Segundo regalo de Navidad de la temporada. No, sigue sin ser de contenido navideño. Esta vez está dedicado a InWhite y Notthatbou, el SHI el BOU de nuestro ZETSUBOUSHITA! particular. Veamos. No sé qué más decir. Que os aprecio mucho y espero que no me hagáis block y unfollow después de leer esto, supongo.

Lo preocupante es que esto no se queda aquí. Serán 7 capítulos si el primero despierta interés (o si me aburro lo suficiente como para continuar).

Feliz Navidad, gentecilla.

Disclaimer: The prince of tennis no me pertenece.


Bienvenidos, estimados lectores, a la nueva sección del periódico escolar de Seishun Gakuen—hecho por y para estudiantes. En este humilde apartado pretendemos desvelar uno a uno los siete misterios de nuestro colegio. No hablaremos de estatuas que cambian de sitio después de jugar al escondite en la clase de arte, niñas que se aparecen en la sala de profesores a medianoche llorando porque les han suspendido con un 49% de nota en sus exámenes o modelos anatómicos que se escapan del aula de biología y acaban bebiéndose el alcohol sanitario de la enfermería. No, vamos a hablar de cosas mucho más reales a la par que misteriosas. Cosas de las que no sólo hemos oído hablar; también las hemos visto con nuestros propios ojos en nuestro día a día. Hablamos, por supuesto, de los siete misterios que rodean al club de tenis de Seigaku.

El primer misterio está relacionado con el capitán del equipo, el conocidísimo Kunimitsu Tezuka. Hemos oído muchos rumores acerca de él. Algunos creen que en realidad es un adulto, mandado de incógnito por un servicio de inteligencia militar para recopilar información sobre el sistema educativo japonés. Otros afirman que procede de una familia de chamanes y que alberga en su interior el espíritu de uno de los cabecillas del Shinsengumi, de ahí que siempre actúe cual guerrero curtido en mil batallas. También hay gente que opina que el capitán tiene un trágico pasado que le impidió entrar al colegio a la edad habitual y que, de no haber ocurrido semejante incidente, ahora estaría en la universidad.

Nuestro preparado equipo de investigación ha salido a las pistas de tenis para descubrir qué hay de cierto en todas estas historias. Para ello, hemos entrevistado a algunos de los jugadores que más relación tienen con el protagonista de nuestro artículo de hoy. Por supuesto, para preservar su anonimato, no vamos a mencionar sus nombres ni dar pistas acerca de sus identidades.

Hemos empezado nuestra investigación hablando con una figura importante en el club. Ha sido muy amable al recibirnos y responder a nuestras preguntas, pero debemos admitir que nos hemos perdido alguna de sus palabras ya que su pelo—en concreto, esos dos mechones salvajes— nos distrajo más de lo que habíamos anticipado. Nos aseguró que los rumores partían de una base cierta: la rigidez del capitán. Ha afirmado que Tezuka no es más que una persona normal cuya inflexibilidad y seriedad le daban un aire más adulto. Hemos deducido que al ser la mano derecha del capitán ha querido proteger su secreto, pero lo de la rigidez nos ha parecido algo a destacar.

A continuación, tratamos de hablar con otro de los tenistas más experimentados, pero parece que nos confundió con los periodistas ajenos a Seigaku que vienen a ver los entrenamientos y, esperamos que por accidente, dirigió hacia nosotros un potente chorro de agua fría de la fuente. Es curioso, qué puntería tiene el reputado genio hasta con los ojos cerrados. Además, tampoco nos fue posible acercarnos a otro jugador, que estaba ocupado entrenando enérgicamente con su raqueta en la mano. El equipo de investigación espera que no le ocurra lo mismo al coger los cuchillos del restaurante de su familia. Tampoco pudimos hablar con otros tres miembros del club, que estaban demasiado ocupados luchando por sus vidas y por un lugar bajo la fuente anteriormente mencionada tras haber ingerido un zumo de color morado con tropezones y burbujitas que desprendía un vapor de olor pútrido. Con quien sí tuvimos el placer de hablar fue con su creador—tranquilos, lectores, cuando nos ofreció un trago declinamos educadamente.

Esta fuente, una vez asegurado su total anonimato, nos reveló algo muy interesante. Si bien su subcapitán nos había hablado de una rigidez, una inflexibilidad, de carácter puramente espiritual e intangible, el hombre de gafas opacas nos aseguró que tenía indicios en sus decenas de libretas que apuntaban hacia algo material. No supo decirnos nada más al respecto ya que tomar datos acerca de su capitán era más difícil de lo que parece a simple vista.

Cuando pensábamos que ya habíamos recogido todos los testimonios posibles, apareció una persona clave para nuestra investigación. Un joven prodigio de sonrisa burlona y confianza total en sus propias habilidades se acercó hacia nuestro equipo con sólo unas amables palabras de despedida. "¿Os hacéis llamar investigadores? Aún estáis muy verdes". Cuando le pedimos explicaciones, inexplicablemente pasó a dirigirse a nosotros en inglés antes de irse por donde había venido. "Tezuka's got a stick shoved up his ass". Tras una exhaustiva investigación, logramos encontrar el significado de sus reveladoras y atrevidas palabras. No podemos escribir la traducción aquí en el periódico, pero cualquier traductor online os puede ayudar a haceros una idea de qué quieren decir.

Una vez fuera del peligro de chorros de agua gélida, pelotas de tenis difíciles de esquivar y bebidas de excesivo valor nutricional, nos pusimos a examinar los datos obtenidos a lo largo de la jornada. Tras un largo debate, llegamos a una conclusión. Se nos habló de una rigidez como punto de partida. Luego se nos aclaró que era una rigidez material. Al final, pero no menos importante, se nos habló de un palo. Primero pensamos que los jugadores hacían referencia a una canción española y nos decían que Tezuka es como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie —y que nos tomaban el pelo, vamos. Tras un intenso debate, nos convencimos de que las palabras del novato no eran una sutil pista, sino la terrible verdad que esconde el capitán del equipo, Kunimitsu Tezuka. "Tezuka's got a stick shoved up his ass". Recordemos que un palo no es sino algo rígido y, obviamente, de carácter material.

¿Cómo llegó allí ese palo? Esa es una pregunta, queridos lectores, que se quedará sin resolver por respeto hacia la intimidad de nuestro increíble capitán. Hay lugares donde es mejor no meterse, si se nos permite la expresión.

Volveremos en el siguiente número del periódico con el segundo misterio de Seishun Gakuen.