Me complace amarte.
Acariciarte y ponerte a dormir es escalofriante tenerte de frente y hacerte sonreír.
— ¡Gemelos misterio, por siempre!
No te fallaré, contigo quiero envejecer.
Quiero darte un beso.
Perder contigo mí tiempo.
Guardar tus secretos…
— ¡Esto no es posible! El….lo….¡Lo que hacemos está mal! Ya no quiero continuar con esto. Basta por favor….basta.
Un gusto valorarte, nunca olvidarte y entregarte mis tiempos, no te fallaré, contigo yo quiero estar.
Quiero abrazarte, adorarte, tenerte paciencia, tu locura es mi ciencia.
Te adoro y no sabes cuánto: adoro tu cabello castaño, mecerse con el viento, tus labios tan finos que son perfectos para acariciar y besar. Aquellos ojos expresivos y lleno de más aventuras, adoro tu rostro, la forma que tiene: es perfecta para las palmas de mis manos. Adoro ver tu figura a lo lejos o a lo más cerca. Lo adoro tanto.
— El incesto…es malo, entiéndelo, yo no quiero seguir haciendo esto ¿Qué pensara el Tio Stan? Nuestros amigos… ¡Nuestros padres!
Quiero tenerte paciencia.
Pero me desbordas con tus palabras.
Podemos ser una familia perfecta.
—"Todos creen que somos perfectos"— Pero ¿qué hay de malo en no serlo, por un jodido y miserable momento?
Por favor, bésame como solías hacerlo….antes de irte.
— Un verano placido después de besar a tu herman….—
Déjame tomarte una foto, una foto para guardarla y atesorarla bajo mi almohada y así soñar los momentos en los que me decías cuanto me querías.
— Me dueles… lo que ha pasado en este verano solo fue… algo de niños, solo olvídalo ¿puedes?
Mansamente e insoportablemente, me dueles. Toma mi cabeza, córtame el cuello, nada queda de mí después de este amor.
¿Quién no quedaría hermosamente asombrado como persona? ¡Qué claridad de rostro, qué ternura de luz ensimismada, qué dibujo de miel sobre hojas de agua! ¡Más claro que un duende tratando de conquistar un zombie!
— Esto se termina, no me vuelvas tocar, no vuelvas a dirigirme la palabra. Ya no más. "Los gemelos misterio" acaban aquí. Es tu culpa.
