Luz y oscuridad

Summary: Bella no es como los demás ángeles. Edward no es como los demás demonios. A Bella le encargan cuidar a una humana y a Edward le encargan matarla. ¿Que pasará cuando se encuentren?

Disclaimer: Los personajes son exclusivamente de la fabulosa escritora Stephanie Meyer, solo la trama es mía.


Capitulo Uno:

La misión



El cielo era tan… tedioso.

Mucha felicidad, demasiada luz, mucha risa, demasiada paz…

¿Acaso los demás ángeles no se aburrían de una eternidad tan feliz y monótono?

Me pregunto si algunos demonios pensaba de igual manera. Tanta maldad aburre, ¿verdad?

- Isabella, ¿no se supone que tienes que estar vigilando a tu humano? – preguntó una voz varonil con un matiz aterciopelado.

¿Isabella?

¿No le he dicho durante los últimos siglos que me gusta Bella y que odio Isabella?

Suspiré.

- Jacob, ¿no se supone que deberías meterte en tus asuntos? – le dije con una sonrisa falsa.

Una vez muerto, te dan a elegir si deseas poseer el nombre que tenias cuando eras humano o si deseas tener el nombre de algún Ángel Alfa, como Haziel, Gabriel, Camael, Uriel… Pero, ¿quién quiere tener esos nombres? Además no había ninguno que fuera femenino, o alguno que me gustara, así que sin pensarlo tanto, decidí poseer mi nombre de humana, Bella, pero a pesar de eso, todos los ángeles me llamaban por el nombre que eligieron mis padres terrenales, quienes se preocuparon de hacerlo conocer a cada ser celestial, una vez que ellos murieron y se convirtieron en ángeles.

- Ese no es un lenguaje correcto para un ángel, lo sabes, Bella. – suspiró Jacob, mientras se sentaba en la punta de una nube junto conmigo.

Rodé los ojos y él soltó una carcajada.

Jacob nació dos años después de que me convirtiera en ángel, y él fue mi primer humano a cargo. Era un chico apuesto, estaba segura que si hubiera seguido humana y claro, si hubiera tenido casi la misma edad que él, me hubiera gustado. Pero el murió, en unas de las tantas guerras de esa época, y no pude protegerlo ya que se encontraba en la lista del Ángel de la muerte. Cuando murió, y se convirtió en un ángel, ha sido mi amigo desde ese entonces.

- A veces me pregunto si eligieron bien en mandarte al cielo –sonrió.

- Yo también me pregunto lo mismo – suspiré- ¿A qué has venido?

- Los Arcángeles están hablado de ti, de nuevo – comentó Jake, preocupado.

- Oh.

- ¿Sólo vas a decir "oh"? – elevó un poco la voz, y algunos ángeles que estaban volando cerca nos miraron, y luego se fueron saludándonos felizmente.

¡Agh!

- Baja la voz, Jake, sabes que puedo hacer que te vuelvas como aquellos de allá – apunté a los ángeles que se desparecían poco a poco entre las nubes.

Misteriosamente, cuando me convertí en un ángel, tuve un poder. No sé si llamarlo así. Pero cuando eres ángel, no debes tener sentimientos oscuros, como la ira, la envidia, el aburrimiento…solo debes tener pensamientos felices…. cosa que no se dio en mí. Los arcángeles se preocuparon y me observaron durante días, ya que no me comportaba como debía hacerlo, hasta que descubrieron que tenía una especie de escudo que me protegía de toda la felicidad del cielo. Se alarmaron, porque pensaron que podía armar una rebelión en contra de Dios.

Solté una risita. Era absurdo pensar que yo podría hacer eso. Así que desde siglos me mantienen vigilada, por si hago algo estúpidamente tonto y me dan trabajos insulsos como, ser un ángel de la guardia.

- No sé a qué le ves lo divertido – exclamó enojado.

- Jake – dije severamente- tienes que controlar tus sentimientos, los arcángeles lo pueden notar.

- Hmm – suspiró, cerró los ojos y se relajó.

- Bien, ¿ y de que han hablado? – trate de mostrar un poco de preocupación al asunto que realmente no me interesaba.

- Sobre tu despreocupación hacia tu tarea – me observó.

¡Oh! En ese momento miré hacia mi protegido, era un humano que me desagradaba por completo, era un total idiota, pero que en algunos momentos podía ser agradable, su nombre era Mike, humano que casi pasó a ser historia.

Cuando mire desde el cielo hacia abajo, observé como Mike estaba cruzando despreocupadamente una calle, y no se dio cuenta de que venía un auto. Tuve que concentrarme para hacer que el auto se detuviera unos metros antes para que no atropellara a mi protegido.

- ¡Diablos eso estuvo cerca! – dije aliviada.

- ¡Isabella! – me regañó.

- Lo siento, lo siento, palabra mala, muy mala.

- No es necesario que seas tan irónica, Bella.

- Lo siento – le sonreí- pero ese humano es verdaderamente un descuidado.

- Bella, sabes que no debes hablar así de los humanos, además tú fuiste una.

- Pero era torpe, no descuidada.

- No le veo la diferencia. – sonrió.

Enarqué una ceja.

- Hoy amaneciste con un humor…

- Sabes que no podemos dormir.

- Pero es un dicho – había un rastro de impaciencia en su voz.

- Pero no viene al caso.

Jacob me miró sorprendido. Nos quedamos mirando por algunos momentos en silencio.

- ¿Qué te molesta?

Y esa fue la chispa que faltaba para prender el incendio dentro de mí.

- ¿Qué me podría molestar? Estamos en el cielo. Todo es felicidad. ¿Por qué debería molestarme ser un bicho raro hasta en el cielo y que los arcángeles me tengan en la mira?

Jake rió.

- No le veo lo gracioso – dije entre dientes.

- Lo siento, lo siento. – dejo de reír. – solo me pareció chistoso lo de bicho raro.

- ¿Sabes? Creo que dejare que seas feliz, como debe hacerlo un ángel, ¿qué te parece?

- No puedes hacer eso – su rostro se alarmó- Tu no serias capaz de convertirme en un maniático de sonrisas.

Ahora fue mi turno de reír.

Cuando Jacob se convirtió en un ángel, traté de probar mi poder en él. Siempre había sentido como si tuviera una capa de algo elástico alrededor mío, y de vez en cuando podía estirarlo, pero no sabía que pasaba si cubría con mi escudo a alguien, bueno tenía una sospecha, pero no sabía si funcionaria. Y al menos con Jake funcionó, él es como yo, sin recibir la felicidad del cielo, aunque los arcángeles no lo saben, cosa que encuentro increíble ya que el escudo esta sobre Jake desde siglos, al menos deberían tener alguna sospecha de que él no se comporte como un ángel la mayoría del tiempo.

Bueno, Dios debería saberlo.

- ¡Bella! – me tomó de un brazo.- Eso fue cruel.

- Lo siento.

De pronto, sentí una presencia, la que me hizo sentir escalofríos.

- Jake vete, son ellos.

- ¿Quie…

- Vete – le interrumpí alarmada.

- Me lo contaras todo después, ¿está bien?

- Si, ¡vete!

Mi amigo asintió y se fue volando rápidamente al oeste.

Minutos después sentí la presencia detrás de mí.

- Necesitamos hablar, Ángel Scutum. – dijo una voz profunda.

Odiaba que me llamasen de esa forma. Scutum significa escudo en latín. Los arcángeles estan obsesionados con ese lenguaje.

- Arcángel Raziel –salude mientras me paraba y me daba vuelta para darle una pequeña reverencia con la cabeza.

Los arcángeles se veían tan… atemorizantes. Siempre estaban serios, no eran como los ángeles. Sus alas eran el doble de grande que el de nosotros y mucho más brillante.

- Debes acompañarme, vamos hablar de tu nueva misión, sígueme – ordenó en voz neutra, a continuación desplegó sus alas y voló majestuosamente por las nubes. Lo seguí torpemente, a pesar de los siglos aun me costaba manejar mis alas.

Llegamos a una gran puerta blanca, para variar, todo aquí era demasiado blanco.

Con un solo toque, el arcángel, logro mover la gran puerta que recorría todo el cielo. Entramos.

Cerré los ojos como de costumbre, la luz en esa habitación era muy cegante, así que fui abriendo mis ojos lentamente para acostumbrarme a la luz.

Dentro estaban los dos arcángeles que estaban a cargo de vigilarme junto con Raziel, Izquiel e Iczael.

Absurdo. Todavía no creía que tuvieran que vigilarme, deberían estar preocupados de pelear con los demonios que estar pendiente de todo lo que hago.

Los tres arcángeles eran hermanos, por lo que eran muy parecidos, sus alas imponentes y brillantes, sus caras definidas, pálidas y serias. Y sus cabellos rubios hasta los hombros. Sólo los ojos los diferenciaban un poco. Raziel, los tenia azul, Izquiel verdes e Iczael dorados.

- Ángel Scutum – me saludaron los dos.

- Arcángel Izquiel, Iczael.- incline mi cabeza a cada uno de ellos.

- ¿Has tenido algún inconveniente con tu protegido, Ángel Scutum? – preguntó Raziel.

Es Bella. ¡B-E-L-L-A!

- No.

- Entonces, ¿Por qué el humano ha estado casi en el cielo tantas veces desde el dia en que te lo encargamos? – la voz de Iczael, era el más aterciopelado de todos los seres celestiales.

- No es mi culpa que el humano sea tan descuidado.

Los tres arcángeles me entrecerraron los ojos, enfadados. Curioso. Ellos no deberían tener ese tipo de sentimientos, pero son arcángeles, los soldados de Dios, dispuesto a matar a cualquier demonio o humano. Irónico.

- Te cambiaremos el humano. – Izquiel siempre hablaba de manera tan despectiva acerca de los humanos.

- Debes protegerla. Ella no puede morir. – exclamó el arcángel de ojos azules.

- ¿A qué se refiere con que ella... no puede morir? – pregunté extrañada. Todos los humanos debían morir y no importaba cuando lo hacían.

- Solo debes protegerla. La persiguen demonios.

- ¿Y porque yo?

No era muy buena en cuidar a los humanos, era torpe para eso.

- Tienes que usar tu escudo para que los demonios no lleguen a ella.

Abrí los ojos sorprendida. Se me había prohibido usar mis poderes hacia los humanos, además no sabía en qué le afectaba si le ponía mi escudo sobre ellos. Quizás cumpla la misma función que con los ángeles.

De pronto la habitación parpadeó y supe que íbamos a bajar a la tierra.

Llegamos a un parque. Habían muchos humanos en ese lugar, jugando, riendo, peleado, conversando…

- Ella – exclamó Raziel, apuntando a una humana de edad adolescente. Su cara tenia forma de corazón, adornado por su cabello rizado de color castaño rojizo que le llegaba hasta un poco más debajo de sus hombros. Poseía unos ojos color chocolate. – Tienes que proteger a Reneesme Carlie Cullen.


Fin Capitulo Uno



N/A:

Hola :), hace tiempo que quería escribir algo de Bella/Edward. Mucho tiempo, pero nunca me había atrevido. Es maravilloso ver como la pagina de Fanfiction/Twilight ha crecido, yo comencé a verlo cuando recién tenia 3 páginas de historias y ahora tiene 194 :O . Por eso a estas alturas me anime a escribir algo distinto sobre la pareja que tanto amo. Espero que les haya gustado

Y ya saben, con reviews sigo la historia. Es deprimente seguir una historia sin reviews porque no sabes si les gusta o no. :)

Gracias de antemano :)

Atte.

Missing-Writter.