Los personajes que ocupare en este momento, no me pertenecen, que más quisiera yo....son de Naruto creado por Masashi Kishimoto.


Amanecía en la aldea de la hoja, cuando la familia Aburame entraba a su casa, pero este día era especial...pues traían consigo al nuevo integrante de la familia Ai (significa Amor), todo estaba preparado para el nuevo integrante pues aunque él constantemente estaba de misión y ella en el laboratorio, habían preparado una hermosa habitación para él, está estaba expledidamente adornada y pintada con el tema favorito del Clan "los insectos", una hermosa cuna que tenía forma de mariposa, el colgante sobre ella conformado por pequeños peluches de hormigas, moscas, escarabajo y una catarina. Todo hermosamente arreglado y acomodado para ese pequeño ser que les alegraba sus vidas.

Él acababa de llegar de misión y ella tenía de descanzo una cuarentena así que no tenían nada que les preocupara, ella se sentó en la mesedora que él había construido, su respado parecía una telaraña y era muy cómoda, ella empezó a amamantar al pequeño Ai, mientras él veía extasiado tal espectáculo, cuando repentinamente observaron un pequeño resplandor en la espalda baja de Ai, Shino se acercó rapidamente a su hijo, lo destapo, observó una marca en forma de Hikuri, volteó a ver a su esposa y dijo:

―que le está pasando a nuestro hijo―

―no lo sé―

―creo que es necesario volver a visitar la aldea de la hierba―

―hai, tienes razón...vamos a hacer las maletas―

―no, yo las hago, tú cuida de él― se acercó a Ai y lo besó en la frente y a ella en los labios. Shino arreglo unas maletas rápido, pero una le estaba costando un poco de dificultad, que pondría en la maleta del bebé, al notar esto Shiho, dijo desde la mesedora

―¿vamos por pocos días?―

―hai, sólo por 2, por mucho―

―mete mudas de ropa, más que las de nosotros, el doble de preferencia, teníendo en cuenta que debes de llevar un sueter, una cobija, pañales y unos juguetes para enseñarle ¿ya está listo todo?―

―ya casi, estoy escogiendo entre la mantis y la oruga―

―lleva las 2― contestó ella soltando una pequeña risilla

Ya preparados, se fueron tan rápido como pudieron hacía la aldea de la hierba, pues ahora el Aburame se sentía un tanto cansado pues lleva las maletas de los 3, a su esposa cargando en su espalda y a su hijo en brazos y dijo Shiho un poco preocupada por su esposo

―te dije que nos vinieramos en una carroza, pues te vas a cansar―

―quien ha dicho que estoy cansado―

El Aburame apretó el paso para que su esposa se diera cuenta lo equivocada que estaba y llegó a la aldea de la hierba en menos del tiempo considerado, en la entrada de la aldea bajo a su esposa y cuando iba decir algo, ella le gano la palabra

―que desconsiderado eres Shino, no te das cuenta que traes contigo a un recién nacido y a su madre― camino indignada hacia un camino que al Aburame se le hizo conocido

―¿vamos hacía la casa de huespedes?―

―hai, quiero que ellos sean los primeros en conocer a nuestro hijo― como la casa de huespedes no estaba tan lejos de la entrada de la aldea llegaron en corto tiempo, entraron y se encontraron a los señores Saotome muy entretenidos con su nieto viendo la tele que estaba en la sala de estar y el chiquillo volteó a la puerta, corrió hacia ellos para abrazarlos y saludarlos

―Shiho-onichan, Shino-onichan...¿qué traen ahí?― dijo esto último mientras jalaba de la gabardina a Shino, entonces los Srs. Saotome voltearon hacía donde se encontraban

―¿cómo les ha ido? noto que nos traen buenas noticias― dijo el Sr. Inuyasha

―yo diría que muy buenas― dijo la Sra. Kagome con su voz burlona de siempre

―pero dejenme ver a ese pequeño...si que es lindo...yo sabía que saldría así de guapo con ese par de padres― continuaba la señora

― Obasan...quiero verlo― decía Ryoga mientras jalaba ahora el kimono de su abuela

―¿y cuál es el motivo de su retornó?― preguntó el señor

―este― Shino en ese momento tomó a su hijo y les enseño la marca a los señores

―ah, eso― dijo el Sr. Saotome con toda tranquilidad

―¿cómo qué eso?― preguntó consternada Shiho

―pues estense tranquilos, eso sólo es la marca del Clan Ume y quiere decir que el rito fue un éxito― dijo una voz conocida que provenía de su espalda, era Ayame Miki el monje amigo de los Saotome

―pero es necesario que no anden mostrando esa marca por aquí, ustedes saben lo delicado de la situación― cuando término esto Shino tapo la espaldita de su bebé

―hai, tiene razón―

―notó que les ha ido muy bien― dijo para cambiar el ambiente

―hai, muchas gracias...de echo el motivo que nos trajó aquí fue la marca, pero al ver que sólo es un efecto del ritual, no tenemos ya que estar preocupados ¿verdad, Shino?―

―pues de echo, yo si tengo dudas ¿le va aparecer algo más a mi hijo o le cambiara el cabello a color verde o algo más le pasará?―

―no Shino, lo único que nos caracterízaba como clan era esa marca―

―hai, entonces nos regresaremos a Konoha―

―pero si acaban de llegar, además hoy es el festival de recibimiento de la primavera ¿no se pueden quedar?― dijo la Sra Saotome

― sí, sí, sí, si ¿pueden verdad?― dijo el pequeño Ryoga ahora jalando a Shiho

―creo que sí ¿es posible Shino?―

―hai, pero partiremos mañana temprano, porque el bebé aún es muy pequeño―