Kiritsugu Emiya no cedió a la maldición de Angra Mainyu logrando así su sueño de vivir una vida en paz, aun así, nunca creyó verse involucrado nuevamente en la guerra por el Santo Grial, menos viendo que ahora quienes tenían que luchar en esta era su hijo adoptivo Shirou Emiya, y la hija que no pudo rescatar Illyasvile von Einzbern
Fate Shattered Ties
Capitulo 1: The Arrival - Midnight
Al abrir los ojos, me encontré en medio de un terrible incendio, lo poco que veía a mi alrededor que no estaba siendo consumido por las llamas me parecía conocido pero a su misma vez completamente ajeno, ese sentimiento no cambio cuando el muro de fuego desapareció llevándose con él las grandes edificaciones de aquel lugar…
Estaba vivo, pero en medio del infierno me halle sin esperanza una vez más, era un milagro haber sobrevivido al fuego, pero en medio de aquel destruido terreno nadie vendría a ayudar, estaba seguro de eso, supongo que por eso mismo en ese momento sabía que no demoraría en ser uno más de aquellos cadáveres completamente calcinados, muchos de ellos con expresiones de dolor.
PAFFF
No demore en caer, supongo que mis heridas entonces fueron demasiadas o quizás lo fue el cansancio. Lo que era claro para mí, es que no había ninguna esperanza y no solo me refiero al hecho de estar en medio de aquel moribundo infierno, mis padres, mi hogar, mis amigos, todo lo que una vez quise había sido completamente reducido a cenizas. Incluso de niño lo comprendía, si mi cuerpo se salvaba por algún milagro… mi corazón no lo haría…
Sin embargo, no fue así…
-¡está vivo!¡está vivo!...-
No fue así, porque alguien vino aun cuando nadie lo haría… ciertamente no puedo recordar muchas cosas con claridad de ese momento, sin embargo, lo que si recuerdo claramente, fue la cara de agradecimiento y de alegría tan radiante que mi salvador me brindo en ese momento, haciéndome sentir cierto enojo y envidia de su felicidad pese a ser yo quien estaba siendo rescatado.
Si, recuerdo claramente mi primer encuentro con quien sería mi padre, Kiritsugu Emiya…
La luz se filtraba ya fuertemente a través de las ventanas del cobertizo, revelando en su interior una serie de objetos apilados y almacenados en cajas y demás ya cubiertas de polvo a los costados y en cuyo centro se encontraba un joven de cabellos naranjas vestido con un uniforme de color marrón, quien poco a poco moviéndose lentamente comenzaba a despertar mirándose a sí mismo en medio de una serie de tubos y piezas de unos cuantos electrodomésticos dañados
-debí… quedarme dormido aquí otra vez…- bufa para sí mismo somnoliento aun, respirando hondamente esperando que el frio aire matutino agazape por completo con su estado actual, mirando la hora, noto que aún era temprano arrancándole una sonrisa de alivio -…Mejor me apresuro, Fuji nee aún no ha llegado y no creo que le agrade descubrir que una vez más me quede dormido en este lugar…-
Al salir del cobertizo, Shirou fue recibido por la visión de la casa de su padre, una enorme casa estilo japonesa a las afueras de la ciudad que bien podría parecer una mansión, eso pensarían la mayoría al ver la edificación principal y el enorme jardín trasero que esta tenia. Siempre se había sentido un tanto cohibido de niño al verse mucho tiempo solo en tan enorme lugar, sin embargo el sentimiento fue desapareciendo con el tiempo.
Al ingresar a la casa, rápidamente se dirigió a la cocina, si bien sentía que se había despertado lo suficientemente temprano, se dio cuenta tras espabilar que estaba sobre el tiempo para encubrir su crimen de la nieta del terrateniente Fujimura por lo que la mejor forma de encubrirlo era preparando un elaborado desayuno para ambos
Diez minutos después, el ruido de la puerta de la entrada abriéndose alerto al peli rojo quien inmediatamente apresuraba a servir los dos desayunos para ambos, justo a tiempo para que Taiga Fumijura entrase y fuera recibida por la invitante escena
-Fuji nee, buenos días…-
-¡Buenos días Shirooouuu!...- respondía con su característica jovialidad e ímpetu, sentándose inmediatamente a desayunar atacando la sopa de miso en primer lugar, Shirou por su parte comía mas a su ritmo
-¿Cómo está?...- pregunto el cortando un poco el silencio y para disfrutar del ameno ambiente con quien veía como a una hermana mayor
-bastante bueno como siempre, sabes que por eso me gusta venir a desayunar acá…- contestaba la mujer de cabellos castaños sonriente y casi ronroneante como un gato
-bueno, solo preguntaba por qué te veo de particular buen humor…- contestaba el peli rojo divertido arrancándole una mirada de soslayo a la adulto del lugar
-bueno, me entere que Kiritsugu regresaba hoy, ya sabes…-
Shirou negaba con su cabeza
-sí, regresa hoy, pero estará llegando mañana por la mañana aproximadamente…-
Durante un momento, el ambiente se ensombreció en ese lugar de mano de Fujimura Taiga quien pasaba del gozo casi felino de su desayuno a un estado depresivo al borde de las lágrimas
-no puede ser, yo quería ver a tu padre hooooyyy…-
Shirou por su parte se limitó a reír
-al menos tú has viajado con él una que otra ocasión, desde que tengo memoria sale a "viajar por el mundo porque si" hasta desaparecer por meses y en ningún momento me ha invitado a acompañarlo como si lo hace contigo…-
-tonto, eso es porque tu aun estas estudiando, sería irresponsable por parte de Kiritsugu llevarte a uno de sus viajes de negocios cuando estas aun en tu jornada estudiantil…-
-hi hi…- contestaba Shirou mirando a un costado con la taza de sopa alzada, desde que era chico esos viajes le habían causado cierta curiosidad, no por el hecho de querer saber que pasaba en estos, Kiritsugu siempre le contaba de sus aventuras cuando volvía y estaba seguro que nunca había estado en la necesidad de mentirle en ninguno de los casos. No, le causaba curiosidad lo que esos viajes de negocios acontecían como una fuente de aprendizaje para él, después de todo era alguien sin talento, pero en definitiva… era un aprendiz de Mago
Aun le hacía gracia cuando recordaba aquella ocasión en el hospital cuando Kiritsugu Emiya le propuso adoptarlo no sin antes haber dicho algo tan surreal como
"creo que debería decírtelo, soy un mago"
Al principio dentro de su inocencia infantil lo había creído a medias desde su fantasía, sin embargo, grande fue su sorpresa al enterarse que si era un mago y todo lo que esto acontecía, no fue raro entonces que entusiasmado se hubiese ofrecido a ser su aprendiz, siendo el mago Emiya un tanto reacio a eso, orillándolo hasta su día actual a más trabajo de bases físicas y proyectuales que enseñándole magia de verdad
En realidad no lo culpaba, sabía que como mago apestaba y no solo se trataba de que no había sido expuesto a los experimentos que los primogénitos de las casas principales eran sometidos para aumentar su potencial mágico, sino que así mismo carecía de cualquier aptitud mágica más allá de sus dos únicas habilidades horriblemente básicas
-una lástima, y yo que quería hablarle a tu padre de tu progreso en la clase de inglés y de paso decirle que te convenciera de volver al dojo de tiro con arco…-
Una ceja carraspeaba furiosamente ante el descaro de la mujer tigre
-agradecería que no metieras a mi padre en esos asuntos…-
-pero Shirou, es lo menos que puedes hacer por mi después de llamarme por ese apodo durante la clase de ayer ¿acaso crees que no merezco una retribución por tu grave ofensa?...-
-¿no estas exagerando un poco?...-
La charla se mantuvo en ese ambiente ameno durante unos minutos más, culminando el desayuno justo a tiempo para que la profesora improbable pudiera salir a toda carrera en su moto scouter en dirección a la escuela, algunas personas conocían de su aparente parentesco con el peli rojo, pero muchas otras no y para ambos era mejor que las cosas siguieran asi, por lo que a paso lento Shirou Emiya no demoro en tomar su propio rumbo para la escuela, después de todo, había unos asuntos menores que le gustaba atender antes del inicio de las clases
-entonces… ¿crees que puedes repararlo?...-
-bueno, no se ve especialmente dañado…-
Un suspiro resignado escapaba de Ryudou Issei, presidente del concejo estudiantil de la escuela quien un tanto aliviado no podía evitar desahogarse levemente con su compañero quien había resultado ser un excelente mecánico empírico al cual había podido acudir en casos de extrema urgencia y nunca había sido mal correspondido por este
-disculpa que te moleste con esto Emiya, pero el presupuesto de la escuela recientemente se ha ido en su mayoría a los clubes deportivos y bueno, basta con decir que se acerca el invierno y casi todos los calefactores están como este…-
El pelirojo observaba con cierto interés el calefactor averiado que se le había encomendado esa mañana, el primero de varios por lo que estaba escuchando, de buenas a primeras el problema parecía no ser algo que le quebrase la cabeza
-Issei, no tardare nada ¿te molestaría esperar afuera mientras hago mi trabajo?...- preguntaba Shirou de manera amable
-de acuerdo, no te interrumpiré…- contestaba Issei saliendo del lugar, entendiendo que el procedimiento de trabajo de su compañero quizás era más delicado de lo que pareciera a simple vista.
Ya solo en el salón, el peli rojo se permitía una sonrisa de suficiencia mientras colocando su mano sobre el electrodoméstico, vertió parte de la poca magia que podía transmitir a través de sus circuitos mágicos, haciendo que su mente comenzase a percibir una lectura cuasi planimetría del mismo en su mente
-vamos a ver, dos de los interruptores están fallando… esto debido a que él tuvo de transferencia está completamente quemado al parecer por un corto circuito… proveniente de los cables de corriente…-
Tras finalizar su análisis, Shirou Emiya miraba el calentador con cierto estoicismo cruzándose de brazos
-bueno, los cables los puedo unir y aislar con cinta adhesiva, pero el tubo está completamente dañado y no es que hayan repuestos para modelos tan antiguos como estos en las tiendas, en casos normales, esto debería reciclase de inmediato…- bufaba a manera de monologo Shirou, para luego volver a posar su mano sobre el calentador, esta vez, transmitiendo una leve ráfaga mágica más concentrada que la que usaba para la sola observación -…supongo que puedo hacer algo si todos los materiales me los provee el mismo calentador…-
Si bien en el exterior no parecía estar pasando nada fuera de escucharse un leve zumbido eléctrico muy suave como para ser percibido sin tener el oído cerca del electrodoméstico, dentro del mismo la energía mágica que se había vertido sobre el tubo de transmisión del calor despejaba el metal quemado y lo reemplazaba tomando parte de la carcasa misma a manera de adherente. Tras unos minutos, el adolescente se levantaba pasando el dorso de su mano por su frente, satisfecho pero algo afectado
-espero que los demás calefactores no estén en la misma condición, de lo contrario podría terminar en la enfermería antes de empezar el día…-
Habiendo terminado su labor, el peli rojo abría la puerta del salón del concejo estudiantil, viendo que Issei estaba cruzado de brazos contra la pared esperando
-¿y bien?..-
-bueno, termine…- contesto este satisfecho -…era cosa de circuitos cruzados…-
-¿entonces se dañó por corto circuito?...- pregunto el peli azul convencido de la perdida
-no necesariamente, tenía algo de cauterizador en mis herramientas y bueno, hay ciertos trucos que conozco para esta clase de situaciones, por lo que está perfectamente funcional, aguantara por este invierno y con algo de suerte por el siguiente también…-
Un tanto sorprendido, el peli azul se limitaba a pasar del asombro a la satisfacción
-vaya Emiya, eres todo un personaje…- suspiraba el peli azul genuinamente agradecido -…en algún momento debo encontrar la forma de devolverte todos estos favores… ¿vamos prosiguiendo con el siguiente?...-
-vamos, no es para tanto, sabes que me gusta ayudar…- contestaba algo nervioso el peli rojo por las palabras de su compañero -…si, vayamos por el siguiente antes de que empiecen las clases…-
Siendo así, ahora ambos adolescentes caminaban en dirección a las escaleras, con el objetivo de bajar a la primera planta, sin embargo, antes de comenzar a bajar por esta, en el descanso de la misma había dos estudiantes de primero, una chica de cabellos y ojos morados con un cinto rojo atado sobre su oreja izquierda y un chico de cabellos negros peinados hacia atrás que usaba lentes cuadrados
-vaya, es Matou Sakura si no me equivoco…- murmuraba Issei con un tono bajo para evitar llamar la atención de sus compañeros, Shirou asentía a ese comportamiento, él también había escuchado el nombre de esa chica en ocasiones pasadas así como también la había visto a prudencial distancia en diversos momentos del día así como cuando estaba en el club de tiro con arco, no solo por el hecho de que era una de las chicas más hermosas de los primeros cursos, sino también por como en contraste, su mirada y su carácter era fría y despectiva
-lo siento, no me interesa salir contigo…- sentenciaba ella sin ningún atisbo de emoción más allá de la frustración o el mal humor -…agradecería que no volvieras a hacerme perder el tiempo…-
Habiendo destrozado lo que parecía una confesión de amor, Matou Sakura sin tener en consideración al destrozado chico comenzaba a subir por las escaleras para encontrarse con el hecho de que había tenido al presidente del concejo y al conserje lambiscón de la escuela como espectadores, en ocasiones anteriores hubiera pasado de ellos sin ninguna clase de contemplación o sin darle importancia a que la hubieran espiado en un momento intimo como ese, sin embargo, algo le llamo la atención del peli rojo, más precisamente la estela azul cristalina que su mano despedía, obviamente era un residuo de energía mágica que los humanos corrientes no podían ver a simple vista
-señorita Matou, buenos días…- saludo Issei restándose importancia a si mismo tratando de no incomodar a la hostil kouhai
-Seito Kaicho, buenos días…- saludaba ella en concordancia al parecer, sin afán de achacarles nada el que ellos la hubieran espiado, sin embargo, para extrañeza e incomodidad de Shirou, la mirada de desprecio absoluto de la peli morada a tan corta distancia lo confundió, puesto que le daba a entender que ella si tenía algo en contra de él más allá del que la hubiesen espiado
-Apestas…- bufo ella con absoluto asco y desprecio antes de pasar derecho de ambos adolescentes procediendo a avanzar por su camino, dejando confundidos tanto a Issei como a Shirou
-¿Qué fue eso?...- pregunto el peli azul, el conocía la fama de la peli morada, pero era la primera vez que le había visto hablarle con tal tono a alguien
-no… no lo sé…- respondió confundido y de cierta manera apesumbrado el peli naranja, por alguna extraña razón el tono con el que ella le había hablado le había causado cierto pesar -….estoy seguro que esta es la primera vez que cruzamos palabras…-
Sin más que decir por lo incómodo y tenso de la situación, tanto presidente como ayudante procedieron a continuar con su camino hacia el siguiente calentador y de ahí a cumplir con su rutina estudiantil, mientras a la distancia el gesto de descontento de la peli morada se acentuaba cada vez más
-¡No!¡Sakura!¡ya basta!¡pro-pro-prometo no volver a hacerte nada!¡pero no me mates!-
-Apesta… a mago de segunda…-
Finiquito ella dando por concluido el asunto, si ese sujeto se atrevía a aparecerse en su camino en su patética calidad de mago, ella le daría el final que hechiceros de segunda merecían
Sin embargo, sus cavilaciones no demoraron en desaparecer cuando tuvo su segundo encuentro inoportuno en la mañana, respecto a este sus expresiones se mostraban menos estoicas y se permitía a si misma mostrar claro fastidio más que por el hecho de no haber ya ningún estudiante común en ese estrecho corredor
Rin Tohsaka por su parte no mostraba en su rostro ninguna clase de molestia ni descontento, simplemente mostraba algo de leve impresión por el comportamiento de la heredera de los Matou, dándole a entender a esta que quizás la cara que estaba haciendo al pensar en Shirou Emiya era algo poco común
-nunca creí verte mostrar emociones nuevamente Matou san…- bufo esta justo cuando la peli morada ya había pasado de ella, haciendo que se detuviese en seco -… sin embargo no puedo consentir que demuestres tal hostilidad contra estudiantes de este lugar porque si…-
La mirada de Sakura se estrechaba considerablemente, volteando a mirar de reojo a una de las estudiantes más populares de toda la escuela, simplemente le dedico una sonrisa llena de cinismo y desprecio
-cierto, se me olvidaba que los nobles Tohsaka son magos que jamás pondrían en riesgo la vida de inocentes por el bienestar de la magia ¿o me equivoco?...-
La sorna y desprecio con la que Sakura le hablaba trillaba levemente los nervios de Rin quien sintió claramente el sarcasmo dentro de aquella afirmación, sin embargo, en su rol actual como líder de su familia no mostro ninguna clase de afirmación o de negación, simplemente mantuvo silencio, esperando a ver con qué clase de bizarrada salía quien antaño fue su hermana.
-nada de lo que ocurra en este lugar o quienes lo integran me importa en absoluto Onee sama así que no te preocupes… fufu… bueno, a menos de que el abuelo lo ordene, ya sabes que es hora ¿no es asi?...-
Esta vez Rin Tohsaka no se mantuvo impasible, girando sobre si misma se permitió estar frente a la espalda de la peli morada, mirándola desafiante
-supongo que esto me asegura que tú también vas a participar…-
-no estoy en la obligación de hacerlo, Ojii sama me dijo que mi deber era participar en la siguiente guerra, sin embargo creo que le he visto bastante interesado en participar puesto que la única maga decente de la que se tiene noticia hasta ahora… eres tu…-
-vaya, me halagas…- contestaba sarcástica la peli negra -…supongo que al final, tu y yo tendremos que enfrentarnos…-
La mirada de Sakura pasaba por encima de su hombro enfocándose despectivamente sobre su hermana
-Onee sama, enfrentarnos significaría que tú y yo estaríamos en igual de condiciones para vencer sobre el otro, lo nuestro simplemente será tu ejecución a mis manos…-
Sin decir mucho más la peli violeta continuaba su camino hacia su clase, por su parte la cabeza de la familia Tohsaka asentía para sí misma, sabía que este era un escenario que podía darse, antaño creía que la casa de los Matou había perdido su afinidad mágica y como magos ya no representaban peligro alguno, sin embargo la crianza de Sakura por parte de estos habían dado nueva vida a esa casta y por lo que se podía sentir de mano del solo poder en su mirada, el anciano Matou Souken no había escatimado esfuerzo apostando todo al regalo de su padre para con ellos.
-nunca creí que tendría que tomar la vida de mi propia hermana…- sentencio para sí misma continuando su camino, el que ambas se encontrasen en la guerra por el santo grial terminaría irremediablemente con la muerte de una de las dos y era perfectamente consciente de eso
-vamos ¿dices que ni si quiera lo vas a pensar?...- rogaba una vez más una chica de curso superior rogándole enérgicamente a su compañero más joven de cabellos rojizos
-lo siento, pero ya termine con el club de tiro con arco…- contestaba Shirou con cierta parsimonia sacando una lata de café de una maquina expenderá dentro de la escuela -…Mitzusuri, no quiero volver, en serio…-
Con resignación la castaña dejaba escapar un suspiro cansado
-una lástima, Fujimura sensei nos dijo que finalmente hoy te convencería de volver…- agregaba está rascándose la cabeza cansada y frustrada, por su parte el Emiya daba un leve respingo al articular tal patraña con lo ocurrido esta mañana
-así que para eso ella estaba esperando el regreso de mi padre…- susurro para sí mismo para que su compañera no la escuchara, dándose la vuelta para continuar por su recorrido
-¿tiene que ver con lo ocurrido esta mañana con Matou san?...- pregunto está acercándose al peli rojo por su oreja arrancándole un escalofrió por la cercanía del aliento a su cuello no siendo esa la sensación más incomoda
-¿disculpa?...- pregunto Shirou extrañado por esa afirmación haciendo que la castaña pasase su brazo por encima de su hombro mirando a los costados como si fuese a contar un secreto
-Matou san ha estado bastante extraña desde esta mañana después de las practicas matutinas y las malas lenguas dicen que fue porque tu e Issei san la estaban espiando durante una confesión de amor que ella rechazo…nunca pensé que fueses un acosador Shirou-
El rostro del peli rojo se teñía de un rojo intenso al haber quedado como un fisgón a ojos de los estudiantes de la escuela, sensación que se hacía más incómoda cuando era el capitán del equipo de tiro con arco, chismosa consagrada fuese quien le estuviese echando el chisme en cara cuando se trataba solo de un mal entendido
-¡yo no la estaba espiando!¡simplemente pasaba por ahí!...- exclamo completamente abochornado lo suficientemente alto para llamar la atención de otros estudiantes que estaban pasando por el lugar
A la explosiva reacción, la capitana del club de tiro con arco simplemente se puso los dedos en la frente negando divertida
-relájate, es una broma…- recalcaba ella alzando sus manos en defensa tras ver el arrebato casi infantil de su amigo para luego suspirar y mostrar en su rostro ahora un rastro de melancolía -…no creí que hubiera algo que hiciese que esa chica mostrase emoción alguna ¿sabes? Antes era bastante difícil lidiar con ella, siempre estaba de mal humor, pero después de lo que le ocurrió a su hermano simplemente dejo de mostrar cualquier reacción o sentimiento, me preocupo bastante…-
Shirou sin duda alguna estaba extrañado por las palabras de su compañera, recordaba del tiempo cuando estaba en el club que Matou Shinji era un sujeto pedante, arrogante y prepotente con los más jóvenes del grupo y que en buena parte siempre desquitaba parte de su rabia con la chica de cabellos morados, a su parecer era una lástima, siempre pensó que hubiera sido lindo hablar con ella y amistar un poco, pero simplemente el tiempo que le quería dedicar al club finalizo, el entrenamiento mágico y el querer empezar a trabajar habían acabado con cualquier interés que tuviese en seguir en un lugar donde quería interactuar con las personas, pero no se sentía con el valor para hacerlo
Siempre se preguntó el porqué de ese sentimiento de no poder acercarse a los demás
Podía inventarse mil y un excusas para haberlo hecho, pero al final había dejado el club de tiro con arco precisamente porque nunca pudo terminar de acostumbrarse a estar rodeado de gente que quisiera acercarse más a él, la chica delante de él era el mejor ejemplo de ese sentimiento
-la verdad nunca me fije en detalle en cómo era el comportamiento de Matou san…- confesaba el peli rojo algo cohibido -… solo quería apuntar bien y acertar…-
El gesto de la capitana del club de tiro con arco se agrio levemente
-no te cuestionare la falta de dedicación, pero decir cosas así te hará parecer un bicho raro…- cerrando la familiaridad de la charla con esa afirmación, ella se permitía girar de manera curiosamente coqueta para alguien con un carácter tomboy mas que marcado para despedirse del peli rojo -… por favor, considera volver con nosotros, esa rareza tuya es extrañada por las chicas del club, hasta luego…-
Shirou simplemente se quedó viendo a su compañera retirarse por el corredor esbozando una sonrisa confidente, ciertamente ella era una persona bastante divertida y con quien podía congeniar a su parecer, si quizás fuese algo más osado, estaba seguro que no le hubiera molestado tratar de invitarla a salir… idea que descartaba nuevamente al darse cuenta que más de la mitad del tiempo de la cita ella se la pasaría haciendo de su persona un chiste
Con ese pensamiento lánguido pero ameno sobre sí mismo prosiguió a su siguiente clase
Caída ya tarde la noche, Shirou Emiya finalmente regresaba a su hogar, ciertamente si poco después del medio día terminaba su jornada estudiantil, el exceso de tiempo libre que tenía cada que Kiritsugu Emiya no se encontraba para que profundizaran en su entrenamiento decidió optar por conseguir un trabajo de medio tiempo, facilitado gracias a que su jefe era un antiguo compañero de estudio de Taiga quien si bien al principio vio que alguien tan joven trabajara como algo malo, el hecho de que este no estuviera de ocioso y se volviera eventualmente perezoso le dio a él la razón para que al final ayudase en el almacén de una modesta tienda en el centro de la ciudad
-"gracias Shirou, aquí tienes un extra por venir el día de hoy"-
Era cierto lo que había dicho su jefe, ese día no tenía la obligación de ir, sin embargo quien cubría su turno se había enfermado por las fugas de gas que se habían desatado por la ciudad recientemente y de manera altruista este había ido a respaldarlo mientras estaba enfermo, razón por la cual se le había premiado con un pequeño extra monetario que no venía nada mal para las necesidades futuras, llevando en su mano una bolsa de mercado especialmente grande tenía planes para preparar una comida digna de una celebración, después de todo su padre llegaría a su casa al día siguiente
Llegando a los suburbios noto que si bien las calles estaban adecuadamente iluminadas, estas estaban prácticamente vacías, lo más lógico era pensar que era por el tema de las fugas de gas y lo que muchas personas temerosas interpretaban como una creciente ola de delincuencia de algún tipo, por lo que no se extrañó de notar que el recorrido a su casa fuese casi fantasmal, sentimiento más profundizado cuando podía ver el vaho de su aliento al respirar
-…¡!..-
Por eso mismo se extrañó sobremanera cuando sobre una creciente de la vía, vio una figura completamente extraña, la de una joven de cabellos plateados viéndolo con cierta superioridad la cual avanzando por su camino permitía al peli rojo denotar más de sus detalles, como la ropa de invierno que estaba utilizando resaltando su juego de abrigo y gorro morado, su piel pálida como la nieve en juego con su cabello platino y sus extraños pero penetrantes ojos rojos cuya intensidad parecía que lo tumbaría al suelo si no tenía cuidado
-qué extraño color de ojos…-
Conocía de casos curiosos donde las personas tenían ojos azules, verdes, incluso morados como los de sakura, incluso más aun personas con heterocromia, pero era la primera vez que veía a una chica con unos ojos de tal color iguales a los rubíes y eso le intrigo, sin embargo, algo dentro de sí le alerto que no era únicamente lo único de esos ojos lo que lo estaba atrapando
-¡peligro!-
Su cuerpo reaccionaba al ver a esa chica como si fuese la peor amenaza que hubiera visto nunca antes, casi como si hubiese sido más factible lidiar con un ladrón armado que con ella, un sentimiento aún más incómodo cuando meditaba que se disparó solamente con verla a los ojos y que si no corría ahora mismo, algo peor que la muerte le ocurriría
-oye, deberías relajarte un poco…-
-¡ah!...-
Jadeando pesadamente por aire, Shirou se reincorporo inmediatamente, sintiendo como su ser volvía a la normalidad cuando la misma amenaza inminente que lo estaba acosando ahora lo miraba con cierta condescendencia pero de manera imperceptible para él, con malicia
Él por su parte inquietó al notar que estaba mirando más de la cuenta a una chica que se había encontrado caminando por la calle, queriendo disculparse inmediatamente por parecer un acosador
-morirás si no lo invocas pronto… Onii chan…-
Murmuro ella antes de continuar con su camino como si nunca hubiese dicho nada, aun cuando Shirou había girado tan bruscamente a mirar sobre su espalda si había escuchado realmente ese mensaje tan críptico soltado por esa niña pequeña, parte de su ser sintió que tenía que perseguirla y preguntarle qué significaba lo que le había dicho, sin embargo, pronto se vio detenido al notar lo extraño y mal visto que seria que comenzase a acosar a una joven de poco menos edad que la de él en medio de la calle por la noche, por lo que con cierta incomodidad, procedió a continuar su recorrido a su casa
-Tadaima…-
Si bien había saludado era más cuestión de costumbre puesto que su casa estaba completamente deshabitada para esa hora
-recuerda que este lugar siempre tendrá las puertas abiertas para ti, corresponde su hospitalidad siempre que puedas hacerlo…-
No entendía del todo porque Kiritsugu hacia unos años le había dicho tal cosa, a esas alturas suponía que se debía más al tema de querer enseñarle a tener aprecio por las cosas simples tales como el respeto al lugar que le brindaba un techo y abrigo, por eso mismo no se sorprendió de que con el tiempo comenzase a saludar a la misma casa aunque no hubiera nadie en ella, de la misma manera eso marcaba una pauta para saber que él tenía su amplio terreno para disponer de este como mejor quisiera y eso significaba darse más anchas con el tema de su entrenamiento
-un mago tiene que estar en buena forma… puesto que su cuerpo tiene que responder adecuadamente si quiere que su magia este a la altura…-
Ya desde antes acostumbraba a hacer ejercicio físico por las mañanas aprovechando el extraño pero muy completo dojo que tenía la casa cortesía del terrateniente que la tuvo antes de que su padre la obtuviese, el lugar le proveía no solo del espacio adecuado para entrenar sino de la motivación para hacerlo, en cierta manera se orgullecía de su condición física actual y lo que esto estéticamente arraigaba
Pero había una rutina que primaba por sobre todas las demás
-ser mago significa enfrentarse a la muerte cara a cara en cada ocasión…-
Y esa era la que se iba a desarrollar en el edificio anexo donde había despertado esa misma mañana, el lugar que su padre había convertido en un "taller mágico"
Llegada la media noche Shirou Emiya iba a empezar con su entrenamiento mágico, aquel que le había mostrado en principio que era lo que significaba tan criptica frase dicha por su padre adoptivo y que cada noche que se preparaba para entrenar recordaba con fuerza, después de todo él era un simple humano cuyo cuerpo no había sido modificado desde infante ni tenia talentos especiales para la magia
-Trace On-
Por lo que tan pronto bufaba ese conjuro que no era tal sino una forma de sugestionarse un estado mental, transformaba su energía vital en algo que dicho metafóricamente era una barra de metal que se hundía profundamente en su columna haciendo estremecer todos sus nervios, luchando contra la violenta invasión de tal energía para crear un circuito mágico artificial, si perdía esa contienda consigo mismo, aquella energía que buscaba crear lo destruiría por dentro, pero si triunfaba, tendría las herramientas mínimas para hacer su magia por más básica que esta fuese
La magia que pudo aprender por cuenta propia, aquella que Kiritsugu muy poco le había ayudado a desarrollar precisamente porque quería evitarle un mundo cercano a la muerte
En un día normal, tras haber vencido en esa lucha por obtener su poder, empezaría el entrenamiento para terminar de perfeccionar su "refuerzo" y avanzar en "modificación" sin embargo tan pronto controlo por completo la energía mágica que recorría su cuerpo
"Morirás… Onii chan!"
-¡GAARRRGGHHHHH!...-
Un grito ahogado escapo de su ser tan pronto aquella sensación nauseabunda se apodero de su ser tan pronto trato de hacer uso de su energía mágica, disparando inmediatamente la misma sensación aprehensiva por la que había pasado hacia unas horas, sensación que su mente condensaba en una imagen de aquella chica de cabellos plateados y ojos rojos que lo miraba con una sonrisa crápula, chasqueando su lengua antes de pasar de su gesto prepotente a uno de ira mal contenida
"Me encargare de destruir no solo tu cuerpo… si no también tu alma, así como él lo hizo conmigo"
-¡AAHHHH!-
Un último alarido salió de su ser tan pronto su vista capto de nuevo la realidad, notando como su ser pese al frio estaba completamente lleno de sudor y como su cuerpo se sentía exiguo de energía, no obstante, pese a su estado alterado e cual no le permitía si quiera respirar adecuadamente, noto como en su mano derecha tenia lo que creía era una de los tubos de acero con los que trabajaba, sin embargo, este estaba completamente desfigurado siendo ahora más alargado y afilado en un borde tomando en esta parte formas irregulares y estrafalarias
-¿Qué fue lo que me ocurrió?...-
Nunca antes había deformado tanto un objeto con su magia, a lo mas que había aspirado en el pasado era a deformar pequeñas partes o cambiar las dimensiones de otras, pero esta era la primera vez que su modificación había sido tan considerable
Sin embargo más que la modificación, fue la razón lo que lo tenía especialmente alterado
-¿Por qué… estoy aterrado de esa chica?...-
En el mundo de la magia cualquier cosa podía ocurrir, sin embargo el poco mago se consideraba siendo poco más que un novato ¿entonces por qué esa chica que si parecía ser una maga consolidada lo había atacado?... o peor ¿esa chica realmente era una maga? Una serie de preguntas comenzó a abordarlo, muchas de las cuales se quedaron sin respuesta puesto que tras su titánico esfuerzo, Shirou Emiya no demoro en caer inconsciente, sintiendo como su ser se desarticulaba como si se tratase de una marioneta a la que le cortaron sus cuerdas
-no deberías practicar más esa magia… no es algo que te pueda ser de utilidad y por el contrario tu cuerpo tiene que pagar considerablemente por su uso…-
-lo siento viejo, pero es la única magia que Shirou Emiya se puede permitir utilizar… así que solo me queda practicarla lo más que pueda hasta que le pueda dar un uso real…-
Aquella sombra difuminaba suspiraba cansado una vez mas
-prometiste que me ayudarías y que me enseñarías como ser un mago como tu…-
-lo sé, pero el escenario de la magia es uno que pide total compromiso, recuerda que en tu caso requerirá aún mucho más ya que no puedo pasarte mi cresta mágica… ¿Por qué estás tan empecinado en volverte un mago?...-
El simplemente ladeaba su cabeza levemente, confundido por esa pregunta
-creo que ya te lo he dicho, es porque cuando crezca quiero ser el héroe que tu quisiste ser de joven…-
Una leve pausa se asentaba en esa versión borrosa de la sala de estar del lugar, donde cierto adolescente miraba todo en una escala de blanco y negro de tintes distorsionados, sin embargo, recordaba claramente la cara que puso su padre tras escuchar esa respuesta
-¿vale la pena pasar lo que sufrirás por algo que a estas alturas puedes considerar una simple fantasía?...-
Aun en su sueño, Shirou pudo sentir como un espectador como su mirada se estrechó ante las palabras de su padre adoptivo
-porque para mí es algo real y no una simple fantasía… y sobre mí compromiso para con la magia… supongo que yo seré el maestro del peor de mis escenarios si eso me permite lograrlo…-
Kiritsugu miro con reproche a su hijo adoptivo, sin embargo lo conocía perfectamente bien, tres años estuvo insistiéndole fervientemente que le enseñase magia por lo cual sabía que no daría el pie a torcer ahora que él ya había cedido a enseñarle
-como me gustaría que no hubieses dicho eso…-
….
…
-¿Shirou?...-
-mmmmm-
-ahh…- gemía fastidiado levemente un hombre de apariencia envejecida, vestido con un gabán negro sobre una camisa de bonotes gris y un pantalón negro, corbata desajustada y bastón en mano, antaño su hijo adoptivo lo describía como alguien muy joven para haber sido comparado como su padre, ahora, su rostro prematuramente añejado sumado a la decoloración parcial de su cabello destacaba casi por encima de su rostro ameno y jovial… torcido actualmente en uno de desaprobación -…Shirou despierta…-
Por supuesto el adolescente al haber quedado inconsciente la noche anterior tendido en el piso rápidamente abandono el mundo del sueño con el estímulo exterior, reconociendo poco a poco conforme se aclaraba su vista al hombre que le había salvado la vida
-¿Kiritsugu?...- al notar que evidentemente si se trataba de este y que lo estaba despertando al encontrarlo dormido en el edificio anexo no demoro en alertarse y actuar con resignación -… rayos, ¿lo hice verdad?...-
-¿lo de desobedecer mi orden de no forzar tu circuito mágico y quedarte completamente inconsciente tras perder el control de este? Si, lo hiciste…- contesto este con un tono neutro que no ayudaba mucho a disfrazar su mal humor -… Vamos, Taiga llego hace un rato y está preguntando por ti, y ya sabes cómo se pone ella cuando te ve durmiendo a la intemperie…-
Asintiendo el peli rojo obedecía la orden de su padre, saliendo junto a este hacia el edificio principal, sintiéndose poco a poco más alegre de ver a su padre adoptivo y mentor ya de vuelta en casa tras casi tres meses de ausencia
-¿Cómo estuvo el viaje?...- pregunto Shirou tratando de normalizar el ambiente entre ambos, para su agrado, el gesto de Kiritsugu se torcía en una sonrisa amena
-fue horrible, pero valió la pena…- contesto con su característico tono jovial -…lo importante es que ya estoy en casa y pretendo quedarme una buena temporada…-
-esa es una buena noticia…- contestaba el peli rojo entusiasmado, buena parte de su progreso como mago la tenía bajo las enseñanzas directas de Kiritsugu aunque este las considerase nimias o prácticamente nulas
Al entrar en la casa, rápidamente ambos fueron abordados violentamente por la nieta del terrateniente Fujimura
-¡Shirou!¡¿Qué estabas haciendo en el almacén?!...- pregunto está claramente enojada -…¡no me digas que otra vez te quedaste dormido en ese lugar!-
-para nuestro alivio resulto no ser así…- contestaba Kiritsugu cortando cualquier posibilidad de su hijo adoptivo de contestar -…lo encontré limpiando el lugar y cuando le pregunte si había amanecido ahí me dijo que no… y no veo por qué no creerle…-
La profesora del chico por supuesto sintió el aire de confidencialidad sospechosa entre ambos, por lo cual ya se preparaba para arremeter contra ambos
-¿gustas takoyaki?...- pregunto el Emiya mayor interrumpiendo el grito que nunca salió -…compre demasiado en el aeropuerto y no me lo pude comer todo…-
Como por instinto, su cuerpo recordando porque era que ella estaba ahí todas las mañanas cedió momentáneamente su mal humor para predisponerse completamente en pos de recibir así fueran dulces a la primera hora del día
-si… no veo por qué no…-
-están en la cocina, ya los deje sobre el mesón…-
Sin terminar de esperar la aprobación del patriarca Emiya, Taiga salía disparada inmediatamente hacia está dejando en la entrada del corredor a padre e hijo quienes tras asimilar el estrambótico acto de su inquilina volteaban a mirarse levemente entre sí de manera confidente para luego silenciosamente chocar puños
-te debo una…-
-y que sea la única, si esto se vuelve costumbre no veo por qué no dejar que Taiga te dé una buena reprimenda de vez en cuando...-
Pasados unos cuantos minutos, el ambiente familiar se había apoderado completamente de la sala de estar de la mansión Emiya cuyo centro donde Kiritsugu Emiya y Fujimura Taiga disfrutaban de una taza de té mientras que Shirou preparaba el desayuno de los tres
-Vamos vamos… ¿Qué más me trajiste?...- preguntaba la profesora de escuela con la misma ilusión de una niña pequeña
-¿el Takoyaki no es suficiente?...- pregunto este lánguidamente no demorando en ser intimidado por la mirada molesta de la nieta de su conocido
Por su parte Shirou si bien estaba disfrutando de una mañana agradable de reencuentro
"Invócalo pronto Onii chan"
Solo le bastaba recordar levemente las palabras o la imagen de la joven de cabellos plateados para que sintiese como su cuerpo le dolía tras lo ocurrido la noche anterior, tras el ajetreo que sintió en el momento no pudo pensar con mucha claridad lo que había ocurrido, pero ahora con la cabeza más fría en definitiva la única conclusión a la que podía llegar era que había sido blanco del ataque de un mago mucho más capacitado que él, la pregunta era ¿Por qué? Más importante que todo eso ¿Qué significaba eso de invocarlo o morir?
-¡dame mi regalo!-
-¡te juro que no te traje nada, lo siento!-
Volteando a mirar hacia atrás, sentía alivio de ver a Kiritsugu en ese lugar, porque si había alguien quien podía darle respuestas, era él
Sirviendo los desayunos, dejo que las cosas siguieran con naturalidad, que los tres hablaran como los viejos días y que Taiga como siempre saliese corriendo cinco minutos antes de que empezaran las clases como era costumbre en ella
-¡Shirou!¡apresúrate o llegaras tarde a la escuelaaaaaaaa!-
Tanto padre como hijo no podían evitar dejar caer una gota de sudor cada que veian actuar a su inquilina improbable de todos los días, se podía ver eso claramente en las caras de ellos mientras estaban de pie en la mansión
-bueno Shirou, creo que también deberías partir…- bufo Kiritsugu con tono solemne, sin embargo ver el gesto endurecido de su hijo le dio a entender que algo no estaba bien
-de hecho, quería hablar de algo importante contigo viejo…- contesto este mirando con firmeza a su padre -…cuanto antes…-
La mirada del peli negro se estrechó inmediatamente tras eso
-¿es tan importante que pretendes saltarte tus clases?...-
-si no fuera así de importante, no te estaría molestando recién llegado de tu viaje…-
-entiendo…- contesto Kiritsugu con toda la seriedad del mundo -… entonces vayamos a la sala…-
Sin decir mucho más, ambos Emiya entraban al interior de su hogar, donde el mayor de estos no esperaría lo que su hijo tendría que decirle
Shirou conocía muchas facetas de Kiritsugu, lo tenía definido como un hombre relajado al que los problemas del mundo no parecían afectarle, un hombre cuyo comportamiento rayaba en lo infantil y lo inmaduro en muchas ocasiones y que aunque cuando se enojaba o se enfrentaba a una situación delicada nunca dejaba de lado ese carácter tan despreocupado con el que lo definía desde el día que se conocieron en el hospital
Por eso mismo el peli rojo sintió una fuerte opresión en el pecho y un temor legitimo al ver como por primera vez, el rostro de Kiritsugu Emiya estaba endurecido y pálido, sus mejillas estaban tensas y sus ojos habían perdido todo rastro de brillo, dándole a entender que lo que le habían dicho era algo mucho más serio de lo que parecía
-Viejo ¿te sientes bien?...-
-si… solo…- contesto este de manera entre cortada, suspirando hondamente antes de continuar con un deje de resignación -…no me había dado cuenta que ya han pasado diez años…- sin embargo, este volvio a apretar sus dientes molesto, exaltandose levemente -... pero no debería ser posible ¡yo volé la linea mágica que atravezaba... no tiene caso...-
-¿diez años?...- pregunto extrañado Shirou, palideciendo también cuando recordó que hacía diez años fue cuando su mundo fue consumido por las llamas por el incendio que acabo con esa parte de la ciudad -….¡¿eso tiene que ver con esto?!...-
-si…- contesto el peli negro inmediato -…así es…-
Tras aquello, ninguno de los dos dijo nada, el té en las manos de ambos se estaba enfriando conforme cada uno cavilaba en sus mentes que era lo que iba a pasar ahora, como tendrían que actuar, que significaba todo lo que estaba ocurriendo
-¿Qué significa eso de invo…?-
-no es nada en lo que tengas que pensar Shirou…- contesto Kiritsugu con tono marcial y firme -…necesito que me prometas, que durante estos tres días no saldrás de la casa ni que tampoco practicaras nada de tu magia…-
Obviamente el chico se sintió confundido por tal orden
-¿Por qué?...- pregunto con extrañeza e incredulidad
-no cuestiones mis órdenes…- respondía el peli negro terminando de extrañar y asustar al peli rojo puesto que era la primera vez que lo veía actuar tan nervioso -...yo hablare con Taiga respecto a tu ausencia en la escuela...-
-¡pero!-
-¡nada de peros!¡esto es un asunto bastante serio!...- Vociferaba con tono alto Kiritsugu una vez más, mirando a su hijo con un miedo que difícilmente podía disimular bien -…esto es algo que solo compete a magos de alto nivel Shirou, en el momento donde quedes envuelto así sea por la más mínima casualidad no podrás escapar y te puede esperar un final mucho peor que la muerte…-
Con esa advertencia el peli rojo quedaba en completo silencio, entendiendo que si Kiritsugu Emiya, hombre despreocupado de la vida actuaba asi, era por algo
-Viejo ¿Qué es lo que está pasando?- pregunto este una vez más pero claramente con la intensión de saber que era lo que pensaba su padre, este tras un largo silencio, sacaba de su gabán un cigarrillo el cual no demoro en encender y darle una profunda bocanada, dejando salir el aire al cielo
-la quinta guerra por el Santo Grial, eso es lo que está sucediendo…-
-¿Qué tenemos?...
-de momento, conocemos la identidad de uno de los Masters, Matou Sakura, también debemos suponer que Caster está en el templo Ryudou absorbiendo mana de los habitantes de la ciudad y usando ese lugar como su taller…-
-es inteligente suponer también que los Einzbern harán su aparición eventualmente, puede que ellos sean nuestro mayor obstáculo…-
Tras esa afirmación suya, Rin Tohsaka caminaba hacia la rejilla de seguridad de la terraza de su escuela mirando el atardecer que ya estaba próximo a morir, tras patrullar el dia anterior primariamente todo el área comercial de la ciudad investigando sobre el caso de las fugas de gas, su investigación ahora la llevaba a los sectores residenciales cercanos a la escuela, era una posibilidad que Caster tratase de atacar la escuela en pos de recolectar mana de una fuente más concentrada como lo era el del cuerpo juvenil de la escuela
-siendo así parece que aún no tenemos nada definido… cualquiera diría que no ha empezado aun la guerra por el Santo Grial…-
Agregaba archer pensativo, usando su clarividencia para revisar desde ese lugar sin conocimiento de su Master la parte más lejana del sector residencial donde ahora solo había casas de estilo tradicional
-vaya…-
El claramente sabía quiénes eran los habitantes de ese lugar, después de todo ellos eran su objetivo para haber participado como Servant en la guerra actual, sin embargo, una serie de sentimientos encontrados lo asaltaban, bastaba reconocer levemente la estela de Kiritsugu Emiya para sentir como parte de esas memorias que murieron tras sus distintas invocaciones como counter guardian reviviesen en fragmentos
-¿viste algo que te llamara la atención archer?...- preguntaba Rin al notar el espaciamiento de su servant, este mantenía su expresión estoica, restándole importancia de manera sutil a sus pensamientos
-nada en especial, simplemente divagaba sobre ciertas teorías que tengo para los siguientes movimientos que se harán en esta guerra…-
Para extrañeza de él, Rin lo miraba con genuina curiosidad
-pues soy toda oídos…-
Fue ahí cuando el noto que se le había ido ligeramente la lengua por dejarse llevar por sus recuerdos
-no es nada, no vale la pena mencionarlo hasta investigar un poco más…- sentencio dándole a entender a su Master que no quería ahondar mucho más en el tema más por motivos personales que por legitima estrategia de la guerra -…investiguemos sobre ese sector, siento una leve corriente mágica cercana a ese sector…- finiquito el peli blanco señalando sobre el borde residencial
-bueno, aquí en la escuela no hemos encontrado nada, así que no veo por qué no hacerlo…- contesto esta permisiva, pero claramente intrigada por la predisposición de su Servant, aluyendo el comportamiento de este a que quizás sobre esa zona encontraría la forma de estimular los recuerdos que el aseguraba no tenia
-si, es cierto, yo también siento que hay una leve corriente mágica por ese lugar…-
Una tercera voz alerto inmediatamente a Rin y a Archer quienes siendo asaltados por sorpresa vieron hacia un tanque de almacenamiento de agua donde se encontraba un hombre vestido con mallas de color azul portando una imponente lanza de color rojo
-¡un Servant!...- sentencio Rin entrando completamente en situación de combate, archer a su lado también se posicionaba para empezar el enfrenamiento
-pensaba en ir a investigar allá primero, pero no pude evitar notar sobre este lugar a una pareja tan encantadora como ustedes y bueno…- bufaba este burlonamente comenzando a maniobrar su lanza con distintos malabares antes de colocarse en posición de ataque -…pensé que sería correcto presentarse…-
Rin Tohsaka en ese momento sintió una serie de sentimientos llenándola y chocándola en su interior, destacando sobre estas el miedo de estar en medio de un enfrentamiento entre héroes históricos y mitológicos que podían destrozar la ciudad en sus escaramuzas, y la emoción de finalmente cumplir con el papel por el que estuvo esperando durante más de una década para enaltecer el nombre de su padre
Una leve sonrisilla aparecía en su rostro, su noble porte y elegancia le impedía sonreír ampliamente llevada por la emoción
-la quinta guerra del Santo Grial…-
-¿Qué significaba eso?...- se preguntaba Shirou conforme miraba televisión en la sala de estar, aunque más que mirar televisión usaba esta como ruido de fondo conforme en su cabeza trataba de cavilar todo lo que estaba ocurriendo últimamente, era todo lo que podía hacer puesto que estaba completamente prohibido por Kiritsugu entrenar tanto física como mágicamente durante al menos tres días ¿la razón? Ni idea, tampoco ayudaba que este último hubiese salido como alma que era perseguida por el diablo tras la discusión de esa mañana sin dejarle respuesta alguna a sus preguntas
Pero era por eso mismo que obedecía incondicionalmente, nunca antes había visto a su padre actuar de esa manera, por lo que su sentido común le dictaba que en efecto, lo mejor era obedecer, literalmente eso podía ser algo de vida o muerte, aun así, esa pequeña pulla en su nuca no se iba y por el contrario cada vez era más aguda
¿Por qué era de vida o muerte?
-ahora que lo noto, nunca he visto que hay en la televisión a esta hora…-
Ya era más o menos caída la noche desde hacía un rato y no sabía a qué hora volvería su padre, tampoco ayudaba que a esa hora estaba ocupado o en su entrenamiento físico o acompañando a Fuji Nee a casa de su abuelo para preguntarle la condición en la que se encontraba esa vieja motocicleta a la cual este le tenía tanto cariño y por la que el mismo le pagaba bastante bien cuando se la reparaba. Por lo que al menos la televisión tendría que ayudarle a distraer sus pensamientos, pero no había nada, la preocupación y la incertidumbre que sentía en ese momento le podían más, en especial por un detalle…
Hace diez años
-¿Qué tiene que ella con lo ocurrido hace diez años?...-
Se exasperaba al pensar en eso, trato de encontrar algo que le brindase información sobre "la guerra del Santo Grial" pero no había nada en el taller mágico ni en ninguno de los libros de texto que Kiritsugu disponía en su haber, y eso fue suficiente razón para que con el pasar de los minutos su desespero se hiciera mayor, no era para menos, era algo que atañía el peor de sus recuerdos, las enormes columnas de fuego quemando la ciudad que conocía, las personas siendo consumidas por las llamas y tanto su alma como su cuerpo carbonizándose.
Cada paso cansado que daba en el asfalto ardiendo, todos los edificios en ruinas, el incesante humo que se desprendía entre los últimos agónicos gemidos de los pobres diablos que quedaron atrapados en la vorágine y en lo alto del cielo, brillando con un tenue fulgor mortecino de color azul, un agujero negro sobre una forme etérea similar a una torre
-¡!-
Fue entonces cuando noto…¿siempre recordó ese detalle de ese agujero en el cielo y esa torre que la precedía?
PALPITAR
-¡gggrrrgggg!-
Rápidamente sintió un fuerte ardor en el dorso de su mano izquierda, mirando como en esta poco a poco se iba formando una figura cuasi tribal en su mano tallada de color rojo
-que…¿Qué es esto?...- pregunto asustado, él era una persona con una afinidad mágica nimia y aun así, podía sentir como esa marcas en su mano tenían una alta concentración de Mana, mucho más que la que su cuerpo podía reunir y contener en su circuito mágico como tal
Y sin embargo, un sentimiento extraño se apodero de él con mucha mayor fuerza que el miedo y la confusión, uno que llevaba dentro de su pecho un leve rastro de nostalgia y melancolía, un llamado que no podía percibir ninguno de sus sentidos más allá de su instinto, llamado que venia del edificio anexo, aquel lugar que era similar a un taller mágico, a todo esto, tras cerrar sus ojos, se sumaba al misterio la imagen de una espada con un mango dorado y azul, con una hoja plateada impoluta e imponente, una hoja que despedía un aire solemne y majestuoso, pero que reservaba dentro de la imagen mental del chico un misticismo sin precedente
Ignorando la advertencia de su padre y respondiendo al llamado que sus instintos le hacían, no demoro en ir corriendo hacia el edificio anexo, con un afán que nunca antes había sentido
PAFFFF
Tanto que al llegar no se molestó siquiera en abrir moderadamente, su cuerpo empujando la puerta fue como accedió y para completar el misterio que estaba circundando ese extraño fenómeno que había empezado el día anterior, en el suelo se dibujaba un círculo mágico de color plateado y cuya cantidad de prana desprendiéndose conforme tomaba forma despedía una poderosa corriente de aire que obligaba al peli rojo a cubrir su rostro
PALPITAR
Finalmente tras una leve explosión tras el huracán contenido, todo rastro del mismo finalmente desaparecía dejando en su lugar una figura de manera casi poética irreal, puesto que como si el mundo abriese el telón para ella, las nubes se despejaron y la luz de la luna ilumino a una chica de cabello dorado y armadura plateada, con trazas de usar un vestido de color azul
Ambos se quedan en silencio durante unos instantes, él específicamente no solo por el cada vez más raro giro de los acontecimientos que se daba a esas horas de la noche, sino que de la misma manera por el aura mística que desprendía tan hermosa joven
-te pregunto… ¿tú eres mi Master?...-
Pregunta con una voz serena pero galante
-¿Master?...- pregunto este completamente confundido, no había forma coherente en la que sintiera que podía responder a cualquier pregunta que ella le hiciera en ese momento, puesto que por la solemnidad de aquel momento incluso todas las preguntas y los temores internos que le causaba esta "guerra del Santo Grial" habían desaparecido
-Servant Saber, he respondido a tu invocación…-
En el momento en el que ella pronuncio esas palabras, Master y Servant, parte de la situación que lo estaba atormentando volvió a hacerse presente en su mente, estrechando su mirada y tratando de mantener la compostura y obtener algo de terreno firme en su extraña posición
No demoro en articular que la Guerra del Grial, esa marca en su mano, la chica frente a él hacían parte del esotérico ultimátum citado el día anterior y gran parte del misterio alrededor que esto implicaba mágicamente
Era claro que ahora estaba implicado en un asunto mágico mucho más grande que su propia comprensión
-de ahora en adelante, mi espada ira contigo y tu destino será mi destino, este será nuestro contrato…-
Al escuchar esa última frase, entendió la gravedad de su situación, de sus conocimientos como mago sabía que ahora era parte de un pacto con ese espíritu guerrero de apariencia tanto imponente como grácil
-¿todo esto del contrato hace parte de la guerra del Santo Grial?...- pregunto retomando levemente la compostura para no quedar como un idiota o un sujeto demasiado débil frente a ese espíritu heroico, si se trataba de un familiar esta no podría hacerle daño, pero no quería apostar tratándose de un ser claramente superior al rango de uno de estos ayudantes de magos
-así es…- contestaba la Servant Saber con neutralidad -…he aparecido porque me has invocado, ambos batallaremos por obtener el Santo Grial contra los demás masters y servants…-
Shirou asentía, al parecer esto era de lo que tanto Kiritsugu como la chica de cabello plateado estaban hablando, de una guerra a muerte entre magos, no tenía nada de información ni sabía cómo proceder, por lo que la mejor opción, era esperar
-¿Cuáles son sus órdenes Master?...- pregunto esta lista para proceder con la orden que le impusiesen, orden que por supuesto Shirou no se encontraba en condición para dar
-por ahora, vayamos al interior de la casa, estamos en un cobertizo en estos momentos…- contesto amablemente, invitando al espíritu heroico a proseguir delante de él, cosa que ella entendió y asintió, saliendo primero del modesto edificio, al hacerlo, se encontró con la visión de un patio que ella reconocía levemente
-este lugar…- susurro ella con tono sereno, pero que denotaba incomodidad, cosa que no pasó desapercibida para el peli rojo
-es mi casa… bueno, mía y de mi padre…- contestaba Shirou haciendo que Saber girase para verlo -…permíteme presentarme, mi nombre es Shirou Emiya…-
Para extrañeza de él, por primera vez la chica de cabellos dorados mostro una reacción distinta a la de su gallarda solemnidad, su mirada se llenó de extrañeza y de desconfianza
-¿Emiya?...- pregunto ella carraspeando levemente su voz -…¿eres hijo de Kiritsugu Emiya?...-
Los ojos del peli rojo se abrieron tanto como sus cuencas lo permitían
-Sí, lo soy…- contesto este algo intimidado por el cambio de tono de la servant -…¿de dónde conoces a mi padre?...-
La mirada cuasi serena y templada como el acero se torció levemente antes de volver a una expresión neutra, como si nunca hubiese habido una perturbación en el carácter de tan sublime personaje
-de hace un tiempo…- contesto ella sin molestarse en dar detalles -…¿se encuentra aquí en este momento?...-
-no…- contesto este ya rascándose la cabeza por el cambio de comportamiento repentino de su familiar -…pero supongo que no debe demorar en volver…-
-ya veo…- contesto la chica de cabellos rubios, prosiguiendo al hogar en silencio, siendo secundada por el Emiya menor quien no tenía idea cual era la clase de conexión que había entre su servant y el hombre que lo adopto, por lo mismo no pudo contemplar el como ella apretaba sus labios al verse nuevamente en una situación tan deplorable como lo fue su última invocación
FINAL CAPITULO 1
