Bien, como les gusto mi primer fic, El cuaderno, aquí les traigo otro.
Disclaimer: ya se lo deber de saber de memoria, los personajes no son mios y bla bla bla
Nota: Esperto les guste
Era una mañana soleada de inicios de verano en España, el país de la pasión, que en esos precisos momentos se encontraba recostado en la cama viendo como su Lovino dormía plácidamente, descansando después de una noche agitada; ese pensamiento hizo sonreír al español que acariciaba los cabellos castaños del italiano, como cada mañana al despertar; y es que no podía evitarlo, cada vez que se levantaba se quedaba mirando dormir al romano hasta que este se despertaba y le metía un golpe por "pervertido", pero así lo quería
"es que lovi es tan mono cuando duerme" pensó ensanchando aun mas su sonrisa
En ese preciso instante el italiano se tenso inconscientemente, cosa que alarmo al español que al ver que su amante seguía durmiendo como si nada se relajo dándose cuenta que sin querer había rozado aquel punto que era delicado para el italiano. Ahora que lo pensaba, nunca pudo contestarse una pregunta que se hacía desde antaño cada vez que ocurría lo mismo que en esta ocasión, rozaba el rulo característico de ambos italianos. ¿Cuál era el misterio?¿Porqué cada vez que lo tocaba sin intención reaccionaba de esa manera?, esas eran las preguntas que se hacia el Antonio cada vez que esto ocurría pero tan pronto le comenzaba a picar la curiosidad Lovino se la quitaba con su típico e "inofensivo" cabezazo.
-pero quizá…-se dijo el español moviendo la cabeza de un lado al otro al instante para sacarse esas ideas de la mente
Más su curiosidad venció sobre su sentido común y, a sabiendas que el italiano en esos instantes dormía como tronco, intento saciar su curiosidad acercando lentamente su mano temblorosa por los nervios a aquella zona hasta que su dedo índice entro en contacto con la superficie sedosa del rulito causando un pequeño roce que hizo estremecer al italiano. No satisfecho con esto, esta vez lo tomo entre sus dedos pulgar e índice haciendo que el romano sufriera un estremecimiento más intenso acompañado de un rojo intenso en las mejillas un sonoro gemido. Ya a estas alturas el español no iba a parar por nada del mundo pues sabía que ya estaba cerca de la verdad sobre aquel mechón de cabello rizado así que decidió apretar el rulo obteniendo como repuesta que Lovino arquera la espalda y soltara un gemino hizo eco en cada rincón de la casa; acto seguido el cuerpo del romano comenzó a sudar y su respiración se volvió fuerte como si acabara de hacer ejercicio. El español viendo esto dirigió su mirada hacia la entrepierna del italiano y un intenso rubor adorno sus mejillas al descubrir que las sabanas que cubrían aquella región del cuerpo de su Lovino estaban totalmente húmedas y un pequeño bulto comenzaba a bajar mientras el romano regulaba su respiración.
Justo en ese instante Antonio había descubierto la verdad sobre el rizo de su italiano, pero a qué precio?. Bueno, luego de unos segundos después de ese incidente Lovino despertó y al instante de comprender la situación le dio la paliza de su vida al español dejándolo casi en el hospital. Luego de esto al español se le quitaron, esta vez para siempre, la curiosidad sobre algunas cosas afirmando que la ignorancia, en estos casos, es felicidad; claro que después de una lenta recuperación teniendo a Lovino como su enfermera, probo sus nuevos conocimientos en cuanto pudo y, pues, digamos que el campo de batalla no es el único sitio donde el español llego a estar en peligro de muerte.
Finito
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Si no gusto pues déjenme un review con su queja (sean amables por favor) y si gusto déjenlo igualmente….
NO SEAN FLOJOS…opriman las letricas azules de abajo y digan por lo menos un "Estuvo genial" por favor
