Summary: Compendio de escenas subidas de tono aisladas. Más erótico-festivo que pornográfico. Cada capítulo es independiente y se especifica la pareja del último publicado en portada. Multi-pairing.
Disclamer: Si Himaruya supiera lo que hacemos con sus personajes, quizás no dejaría que se escribieran fics como este, así que los peronajes no son nuestros, pero shhhh, no se lo digas a nadie.
Advertencias en este capítulo:
Pareja: Inglaterra y América
Otros personajes: Francia, Canadá
Resumen general: En una sala de reuniones de una cumbre mundial, América recibe un dibujo de Inglaterra como regalo misterioso que tiene un curioso efecto secundario en él... pero el problema es que Francia también estaba allí. Inglaterra hará lo mejor posible para ayudar a su ex-colonia a... relajarse. ¿Qué pasará cuando Canadá entre a la sala y les encuentré en ello?
Pin-Up
Estados Unidos ve el dibujo que representa a Inglaterra, frente a una moto, en estilo pin-up de los años cincuenta, en Kilt, de espaldas, con el Kilt enganchado en la moto, no mostrando el culo entero, pero si lo suficiente como para ser sugerentemente claro... y pasan dos cosas inmediatamente, una seguida de la otra.
Un hilo no tan delgado de sangre empieza a salirle por la nariz mientras se queda pasmado unos cuantos segundos, aún viendo la imagen. Parpadea. Y se muere... feliz, cayendo al piso cuan largo es sobre la carpeta y el dibujo, con un fuerte CUAS!
Inglaterra se detiene de estrangular a Francia, levantando la cabeza al oír el ruido, mirando hacia donde está o donde estaba el americano y al darse cuenta que se ha caído. Sueeeeelta a Francia y se va a donde está tendido en el suelo.
―America? America! ―le llama, pero no reacciona. Francia se lleva las manos al cuello.
―Mon dieu... cada vez ahorcas mejor, Angleterre ―se queja un poco con voz ronca y sonríe, al ver al niño. El inglés ignora a Francia y sacude un poco a Estados Unidos.
―America! ―le llama un poco más preocupado. Estados Unidos reacciona un poquitín (sólo un poquitín), sonriendo levemente sin moverse.
El británico frunce el ceño y trata de levantarlo para sacar la carpeta de debajo suyo... y luego mira a Francia.
―Podrías hacer algo útil en vez de quedarte ahí plantado mirando, frog! ―se queja. América se mueve un poco más en su lugar, girando y luego sentándose con la carpeta fuertemente agarrada en la mano. Se sonroja mucho, mucho.
―Ya está, ha reaccionado. Mon dieu, realmente veo que a alguien le gustas, mon ami ―declara sin aclarar a quien se refiere, acercándose un paso a ellos pero sin hacer nada. Inglaterra parpadea apartando las manos de USA y al verlo sonrojado, se sonroja también un poco.
―Ehm...
Estados Unidos se sonroja más al verle sonrojado y aparta la mirada, abrazándose las piernas para ocultar cualquier rastro de... ejem... algo, y sin soltar el dibujo.
―Entonces, Amerique. Por tu reacción, el dibujo es mío ―concluye Francia divertido, cruzando los brazos. Inglaterra cierra los ojos y se pone de pie.
―France...
―Oui? ―le sonríe mirándole a los ojos.
―Largo. Now ―ordena sin abrir los ojos y sonrojándose un poco más.
―Oh... Venga. Ya hemos llegado hasta aquí, y a las pruebas me remito. El dibujo es mío ―sonríe sin moverse. Inglaterra abre los ojos fulminándole de la manera más agresiva que es capaz de usar.
―Largo... ―repite suavemente, pero firme. Estados Unidos mete la cabeza entre las rodillas, mucho muy, muy avergonzado.
―Muéstramelo y los dejo solos... ―sonríe el francés. Inglaterra se pellizca el puente de la nariz unos segundos, luego se acerca a Francia, lo toma del cuello de la camisa y lo arrastra literalmente hasta más allá de la puerta.
―Espera... espera! ―se queja mientras es arrastrado―. El dibujo es mío! ―intenta poner resistencia―. Venga, Angleterre... lo voy a ver de una u otra forma! Y... nunca me dices que no, hombre... sólo quiero verlo un segundo!
Le ignora hasta soltarlo en el pasillo y con la puerta semicerrada, le mira y se sonroja otra vez.
―¡No seas idiota y no molestes! ―cambia de voz―. No hay forma en que vaya a soltarlo, sea lo que sea ―explica―. Si quieres una bloody copia, apáñatelas para robársela a alguien.
―Va a haber repercusiones a esto, mon ami... yo HE pedido un dibujo y si en el estúpido dibujo se te ve el culo (como es lo más probable) la idea habrá sido mía! Si tan solo me lo hubieras mostrado tu! ―replica enojado. Inglaterra mira adentro, nervioso, sin saber que hacer.
―¡Deberías aprender a no pedir esas bloody cosas! ―se defiende.
―¿Por qué no? ¿Eh? ―baja el tono de voz―. ¡Además ha dicho que tu culo es suyo!
Inglaterra cierra los ojos cada vez más histérico.
―Ok! ok! te conseguiré la bloody copia, solo ¡lárgate ahora! ―protesta. El pendón ataca de nuevo. Francia sonríe.
―Bien... me parece un buen trato... siempre y cuando seas tú el que me lo dé ―cierra un ojo y se gira para irse. Después de unos pasos, lo voltea a ver―. Espero que logres que el garçon logre volverme a ver a los ojos... ―y se larga riendo.
Inglaterra da un portazo tremendo, se frota los ojos y se masajea las sienes. Sonríe. Se sonroja. Frunce el ceño y finalmente se acerca a Estados Unidos.
―Ehm...
El menor sigue con la cabeza entre las piernas.
―France estaba aquí... ―dice muy muy muy quedito.
―Ehm... yes... ―concede poniéndose en cuclillas frente suyo―. Pero... pero ya se ha ido ―explica.
―Pero estaba aquí... ―responde en tono desconsolado y se sonroja. Inglaterra le pone la mano en el pelo, acariciándole la cabeza en tono conciliador.
―No... sé de qué tanto se ha dado cuenta, además ya se ha ido... ―repite.
―France siempre se da cuenta de eso... ―razona sin levantar la mirada―. Y yo...
El británico levanta las cejas y aparta la mirada pensando que de hecho eso es cierto.
―¿ Y... A France qué le importa? ―pregunta tratando de quitarle hierro, sentándose en el suelo.
―Mira... ―le muestra el dibujo―. Es... awesome. France no lo debía ver ―declara.
Inglaterra ve el dibujo y se sonroja... y pronto le dará una embolia, seguro. Cierra los ojos, traga saliva y con mucho mucho cuidado cierra la carpeta tratando de mantener el temple. Estados Unidos levanta la cara un poquillo, sonriendo, pero sigue abrazándose de sus piernas.
El británico hace un increíble sobre esfuerzo por mirarlo a los ojos y sonreír torpemente.
―Sí puedo quedármelo, ¿verdad? ―pregunta el americano.
―I... I think... ―vuelve a sonrojarse apartando la mirada.
―No creas que me gusta tanto ―concluye al final, intentando recuperar el honor o algo por el estilo aunque se sonroja hasta las orejas― Please, dile a France que no le diga a nadie ―dice tan quedito que probablemente solo se escuche algo del tipo awawawawa.
―Oh, of course not ―se burla un poquito―. Yes... yo hablaré con France, do not worry.
―¡No! ¡No! mejor no le digas nada ―suplica pensando que van a burlarse de él.
―Ca... cálmate, please ―pide pasándole una mano por encima de los hombros.
―Quizás deba matarlo o amenazarlo o algo ―considera. Inglaterra se tensa.
―No... no creo que haga falta llegar a ese extremo.
―Pues es que va a burlarse de mí y... ¿ves? ¿ves que no tenía que estar él?
―Come on, come on... ―trata de acercarlo un poco para sí, a ver si se relaja un poco y se suelta de esa postura―. No va a burlarse de ti. Y si lo hace nos burlaremos nosotros de él, OK?
―No sé. No debió pasarme eso ―agrega―. Olvídalo ―se separa del mayor.
El inglés sonríe un poco sin poder evitarlo y le mira cuando se separa... esto es tan sumamente extraño.
―Jum! Porque tu lo digas ―responde cerrando los ojos, estirado. Y luego se sonríe a sí mismo como un idiota. Sí, claro, como que se va a olvidar, con lo bonito que ha sido. Vuelve a su postura estirada y abre un ojo para mirar a Estados Unidos de soslayo.
―Pues es que yo soy el héroe ―apunta convencido.
―Oh ¿y qué con eso? ―pregunta mirándole.
―Pues los héroes no se caen y yo...
―¿Cómo puedes estar TU tan avergonzado cuando soy YO quien está en kilt, enseñando el bloody ass en un dibujo? ―pregunta lo obvio tratando de animarle o algo así, mientras se pone nervioso solito.
―Pues es que tu no... ―se señala las regiones vitales y se sonroja apretando los ojos. Inglaterra vuelve a cerrar los ojos sonrojándose.
―E... eso es por... por que... tu... tu no... ―empieza a balbucear el mayor con muchas muchas dificultades.
―Yes?
El británico cierra los ojos con fuerza y sigue en silencio, ¡por la reina!, ¿qué más espera? ya está claro lo que quiere decir, ¿no? ¿porque siempre tiene que decírselo todo con todas las letras? para una vez que las tornas están vueltas. Le mira en silencio, completamente sonrojado y con los ojos muy abiertos... tiene una idea maligna.
―Iggy? ―le pregunta con curiosidad. Cuando le insiste, sin cambiar de expresión y en absoluto silencio, Inglaterra levanta la mano y agarra a Nantucket, tirando un poquito de él, como solo él sabe hacer.
América gime abriendo los ojos como platos y sonrojándose. Le agarra la mano al inglés.
―¿Qué haces?
Inglaterra, más o menos con la misma cara... O peor... Da otro tironcito.
―What... are... you... mmmmmh! ―gime otra vez. Y me parece a mí que en algún momento Inglaterra ha entrado en ese estado mental de muerte cerebral en el que solo actúa en automático.
―Iggy... oh my god! ¿Qué intentas? ―le mira.
Él le quita las gafas, sin soltar a Nantucket y sin decir nada... ahora está demasiado shockeado, pero mañana va a ir todo el tiempo con una sonrisa de oreja a oreja que no va a saberle explicar a nadie a cuento de qué viene, pero se acaba de dar cuenta que hacer esto es divertido.
El menor vuelve a soltar un gemido.
―¿No te bastó con una? ―pregunta con respiración agitada. Inglaterra deja las gafas sobre la mesa y con esa misma mano (la mano que no está sujetando a Nantucket), trata de que se suelte las rodillas. Temblando, Estados Unidos se suelta las piernas pero no las estira.
― Igg... y ―dice con voz quebrada. Con cuidado, Inglaterra trata de abrírselas para poder acercarse mientras vuelve a tirar de Nantucket.
―Nhhh! Stop! ―suplica. Peeeero, en lugar de eso, muy maquiavélicamente, aprovechando que ha cedido abriendo las piernas hace tres cosas: llevar la mano libre a invadir Florida, besarle y volver a tirar de Nantucket, todo a la vez.
América a punto de volverse a morir... sonríe y se deja hacer, incrédulo de que Inglaterra sea capaz de hacer esto.
El británico, que está tumbado sobre Estados Unidos en el suelo, sin poder acabar de creer que esté tomando el control y seguramente prefiriendo no pensar en ello, se queda paralizado al terminar de desabrocharle los pantalones cuando ve abrirse la puerta. Podría haberla atrancado. De hecho, había pensado en hacerlo, pero no lo hizo porque estaba pensando... bueno es bastante obvio ahora ya en lo que estaba pensando.
Gira la cabeza y, por algún motivo aun sin soltar a Nantucket, con la otra mano le tapa la boca al menor mientras ve entre las sillas un par de zapatos entrar a la sala, las maravillas de la perspectiva hacen que el dueño de ellas no les vea, estando en el suelo.
Canadá entra tranquilamente a la sala, con su oso entre los brazos, mirando alrededor y encontrándola vacía. Suspira por que de nuevo parece ser el primero que ha llegado... o quizás al único al que no han avisado de que al final no había reunión. Decide sentarse y esperar un rato a ver si llega alguien más. Retira una de las sillas y al sentarse, sus pies quedan a menos de dos palmos de donde están Estados Unidos e Inglaterra.
América, que ya está bastante más allá del bien y del mal, en un mundo paralelo en el que solo existe Iggy... con sus sorprendentemente hábiles manos y boca, abre los ojos al notar la mano de Inglaterra en su boca y el abrupto paro del resto de actividades, alcanzando a conectar el pensamiento de que muy probablemente acaba de darse cuenta de todo lo atrevido que es lo que estaba haciendo. Se lleva la mano a la boca, dispuesto a quitaría para convencer al mayor, cuando ve la silla moverse y el par de pies a dos palmos de su nariz.
El británico, ahora ya dejando de estar sonrojado para estar PALIDO, suelta a Nantucket, sin darse cuenta del último tirón y mira su reloj, mientras mantiene la mano en la boca de Estados Unidos. Se supone que había una reunión en un rato, ¡pero aun faltan más de cuarenta minutos! desesperadamente, mira la puerta tratando de buscar alguna forma para salir de allí, pero seguro tiene que pasar por el campo de visión del recién llegado para hacerlo... y ni siquiera está seguro de saber quién es.
¿Podría ser Francia? Oh, sí, claro, seguramente sería ese asqueroso bastardo del vino que había vuelto para torturarlo... ¿cómo se le había ocurrido dejar que supiera qué pretendía hacer?
Canadá, por su lado, estaba ordenando sus papeles sobre la mesa y preparándose, se había esforzado mucho por preparar esa reunión... como siempre... aunque después fuera todo el trabajo en vano... como siempre. Tamborilea con los pies mientras relee las hojas y de tanto en tanto se vuelve a ver la puerta a ver si viene alguien más.
Estados Unidos no puede evitar soltar un suave y ronco gemido final cerrando los ojos y echando la cabeza atrás al sentir el último tirón a Nantucket, olvidando de nuevo, por un instante, la vergonzosa situación en la que se encuentran.
Inglaterra se paraliza mirándole con los ojos muy abiertos y haciendo más fuerza con la mano para sujetarle callado, fulminándole.
Canadá siente una perturbación en la atmosfera y se queda detenido un momento, tratando de escuchar. Finalmente decide que deben ser imaginaciones suyas y no hace caso.
Cuando el estadounidense siente que la mano de Inglaterra ya no está ahí, frunce el ceño y abre los ojos, mirando de reojo los zapatos junto a él, tratando de deducir quien es. Un par de segundos después, sonríe y mira al mayor levantando las cejas. Se lleva la mano a la cara e intenta que le suelte.
El británico cierra los ojos frustrado. Si solo pudiera ver quien es... está casi convencido de que es Francia, porque es algo así como un puto obsesivo, pero esos zapatos no le parece que sean... claro que Francia probablemente tiene como 3049324312432 pares de zapatos. Finalmente suelta a América, advirtiéndole con la mirada, mientras trata de acercarse a ver por debajo de la mesa.
En cuanto le suelta, Estados Unidos le jala evitando que pueda moverse a donde sea que quiere ir a ver quién es y pone un dedo en los labios indicando que guarde silencio haciéndole además un cariño en la mejilla, poniéndole la otra mano en el cuello y jalándolo hacia poniendo sus labios sonrientes encima de los del inglés
Y a Inglaterra le da prácticamente un shock anafiláctico. Es decir... no pretenderá... ¡No pretenderá! Se aparta cuanto puede forcejeando y tratando de hacer el menos ruido posible.
El estadounidense sonríe y vuelve a acercársele, intentando que no escape y volviendo a darle un beso en cuanto la oportunidad lo permite.
El mayor vuelve a separase, fulminándole y luego mirando los pies con el ceño fruncido. Tiene que hacer algo... Quizás pueda mandar un mensaje a alguien para que vengan a llamar a quien quiera que sea y se lo lleven de allí antes de que los descubra, pero para eso, tiene que saber quién es.
Empieza a desestimar la idea de que sea Francia, porque si lo fuera, ya se habría agachado a mirarles con su sonrisa caustica para burlarse... o pedirles unirse... (el cerebro de Inglaterra se funde un poco con esa última idea) ejem.
Estados Unidos ahoga una risita y le pasa una mano al inglés por la espalda, agarrándole el culo e ignorando las fulminantes miradas. Va a matarle cuando terminen, pero la oportunidad es ÚNICA.
Cuando siente las manos del americano en el culo, se sonroja y se pone de los nervios. Vuelve a apoyarse sobre él para poder tener libres las manos, que lo estaban aguatando separado y con ellas trata de quitarle las manos de ahí volviendo a fulminarle mientras sigue valorando posibilidades.
América sonríe aun mas, ignorando la fulminación, mientras se incorpora un poco besándole el cuello, sin soltarle el culo.
Llegado un momento, Canadá aparta la silla para ponerse de pie y a Inglaterra, que estaba empezando a ceder un poco le da tal susto, que se pone taquicárdico sin poder creer que no esté oyendo su corazón.
Canadá se va hasta la fuente de agua, al lado de la puerta por la que ha entrado y se sirve un vaso de agua... luego vuelve a sentarse.
Estados Unidos hace un esfuerzo por no descojonarse, poniéndole una mano al inglés en el pecho y aprovechando que Canadá se va a servir agua, usa la mano que tenía en el culo, para acercarle la cabeza y volver a besarlo.
Inglaterra está excitado. Y punto. Por todo. Es decir... no solo sexualmente. Esta lo más cerca de tener un infarto de lo que ha estado en su vida y reacciona a todo lo que hace el menor con un saltito histérico, pero tratando de hacer el menor ruido posible, cuando le da un golpecito a una de las sillas, con el pie.
Canadá obviamente lo oye, frunce el ceño mirando la silla, esperando a ver si se mueve otra vez o solo le ha parecido.
Estados Unidos se detiene un segundo, a la expectativa, rogando en silencio que Canadá no diga nada. Mira al inglés y sonríe, volviendo a ponerle un dedo en los labios para que guarde silencio.
El inglés está en estado completamente rígido y paralizado, como una tabla, ahora lo tirarían desde una altura suficiente y se partirían en pedacitos como si fuera de porcelana.
Canadá desfrunce el ceño pensando que debe haber sido un error y saca su teléfono móvil.
Sonriendo, América le pasa una mano por el pelo intentando tranquilizarlo y después de unos segundos se acerca de nuevo para besarle.
Inglaterra se relaja un poquito, pero sigue completamente histérico, sin saber qué hacer, sin poder creer que esté pasando esto.
Canadá llama a Francia por que el cabrón de Francia también tiene suerte.
Con tranquilidad, América empieza a acariciar la espalda del británico rogando porque se relaje, mientras le besa lo más silenciosamente que puede.
―Allô? ―contesta Francia al otro lado de la línea.
Inglaterra se relaja un poco al ver que no pasa nada, dejándose hacer un poco a ver si así el estadounidense se calma y pueden hacer algo para salir de ahí... una pésima idea, my dear... un PESIMA idea.
―Allô, France. Aquí, Canadá ―sonríe el cruzando las piernas―. ¿Sabes si han cambiado la reunión que había hoy?
Creo que a Inglaterra le está empezando a dar una úlcera de nuevo, al oír eso. América nota al instante la relajación de, aprovechando para separarlo un poquito e intentar invadir sus regiones vitales, cuando Canadá habla...
―Oh... Canadá! Garçon, ¿en dónde estás?
Obviamente, con el nivel de tensión y excitación de Inglaterra, no puede evitar reaccionar INSTANTANEAMENTE de manera que es incluso vergonzosa.
―En la sala de reuniones, pero llevo un rato aquí y no hay nadie ―explica Canadá inocentemente.
América sonríe y levanta las cejas, sorprendido (y muy complacido) de la reacción
(Inglaterra va a terminar en el hospital, a este paso).
Francia frunce el ceño, pero sonríe.
―¿En la sala de juntas? ¿Y no hay nadie? ¿Estás seguro? Deje a Amerique y a Angleterre hace unos minutos ahí, baje a comprar un café y a... Darles un poco de espacio. Ya sabes como son, estaban demasiado... ―hace una pausa.
Estados Unidos, mientras tanto, sigue explorando y disfrutando con las caras del inglés a cada pequeño movimiento que hace, pensando en lo JODIDAMENTE sexy que es todo esto.
―¿Amerique y Anglaterre? ―pregunta Canadá levantando la vista y se da cuenta, de que, sobre la mesa, están las gafas de Estados Unidos. Levanta las cejas acercándolas hasta si mismo―. ¡Creo que tengo aquí a Texas! ―comenta a Francia incrédulo.
Francia se ríe.
―Oooooh.
Inglaterra simplemente empieza a temblar mientras sigue pensando que en cuanto el estadounidense se calme, todo irá mejor. Sin darse cuenta de que seguramente él mismo va a acabar muerto mucho antes. Tratando de no oir lo que dice Canada, tratando de resistirse a Estados Unidos.
―Pues, mon amour... Estoy seguro de que Amerique tiene sexo sin gafas. ¿Estás seguro de que no están por ahí o de que no se están escondiendo desnudos en algún lado porque los interrumpiste? ―pregunta MUY suspicaz.
―¿Crees que les haya pasado algo malo? ―pregunta Canadá preocupado―. No es normal que... ¿escondiéndose desnudos? ―pregunta descolocado.
Estados Unidos sigue a lo suyo, escuchando a Canadá hablar de Texas pero ignorándolo por completo. Sonriendo, besuqueando, tocando...
Y si hay algo que le gustaria hacer a Inglaterra ahora mismo, es golpearse la cabeza contra el suelo.
―Oui, ma cher... Me ha echado Angleterre para que tuvieran sexo ¡Texas lo prueba! ―concluye―. Pero no te preocupes, voy para allá y te ayudaré a resolver el misterio ―se ríe malignamente deseando que realmente Inglaterra escuche a Canadá―. ¿Me escuchas?
―Pero France, los armarios de esta sala no son... ¡oh! ¿vienes para aquí? ―sonríe ilusionado e Inglaterra se muere... por todo en general.
Estados Unidos siente el peso muerto del inglés sobre él y sonríe... Un poquito frustrado por si mismo pero encantado por la situación. Con cuidado, saca su celular y le escribe un mensaje a Canadá.
"Puedes salir unos minutos, please? Te veo afuera de la sala de juntas AHORA!"
―Ah... Un moment France, me acaba de llegar un mensaje... ―pide Canadá sintiendo que el teléfono vibra, lo lee Y luego vuelve a llevarse el teléfono al oído―. Ya está ―responde levantándose para salir afuera.
―Ma cher, estoy ahí en un par de minutos... No te muevas ―pide y cuelga. Estados unidos espera hasta oír a Canadá salir de la habitación.
El canadiense deja sus papeles y las gafas en la mesa y sale de la sala de reuniones. Se apoya en la puerta, mirando el pasillo. Inglaterra vuelve en sí sin saber ni dónde está.
―Venga Iggy... Levántate! ―le ordena en cuanto ve que despierta―. Rápido, vamos... Que France viene ―apremia ayudándole a levantarse, sonriendo aún.
―What the hell... ―empieza a preguntar, descolocado.
―Shhhh ―lo silencia―. C'mon! ―se pone de pie y prácticamente carga al inglés hasta que esta de pie―. Are you OK?
―Estoy... ―Inglaterra hace un informe de daños y se sonroja... y luego recuerda todo lo que ha pasado―. ¿Qué... qué ha pasado? ¿Dónde está Canadá? ―pregunta nervioso.
―Afuera ―sonríe―. No sabe nada.
―But... but...―empieza el británico―. Ha hablado... France...
―Aja y van a entrar en un segundo. Tenemos que irnos... O convencerles de algo ―se gira a buscar a Texas y se agacha a buscar el dibujo―. ¡Quizás solo deberíamos largarnos!
Inglaterra mira alrededor pensando en cómo pueden irse, pero es una sala con una sola puerta, hay un par de ventanas, pero son fijas y los armarios no son lo bastante grandes para esconderse los dos.
Francia llega a donde Canadá.
―Allô ―le sonríe desde la puerta.
―¿Qué haces aquí? ¿Están ahí dentro? ―pregunta suspicaz, saludándolo de doble beso.
―Amerique acaba de mandarme un mensaje para que le espere aquí fuera... Quizás estaba en el baño o algo así ―explica inocentemente devolviéndole los dos besos.
―No sé cómo es que has salido TAN inocente ―declara irritado. Canadá abre la puerta de la sala de reuniones al ver a Francia decepcionado.
― Si estaban aquí... aquí deben seguir, he estado todo el tiempo en la puerta.
Inglaterra, que está dentro y acaba de caer en la cuenta de lo evidente, apunta a estados Unidos con el dedo, clavándoselo en el pecho.
― YOU BLOODY GIT! Como se te ocurre hacerme… ―se sonroja― ESO! Mientras Canadá estaba aquí! Es que te has vuelto loco! Acaba de pasarte a ti con France y te has hecho una bolita lloriquearte y ahora….! ES QUE NO HAS APRENDIDO NADA, BLOODY WANKER! ―Grita dejándose llevar y se calla justo al ver a los otros dos en la puerta. Estados Unidos, que no ha dejado de sonreír con sonrisa boba, aun con el dedo del inglés clavado en su pecho, de gira también a la puerta. Francia sonríe con sorna y cruza los brazos.
―Mon dieu! ―exclama revisando a los angloparlantes de pies a cabeza. Inglaterra se sonroja... pero se sonroja SE SONROJA... hace un gesto con la cabeza, de manera que el flequillo le tapa los ojos mientras bufa por la nariz MUY enojado. Canadá levanta las cejas con sorpresa.
―Vaya... ―susurra. Estados Unidos se ríe un poco, nervioso.
―Brother! ―exclama a modo de saludo. Canadá le sonríe y levanta la mano para saludarle.
―Vaya, claro. Debías devolverle el favor ―Suelta Francia mirando aun a ambos.
― Que... Mi... Lagro ―se ríe el estadounidense metiéndose las manos a las bolsas del pantalón y meciéndose sobre sus pies, ignorando a Francia.
Inglaterra aprieta los puños hasta que los nudillos se le ponen blancos, levanta la vista con furia hacia Estados Unidos.
― YOU! you are a bloody wanker of the hell! ―le acusa señalándole y luego se vuelve a Canadá―. YOU! you are a bloody git! la reunión no es hasta en punto, what the bloody hell haces aquí cuarenta y cinco minutos antes? ¿es que se te ha olvidado que te enseñé a contar la hora? ―y finalmente se vuelve a Francia―. And you... A ti simplemente TE ODIO! ―grita y luego se larga muy muy abochornado y bufando por la nariz.
América hace los ojos en blanco.
―Fraaaaance! ―se queja en cuanto el inglés sale por la puerta, girándose hacia la mesa por la carpeta y empezando a caminar hacia la puerta―. No sé si volvamos a la junta, bro, pero suerte... ―dice a modo de despedida antes de largarse tras Inglaterra―. IGGYYYYY! ―grita en el pasillo, empezando a correr.
―Thank you ―agradece Canadá con una pequeña inclinación de cabeza antes de que estados Unidos se vaya.
Francia se descojona
―¡No puedo creer que estuvieran teniendo sexo aquí mismo, ma cher, y que ni siquiera te hayas dado cuenta!
Canadá se vuelve a Francia sonriéndole tímidamente.
―Yo ni siquiera les he visto. Si me ha parecido oír algo alguna vez, pero...
Francia le lleva la mano al pelo, y le hace un cariño.
―No sé cómo es que has salido tan inocente, mon amour ―repite sonriendo. Y exactamente en ese momento, la puerta vuelve a abrirse, para que Inglaterra, que ha logrado dar esquinazo a Estados Unidos metiéndose en una habitación y esperando a que pasara de largo corriendo, vuelva a entrar.
―SHUT THE BLOODY HELL UP! ―les grita a los dos y se dirige al armario, empezando a vaciarlo de los aparatos electrónicos de ordenador, pantalla proyector y esas historias que usan para las presentaciones. Finalmente se mete dentro y cierra la puerta. Francia se ríe de nuevo, realmente divertido.
Canadá le ve preocupado primero a Inglaterra y luego mira a Francia.
―Ehm...
―Adorable, Angleterre... ADORABLE ―le grita caminando a la puerta y dándole unos golpes.
―¡CÁLLATE Y LÁRGATE, FROG! ―grita a través de la puerta.
―No hagas esa cara Canadá, solo es Angleterre muy avergonzado ―sonríe―. Lo has visto CIENTOS de veces. Non, no me apetece ―le pica volviendose al armario. Canadá se acerca también.
―England? no pasa nada, no he visto nada... ―dice amablemente.
―Solo los ha oído gemir de esa manera tan tuya de siempre... ―sonríe Francia malévolo .
―¡QUE TE CALLES! ―grita Inglaterra.
Que no se entere tu mamá de lo que has leído, pero no olvides decirnos que te ha parecido.
