CUARENTENA
I
"Infección"
by yesterdayForgetful
NARRACIÓN: KYLE
Eso era todo... Estaba totalmente aburrido en el mesabanco de mierda y para joderla, el culón de Cartman estaba sentado a mi lado. Ese maldito profesor no paraba de hablar… me sentía cabreado, muy cabreado y aburrido.
Estábamos en clases cuando la epidemia se esparció.
—Hey, judío. ¿Cuántos regalos recibiste en navidad?— Me tocó el hombro para llamar mi atención, escuché perfectamente cómo se reía entre dientes. Otra vez con el viejo chiste…
—¿Qué carajos quieres, Cartman?— De un golpe aparte esa mano. Me molestaba que me tocara, que me hablara, que se burlara de mi. Era un culón.
—Señor Broflovski, ¿puede continuar con la lectura, por favor?— El culón se reía de mi al ver que ni siquiera sabía que página era. Me empecé a poner nervioso, no tenía ni idea de en qué parte íbamos. El gran silencio se esparció y todos clavaron sus miradas en mí.
—Hey, judío de mierda— Voltee enojado a verle, ¿qué querría en esos momentos? Me di cuenta de que me enseñaba la página del libro y con el dedo índice el renglón de la lectura. Le susurré unas gracias y me levanté a leer inmediatamente.
—Un elemento químico es conformado por átomos que son…
—Señor Broflovski, estamos en la materia de Español— Me detuve en seco y miré que tenía mi libro de ciencias en mano. De verdad que era un imbécil por haberle hecho caso a Cartman. Éste se regocijaba de la risa en el asiento, al igual que los demás que estaban en el salón.
Deseaba que las clases terminaran… Cerré los ojos y di un suspiro al escuchar que el maestro me decía que me sentara.
Miré el reloj, faltaban dos horas para acabar con este martirio.
Kyle Broflovski, un chico de 17 años de edad que estudiaba en la ciudad de South Park… el nombrecito no le viene a un lugar casi igual de grande que la ciudad de Los Ángeles. Estudiaba en una preparatoria normal, con los típicos bravucones, y más que nada un culo gordo que te sigue las 24 horas del día diciéndote en la cara que eres una mierda.
Ganas no me faltaban de partirle la cara, pero eso sería rebajarme a su nivel. Eso nunca pasara. Vivía solo en un departamento rentado en la peor parte de la ciudad. Siempre, los vándalos que andaban cerca me molestaban. Aparentemente parezco una chica… Demonios, les he dicho millones de veces que soy hombre pero parece que no entienden. ¿Acaso no ven que no tengo senos? Imbéciles, solo espero que hayan sido infectados.
Nuevamente, miré el reloj encima del pizarrón. Las agujas casi marcaban la hora de salida y la luz de la tarde entraba por aquellas grandes ventanas. Empecé a guardar mis cosas en la mochila y no fue de esperarse que sonara el toque a los pocos segundos.
—Bien chicos, nos vemos mañana— El profesor cerró el libro que tenía en mano y tomó su portafolio.
Vi que todos se iban y Cartman y yo nos quedábamos solos, no sería capaz de soportarlo una vez más. Me apresuré y salí de ahí junto con la multitud.
Una vez fuera fui a tomar el metro.
Me he acostumbrado a este tipo de cosas que en realidad son verdaderamente cansadas, pero si no las haces no sobrevivirás un día en esta gran ciudad vacía de oportunidades. Otra vez estaba mezclado entre la multitud, me dirigía a entrar al metro. El sonido del lugar era impresionantemente aturdidor. Se oían muchas voces, gritos de niños pequeños, chicas con sus celulares… Mi cabeza estaba a punto de estallar.
Por suerte y llegué dentro, claro, después de muchos empujones, pisadas, y algunos toques algo… inusuales. Me tocó estar parado al lado del tubo de metal, enfrente tenía a un anciano que estaba sentado con un periódico en las manos, parecía estar leyendo… o quizá estaba dormido.
Con la mirada recorrí la portada y miré algo así como "Prevención contra enfermedad desconocida" o "Enfermedad desconocida en ciudad "de tal" cercas de la ciudad South Park". Se me hizo estúpido, quizá era una farsa para que la gente se volviera maniática y comprara miles de pastillas y productos que previenen esa tal enfermedad, que claro, no existe.
Sentía el cuerpo pesado, los pies acabados, la cabeza me dolía a reventar… por un momento pensé estar en mi pequeño y pobre apartamento rentado, abrí los ojos dándome cuenta de que seguía en el metro. Estaba dando una curva, me agarré fuerte pero eso no evitó que me tambaleara un poco. Solo deseaba estar en casa y descansar…
Llegué arrastrando los pies al departamento, ya era de noche.
Tiré la mochila al carajo y me aventé al sofá, uno de color verde apagado, cómodo y el único que calmaba un poco mi estrés. Con la vista pidiendo un descanso a gritos, me abstengo de disfrutar una vista perfecta por la ventana que da a la gran ciudad. Oía los carros pitando, las patrullas, los ruidos de fábrica… incluso a las palomas que había en mi ventana, pues vivía en lo más alto de ese sucio lugar. Era una típica vida de mierda en la parte más jodida de la ciudad.
¿Mis padres? ¿Qué si donde están?
Me corrieron de casa y me tiraron en este lugar. Suerte que Ike aun es pequeño y está en casa con ellos, quienes dicen que ya es edad de ser independiente para mí. Recordé… Debía ir a trabajar en mi turno nocturno. Trabajaba en una cafetería a unas cuantas cuadras de mi casa. Suspiré pesado, si tan solo pudiera librarme de todo esto… Zafarme de todo… Tomar un largo descanso bien merecido. Me levanté cansado y prendí el televisor sin ganas, pues solía escuchar las noticias antes de ir a mi trabajo. Me encaminé al armario mientras me quitaba el uniforme de la prepa.
—En otras noticias, se descubrió una rara enfermedad cercas de South Park. Jenny, vamos contigo.
—Hola George, ¿cómo estás? Aquí estamos en la ciudad vecina de South Park, donde las cosas parecen ir de mal en peor. Hay millones de ciudadanos en el hospital siendo tratados, no sabemos muy bien que está pasando George, pero parece ser que esto… esta enfermedad es contagiosa.
"Tonterías, ya no saben ni que inventar", fue lo primero que pensé.
Me empecé a desvestir mientras veía de reojo al televisor. Atrás de la reportera se veía una patrulla… ¿Una patrulla?
—Parece que la policía está interviniendo— Se oían disparos… ¿En realidad estaba pasando? Me puse una manga-larga roja a rayas con anaranjado y me puse unos jeans azul obscuro sin dejar de ver el televisor.
—Jenny ¿Jenny estas ahí?— El conductor dejó las tarjetas que tenía en mano y con la otra mano se tapaba un oído, lo más creíble es que tuviera un mini-micrófono escondido.
—…interferencia parece que… dañada, el caos esta… los ciudadanos parecen estar fuera de control… golpeando, hay sangre por todas par… George, ¿me oyes...?— Lo único que pude ver fue una imagen rayada y con cuadros de colores, quizá se debió a la interferencia.
Como sea… terminé de vestirme y me puse unos converse negros, acomodé mejor mi gorro verde y me puse una chamarra naranja porque afuera el frío estaba insoportable. Apagué el televisor, realmente no creía que lo que estuviera pasando en la ciudad vecina fuera cierto…
Sin más, me dirigí a mi trabajo nocturno. Llevaba la llave en mano y bajaba los escalones jugando con el anillo del llavero dándole vueltas con el dedo índice. En la cafetería comería algo.
Tomé la acera de la calle y me fui a pie a la cafetería, no estaba muy lejos. Llegaría justo a tiempo.
—Hola señor y señora Tweak— Entré dejando mi chamarra en el perchero al lado de la puerta. Me di cuenta de que teníamos pocos clientes. Había muchas mesas vacías. Eso me extrañaba un tanto… casi siempre estaba lleno hasta por los codos.
—Hola, Kyle— Saludó ella mientras él cargaba unas cajas de café, inmediatamente fui y le ayudé.
—Hola, Kyle, ¿estás listo para trabajar?— Me acarició con brusquedad la cabeza y desacomodó mis cabellos y mi gorrito verde. Rabié entre dientes, odiaba cuando el señor Tweak hacía eso.
—Sí, señor— Me reacomodé el gorro y fui a la caja registradora. Siempre había sido bueno en las matemáticas, por lo que mi trabajo era de cajero en la cafetería. Me pagaban bien… Ya estando en mi puesto, me estiré y un sonido hizo sorprenderme… Se oyeron balazos.
Vi a lo lejos la televisión en lo alto de una esquina, tenían el mismo canal de las noticias y algunas personas preocupadas miraban aquello. El gobierno solo buscaba asustar a la gente y ganar millones, nada de eso era real y no necesitaba la importancia de ser visto. O eso pensaba yo.
Pero, que la policía estuviera dentro… Eso me extrañaba demasiado. Escuché que alguien entraba por el sonar de la campanita, me giré hacia enfrente para saludarle y demás.
—Buenas noches.
—Buenas.
—¿Qué va a ordenar?
—Voy a comer aquí.
—Ah, entonces tome asiento— Le sonreí y le hice un ademan mostrándole las mesas. El joven, más bien, tenía pinta de adulto, sin pensarlo fue y se sentó en una mesa casi enfrente de mí. Fue atendido por la señora Tweak y no faltó mucho para que tuviera un café en la mesa. También miraba las noticias atento.
Técnicamente el tiempo se fue volando, no hubo muchos clientes, solo el tipo que vino hace rato y una pareja joven. No había nada bueno en la televisión, estaba cabeceando. Me sentía muy cansado.
—Kyle, ¿estás bien?— Llegaba la señora esposa del señor Tweak y me frotaba los hombros con sus manos, logró despertarme e incorporarme de inmediato.
—Sí, si… Es solo que, la prepa está muy dura en estos momentos— Reí un poco para fingir que solo era eso, pero en realidad no. Si no pagaba la renta para mañana me echaban del apartamento.
—Kyle, se lo de tu renta. Toma este adelanto, sé que has trabajado muy duro— Joder, no sabe cuánto. —Te ves cansado… ¿Te encuentras bien?— La verdad moriré del cansancio en este mismo lugar, deme el día libre por favor Señora Tweak. —Mejor tomate el día libre, o lo que queda, anda— En realidad usted es muy buena señora Tweak, ¡la amo!
Sin pensarlo dos veces tomé el sobre donde había una muy grande cantidad de dinero después de un "gracias" y me fui con gran sonrisa a tomar mi chaqueta del perchero. Salí de ahí casi volando. Estaba consciente de que el señor Tweak no sabía de esto, pero si se enterara no creo que se enojara. Ellos eran muy amables, no como mis padres.
Casi al llegar al edificio, vi a los vándalos que me molestaban rodear al tipo que hace unos momentos estaba en la cafetería, el tipo de un curioso gorro azul. Él solo se quedo quieto e indiferente ante aquellas burlas y demás que le brindan los bravucones, de pronto me di cuenta de que me estaba viendo a mí, con cara seria. Sentí un poco de lastima pero entré al edificio.
Terminó un día en la vida de Kyle. Dejé la chamarra en el sofá que estaba frente a la ventana y me tiré en la cama aun sin quitarme los converse.
—Gracias, señora Tweak— Saqué el sobre de mis jeans y lo miré un rato agradecido, solamente recordando. Lo puse en el buro al lado de mi cama y cerré los ojos vencido.
N/A: Todos los personajes de esta historia no se conocen. (A excepción de Kyle y Cartman).
Universo Alterno (UA). Son un tipo de fanfics que utilizan a los personajes de una serie, pero colocados en una historia o contexto diferente. Suelen mantener el carácter y la descripción original de los personajes, pero la historia cambia total o parcialmente.
Buenas.
Esta historia está inspirada en Dead Island y Left 4 Dead 2 (mis videojuegos favoritos de zombis) y abarcará a casi todos los personajes principales de la serie televisiva South Park, que claro, no es mía.
Disfruten, mi historia de zombis acaba de empezar.
