Hola a todos. Seguramente algunos querran matarme puesto que deberia trabajar en mis otras historias, pero es que esta aparecio de repente cx , la maldigo... ok no, pero enserio si les gusta no lo pidan muy seguido, no esta en plan actualizarla pronto. Mientras tanto disfruten, de lo que es, el prologo mas largo que eh hecho hasta ahora xDD
Nueva Generación
Fandom: Ansatsu Kyoushitsu
Prologo
La manecilla de las horas marco las 7:00 en punto de la mañana y en ese mismo instante la incesante alarma comenzó a sonar, con pesadez saco la mano de debajo de las cobijas y apretó el botón de "off" del despertador, lo tomo para mirar con sus ojos entre abiertos la hora. Se levantó de golpe quitándose las cobijas de encima, tomando la toalla que había preparado con antelación la noche anterior se metió al baño de su habitación, pronto el sonido de la regadera se escuchó y unos minutos después dejo de sonar. La joven salía envuelta en la toalla, sus cabellos negros dejaban gotas por donde pasaba, seco su cabello con la secadora y de la silla de su escritorio tomo su nuevo uniforme y se vistió tan rápido como le fue permitido, sin arrugarlo, cuando termino de peinarse se miró en el espejo, el nuevo uniforme, demasiado formal para su gusto, consistía en una falda tableada de color gris claro, al igual que un saco y además una camisa blanca y con una corbata negra, sonrió, aun si no le agradaba del todo el vestuario, se sentía orgullosa de poder usarlo, después de todo había podido entrar a la gran prestigiosa escuela de Kunigaoka. Tomando su maletín escolar salió de su habitación con la intención de ir al comedor.
Cuando llego, una mujer de esbelta figura y con cabellos del mismo color que la chica terminaba de cocinar.
-¡Buenos días mamá!- saludo la joven mientras tomaba asiento en su lugar.
La mujer se giró, sostenía dos platos, sonrió a la recién llegada mientras dejaba uno de los platos enfrente. -¡Buenos días Sakura!- contesto - ¿Lista para tu primer día de clases?
La joven asintió – Aunque estoy un poco nerviosa- dijo con sinceridad.
-Eres una buena chica, estoy segura que no te costara hacer amigos.
Sakura miro a su madre con una sonrisa leve – Eso lo dices porque eres mi madre- hablo antes de continuar comiendo un poco de arroz.
-Vamos hija, solo eres un poco... como decirlo, una persona de poca paciencia- contesto risueña.
La estudiante solo asintió y siguió desayunando en silencio, minutos después recogía sus platos y los colocaba en el fregadero para después partir a la escuela.
- ¡Que te vaya bien! - dijo la mujer desde el marco de la entrada.
Sakura asintió - Gracias, ¡Nos vemos más tarde, no olvides tus medicinas! - dijo antes de echarse a correr.
La mujer solo sonrió, realmente amaba a su hija.
La entrada al prestigioso instituto le pareció enorme, a comparación con el de su antigua escuela, con temor se adentró al terreno escolar y comenzó a caminar con dirección a lo que parecía el edificio principal, con la boca ligeramente abierta del asombro busco con la vista aquella pequeña mampara donde, recordaba estaba el mapa de la escuela, su rostro se volvió azul al encontrarlo, varios de los alumnos, seguramente de nuevo ingreso como ella, peleaban para poder ver que dirección debían tomar.
-Moriré si decido ir a meterme en su camino- se dijo mientras retenía su impulso de ir a intentar ver el mapa. Suspiro. - "Debería preguntarle a alguien"- pensó mientras miraba pasar a un grupo de chicas.
Con timidez, poco propio de ella, se acercó hasta las estudiantes superiores y las saludo.
-¡Buenos días!- saludo tímida y algo sonrojada, las mayores detuvieron su andar y la miraron divertidas- verán... soy de nuevo ingreso y no sé dónde es mi salón, y como pueden darse cuenta ir al mapa es como una misión suicida- dijo, las jóvenes rieron ante la ocurrencia- ¿Podrían decirme donde está el salón 1-E?
El grupo de chicas comenzaron a mirarla con desprecio.
-Lo sentimos mocosa, pero nosotras no sabemos llegar al basurero así que ¡Piérdete! - contesto una de ellas antes de comenzar a marcharse.
Sakura estaba sorprendida, sus ojos color miel lo demostraban, sin tomarlo mucho en cuenta se acercó a otro grupo de chicas, repitió la pregunta, pero nuevamente la respuesta fue grosera.
-¡Jajaja! Claro que si niña- dijo burlonamente el chico que acompañaba al dueto- Ves aquellos botes de basura de haya- dijo mientras señalaba el lugar con uno de sus dedos. Sakura lo siguió con la vista- solo fórmate detrás de ellos y eventualmente vendrán por ti- contesto mientras las chicas comenzaban a reír.
-¿Podrías dejar en paz a la pequeña?, la estas asustando con esa cara de gorila que te cargas Takeshi- dijo una voz atrás de Sakura.
-Pero mira nada más, ¿Protegiendo a una de tus crías de ratas? - hablo una de las dos chicas
La recién llegada les sonrió, una sonrisa que provoco un temblor en ellos.
-Gracias por el alago- comenzó a decir- al menos no soy una perra como tú, que lo único bueno que sabe hacer es mover la cola y ladrar.
Ante esas palabras los alumnos solo las miraron con desprecio antes de alejarse de ellas, la recién llegada tenía una sonrisa victoriosa.
- ¿Estas bien? - se animó a preguntar. Sakura asintió. - ¡Qué bueno! - comento aliviada- así que... ¿Eres nueva en la clase E? – la menor asintió – Supongo que Terasaka-sensei no les dijo sobre el no acercarse al edificio principal- suspiro con resignación.
- ¿Qué?... ¿Qué significa eso? - pregunto Sakura mientras miraba a su superior.
La recién llegada, una chica de cabellos castaños y ojos de color café claro, vestía el mismo uniforme con la variación de que llevaba un suéter de color amarillo claro en lugar del saco. – Como decirlo...- comento nerviosa mientras se rascaba la mejilla derecha- a los alumnos del edificio E nos consideran el "escalón más bajo de la torre".
-Es decir que me esforcé tanto para terminar en la peor clase- contesto.
La castaña soltó una carcajada - ¡Tranquilízate! Tus calificaciones no tienen nada que ver con que este en la clase E, es mucho más complejo que eso- explico- Por cierto, mi nombre es Sakurada Hayami – y extendió su mano.
-Sawada Sakura- contesto correspondiendo el gesto.
Hayami sonrió sinceramente -Un placer conocerte Sakura-chan... y será mejor ir yendo al edificio E.
-¿Y dónde está?- se animó a preguntar la pelinegra. Hayami mostro una sonrisa traviesa y con el dedo índice señalo la base de la montaña, Sakura siguió con la mirada la dirección señalada y de pronto su rostro se puso de un color azul.-¿Estas de broma... verdad?
-Temo decirte que no... por eso debemos darnos prisa... una invitada de honor no debe llegar tarde a su ceremonia de iniciación y alistamiento – dijo mientras la tomaba de la mano y la jalaba con dirección a la entrada de la montaña.
Exhausta, aun no empezaban las clases y ella ya se quería regresar a su casa, miro a su acompañante quien sacudía su falda como si nada, estaba fresca como ensalada
-Lo lograste Sakura-chan- festejo alegre al ver como se levantaba- No te preocupes, al final terminas por acostumbrarte bastante rápido a subirla y bajarla – sonrió
-Es fácil para ti decirlo
- "Y se acercan tiempos peores... Dice la biblia"- dijo una voz atrás de la menor
Hayami sonrió al reconocer la voz, pero su expresión cambio a una molesta al ver la palidez en la que había entrado su acompañante.
- ¡Tarado, la asustaste! - recrimino al recién llegado
El chico solo se encogió de hombros – Así que ... Terminaste ayudando a una nueva recluta.
-Tuve que, los del A estaban acabando con ella
El chico se paró enfrente de la de nuevo ingreso y le sonrió calurosamente logrando que Sakura se sonrojara – Perdóname por espantarte, no pensé que el día hubiera empezado tan mal para ti – dijo. Sakura solo asintió. – Me llamo Sousuke Inoue no dudes en pedirme ayuda cuando lo necesites
-Soy Sakurada Sakura, un placer.
-Me temo que hasta aquí puedo acompañarte Sakura-chan- Interrumpio Hayami- ¡Bienvenida al edificio E! -dijo antes de comenzar a alejarse
Sousuke la miro y rio por lo bajo- Haya-chan tiene razón, ahora depende de ti, nos veremos después Sakura-chan- Dijo el chico mientras se alejaba de la pelinegra.
Sakura solo pudo observarlos marcharse, miro a su alrededor y noto como los demás alumnos también comenzaban a recuperar el aliento y adentrarse al edificio, ella hizo lo mismo y camino a la entrada, después de subir al primer piso, comenzó a buscar su salón, al encontrar con nerviosismo se adentró y busco un lugar vacío al fondo y al lado de la ventana, dejo su portafolio escolar en el perchero que tenía el escritorio y ella tomo asiento.
Un nuevo ciclo esta por comenzar y con ella una nueva clase de asesinato.
