El Rencuentro
Nota: La película del Laberinto y sus personajes no me pertenecen. Yo solo estoy utilizándolos por la gran admiración y cariño que tengo por la historia. También esta historia esta basada en una mini novela romántica escrita por Corín Tellado
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Capítulo 1 - Sarah
Cómo pasa el tiempo – pensó Sarah Williams. Ella se encontraba enfrente del gran ventanal que da hacia la calle en su pequeño pero cómodo departamento. Viendo hacia fuera su mirada no estaba enfocada en ningún punto específico, solo estaba perdida en sus pensamientos.
Han pasado once años desde su aventura en el Laberinto y en la vida de Sarah han habido cambios muy drásticos y no muy gratos que la han hecho madurar y dejar de ser una soñadora. No es que no le guste el romanticismo, pero las circunstancias la han hecho una mujer realista, y sobre todo, madura.
Ahora ella vive sola en Bedford un pequeño poblado en el estado de Nueva York y trabaja para una empresa de importaciones y exportaciones donde ella es gerente general. El señor Salvador Cueto es el dueño, y Sarah lo considera como una figura paterna desde que ella perdió a su padre y familia hace ocho meses en un trágico accidente durante una madrugada de invierno. La calefacción de la casa donde Sarah creció emano monóxido de carbono provocando la muerte de su papá, Karen y Tobi.
El recuerdo del accidente hace que ella se sienta deprimida. Pero en vez de lamentarse por lo sucedido, Sarah piensa en todas las cosas maravillosas que hizo con su familia.
Después de rescatar a Tobi del Laberinto la actitud de Sarah cambió drásticamente. Su relación con su madrastra Karen mejoro al grado que ella empezó a llamarla mamá y a contarle sus problemas. Karen termino siendo la mejor aliada de Sarah. Su papá y Tobi nunca fueron un problema para Sarah excepto cuando en su inmadures pensaba que su papá no la comprendía y Tobi era solo una carga que le impedía enfocarse en cosas más importantes como el jugar con sus disfraces y actuar sus historias.
Después de graduarse de la preparatoria (educación media superior), Sarah decidió ingresar a la universidad y se mudo a la ciudad de Nueva York para estudiar leyes como su papá. Pero pronto se dio cuenta que eso no era lo suyo. Estuvo indecisa un tiempo, pero su familia nunca la presionó o reprochó su decisión de cambiar de profesión. Sarah encontró un trabajo de medio tiempo en una empresa de inversiones y esto le sirvió mucho porque es cuando decidió estudiar administración de empresas. Su carrera iba en ascenso en la empresa. Sus superiores la consideraban uno de los mejores talentos y después de su graduar de la universidad le ofrecieron un trabajo como asistente regional. Sarah no podía pedir mas de la vida: un excelente empleo, un lujoso departamento y automóvil, el amor de su familia y Denis, su novio, que conoció en la universidad, y con el que tenia una relación de más de un año.
Pero es cuando llego la tragedia de su familia y su mundo perfecto sucumbió. Sarah sintió morir al escuchar la noticia cuando la policía le informo de lo sucedido.
En su trabajo recibió un extraordinario apoyo moral de parte de sus compañeros y jefe. El señor John Oakerson, su jefe, le sugirió tomarse unas vacaciones después del sepelio de su familia. Sarah le tomo la palabra. Ella tenía que alejarse y pensar en el futuro. Su novio Denis no se alejo de su lado y Sarah siempre estará agradecida por el apoyo y amor que le ofreció durante esos terribles días.
Sarah regresó a su trabajo después de sus vacaciones. Pero su éste se volvió una rutina para ella.
Se levantaba temprano, tomaba un baño, desayunaba un pan tostado con café, y manejaba a la oficina.
Ella se sentía más como un robot en automático que una persona con sentimientos.
Llorar y sentirse mal eran sentimientos que ya no pasaban por su mente.
Ya se había cansado de llorar. Tenia que hacer algo diferente porque si no se volvería loca.
Una noche cuando sufría insomnio, algo que se había vuelto muy común, pensó que lo mejor era renunciar a su trabajo y moverse a un lugar menos ajetreado que la ciudad de Nueva York.
No creía que en su trabajo tuvieran problema con su decisión. Renunciaría un mes antes, pero esperaría a que encontraran su repuesto.
El problema sería Denis. ¿Cómo decirle que ella necesitaba dejar todo esto y moverse lejos de él?
Sarah desde hace tiempo lo veía como un buen amigo más que como novio.
–Denis es un gran hombre. –
Denis es el más joven en el buffet de abogados donde trabaja y donde tiene un gran futuro.
No solo es inteligente sino también muy atractivo.
Cualquier mujer diría que es muy buen partido como para dejarlo ir.
Pero Sarah sentía estos sentimientos cruzados desde hace tiempo. Mucho antes de la trágica muerte de su familia.
Quizás antes no los quiso enfrentar por miedo a ofender a Denis por todo lo que ha hecho por ella y perderlo como amigo.
Ella pensó en una de las tantas noches cuando Denis se quedó para cuidarla. Estaban en la sala de su departamento y Sarah estaba perdida en sus pensamientos. Denis la apretó por la cintura.
– Suéltame, Denis, por favor–
Denis no la soltó. La beso largamente en la boca. Sarah lo empujo con blandura.
Es cuando ella realmente se dio cuenta que sus sentimientos hacia Denis habían cambiado y no deseaba mas que una buena amistad.
Aquel beso no había dejado en su boca ninguna emoción.
Después de hablar con su jefe acerca de su decisión y de que él tratara por todos los medios de convencerla en quedarse sin lograrlo. El levantó sus brazos como signo de derrota y le dijo en tono de broma.
– ¿Sabes? Eres muy terca. –
Sarah le sonrió y contestó – Sí, lo sé. Es una de mis mejores cualidades. -
Ahora tenia que hablar con Denis. Se citaron en el parque. Sarah lo espero en una banca y en su mente estaba repasando lo que quería decirle.
Denis llegó y la saludo dándole un beso en la mejilla.
– Tenemos que hablar – le dijo seriamente a él.
El la miro fijamente a los ojos y vio que realmente era algo importante. Se sentó junto a ella.
– Bueno, te escucho –
Sarah dejo salir un suspiro. – He renunciado a mi trabajo y deseo moverme fuera de la ciudad de Nueva York. –
– ¿Cómo¿Por qué? – dijo muy admirado Denis.
– Creo que es lo mejor para mi en este momento-
– ¿Pero qué de nuestra relación? –
– Bueno – dijo Sarah con vacilación en su voz – Creo que lo mejor es cortar por lo sano. Las relaciones a distancia no funcionan.
– ¿Qué¿Estas bromeando? –
– No. Creo que es lo mejor. –
– Lo mejor para ti. Pero no para mí. – dijo Denis realmente molesto. – Eres realmente cruel cuando te lo propones Sarah.
Al oír decir eso a Denis provocó que ella sintiera un escalofrió por su piel. Esa frase ya le era familiar. Y por primera vez en tanto tiempo la imagen de Jareth vino a su mente.
– Denis, por favor. Quiero que sigamos siendo amigos.
– Me pides un imposible. Yo no creo que pueda verte como tal. ¿Desde cuándo tienes esos sentimientos hacia mí¿Nunca me amaste?
– Sí me enamore de ti; pero con el tiempo esos sentimientos se transformaron en cariño y respeto.
Hubo un momento de silencio que pareció eterno. Sarah se sintió avergonzada y agacho la cabeza.
– Esta bien Sarah. Te dejo libre. Espero que seas realmente feliz con la decisión que tomaste. Por favor no me vuelvas a llamar. Creo que es lo mejor para mi. – Denis se levantó y se alejó sin voltear a ver a Sarah.
Ella se quedo en la banca llorando. – Realmente ahora sí estoy sola en la vida. –
Pasado el mes Sarah vendió su lujoso departamento, muebles y automóvil. Regreso a la casa de sus padres para recoger ciertas cosas. Puso todo en cajas. Algunas irían a una bodega y el resto seria donado a instituciones de beneficencia.
La casa se pondría en venta. Esta fue una decisión que tomo después de pensar que aunque era la casa donde vivió muy feliz también era un lugar que le traía el peor de los recuerdos.
Con el dinero que junto por la venta de las propiedades y con la cuenta de ahorro que tenía podría dejar de trabajar por un tiempo. Y esa era su plan. Se movió a Bedford. Le encantó el lugar porque todos los importantes lugares estaban a unos cuantos pasos: los restaurantes, la oficina de correo, el parque, el hospital, el supermercado. Y el transporte urbano era muy bueno.
A Sarah le encantaba ir a tomar café al pequeño restaurante que estaba a dos cuadras de su departamento. Es ahí donde conoció al señor Salvador Cueto. Platicaban todos los días. Un día el señor Cueto le ofreció empleo y sin pensarlo dos veces aceptó. Su nuevo empleo ha sido hasta el momento lo mejor que le ha pasado en los últimos dos meses.
Su trabajo no es tan complicado o estresante como el anterior. El sueldo no es mucho, pero le ha ayudado a sentirse útil otra vez.
Sarah ha implementado varios cambios que han mejorado en gran medida a la empresa.
El señor Cueto no podía estar más feliz.
Sarah seguía perdida en sus pensamientos enfrente del ventanal cuando se sobresalto al oír que alguien tocaba a su puerta.
– Debe ser la comida que ordene.- pensó.
Abrió la puerta, le pagó al muchacho y le dio las gracias. Se sentó a la mesa y empezó a comer.
– Bedford ha sido lo mejor que me ha pasado en un buen tiempo y espero que así siga. – pensó.
Pero la vida esta llena de sorpresas y Sarah va a recibir una que quizás nunca pensó que fuera posible.
Continúa…
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Nota:
1. Sarah y Jareth en esta historia están fuera de personaje.
