El fin y el principio

Por Nochedeinvierno13


Disclaimer: Todo el universo de Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling.

Este fic participa del Mini reto: "Después de la batalla" del Foro "El mapa del mortífago".


I.

El fin

La intención de Adrian Pucey es mantenerse neutral en la guerra que tiene lugar en el mundo mágico.

Tanto su familia como él se trasladan a una desapercibida localidad junto al Río Loira, ubicado en Francia. La correspondencia tan cordial que siempre mantuvieron con el tío Julien —quien abandonó Gran Bretaña tantos atrás cuando le fue imposible encontrar un lugar en la comunidad mágica por ser squib— es lo que les permite ser bien acogidos en el barrio muggle, con la condición de no llamar la atención de los vecinos y no jugarle bromas a su esposa que le teme a la magia.

A Adrian es al que menos le cuesta acostumbrarse a su nueva rutina. En cambio, sus hermanos no dejan de preguntar por qué no asistirán ese año a Hogwarts, repiten una y otra vez que extrañan a sus amigos, y que quieren volver lo más pronto posible a su antiguo hogar.

Y Adrian sabe que eso no es posible.

«Rechacé abiertamente la propuesta de Yaxley de colaborar con los mortífagos. Por lo que si no estamos a favor de ellos, estamos en su contra. No estoy dispuesto a dejar al azar la suerte de la familia. Hoy mismo me comuniqué con el tío Julien —fueron las palabras de Bernard Pucey, su padre—. Adrian puede profundizar sus estudios si así lo desea y los niños podrán ir a Beauxbatons.»

Pero toda esa estabilidad que consigue a lo largo de los meses se viene abajo cuando recibe una carta de Michael Corner. Le pide que vuelva a Gran Bretaña y que se reúna con él en la cabaña que su familia tiene en las afueras de Londres. Medita una y otra vez si aceptar e ir. Tantas semanas evitando pensar en él, tratando de olvidarlo de un modo u otro, pero todo se desmorona con dos simples palabras.

Te necesito.

El encuentro tiene lugar en la cabaña pérdida, con los copos de nieve en los alrededores, y Michael termina convenciéndole de no volver de nuevo a Francia. Sus padres ponen el grito en el cielo pero tampoco intentan llevarlo a la fuerza puesto que Adrian es mayor de edad y tiene derecho a correr sus propios riesgos.

Por lo que él es uno de los pocos Slytherin que llegan a Hogwarts como refuerzos. Siguiendo las instrucciones del profesor Slughorn, con el corazón bombeándole con fuerza dentro del pecho y la preocupación enroscada en la garganta, esgrime su varita y derriba a tantos mortífagos como le es posible. En ningún momento deja de pensar en Michael, en dónde se encontrara, y en qué sucederá luego de que termine la batalla.

Se encuentra con una pronta respuesta cuando el tétrico cadáver de Lord Voldemort es colocado en una habitación adyacente. Los estudiantes se arremolinan para contemplar los restos de ese ser que tantos daños ha causado. Adrian no es uno de los que permanece allí. Él solamente tiene atención para buscarlo. Escucha un grito que le resulta familiar. El polvo grisáceo que se desprende de los escombros le nubla la visión pero se las ingenia para llegar hasta Michael que se presiona el muslo izquierdo.

—¿Qué sucede?

—Tengo algo enterrado —murmura con los labios apretados—. Quítamelo, por favor.

—Michael, nunca te lo dije pero le tengo pánico a la sangre —observa su herida que no deja de manar—. Creo que me voy a desmayar.

—¡No te atrevas a desmayarte, Pucey! ¡El herido aquí soy yo, no tú!

Demasiado tarde, Adrian acaba de caerse de espaldas mientras que el otro chico lanza un bufido de indignación.