Traducción autorizada por FanofBellaandEdward

Disclaimer: Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling, Bloomsbury Publishing, Scholastic Inc. y AOL/Time Warner Inc. La historia pertenece a Melissa, yo traduzco por mero entretenimiento.

Resumen: Harry no tiene idea alguna de lo que Draco hizo con él y el rubio no quiere confesar. Sin embargo, un descubrimiento fuerza a Draco a admitir lo que ha hecho. ¿Harry podrá perdonarlo alguna vez?

Advertencia 1: m-preg, AU, slash.

Advertencia 2: Esto es una secuela larga de Draco's secret y hay que leerlo primero para saber de qué trata y la encontraréis en el perfil de LoversByHaters.

Traducción conjunta entre: LoversByHaters y DarkPotterMalfoy.

Traductor: DarkPotterMalfoy.


Capítulo 1

Los ojos grises se abrieron lentamente y miraron a su alrededor, deteniéndose al ver a un muchacho de pelo negro durmiendo pacíficamente.

Draco sonrió con ternura y con sus pálido dedo recorrió la mejilla de Harry, maravillándose ante la suavidad de la misma. Harry estaba tan guapo bajo el sol de la mañana.

Draco sabía que una vez que Harry se despertara, su sueño se haría trizas. Harry no recordaría nada de lo acaecido la noche anterior. No recordaría sus besos, ni sus roces ni que había hecho el amor con él. Todo lo que Harry recordaría sería que estaban hablando y se habían quedado dormidos juntos. Nada más.

Draco decidió no llorar; sabía las consecuencias de sus acciones y tendría que vivir con ellas. Podía hacer esto. Todavía tenía a Harry como amigo y tenía el recuerdo de su amor, eso sería suficiente para el resto de su vida.

Unos sorprendentes ojos verde esmeralda lo miraron soñoliento.

—Buenos días, dormilón—se obligó a sonreír Draco. Actúa como si nada. Puedes hacerlo.

Harry bostezó poniéndose una mano en la boca.

—Buenos días, Dray. ¿Qué hora es?

Draco miró el reloj, que estaba colgado en la pared.

—Son las 8.30.

—Entonces, es hora de levantarse—murmuró Harry, sentándose—. ¿Te quedas a desayunar?

Draco asintió.

—Si no te importa.

Harry sonrió.

—Por supuesto que no me importa. Puedes darte una ducha mientras pedirle el desayuno.

Draco se levantó y comentó:

—Sabes que podrías llamar a un elfo doméstico y pedirle que te haga el desayuno, ¿verdad?

Harry se rió entre dientes.

—Lo sé, pero prefiero hacerlo por mí mismo. ¿Por qué? ¿Tienes quejas sobre mi comida?

—¡Merlín, no! No me atrevería a insultar a tu comida—sonrió Draco—. Quiero decir que puedo comérmela sin sufrir una intoxicación alimentaria, ya que lo qué haces es comestible, al menos.

Harry puso los ojos en blanco.

—Oh, por favor, para, me estas abrumando con tus elogios—sonrió y se dirigió a la cocina.

Draco rió y fue al cuarto de baño. Puesto que él frecuentemente se quedaba con frecuencia, su champú favorito le esperaba en el lavabo, junto con las cosas de Harry. Dobló el pijama y lo colocó sobre una mesita junto la pila. Cogió su champú, una toalla y se metió en la ducha. Draco se estremeció cuando el agua fría hizo contacto con su cuerpo antes de que se calentase. Distraídamente se enjabonó y lavó su pelo antes de enjuagarse.

Recordó todo lo que había sucedido desde ayer. Había finalizado la poción, había drogado a su amigo con ella, se había acostado con él y Harry no recordaba nada. Merlín, era un imbécil. Draco apoyó la cabeza contra las blancas baldosas y cerró los ojos. Si Harry descubría lo que había hecho, lo perdería… y se lo merecería. Se había aprovechado de su mejor amigo, el que confiaba en él. Era el más idiota sobre la faz de la tierra.

Por un momento, pensó en decirle a Harry la verdad. Eso aliviaría algo de su culpa. Esa horrible sensación no desaparecería por completo, pero disminuiría un poco si contaba la verdad. Sin embargo, su cobardía se lo impiedía. No quería perder a Harry. Le quería. Tenía miedo de perderlo. No podía perderlo. Si tenía que mentir, entonces que así sea.

Draco suspiró y salió de la ducha. Se secó y se vistió con la ropa que usó ayer. Había sido lo suficientemente inteligente como para recoger la ropa que había en la sala de estar. Sería difícil explicar por qué sus ropas estaban arrojadas por el suelo.

Se dirigió a la cocina, con una sonrisa falsa en su rostro.

—Harry, ¿qué piensas de…

Harry estaba apoyado contra la encimera de la cocina y otro chico con el pelo castaño un poco más alto que Harry, tenía sus brazos alrededor del moreno y le besaba. Se separaron cuando escucharon a Draco.

Harry se sonrojó y se alejó del otro chico y se aclaró la garganta.

—Eh, ey. Draco, no sabía que ya te habías duchado. Bien, eh, creo que debo presentaros, ¿verdad?—se echó a reír nerviosamente—. Merlín, esto es incómodo. Draco, este es Marc, mi novio. Marc, mi mejor amigo, Draco.

Marc sonrió y le tendió la mano.

—Buenos días, Draco. Harry me ha hablado mucho de ti. Cosas buenas, te lo aseguro—rió por lo bajo.

—Es curioso, Harry nunca te había mencionado antes—respondió con frialdad Draco, sin estrechar la mano que le ofrecía.

—Draco…—dijo en advertencia Harry. Realmente no quería una pelea entre su mejor amigo y su novio. De acuerdo, admitía que tenía que haberle dicho a Draco que era gay y que tenía novio. El problema era que nunca parecía ser el momento indicado. Había tratado de adivinar cómo reaccionaría Draco al saber que él era gay, pero se asustó ante las posibles reacciones. Los únicos que sabían que era gay, eran Sirius y Remus.

Marc y él llevaban saliendo tres meses. Un día después de que las clases finalizases, Harry caminaba a su habitación con la nariz metida en un libro que Remus le había prestado. Estaba tan absorto en él que no vio a alguien caminando en su dirección. Como resultado, chocó con una persona y su libro cayó.


Flashback.

—Lo siento mucho. No estaba prestando atención. ¿Estás bien?—se disculpó Harry y se sonrojó ligeramente.

—No te preocupes, estoy bien. Supongo que yo tampoco estaba prestando atención—se echó a reír el muchacho.

Harry lo miró y se quedó petrificado en su sitio. Delante de él, había un muchacho un poco más alto que él. Tenía el pelo castaño despeinado y unos ojos azules que le daban un aire rebelde. La comisura de su boca se alzó, mostrando una ladeada sonrisa. Su suéter azul se había subido un poco, mostrando un estómago musculoso. Sus pantalones negros mostraban unas piernas delgadas y largas. En conjunto, Harry llegó a una conclusión: ese chico era excitante. El sonrojo de Harry se intensificó y bajó la mirada al suelo. ¿Por qué no quedó sin saber su orientación sexual?

—Me llamo Marc Liander—se presentó el muchacho y le ofreció su mano a Harry.

Harry se estremeció y se echó a reír torpemente.

—Bueno, ya conoces mi nombre. Harry Potter. Encantado de conocerte.

—Igualmente—se rió entre dientes Marc. Se agachó y recogió el libro de Harry—. Creo que esto te pertenece, ¿verdad?

—Sí, gracias—sonrió Harry y cogió su libro de nuevo.

—Bueno, le he prometido a un amigo encontrarme con él en la biblioteca para estudiar, así que supongo que es hora de irme. No quiero que se vuelva loco—se rió Marc.

—Sí, diviértete estudiando—rió entre dientes Harry.

—Lo intentaré—le guiñó Marc un ojo y con gesto de despedida con la mano, se alejó.

Por un momento, Harry se quedó aturdido, incapaz de creer que un chico tan excitante le hubiese hablado, antes de recordad que tenía que volver a su habitación ya que Draco lo esperaba allí.

Harry se siguió tropezando con Marc unas cuantas veces más, hasta que empezaron a pasar más rato juntos. Luego, el día de San Valentín, para asombro de Harry, Marc le pidió una cita. No se hubiese esperado jamás que Marc fuese gay – pero ¿quién iba a quejarse? –. Tuvieron una cena tranquila en el nuevo restaurante de Hogsmeade y cuando ambos regresaron al castillo, Marc besó a Harry suavemente en los labios delante del retrato antes de irse esa noche. Dos días después, le había pedido al moreno que fuese su novio, a lo que Harry aceptó alegremente. Harry no encontraba el momento adecuado para decirle a Draco sobre su relación o sobre su orientación sexual.

Fin Flashback.


—No importa, Harry. No me siento ofendido—le tranquilizó Marc. Los miró a ambos—. ¿Sabes qué? Te dejaré hablar con tu amigo y estaré de regreso más tarde para nuestra cita—sugirió y le dio un dulce beso a Harry en los labios.

—¿Estás seguro?—preguntó suavemente Harry.

Marc asintió con la cabeza y sonrió.

—Por supuesto, sólo avísame cuando hayas acabado—asintió con la cabeza hacia Draco—. Adiós, Draco.

Draco únicamente lo fulminó con la mirada.

Cuando escucharon cerrarse el cuadro, Harry respiró hondo.

—¿Quieres un café?—le preguntó indiferente, intentando pensar en una forma de explicar todo eso.

Draco se sentó en la mesa de la cocina y asintió.

Un minuto más tarde, Harry se sentó frente al muchacho rubio y le dio una taza de café.

—Así que, ¿cuánto tiempo llevas saliendo con el tipo ese?—preguntó molesto Draco. Y pensar que Harry era gay - ¡había tenido la oportunidad de confesarse hace meses! ¡Podría haber tenido una oportunidad con él! - . Pero en lugar de eso, algún idiota había sido más rápido que él y le había arrebatado a Harry. ¡Merlín cómo le molestaba!

—Desde el día de San Valentín—murmuró Harry, calentándose las manos con la caliente taza de café.

Draco se quedó boquiabierto. ¿Cuatro meses? ¿Harry llevaba cuatro meses con él? ¿Cómo no se había dado cuenta de eso? Pasaba mucho tiempo con Harry, pero nunca se había dado cuenta de que pudiera estar interesado en alguien. ¿Qué más se había perdido? De golpe se congeló. Espera un minuto. Harry llevaba con Marc cuatro meses, ¿hasta dónde habían llegado? ¿Podría ser que Harry no fuese virgen antes de que Draco se acostase con él la noche anterior? Lo sintió como una bofetada en la cara.

—Oh, bueno, eso es mucho tiempo—comentó distraídamente Draco, tratando de averiguar por qué le molestaba el que Harry no fuese virgen. Incluso era mejor que no hubiese sido virgen, ya que eso significaba que Draco no le había arrebatado su virginidad sin su consentimiento.

—Sí, siento no habértelo dicho antes. Tenía… miedo de que no quisieras ser mi amigo—masculló avergonzado Harry.

Draco lo miró sorprendido.

—¿Por qué no iba a querer ser tu amigo? No me importa que seas gay—Diablos, yo también lo soy, añadió Draco mentalmente—. Yo sólo hubiese querido que me lo dijeses antes, para así no sorprenderme al verlo aquí.

—¿No estás disgustado por el hecho de que sea gay?—preguntó Harry esperanzado.

—Por supuesto que no. Sería muy hipócrita por mi parte estar disgustado al ser yo gay—respondió secamente Draco.

Harry lo miró con los ojos abiertos.

—¿También eres gay? No lo sabía—dijo sorprendido.

—Sí, bueno, no es algo de lo que hablas al ser un Slytherin—murmuró Draco.

Harry afirmó en comprensión.

Por un momento se quedaron en silencio, ambos chicos asumiendo la sorprendente información y – en caso de Draco – superando no haber tenido su oportunidad con Harry antes.

—Espero que por su bien te esté tratando bien—comentó Draco despreocupado, pero Harry notó la amenaza oculta en su voz. Si Harry decía que no, Marc tendría un día muy desagradable.

—Él es maravilloso. No se puede pedir un novio mejor—sonrió Harry y le dio un sorbo a su café.

—¿Y también es maravilloso en la cama?—sonrió Draco. Si Harry respondía con sinceridad, sabría si Harry era virgen o no. Por supuesto, si Harry lo hubiese sido, él se sentiría tremendamente culpable por robarle su primera vez. De todos modos, él aún era un imbécil.

Harry casi se ahoga con su café. Tosió duramente y su cara se puso roja por la falta de oxígeno.

—¿Qué? No sé—espetó a la defensiva.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Draco. Por lo tanto, Harry había sido virgen. Mierda. Harry tenía novio y Draco era el que le había robado su primera vez, que tenía que haber sido perfecta. Con suerte, Marc nunca se enteraría de lo que había hecho con Harry. Estaría jodido entonces.

Antes de que Harry pudiera notar su sorpresa, su rostro formó una mirada burlona.

—¿Vas a decirme que aún no te lo has follado?

Harry se puso rojo ante la grosera pregunta.

—No, no lo he hecho. Y probablemente sería al revés—murmuró al final. Así que en el fondo había admitido que era pasivo; ¡no era nada de lo que avergonzarse! No sabía cómo se sentiría, el tener relaciones sexuales, pero no podía verse follándose a Marc.

Los ojos grises brillaron y Harry gimió para sí. ¡No tenía que haber admitido eso último!

—Así que eres el pasivo, eh. Es bueno saberlo—bromeó Draco.

—¡Cállate!—gritó avergonzado Draco.

—Ey, no tienes que avergonzarte de eso. Eres lo suficientemente mono como para ser el pasivo—se encogió de hombros Draco divertido.

Un golpe en el hombro le hizo gemir y se frotó la zona afectada.

—Si me llamas mono otra vez más, haré que caigas desde la torre de Astronomía. ¿Me entiendes?—amenazó Harry. Odiaba cuando la gente lo llamaba así. Tenía dieciséis (casi diecisiete) años, ¡por el amor a Merlín!

—Oh, estoy tan asustado ahora mismo—se rió Draco.

Harry gruñó y le dio una patada por debajo de la mesa.

Draco gritó de nuevo.

—Está bien, te prometo que me comportaré.

—Bien—asintió satisfecho Harry.

—De todos modos, si no folláis, ¿qué hacéis cuando estáis juntos?—preguntó Draco curioso.

Harry puso los ojos en blanco.

—Sabes, nunca me he dado cuenta de lo pervertido que eres realmente. Hablamos, nos abrazamos, nos besamos… ya sabes, todas esas cosas que hacen las demás parejas.

Draco tatareó como respuesta. Realmente le dolía es que Harry estuviese fuera de su alcance. Siempre había la posibilidad de que Harry rompiese con Marc, pero probablemente pasaría mucho tiempo antes de que eso sucediese. Si sucedía del todo.

Draco supuso que la única manera de que Harry rompiese con Marc era si él lo pillaba siéndole infiel. Desafortunadamente para Draco, Marc no era un astuto Slytherin, pero era un honesto Ravenclaw. Marc probablemente dejaría a Harry si sabía que éste lo estaba engañando, pero de nuevo, nunca iba a pasar, porque Harry no era así. Él nunca haría daño de esa forma. Draco pensó brevemente en dejar que Marc supiese que él se había acostado con Harry y enseñarle sus recuerdos, pero rápidamente desechó esa idea. Harry nunca le hablaría de nuevo si hiciese algo así. Y su padrino probablemente lo mataría por acostarse con su ahijado – no es que Draco se opusiese a ello –.

Draco suspiró para sus adentros cuando Marc volvió a aparecer de nuevo en la habitación dispuesto a llevarse a Harry a la cita. Sería difícil, pero supuso que sólo tendría que esperar hasta que sucediese algo que causase una ruptura entre los dos tortolitos. Y cuando eso sucediese, Draco estaría en primera fila para ocupar el lugar de Marc – y haría lo imposible para mantenerlo junto a él –.

Por desgracia para el rubio Slytherin, las cosas no serían tan sencillas para él. Era algo que descubriría en unos pocos meses.


Gracias por leer y comentar.