Capítulo 0.0: Prologo –Aceptando mi muerte y mi realidad…

… Te amo… -

Aquellas palabras resonaban con fuerza en su corazón haciendo eco en su mente. Invocando recuerdos remotos de una vida que fue y nunca podría tener otra vez.

¿te quedaras siempre a mi lado? -

Había preguntado aquella egoísta petición siendo respondida de una forma directa que había llenado de gozo y felicidad a su corazón por el amor profesado en aquellas palabras, y es qué no conseguiría más que aquella promesa con muchos significados.

Recordaba palabras con significados y una promesa rota. Pero estas sobran, desvaneciéndose como humo en el ancho cielo tiñendo de gris el mundo, su mundo.

Corrió desesperadamente, con muchas ideas en la mente desde el pasado hasta el futuro pasaba frente a ella como recuerdos.

Su corazón estaba cansado, luchaba por vivir; por salvar su mayor anhelo. Latía con fuerza pero lentamente solo estaba consiguiendo tiempo, intentando hacer un milagro que ya había logrado hace mucho tiempo atrás. El bulto que llevaba en brazos era lo más importante que tenía.

Tenía miedo pero seguía adelante para salvar su pequeño tesoro; el cual tenía que llegar a él.

La desesperación se volvió fortaleza y fuerza para seguir adelante. El necesitaba vivir; tenía que vivir por ella y por aquel a quien traiciono.

Tenía que asegurar la vida de su pequeño, quería que el formara su mundo.

Con rapidez bajaba la montaña, sosteniendo con fuerza el pequeño bulto entre sus manos heridas.

La sangre tenia de rojo sus vestimentas, sin dar tregua el dolor la atacaba como miles de agujas que se adherían a su suave piel. La herida se abría cada vez más dejándole menos tiempo para seguir adelante.

Con desesperación miraba todo a su alrededor, su pequeño se movía inquieto entre sus manos amenazando con despertar del conjuro puesto para protegerlo.

Una energía conocida llamo su atención dirigiéndose hacia ella, apretó el ritmo, conjurando un hechizo antiguo sobre su pequeño siguió su andar.

La joven sonrió tristemente mientras apretaba contra si el bulto que llevaba en brazos, siguió corriendo sin mirar atrás hasta llegar a un gran río que se extendía más allá del horizonte perdiéndose entre las montañas.

Siguió avanzando recorriendo con la mirada el lugar intentando encontrar una salida, y es que aquellos que buscaban su muerte no tardarían en llegar.

La barrera que minutos antes había conjurado para protegerse, se rompería.

El río rugía con furia. Las aguas estaban fuera de control chocando contra el borde y regresaban creando corrientes monstruosas y peligrosas.

Un bote se encontraba abandonado a la orilla de la arena, eso era la salvación que buscaba desesperadamente.

La barrera cedía poco a poco...

El bote daba resistencia a las corrientes del rio, se sostenía en equilibrio milagrosamente. Pero la mujer no subiría a ese bote, este solo podía llevar una persona.

Con extremo cuidado y cariño coloco a su hijo dentro del bote, el pequeño se movió inquieto amenazando con abrir sus ojos.

Con dulzura acaricio las rosadas mejillas de melocotón, mirando por última vez a su hijo. Lagrimas amargas caen con fuerza mojando la carita del pequeño que seguía sin saber nada de lo que ocurría a su alrededor.

Con fuerza mando el bote al furioso rio que lo llevaba cada vez más lejos de ella, el pequeño gimió al sentir las sacudidas.

Despertó confundido todo a su alrededor era diferente a como recordaba, buscaba a su madre con la mirada sin poder encontrarla, intento pararse pero fracaso, cayendo estrepitosamente haciendo sacudir el bote. Se abrazó con fuerza de la orilla del bote Levantando la cabeza tanto como pudo, divisando a su madre en la orilla del rio.

Intentaba ponerse de pie pidiendo que el bote se detenga, sus manitas se sujetan con fuerza de la orilla para intentar llamar a su madre. Con impotencia veía como la barrera se rompía en miles de pedazos y su madre era atacada por los demonios.

Una tormenta se desató a la orilla del rio, reiki y yoki de varios demonios crearon un campo de batalla. Ambas energías chocaban creando un caos.

El pequeño solo miraba con miedo como su madre era herida. La llamaba a gritos sin obtener respuesta. Gruñía, odiando su debilidad.

De forma lenta pasaron los minutos en las que su madre fue asesinada frente a sus ojos, y después de su último aliento, un llanto desesperado se escucharía en toda la montaña.

El suave llanto cargado de dolor y odio se escuchó en aquella noche de luna llena, junto al rugido de una bestia herida.

Y quien sabría de este terrible accidente, si la mujer en un intento de proteger a su hijo abandono todo por él.

La lluvia caería más tarde, de manera fría y torrencial. Creando caos en las corrientes del rio. Llevando lejos y más lejos al pequeño del cadáver de su madre. Perdiéndose entre los miles de caminos que existían. Llovió toda la noche sin tregua alguna.

La mañana era fría y gris, los efectos de la tormenta todavía seguían presentes aquella triste mañana.

Una miko de edad avanzada, observaba con tristeza el rio que actualmente se encontraba en calma y serenidad, dando su pésame al pequeño que en sus aguas navego toda la noche, justo después de haber visto la muerte de su madre.

El bote arribo en la orilla junto al miko. Con precaución, investigo el interior del bote intentando buscar a su joven pupila; pero lo único que encontró fue a un pequeño de no más de cinco años de edad.

Con prisa tomo al niño y los artículos que traía con él. Lo resguardo dentro de la carreta que traía consigo, rocío al niño con agua aromática para desaparecer su olor mientras conjuraba una kenkkai sobre ellos para pasar sin ser detectados. Antes de subir a la carreta prendió fuego al bote y lo mando otra vez al rio.

Subió a la carreta siguiendo el camino que tenía predestinado, lista para entregar la preciada carga que su pupila días antes le había pedido proteger. Una solitaria lágrima se escapó en silencio aceptando el cruel destino de su pupila.

El bote navego, siendo consumido por las llamas hasta hundirse en el rio, llevándose más de un secreto con él.

El pequeño se movió intentando encontrar la calidez de su madre, la miko sintió el suave roce del niño y poso su mano arrugada sobre su cabecita para calmarlo, sintiendo como se relajaba inmediatamente.

Ya falta poco para que llegues a tu destino, el lugar donde tu madre se dirigía antes de morir y el lugar donde deseaba que crecieras feliz. Pero me temo pequeño que eso solo es una ilusión demasiado lejana de la realidad que te rodea, y es que te espera más de una prueba por delate además de sufrimiento. En verdad lo siento pero esto es todo lo que puedo hacer por ti, joven cachorro –susurro con pena la miko al pequeño que dormitaba suavemente en la carreta ajeno a la realidad que le deparaba el destino.

El niño solo sintió una mano tibia sobre su cabeza, sintiendo como la pesadilla que antiguamente tenia desaparecía siendo sustituida por las memorias de su madre.

En su sueño su madre lo tenía en brazos mientras le platicaba historias de como era su padre, aquel ser poderoso y fantástico que vivía en sus historias. Al terminar las historias siempre lo arrullaba en brazos con una suave nana mientras acariciaba sus cabellos plateados como hilos de luna.

Pero entre sus arrullos su madre le hizo una promesa, que lo entusiasmo demasiado. Las historias que su madre le contaba estaban llena de valientes guerreros que lucharon contra el malvado Naraku, aquellos mismos que eran como una familia para su madre.

Pronto comenzaremos un viaje – había dicho su madre con felicidad – este será el último que haremos – continuo, ganándose la atención del pequeño que lo miraba con ilusión –el lugar donde iremos será la aldea donde conocí a mis amigos y a tu padre, si al fin volveremos donde tu padre nos espera, para ser una familia –había susurrado con felicidad –al fin lo conocerás, cariño. Este será nuestro último viaje.

¿crees que él me aceptara? –había preguntado con duda.

Claro que sí, él te amara como yo te amo-respondió su madre sin dudar.

El pequeño solo se abrazó más fuerte a su madre dejando que el suave arrullo se llevara sus dudas y el cálido abrazo protegiera sus ilusiones.

Ella desapareció así sin más aquella noche de luna, llevándose consigo un secreto que saldría a la luz después de mucho tiempo, aunque el costó por guardarlo hasta ese momento sería muy caro. El tiempo transcurrirá y grandes eventos inesperados ocurrirán, provocados por un viejo enemigo que hará que cierta persona tome las decisiones adecuadas y aceptando las que fueron traiciones en el pasado.