Declarimer: Nada de esto me pertenece. Todo lo que que reconozcan es de JK Rowling, la trama y todos los OCs pertenecen a Naia. Esto es una traducción de su historia "The Dragonmasters"
Los Señores de los Dragones
Prólogo
Una persona encapuchada, subía a una de las colinas más altas de la zona. Podía verse que era un guerrero; todo, desde su forma de andar hasta como se manejaba lo demostraba. Una vez que llego a lo alto del monte, miro hacia el oscuro cielo de la noche, mirando las estrellas, y una constelación en particular: la constelación del Dragón. Durante unos minutos, nada sucedió. El encapuchado bajo la mirada suspirando sólo para levantarla abruptamente unos segundos más tarde, como escuchando una tonada que sólo el percibía. Su mirada estaba fija en la constelación. Frente a sus ojos, esas estrellas comenzaron a brillar cada vez más. Hubo un resplandor y doce rayos de luz salieron disparados hacia la tierra.
El hombre sonrió
"Al fin… Estarán pronto aquí…Debemos prepararnos…"
Habían pasado dos semanas desde que Harry había regresado de Hogwarts: dos aburridas y pesadas semanas. Los Dursley lo habían estado ignorando, dirigiéndole la palabra únicamente cuando era absolutamente necesario, es decir, cuando querían darle una orden. Debido a esto, Harry ya había terminado toda su tarea y había comenzado a memorizar sus libros. Harry sonrió.
Hermione estaría feliz de oír eso…
Pero rápidamente abandonó su rostro.
Había recibido una carta de Dumbledore dos días después de llegar de Hogwarts en la cual le explicaba que no podría comunicarse con nadie durante el verano y que tampoco iría a lo de los Weasley. Con el regreso de Voldemort debía quedarse en Privet Drive todo el verano.
Como Dudley seguía a dieta, Harry no podía comer mucho y esta vez no tenía la ayuda de sus amigos. Afortunadamente tenía algo de dinero muggle y podía comprar algo de comida de vez en cuando. Era lo único que evitaba que ya se hubiese desmayado por el agotamiento.
La ración de comida que recibía de sus parientes era suficiente para alguien que se quedaba sentado sin moverse, no para alguien que trabajaba; y si que lo hacían trabajar. Ya le habían hecho limpiar toda la casa y el ático; tenía que cocinar y, además, acompañar a su tía al supermercado para traer las bolsas. Ahora le habían asignado arreglar el jardín, aunque Harry no creía que entrara en la definición de 'jardín' en aquel momento… quizás algo más como pequeña jungla. Estaba seguro de que nadie había puesto un pie allí desde el verano pasado.
En este momento estaba quitando las malas hierbas. Suspiró, enjugándose (si lo puse bien es una palabra horrible y me encanta) la frente intentando ignorar su garganta seca. Hacía cuatro horas que estaba allí afuera y el día era seco y cálido, el tipo de día en el que uno quería recostarse bajo un árbol tomando una gaseosa y comiendo un helado.
Mientras intentaba sacar una hierba que no estaba parecía empeñada en quedarse donde estaba, Harry sintió un dolor agudo en la nuca. La sensación duró por unos segundos y cuando se giró vio como una abeja se alejaba volando.
"Genial," Murmuró. "Incluso los bichos están en contra mía…"
Pasó su mano por su nuca, encogiéndose al tocar el sitio donde la abeja debía haberle picado. Intentó ver si el bicho había dejado su aguijón, aliviándose al no sentirlo. Encogiéndose de hombros, quitándole importancia, volvió al trabajo.
El encapuchado estaba de vuelta en la colina, esta vez estaba acompañado por otras dos personas y llevando un orbe plateado. Tocó algo en el objeto y el éste se abrió liberando una sombra.
"Yeartha kren'yr Drak. Boreth jerxos an'll whukas, hos tur Drak'yr crihjil vieth."
La sombra asintió y desapareció.
"Llegaran hoy" Anuncio el hombre a sus compañeros
Durante toda la semana siguiente, Harry continuó su trabajo en el jardín. Al final de la semana casi había terminado: había cortado el césped, quitado todas las malas hierbas, podado los arbustos y plantado algunas flores nuevas. Todo lo que tenia que hacer ahora era regarlas.
Su tía, que había estado mirándolo mientras cocinaba para estar segura de que estaba trabajando, abrió la ventana y gritó.
"Chico! Tendrás que pintar la cerca cuando termines con eso!" Y con eso cerró la ventana y volvió a su cocina.
Harry lanzo una mirada de asco en su dirección. Siempre podías confiar en ella para encontrarle algo que hacer.
Cuando terminó de regar las flores fue a buscar una brocha y pintura. Los Dursley habían comprado pintura marrón.
Empezó a trabajar cuidando de no dejar que ni una gota cayese. Estaba a mitad de camino cuando comenzó a sentir un leve dolor de cabeza. No le dio importancia, después de todo había estado trabajando por horas al rayo del Sol, era normal. Pero mientras pasaba el tiempo, el dolor comenzó a aumentar, especialmente en su nuca. El dolor era inaguantable. Su visión estaba borrosa por las lágrimas en sus ojos y todo a su alrededor estaba girando. Dejó caer la brocha y cayó de rodillas antes de desmayarse.
Harry volvió lentamente en sí. Lo primero que notó fue que ya no estaba en el césped. Parecía que estaba en una cama. Su cabeza aún dolía y no se atrevía a abrir sus ojos. Al poco tiempo dio cuenta de que había mas personas en la habitación. Estaban hablando.
"Pero como pudo pasar?" Cuestionó uno al borde de la histeria.
"No lo sé" respondió una voz fría. "Jamás había pasado…"
"Podría ser un error?"
"Has visto la marca! Fue elegido!"
"Pero…pero…Es imposible! Un simple humano no puede ser elegido!"
"Aparentemente es posible incluso aunque dudo que un humano pueda seguir nuestro entrenamiento…"
Harry oyó claramente la repulsión y el desdén con que la segunda persona dijo 'humano'.
"Qué vamos a hacer?"
"Le mostraremos los alrededores en cuanto despierta y le daremos unas cuantas explicaciones. Luego lo llevaremos a habitación de la elección. Demenor sabrá que hacer"
"Estas seguro? No deberíamos borrar su memoria y mandarlo de vuelta a su mundo? El no pertenece aquí!"
"No podemos; tiene la marca. Debe ser entrenado aunque dudo que pueda hacer algo…"
"De acuerdo…"
Harry abrió lentamente los ojos, mirando alrededor. Aparentemente las dos personas no apreciaban demasiado a los humanos y en verdad no tenía ganas de hablar con ellos.
"Al fin estás despierto" Dijo la voz fría.
Harry parpadeó varias veces, tratando de esclarecer su vista y miró a las personas que estaban junto a el. Sus ojos se ensancharon al verlos.
Eran elfos! El de la voz fría era alto y musculoso con cabello oscuro, que le llegaba hasta los hombros, recogido en una coleta y ojos gris acero. Su compañero era mas bajo con cabello castaño hasta las orejas y ojos color avellana. Ambos tenían las orejas puntiagudas y un mechón de pelo plateado.
El moreno le lanzo una mirada dura a Harry, lo que le confundió un poco. Qué había hecho para merecerla?
"Levántate humano, tenemos muchas cosas que hacer y no hay tiempo que perder"
Harry obedeció inmediatamente y los siguió fuera de la habitación.
Traducción:
"Yeartha kren'yr Drak. Boreth jerxos an'll whukas, hos tur Drak'yr lyan'yr crihjil vieth."
"Saludos
espíritu del Dragón. Tráenos a los jóvenes a nuestro cuidado,
para que la historia de los señores de los Dragones continúe"
Como algunos pueden saber. Esta historia estaba siendo traducida por Estrella de la Tarde, pero como ella decidió no seguirla yo lo voy a hacer…
Voy a repasar todos los capítulos, cambiando algunas cosas porque yo escribo todo 'argentinizado'
