"Mi querida Rey, este es el trato: Los dos seguimos con nuestras muy regladas vidas, tú con tu amado y yo con mis asuntos. Si hay que pelear delante de todo el mundo se hará, seguiremos siendo grandes enemigos. Pero dentro de este tiempo nada más va a existir. Solo tu, yo, y este trato. Serás mía y yo seré tuyo. Solo sexo. Sin sentimiento. Cuando empecemos a sentir que esto va demasiado lejos, pararemos."

Aquellas palabras se repitieron en su mente. Algo dentro de su cabeza gritaba que no lo hiciera, pero su cuerpo ansiaba perderse en el placer que este ofrecía a manos llenas. Ese secretismo, los lugares en los que se verían dentro de ese escondite le daban un toque morboso que ella quería irremediablemente probar. No quería parecer una pervertida ni una necesitada sexualmente, solo quería probar por una vez ese fruto prohibido. Pero estaba esa relación estable que tanto le había costado conseguir con el piloto Dameron. Lo amaba verdaderamente, pero lo extrañaba demasiado cuando se tenían que separar y esa soledad pesaba demasiado. No veía 100% esa necesidad cubierta. Debía negarse por mostrar fidelidad a Poe. La tentación era mayor. Kylo Ren no tendría esa preocupación si tuviera pareja pero ella si, y era muy grande. No era ningún misterio que tuviera amantes tantas como el quisiera.

Entonces, ¿por qué la escogía?

Quizás le encantaba la idea de pervertir a alguien de la luz, arrastrarla al lado oscuro y meterla en una espiral de inmoralidad del que se iba a arrepentir. Por no sumar la infidelidad a su pareja. Había tantas cosas en contra que no podía ver un poco de lo positivo. La experiencia que aseguraba.

El muy villano había logrado hacerla pensar en el tema durante todo el día, las horas de meditación ae vieron opacadas ante esa gran posibilidad.

Se sentía una mala novia y una gran pervertida.

Finalmente, accedió. Ni ella misma se creía a esa hora de la noche estuviera saliendo a hurtadillas de la base de la Resistencia para ir a verlo. Siguió las ordenes que llegaban a su mente, como si siguiera cada cebo de una elaborada trampa. Se sentía como un inocente animal cayendo en las garras de un lobo hambriento. Ante los largos caminos del bosque donde se había perdido, lo pudo encontrar. Tenía un rostro serio, casi como si estuviera enfadado con ella. Intentó parecer tranquila, pero no podía, el corazón le latía a mil. Kylo Ren simplemente se acercó a ella, y la beso salvajemente. Ella se dejo besar y enredo sus dejos en la espesa cabellera negra de su enemigo. Abandono los labios carnosos de Rey con una sonrisa que Rey odio al instante.

- ¿Esto es un sí a mi propuesta?

- Si

Aquella breve pero intensa conversación se le hizo innecesaria. ¿No acababa de besar sus labios? Por el rostro masculino supo que solo era para recordar las normas que él mismo había puesto. Solo sexo era el que recordaba con gran claridad ella mientras dejaba Kylo Ren besara su cuello (esperó que no dejara ninguna marca que la delatase pues no tenía ropa de cuello largo) y sus manos se metían por debajo de la camiseta. No pensó que el tacto de sus manos fuera fría y áspera, pero la volvía loca cuando delineaba su vientre y subía hasta el sujetador. Pudo escuchar una risilla.

- Las tienes un poco pequeñas- ella se indigno y quiso quitar sus manos- Pero son perfectas, Rey- La cercanía que se había producido hizo que era se diera cuenta del bulto que tenía entre las piernas. Empezó a acariciarlo sobre la tela del pantalón, torturando al hombre- Hazlo

Maldijo el tono de su voz, de ruego capaz de seducirla. Sabía perfectamente a que se refería. Sacó sus manos del agarre y se quito la parte superior de su atuendo, dejando a la vista el sujetador color carne, que lo quitó con una facilidad con la que Ren se relamió los labios. La vista de los pequeños pechos de la chatarrera le encantaba. Se puso de rodillas en la fría tierra y con rapidez (casi desesperación) bajo los pantalones de caballero para ver el miembro erecto. Sin vacilación y para deleite, lamió la longitud antes de introducirlo dentro de su boca. Era la primera vez que hacía algo como eso, pues con su chico las cosas no solían ser ni de esa forma casi violenta ni perdidos en un bosque. No tenía la certeza de estar haciéndolo ni siquiera bien. Se sentía un poco ridícula.

- Rey, no- la agarró del pelo y tiró de ella bruscamente hacía atrás, parando la acción. La empujó al suelo y tiro de sus pantalones, dejando a la vista su ropa interior- Esto te va a gustar más- le susurró en la oreja mientras deslizaba una mano por el interior de aquella prenda, acariciando tortuosamente su sexo. Ella reprimía sus ganas de gemir, su mano sabía demasiado bien como darle placer.

Dejo de torturarla para bajar aquella prenda. De una sola vez la penetró, haciendo que por fin gritase por él. Sus manos se agarraron a las briznas de hierba con gran fuerza, sintió que había roto más de una, pero le dio igual. En ese momento se perdió completamente en el placer que las embestidas de Kylo Ren, cuyas manos apretaban sus caderas y la movían. Notaba como sus desnudos pechos chocaban con la tierra y la hacían rozar de forma incómoda, pero no importaba en absoluto. Se había abandonado completamente al placer que este le daba. Era imposible negarlo, entre la forma salvaje con la que Kylo lo hacía, estar en la intemperie y el (ya casi extinto) miedo a ser atrapados había hecho de aquel juego algo mucho más excitante de lo que había tenido en su cama en la Resistencia por mucho tiempo.

- Ben- gritó ella de forma inconsciente el nombre que le puso Leia cuando todavía era su hijo entre sus gemidos. Creyó que le dio igual, pues siguió embistiéndola cada vez más rápido

Alcanzaron a la vez el orgasmo y él se tiró al suelo al lado suyo. Intentaron recuperar el aliento. Rey se giró para ver como él se llevaba las manos a la cabeza. A pesar de aquella cicatriz, el muy capullo seguí perfecto. Se preguntó una vez más porque ella si siendo así, podía estar con cualquiera. Intentó ponerse la ropa de la parte inferior, pero aun le costaba respirar bien.

- ¿Prisa?- Preguntó el todavía tumbado. Cuando se fijo en él, y tenía la ropa completamente acomodada. Se había quedado con las ganas de ver el trabajado abdomen de Ren.

- Tengo que volver cuanto antes. No sabría que decirle a alguien si me encuentran a estas horas deambulando por la base

- Tranquila, chatarrera, mañana jugamos más

No podía decir que no. Aquel "juego" le encantaba.


Iepale!

Es la primera vez que me digno a hacer esto (un lemmon así). ¿Por qué? La verdad, ni idea.

Hasta la queso-proxima~