverencia y se fue a hacer sus labores domésticas. Miró por un rato el vaso con jugo, lo tomó entre sus manos pero no tenía la menor intención de ingerirlo. Hasta que por fin, de un solo jalón se lo terminó y dejó el vaso en la mesa. Se puso la mochila en el hombro derecho y salió hacia la sala. Miró a través de la enorme ventana que estaba al lado de la puerta principal y se dio cuenta de que el suelo estaba cubierto por algo color blanco.
"Nieve" sonrió, pues esos días le gustaban mucho
Así era Rusia, fría... tanto como él. Antes de cruzar la puerta principal tomó una chamarra algo delgada negra, que combinaba con su demás ropa que eran unos pantalones holgados y una playera negra. La cerró cubriendo la parte superior de su ropa, dejando a la vista únicamente su blanca bufanda. Tomó la perilla y al fin se encontraba fuera de su casa o mejor dicho, mansión
"¿Quiere que lo lleve?" le preguntó el chofer mientras se dirigía a abrir la puerta de la limosina
"No" el chofer se detuvo ante la respuesta de Kai "me iré a pie"
"E-está bien" tartamudeó pues a los señores Hiwatari no les agradaba que su hijo se fuera caminando hasta el colegio, pero tampoco quería hacerlo enfadar al insistirle
Siguió su camino, esta vez sin que nada ni nadie se interpusiera en él. La enorme reja que protegía la propiedad Hiwatari se abrió una vez que Kai estuviera frente a ella. E inicio su trayectoria en donde pensaría en la forma de decirle a sus amigos que estaba comprometido con uno de ellos. Su cabello cubría sus orbes rojizas, tenía las manos dentro de las bolsas de su pantalón. El ligero viento jugaba con su bufanda ondeándola.
"¿Qué me dirá cuando se lo diga?" se preguntaba una y otra vez
Se imaginaba las diferentes posibilidades. Estaba tan absorto de sus pensamientos que no se dio cuenta de que estaba a unos cuantos metros de la entrada del colegio al que asistía. Siguió caminando sin prestar atención a su alrededor. Incluso se pasó de la entrada y ya iba a pasar a la otra calle. Despertó de su letargo al escuchar una voz bastante familiar
"El colegio está al lado contrario"
Su corazón latió con mayor fuerza al escuchar esa voz y levantó la vista rápidamente topándose con una mirada dorada que reflejaba preocupación, pero sus labios formaban una pequeña sonrisa. También le sonrió. Ese chico era una de las personas que Kai apreciaba y valoraba, pero había algo más en su corazón por él. Cerró sus ojos intentando que el ritmo de su corazón se normalizara. Suspiró
"Ray"
"Buenos días" le saludó con alegría
"Dobroye utro" respondió
El neko puso una cara que expresaba claramente que no había entendido lo que Kai le dijo, hizo un puchero y eso provocó que Kai sonriera aún más. Sabía perfectamente que su amigo no sabía ruso, y eso le divertía a lo grande. Las caras y los gestos que hacía eran sumamente graciosos. Pero cuando estaba a punto de disculparse por su broma, el chico sonrió ampliamente y tomó aire.
"Ya nye govoryu po russki" mientras decía esto, sus sonrisa desapareció dando enojo fingido
"¿Qué...?" Kai no podía hablar "¿Qué me acabas de decir?"
"Y se supone que tu eres el ruso aquí" bromeó con sarcasmo, algo no muy común en él "que yo no hablo ruso"
"Eso ya lo sé"
"¿Entonces para qué me preguntas?"
"¿Desde cuándo lo practicas?"
"No hace mucho, empecé mis clases al inicio de las vacaciones"
"Un mes" susurró "¿por qué decidiste aprenderlo?"
"Pues estoy harto de que tú y los otros dos rusos platiquen y no sepa nada de lo que dicen"
"Sabes que lo hacen para molestarte y ver la cara tan graciosa que pones"
"Claro" volvió a sonreír "¿en qué pensabas?"
"¿Chto?"
"¿Que en qué pensabas cuando caminabas?"
"En... algo" no podía decírselo por más que quisiera
"Debe ser importante como para que estuvieras tan distraído¿no piensas ir al colegio?"
"Claro que si, sabes que si falto mis padres vendrán y..."
"Odias que lo hagan" Ray completó lo que Kai iba a decir "lo sé"
"Pues entonces entremos"
"Privet" una tercera persona saludó
"¡Bryan!" el chino saludó igual al recién llegado
Kuznetzov caminaba acercándose a los otros dos chicos. Vestía unos pantalones negros, playera blanca de manga corta con un chaleco negro encima desabrochado, dejando ver que su playera se pegaba bastante a su bien formado cuerpo, sin dejar casi nada a la imaginación. Una mochila azul marino colgaba de su hombro.
"Hola Kai" saludó al bicolor, pero no recibió respuesta "¿no me vas a saludar después de un mes de no vernos?" preguntó con tristeza fingida, cómo le gustaba hacer enfadar a su amigo aunque los otros no estuvieran deacuerdo
"Cállate"
"Qué genio te cargas" dijo el peli-lavanda con ironía y sonrió
"¿Qué tal tus vacaciones?" preguntó Ray
"Aburridas, tuve que ir a ver a un pariente a Japón"
"Debió haber sido un viaje largo, no?"
"Si¿y qué tal te la pasaste sin nosotros?"
"No fue divertido" dijo con sinceridad "mis padres fueron a China a ver a mis abuelos"
"¿No fuiste tú?"
"Yo fui hace poco, así que mis padres decidieron dejarme aquí con profesores particulares repasando temas que sé a la perfección, además no tenía ganas de ver a esa chica que está siempre pegada a mí cada vez que voy"
"Ray tiene novia" dijo Bryan con voz burlona
"No es mi novia, conocidos se podría decir"
"Cómo no"
"Es hija de unos socios de mis padres"
"Ya veo" Bryan posó sus orbes en Kai "¿qué tal te fue en Saratov Kai?"
"Bien" fue su respuesta simple
A Bryan le hervía la actitud de Kai, cortante e impotente, pero así era él, y no podía hacer nada para cambiarlo. Ray los miraba entretenido, le divertía ver cómo peleaban por tan poca cosa. Pero notó algo que le llamó la atención, Yuriy jamás se separaba de Bryan, iban y se iban de la escuela juntos, así que se le hizo bastante raro que el pelirrojo no estuviera junto a su mejor amigo.
"¿En dónde dejaste a Yuriy?" preguntó Ray pícaramente
"¡Ray!" llamó Bryan sonrojándose levemente "me dijo que sus padres lo vendrían a dejar pues querían hablar con nosotros"
"¿Hablar?" preguntó Kai algo asustado
"Si, eso es lo que me dijo" Bryan se extrañó por el comportamiento de Kai
"¿Estás bien?" Le preguntó Ray preocupado por el ruso bicolor
"Si, estoy bien" logró articular
"Como digas" Bryan dejó eso a un lado "¿qué hacen aquí afuera?"
"Nada, solo platicábamos" respondió Ray
"Pues entremos, hace algo de frío aquí"
"¿Tú... teniendo frío?" preguntó entre sorprendido y burlón
"Vamos kot, lo digo por ti" y es que Ray solamente traía una playera roja y unos pantalones azules, no traía puesto nada abrigador y eso preocupaba a su amigo ruso.
"Yo no tengo frío" le dijo algo divertido
"Está bien, entonces quédate aquí afuera"
"Entremos" fue la orden que dio Kai y comenzó a caminar
"Claro general" dijo Bryan sarcástico
"Andando" Ray fue detrás de Kai
"Da!" Bryan caminó al lado del neko
El portero los recibió con cortesía exagerada, y es que sabía muy bien que ellos eran hijos de empresarios importantes y multimillonarios, además de ser los chicos más populares y, codiciados por chicas y chicos, en ese colegio. Caminaron por un sendero de concreto que estaba entro pasto, ahora cubierto por nieve. En el camino se encontraron a muchos alumnos y uno que otro compañero de clase, miradas llenas de lujuria era lo que recibían por parte de todos ellos.
"Buenos días Kai" le saludó con tono sensual
Pero Kai solo la miró por un segundo y después volvió su vista hacia el camino. La chica se quedó esperando una respuesta que sabía perfectamente jamás llegaría. Así era todos los días, chicas e incluso chicos lo saludaban, pero siempre los ignoraba, los consideraba inferiores, tontos por pensar que obtendrían algo de él. Bryan sonreía ante la actitud de su amigo y Ray le daba un pequeño codazo a Kai por haberse comportado mal con esa persona, el bicolor solo le sonreía
"Hola Bryan"
Esta vez fue al peli-lavanda a quien saludaron, pero al igual que Kai, solo la miró y se volteó. Así eran esos chicos, Bryan Kuznetzov y Kai Hiwatari eran conocidos por su frialdad pues ignoraban a todo ser humano que se les acercara, a excepción Yuriy Ivanov y Ray Kon. Dos jóvenes igual de populares y ricos. Yuriy era más sociable, aunque no tanto, solo saludaba si lo saludaban aunque a veces podía ser igual o más frío que Kai y Bryan. Ray Kon era el más sociable de los cuatro, no le importaba quién le saludara, siempre respondía y mantenía una sonrisa en sus labios
"¿Qué tal Ray?" preguntó un chico que iba de paso
"Hola" y el chico se fue con una sonrisa en los labios
"¿Por qué les respondes?" preguntó Kai
"Sabes muy bien que Ray es muy sociable" fue Bryan quien respondió "es su esencia, y jamás cambiará¿cierto?" miró a Ray quien le observaba con algo de confusión por las palabras dichas por Bryan
"Si"
"Lo que digas" comentó Kai con ironía
"¿No te gusta cómo es Ray, sonriente, alegre y lindo?"
"¿Qué?" dijeron los chicos al unísono, Kai por que no podía creer que Bryan le estuviera preguntando algo como eso, y Ray por lo que el peli-lavanda pensaba de él
Bryan rió al ver las caras de sus amigos, sabía muy bien lo que Kai en realidad sentía por Ray, pero no lo diría. Guardó silencio al ver a cierta chica acercarse corriendo gritando su nombre, rubia, de ojos verdes, cuerpo bien formado, tez blanca, llevaba una mini falda verde y una mini playera blanca con tenis. Ropa no apta para el frío, pero desde que había entrado a ese colegio, se había propuesto ser la novia de Bryan, costara lo que le costara. El peli-lavanda rodó los ojos y suspiró con molestia
"¿Qué quieres Alina?" preguntó sin el mayor interés
"¿Ni un hola me dices?" la chica se acercó demasiado a Bryan, y este retrocedió
"Hola" dijo bastante cortado "¿qué quieres?"
"Que me acompañes hasta el salón"
Los cuatro chicos iban en tercero de preparatoria, pero no en el mismo salón. Estaban separados, cada uno en uno diferente. A Bryan le había tocado la mala suerte de que esa chica fuera su compañera, pero había aprendido a ignorarla o a evitarla, gracias a su amigo pelirrojo, que iba en el salón de al lado. Ambos iban en el edificio A, mientras que Kai y Ray estaban en el edificio C, también sus salones eran vecinos y eso les facilitaban un poco las cosas a la hora de la salida
"No puedo..." fue lo único que se le ocurrió decir
"¿No puedes?" preguntó confundida "¿por qué?"
"Porque irá conmigo"
La chica volteó a ver a la persona que había interrumpido la explicación de Bryan bastante furiosa, topándose con una mirada azul, llena de furia. Bryan sonrió aliviado, Yuriy había llegado para salvarlo como en otras ocasiones. El ojiazul vestía unos pantalones blancos con una playera azul oscuro que le enmarcaba su bien formado cuerpo. Su mochila, que era blanca, la llevaba en la mano
"Es cierto, iré con él" aclaró Bryan
"¡Arg!" la chica se retiró bastante enojada
"Hola Yuriy" le saludó Ray
"Hola chicos" su mirada se posó en Kai, pero este la esquivó clavándola en el suelo
"¿Tus padres?" preguntó Bryan "dijiste que vendrían"
"Si, pero tuvieron algo más importante que hacer"
"Bryan nos dijo que querían hablar con nosotros" comentó Ray
"Si Yuriy¿de qué se trata... sabes?"
"N-no" dudó en su respuesta "no se nada"
"Es raro, pero hace mucho que no veo los veo" dijo el chino sonriente
"Da" el pelirrojo sonrió levemente
En ese momento el timbre sonó por todo el colegio, anunciando que era hora de iniciar la jornada de clases. Todos los alumnos dejaron de hacer lo que estaba haciendo para retirarse corriendo a sus respectivas aulas, no querían llegar tarde a clases, después harían lo que dejaron pendiente a la hora del receso.
"Bueno, nosotros nos retiramos, no queremos llegar tarde" dijo Ray jalando a su amigo "¿cierto Kai?
"Eh... si, claro" fijó su vista en Ray
"Está bien, nosotros también" dijo Yuriy
"Hoy no nos podremos ver en el descanso" anunció Bryan a lo que llamó la atención de los demás chicos "recuerden que Yuriy y yo tenemos práctica de deportes"
"Es cierto" dijo Yuriy con desilusión, todo porque sus padres les obligaban a entrenar
"Bueno, entonces esto sea un hasta mañana" dijo el chino tratando de sonar alegre
"Posiblemente"
"Vamonos Ray" le llamó Kai
"Adiós chicos"
Kai y Ray caminaron rumbo a su salón con calma, a pesar de ver que ya no había ningún alumno afuera, no les preocupaba, pues sabían perfectamente que el profesor no les diría nada, jamás lo hacían. Ray iba a dos pasos atrás de Kai, quien se mantenía cabizbajo, no sabía lo que le pasaba y deseaba saberlo pues le preocupaba, después de todo era su amigo. Dio dos zancadas y ahora caminaba al nivel de Hiwatari.
"¿Qué te sucede?"
"¿Eh?" Kai levantó su cabeza rápidamente y miró a Ray "¿qué?"
"Estás muy distraído el día de hoy, eso no es común en ti¿sucede algo malo?"
"No, no es nada" Kai pudo ver que la duda aún estaba en la mirada de Ray "de verdad"
"Puedes confiar en mí, soy tu amigo"
"No hace falta que me lo digas más de una vez, lo sé perfectamente"
A Ray le hubiera gustado preguntar más pero ya estaban frente a su aula, incluso el profesor le había abierto la puerta y esperaba que el chino entrara. Miró por última vez a Kai y este tenía una diminuta sonrisa, tratando de decirle que todo estaba bien, que no había nada de qué preocuparse. El neko le sonrió igual, ya habría tiempo para averiguar. Entró al salón y vio a través de las ventanas a Kai entrando igual a su aula. Se sentó en su lugar pensando en lo que le pasaba a su amigo
"Se que algo le está pasando a Kai, pero no me lo quiere decir... ¿tan grave será?"
Al momento de sentarse en el lugar que le correspondía, Kai miraba por la ventana cómo nieve comenzaba a caer del cielo. Jugaba con el lápiz que tenía en sus manos, el maestro explicaba algo que él sabía muy bien, ese tipo de clases le aburrían demasiado, pero ¿qué podía hacer? Si no entraba, mandarían llamar a sus padres y eso era lo que menos quería. Cerró sus ojos dejando que su mente dibujara en su cabeza la imagen de su amigo chino.
"Gracias por salvarme Yuriy" dijo Bryan mientras caminaban
"No tienes por qué darlas, sé muy bien que esa chica no te agrada, y sé que si estuviera en la misma situación, harías lo mismo por mí¿no es así?"
"Por supuesto" suspiró "no sé qué hice para que ella me siga todo el tiempo"
"A eso Bryan... se le llama acoso"
"Lo sé, pero no sé qué hacer para quitármela de encima"
"Has hecho hasta lo imposible para hacerlo"
"Debo conseguirme a alguien más para que me deje en paz"
"¿Hablas en serio?" preguntó el ojiazul bastante sorprendido
"Claro que no" respondió como si eso fuera lo más obvio "ya te dije que no estoy interesado en ninguna de las descerebradas que me siguen día y casi la noche"
"Es cierto" sonrió triste
"Algo te pasa¿qué es?"
"No es nada"
"Sabes que con eso no me convences"
"Mmm..." tenía que pensar en algo para que Bryan no sospechara más "es que la esposa de mi tío Vladimir está enferma"
"¿Por eso estás así?" preguntó Bryan todavía sin creer
"Es que ella me quiere mucho, y me agrada"
"Jamás me habías hablado de ella Yuriy"
"Es que no la veo muy seguido, cada año voy a visitarla"
"¿Seguro que es solo eso?"
"Estoy completamente seguro"
"Está bien"
Bryan se detuvo al ver que ya estaban en la puerta del salón del pelirrojo, Yuriy no se veía bien, parecía triste, no estaba con la alegría de siempre, pero ya le había dicho el por qué de su comportamiento¿por qué seguía preocupado? Cerró sus ojos y tomó aire lentamente. Os volvió a abrir y vio que Yuriy lo miraba fijamente, se sonrojó ligeramente
"Nos vemos en el descanso"
"Si"
Yuriy entró al edificio y Bryan siguió caminando, no tenía ganas de entrar a clases, las cuales creía tontas y aburridas, pero no le quedaba opción, debía admitir que hacía frío, pero no tanto, lo soportaba, ese no era realmente el problema. Sabía que algo andaba mal con Yuriy, pero no le había querido decir¿por qué? Tendría él sus razones, pero eso no le quitaba la preocupación. Estaba frente a la puerta del salón que le correspondía...
"Espero aguantar este día"
Y así, entró a aguantar las aburridas explicaciones de su profesor. Todo eso ya lo sabía a la perfección, sus padres habían pagado a varios profesores para que le dieran la mejor educación y ser alguien en un futuro. Al cerrar la puerta, su vista viajó por todo el salón. Más de una mirada estaba en él, cerró sus ojos, guardó sus manos en sus bolsillos y caminó hacia su lugar, el cual estaba hasta atrás y en la esquina, donde no habían tantos alumnos. Además de que quería alejarse lo más posible de esa chica que lo atormentaba en el horario de clases.
"Es así como..."
La campana interrumpió la explicación del profesor de Yuriy. El pelirrojo suspiró, cómo odiaba esos días de clases, no le agradaba en lo absoluto, una pérdida de tiempo, a su criterio. Tomó su mochila y se dirigió al campo para cambiarse, tratar de almorzar algo y verse con Bryan, debía decirle de una vez que estaba comprometido. Salió del aula y se asomó a la de su amigo, pero ya estaba vacía. Suspiró y con ganas bastante bajas, caminó sumido en sus pensamientos.
"¡Yuriy!" gritó Bryan al ver a su amigo pasar
"Bryan¿por qué no me esperaste?"
"Perdóname, es que aproveché que Alina salió del aula para escabullirme, fui a verte para decírtelo pero estabas con el profesor Godunov, además de que estabas embobado en la ventana" rió
"¿Embobado?" preguntó con molestia fingida
"Sé muy bien que te gusta mirar caer la nieve, así que no te molesté"
"En ese caso..."
"¡Vamos chicos, en media hora comenzamos el entrenamiento!" fue la voz de su entrenador
"Será mejor que nos vayamos a cambiar"
Cuando escuchó la campana sonar no evitar mirar hacia la ventana, ahí estaba Kai esperándolo como siempre, recargado del barandal con los brazos cruzados, y sus orbes fijas en su persona. Le sonrió y este le correspondió pero de inmediato borró esa mueca de su rostro. Recogió sus cosas, tratando de hacer tiempo pues sus compañeros estaban tan entusiasmados por la hora de descanso que hasta corrían para poder salir, el prefería caminar con tranquilidad y sin prisa.
"Oye Ray" le llamó una chica con timidez y la miró "¿quieres desayunar conmigo?"
Kai vio que una compañera de Ray se le estaba acercando, eso le molestó y decidió entrar para ver. Apenas y logró escuchar la proposición de aquella extraña y, a su parecer, patética chica. ¿Cómo se atrevía a pedirle tal cosa? Vio la cara de Ray, en ella podía ver que no deseaba estar con ella, pero no era su estilo rechazar a alguien así como así, por eso se quedó callado. Debía ayudarlo, tampoco quería quedarse solo durante el receso. Caminó con paso seguro. Ray lo miró
"Él se va conmigo" la chica le miró con miedo y se fue
"No tenías que ser tan grosero" le regañó Ray
"¿Crees que lo fui?"
"Por supuesto, sino no te lo estaría diciendo ahora"
"Ya pasó, ahora vámonos"
"Contigo no se puede, Kai" dijo el chino algo molesto
"¿Estás enojado conmigo?" preguntó Kai un tanto preocupado
"Sabes que contigo no me puedo enojar" dijo Ray con una sonrisa "eres mi amigo"
"Horosho" en su rostro apareció una pequeña sonrisa
"¿Qué tal tus clases?" indagó mientras salían del salón
"Aburridas, ya lo sabes"
"Es cierto" sintió el frío en su rostro "¿comerás hoy?"
"No tengo mucha hambre"
"Te hará daño sino lo haces"
"Está bien, vamos"
Kai y Ray se dirigieron al lugar en el que siempre pasaban el tiempo en los descansos. Fueron por su comida y se sentaron en una banca que estaba frente a una mesa amplia, todo de madera. El lugar estaba solo, no había nadie más que ellos. Ray se sentó de un lado y Kai frente a él. Comenzaron a comer en silencio. Kai estaba absorto de sus pensamientos y casi no comía debido a eso, mientras, Ray le veía atentamente, comiendo de vez en vez, su amigo estaba demasiado distraído, no podía quedarse así, debía saberlo. Dejó su comida a un lado...
"Kai" le llamó y este de inmediato le miró "¿me dirás lo que te pasa?"
"No puedo..."
"¿Por qué no?" le preguntó, estaba tan angustiado de no saber lo que le pasaba a su amigo. Bajó su mirada y unos mechones cubrieron sus ojos los cuales, estaban cristalizados al instante de interrogar a Kai. ¿Acaso no le tenía la confianza suficiente para decírselo? Tal vez era eso.
"Entiendo" Kai enarcó una ceja con tristeza "no confías en mi" sonrió con melancolía
"No, créeme que no es esa la razón" respondió de inmediato
"¿Entonces?" levantó su mirada y Kai vio sus ojos llenos de lágrimas reprimidas "¿acaso no entiendes que me preocupas? no sabes cómo me siento al no saber lo que te pasa" al término de estas palabras, cerró sus ojos dejando escapar ese líquido transparente, lágrimas era lo que recorrían sus mejillas
Kai se sorprendió demasiado al ver a Ray en ese estado, se veía hermoso así, pero la tristeza opacaba esa belleza. Lo dudó por un momento, pero posó su mano en la mejilla del neko y ante este movimiento, Ray abrió sus ojos posando su mirada en Kai, quien en sus ojos demostraba ternura y preocupación. Miró de forma especial al ruso, jamás había hecho algo así, volvió a cerrar sus ojos para poder disfrutar mejor de aquella caricia que su amigo le regalaba.
"Te lo diré" las palabras dichas por Hiwatari hizo que Ray abriera sus ojos de golpe y dejó de sentir esa suave mano "pero no ahora"
"¿Entonces cuándo?" preguntó con tristeza
"Qué te parece si nos vemos en el parque de siempre a las seis¿deacuerdo?"
"Está bien"
En ese momento la campana volvió a sonar. Debían regresar a clases. Ambos chicos se levantaron de sus lugares, recogieron sus cosas y se encaminaron hacia sus salones. El recorrido fue en silencio, ninguno se atrevió a hablar. Fue hasta que estuvieron cerca de sus aulas, cuando Kai fue el que eliminó aquel incómodo silencio.
"Me iré temprano" el chino lo miró "debo comer con mis padres"
"Entiendo, eso significa que no nos veremos hasta la tarde"
"Si..."
"Bueno, hasta entonces"
Y así el día transcurrió sin novedad alguna, la misma rutina de siempre. Bastante aburrido, pero sin opción alguna. Cuando el reloj marcó las dos de la tarde en punto, el timbre sonó por toda la escuela una vez más. Cómo odiaba ese sonido. Todos sus compañeros aventaron sus cosas a sus mochilas y pronto el aula en el que estaba estuvo completamente vacía. Cerró sus ojos por unos segundos. Cuán cansado e irritante era soportar a esos chiquillos que tenía por compañeros.
"¿Ya te vas?" esa voz lo sacó de sus pensamientos
"Eso no te importa, Alina" respondió molesto
"Vamos, no puedes estar enojado conmigo todo el tiempo"
"Solo obsérvame" se levantó de su silla
"¿Entonces?" interrogó " ¿nos vamos?"
"Tengo cosas que hacer¿por qué no me dejas solo?"
"¿Acaso no entiendes que me gustas?" le preguntó como si eso fuera lo más obvio del mundo
"Pero tú a mi no"
"Ya lo verás, sé que acabarás queriéndome"
"Claro, como tú digas" dijo sin muchos ánimos
"Nos vemos mañana" la chica se fue
"¿Acaso otra opción tengo?" dijo en suspiró y comenzó a guardar sus cosas en su mochila. Fue un día bastante pesado, eso no le agradaba en lo absoluto.
"Bryan" le llamaron, esta vez le agrado ver quién era
"Ya voy Yuriy, espera unos segundos más"
"Acabo de ver a Alina salir¿te volvió a preguntar que si la acompañabas?"
"Algo así, no sabes cuánto me molesta"
"No te preocupes, ya se le pasará"
"Lo dudo mucho"
"Bueno, ya vámonos"
"Bien"
A paso lento, salieron de la escuela, siendo despedidos por el portero, de igual manera en la que ambos habían sido recibidos. Hipócrita era la palabra correcta para describir a ese sujeto. Siguieron caminando, el trayecto era algo largo. Yuriy pensaba en la mejor forma de decirle a Bryan que estaba comprometido. Decidió hacerlo hasta que estuvieran frente a su casa, para no tener que darle tantas explicaciones a su amigo. Bryan veía de reojo al ojiazul, cuánto deseaba saber en lo que pensaba.
"Ya llegamos" después de un rato de caminar, llegaron a la mansión Ivanov
"Bryan..."
"Yuriy, por favor, dime¿qué es lo que te pasa?"
"Te haré una pregunta" dijo rápidamente
"Deacuerdo" dijo no muy seguro
"¿Qué pensarías si te dijera que estoy comprometido?"
Bryan sintió como si un balde de agua totalmente helada le hubiera caído encima¿qué le quería decir Yuriy con eso? No podía ser lo que pensaba, no podía ser. Por un segundo creyó perder el equilibrio, pero pronto recuperó la postura. Unos intentos ojos azules le miraban atentamente esperando una respuesta, respuesta que Bryan no tenía o no quería dar.
"¿Qué me quieres decir con eso?" le preguntó triste
"Yo..." se le hacía muy difícil, pero era ahora o nunca "mis padres me han comprometido"
"Ya veo" Bryan se sentía morir por dentro "¿eso es lo que te ha tenido así desde la mañana?"
"Así es" clavó su mirada en el suelo "y eso no es todo"
"Pero hay algo más¿cierto?"
"Eh" Yuriy no sabía cómo es que Bryan podía leer sus pensamientos "si"
"¿Quién es la persona con la que te comprometieron?" indagó entre curioso y melancólico
"Kai" susurró lo menos audible que pudo
"¿Quién es?" preguntó de nuevo, vio que los labios de su amigo se movieron, pero no escuchó nada
"Kai" casi gritó mientras sus ojos adquirían tristeza
"Me tengo que ir" dijo, la rabia estaba apoderándose de él
"Bryan" susurró
"Nos vemos mañana" comenzó a correr
"Bryan" volvió a susurrar, cayó de rodillas mientras derramaba unas cuantas lágrimas "si supieras cuánto te amo"
Al fin terminé! Espero que haya sido de su agrado. Me asombro a mí misma pues es el capítulo más largo que he escrito
Espero sus reviews, espero que sean muchos! XD
Gracias por su tiempo
